GOBERNADOR IMPERIAL – George Shipway
Gayo Suetonio Paulino fue un general romano enviado en el año 59 por Nerón para hacerse cargo de las riendas de Britania, una provincia levantisca y muy problemática, en la que el estado romano gastaba más de lo que obtenía. Una vez desembarca, se hace evidente que la provincia es un hervidero de intrigas y la rebelión está a punto de estallar. Y más aún se removerá el avispero britano cuando inicie nuevas conquistas por ella bajo las órdenes dadas por el emperador, hasta someter totalmente a las tribus más ricas y asegurar las zonas mineras.
Pero Paulino es un comandante sagaz y veterano que conoce los riesgos de seguir las órdenes de su Príncipe, pero también de desobedecerlas. Así que junto a sus legiones, se enfrentará a la rebelión de la reina Boudica, un levantamiento que estuvo a punto de aplastar el gobierno romano en las islas británicas.
Esta que reseño es por tanto la historia de una campaña militar histórica, y su protagonista, Suetonio Paulino, un personaje real. Todo un romano, con un carácter muy bien definido y que realmente sentimos que piensa y actúa como un hombre de la época. Nos habla sin tabúes cuando yace con una esclava o con un esclavo, nos cuenta apesadumbrado cuando los prisioneros mueren cuando los torturan buscando información. Pero no debido a que le apene sus muertes; no. Se lamenta de la poca información que han podido sacarles, y de tener sólo ancianos o prisioneros heridos para interrogar bajo tortura. Un hombre que piensa tanto en su propia gloria personal como en la de Roma, pero debe lidiar con las caprichosas órdenes que llegan de un Nerón cada vez más caótico, con los corruptos funcionarios y con las lejanas intrigas palaciegas de las que siempre trata de estar al margen por más que sus aliados en la corte quieran arrastrarle. Un militar excelente, un hombre frío e inteligente. Un general que comparte el rancho con sus legionarios. Un romano. Un gran personaje.
Pues bien, dicho esto, repito que la novela narra una campaña militar. Ni más ni menos. Hay multitud de párrafos donde Paulino se reúne con sus comandantes y nos expone los planes, hay interminables listas de intendencia o de tales o cuales unidades auxiliares, cohortes, vexillationes, etc… destaca en tal o cual puesto, tal o cual misión. Esto la vuelve a veces demasiado farragosa o aburrida –uno termina cansado de estas continuas repeticiones-, pero normalmente la novela posee un buen ritmo, bajando quizás un poco en su parte final y dejando la sensación d que ha podido ir de más a menos, pero con una batalla final bastante bien narrada. Y al campo de batalla voy.
Las batallas no son particularmente largas, pero al menos tenemos lo justo para sentirnos transportado junto a los legionarios en su lucha contra las tribus rebeldes. Y pese a que, como os he dicho, la novela narra una guerra, no hay una saturación de batallitas a lo largo de sus páginas. Pese a todo, la novela presenta escenas de lucha y hay sangre y violencia. Es mundo que nos presenta es crudo, sucio y muy violento. Un mundo muy real, excelentemente documentado por el autor.
George Shipway no es un autor extraño es esta página, ya que otras dos obras suyas El guerrero de bronce y Lanceros han sido reseñadas anteriormente, y ninguna de ellas decepcionó a su lector. Si os gustan las novelas de romanos, particularmente las dedicadas al mundo militar, no os decepcionará. Entiendo por qué la novela es una de las favoritas de expertos en el ejército romano como Adrian Goldsworthy o Fernando Quesada, autores cuyas obras sobre las legiones y su mundo hemos también reseñado y comentado con deleite en esta página.
Por lo tanto, una novela muy recomendable. Por ahora, la mejor novela de romanos que he leído este 2010.
Gobernador imperial
George Shipway
Editorial Pàmies (2010)
Páginas: 432
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¡Me la apunto a la lista de reyes!
Ñam, ñam, ya me empiezo a relamer con la novela y todavia no la he empezado a leer. He visto que lo tienen en la biblioteca disponible…bien bien :-) Muy buena reseña… que coño, ¡excelente reseña Vorimir!
