«Al menos los españoles tenían la excusa de la religión»- William Pitt

Hacía el año 1700 la India era toda una super-potencia que reunía un quinto de la población mundial y quizás tanto como un cuarto del comercio y la riqueza del planeta. Para el año 1800 era un país en declive, totalmente sometido a las decisiones y caprichos de una compañía de accionistas privados, que la había conquistado mediante una mezcla de acciones militares y políticas arriesgadas y exitosas. Este desastre había ocurrido en menos de cincuenta años. Y de él trata este libro.

Hay un intento del autor (de cuya pluma salió también El retorno de un rey) por convertir su obra en algo más atrayente, dotándola de un halo de actualidad, al comparar la actuación de la Compañía Inglesa de las Indias Orientales con las actuales multinacionales.

Ya la sinopsis de la editorial nos dice que «cómo el Imperio mogol, que había dominado el comercio y la manufactura mundiales, y que poseía recursos casi ilimitados, se derrumbó y fue reemplazado por una corporación multinacional enclavada a miles de kilómetros al otro lado del mundo. Una corporación que respondía a unos accionistas que jamás habían estado en la India y que no tenían la menor idea del país cuya riqueza les reportaba jugosos dividendos –no es coincidencia que, como indica en las primeras líneas del texto, una de las primeras palabras del hindi incorporadas al inglés fuera loot, «saqueo»–. A partir de fuentes inéditas, Dalrymple narra la historia de la Compañía de las Indias Orientales como nunca se ha hecho: una historia sobre los devastadores resultados que puede tener el abuso de poder por parte de una gran corporación, y que resuena amenazadoramente familiar en nuestro siglo XXI de todopoderosas empresas transnacionales.»

Aparte del carácter depredador de toda entidad privada (acaso, porque metafísicamente, una persona jurídica carece de alma) no veo demasiado recorrido a las comparaciones. Aunque puedan tener seguridad y contratistas privados, las modernas multinacionales aún no reclutan ejércitos regulares.

Pero la obra en sí es un sólido estudio histórico, bien escrito y desarrollado con amenidad, sobre las grandes conquistas de esta compañía, decisivamente apoyada por la armada británica y por sus tropas regulares, que le permitieron primero posesionarse de Bengala, la provincia más rica del subcontinente, y luego derrotad al mítico Tipoo Sahib antes de pasar a una decida campaña de conquista territorial bajo el mando del hermano del duque de Wellington. Por cierto, que el autor minimiza el papel del vencedor de Waterloo en estas campañas, ya que su participación en las mismas luego se exageró para ponerla a la altura de sus éxitos europeos.

No es una narración puramente militar ni mucho menos, aunque esa sea la especialidad de la editorial. Es más bien un estudio político y social, incluso económico, con una línea cronológica y descriptiva sobre lo acontecido, salpicado de agudas semblanzas sobre los protagonistas. En suma, un libro delicioso sobre un lugar de singular exotismo.

Esta entrada fue enviada el jueves, 9 d+02:00 septiembre d+02:00 2021 a las 10:17 y está archivada bajo Historias especializadas. Puedes seguir las respuestas a esta entrada a través de la fuente RSS 2.0. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu propia página.