Una buena novela. No es perfecta, por supuesto, pero cumple con el objetivo de una novela (hacer pasar un buen rato, entretener, evadir, transportarte al lugar y tiempo de la acción) y es especialmente recomendable por la verosimilitud con la que se acerca a lo que debió ser la Britania de Paulino. Particularmente acertado, por poco frecuente, es el planteamiento de las razones económicas que impulsaron a Nerón a retomar la conquista de la isla: riesgo de devaluación de la moneda, etc.
Quizás señalaría como aspectos que no me convencieron: la inclusión de un episodio sobre unos cristianos, que personalmente creo que no pintaba nada en el desarrollo argumental, y algunos momentos en que, como resalta Vorimir, la novela se convertía en un extracto del informe de un oficial de intendencia de las legiones.
Pero la valoración general es positiva, en todo caso.
Gracias chicos.
Y totalmente de acuerdo con Valeria. A mi también me extrañó la historia de los cristianos pero no vi el momento de comentarla en la reseña.
En definitiva, una novela entretenida y bastante bien escrita, aunque con algunos altibajos.
Estoy de acuerdo con la reseña, y ciertamente lo más recalcable es el caracter del general: su desdén por los britanos, su desinterés por el sufrimiento de sus inferiores, su mentalidad cruelmente práctica. Todo un romano, y no un romano de esos que cada vez son más frecuentes y parecen sacados de Star Trek, todos llenos bondad y soluciones de compromiso.
Claro, tú como eres galo…
A mi me pareció pesadísima.
Sí, la capacidad de recreación del autor es sorprendente, y sí, capta lo que debió ser el espíritu de un romano de la época de un modo muy verosímil ( Entiende que abusar sexualmente de sus esclavos tiene la misma relevancia moral que lavarse las manos, tiene una postura ambivalente hacia el imperio, no tiene ningún límite a la hora de decretar algo que en otras circunstancias sería un genocidio…).
¿Pero donde está la novela?.
Es la novelización de un hecho histórico del que apenas se aparta un cm.
Sin más. Estoy absolutamente de acuerdo en toda la reseña de Vorimir, que es exacta, minuciosa y detallada, excepto en el último parrafo.
Yo he leído novelas de romanos peores. Pero por lo menos intentaban inventar algo.
«Todo un romano, y no un romano de esos que cada vez son más frecuentes y parecen sacados de Star Trek, todos llenos bondad y soluciones de compromiso.»
Eso es verdad, que en las películas «modelnas» casi parecen cascos azules de la ONU.
Y hablando del libro, entiendo que hace referencia a la Britania de la época de la sublevación de Boudica (o Boadicea), ¿cómo trata el asunto de la rebelión?, ¿lo reduce al ámbito estrictamente militar o entra en las causas del conflicto?
Lo digo porque de romanos en Britania sólo tengo La Plata de Britania y éste trata el tema muy tangencialmente.
Prueba con Águilas y Cuervos (Pauline Gedge): toda la culpa fue de los romanos.
En este también es de los romanos, pero el «prota» tiene la seguridad de que esos piojosos britanos se merecen cualquier cosa que les pase, y él, personalmente, sólo cumple órdenes.
Después de lo de Londinum parece lógico que el personaje desarrolle esa tendencia.
Antes de la rebelión tiene una visión bastante práctica, y confia en el desarrollo económico de la zona bajo su mando.
Saludos,
he leído la novela hace no mucho y la verdad es que me gustó bastante. Aunque tengo un problema, y es que la leí tan pegadita a «Águilas y cuervos» que ahora no distingo bien la una de la otra.
En cualquier caso, ambas novelas me gustaron mucho, así que recomendaría esta sin dudas. Especialmente si no le gustó a Uro… ;-)
Saludos,
Richar.
@Antígono: Entra en las causas del conflicto pero siempre vistas desde los romanos. No hay capítulos sobre los britanos. pero si vamos viendo como desde Roma aumentan la presión fiscal cada vez más y toman algunas decisiones apresuradas que llevan a la rebelión. Eso queda bastante bien expuesto en la novela.
Gracia por la aclaración Vorimir.
Yo coincido con Uro. En general me gustó, pero la trama se pierde, para mí, en una prolija descripción de maniobras, marchas, etc, legionarias.