Re: Las vacas no miran al mar – Mugiendo en prosa (corto)
Publicado: Mar Nov 19, 2024 11:01 pm
El campesino llevado a la batalla de Trafalgar
Época: España, batalla de Trafalgar, 1805
Forma:
Problema con los sangrados, están aleatorios.
“siempre sin exteriorizar, se me amontonan”: exteriorizar se me hace muy culto para un campesino de 1800.
“Poleo”: va en minúscula.
Pone mayúsculas después del guion en las acotaciones a los diálogos, lo que creo que no está bien.
“Cuídamela, sabes que ella es fuerte, que va a poder con todo, pero no me sale decírselo.”: qué bonita frase, que no le dice el campesino a su mujer.
Por lo demás, MUY bien escrito.
Estructura:
Es una serie de microcapítulos. No entiendo el orden de la numeración: IX, X, XI, XII, I, II, III, IV, V, VI, VII, VIII, IX, X
Narra en primera persona. A partir del VIII LA CALOR, pasa a tercera persona.
Personajes:
El narrador, un campesino que es llamado a levas.
La Parrada, una vaca.
La mujer del narrador, campesina como él.
El párroco, el que señala los hombres que van a la guerra.
Tema / Trama:
Un campesino va contando las cosas de sus trabajos a su vaca, hasta que llega la leva. La mujer toma su puesto en el campo, y sigue hablando a la vaca.
Comentario final:
Guau. Chapó. Genial. El párrafo de la boñiga me ha mostrado que se puede sacar algo de belleza hasta de la mierda: “Moscas verdes, con un color que deberían envidiar las joyas más exquisitas,”. El relato transpira un lirismo campesino, la vaca, confidente de cosas que no se dicen ni a la propia mujer.
No entiendo la función de esta frase: “Quiso decir “lā ʾilāha ʾillallāh, Muḥammad rasūlu-llāh” (Alá es grande, y Mahoma su profeta).
El relato va transitando suavemente por la vida del campesino, de un hombre del montón, que cuenta su cariño por su vaca y las cosas que le van pasando: los lobos, los partos de los terneros, la siembra. Me recuerda a Adiós, cordera, el archiconocido cuento de Clarín. La estructura, la repetición, la sencillez y a la vez la profundidad con la que el autor escribe. Y al final, están agazapados el párroco, el ejército y el rey, que se llevan al hombre. Y en su final, no tiene una palabra para su esposa, sino para la Parrada, la vaca. El engarce histórico está pillado solo en dos puntos: la mención a Bonaparte y al barco San Francisco de Asís, hundido en una acción tras la batalla de Trafalgar, pero es suficiente, no le hace falta nada más al autor.
Relato magistralmente escrito, ¡enhorabuena, Mugiendo en prosa, por este estupendo relato!
Época: España, batalla de Trafalgar, 1805
Forma:
Problema con los sangrados, están aleatorios.
“siempre sin exteriorizar, se me amontonan”: exteriorizar se me hace muy culto para un campesino de 1800.
“Poleo”: va en minúscula.
Pone mayúsculas después del guion en las acotaciones a los diálogos, lo que creo que no está bien.
“Cuídamela, sabes que ella es fuerte, que va a poder con todo, pero no me sale decírselo.”: qué bonita frase, que no le dice el campesino a su mujer.
Por lo demás, MUY bien escrito.
Estructura:
Es una serie de microcapítulos. No entiendo el orden de la numeración: IX, X, XI, XII, I, II, III, IV, V, VI, VII, VIII, IX, X
Narra en primera persona. A partir del VIII LA CALOR, pasa a tercera persona.
Personajes:
El narrador, un campesino que es llamado a levas.
La Parrada, una vaca.
La mujer del narrador, campesina como él.
El párroco, el que señala los hombres que van a la guerra.
Tema / Trama:
Un campesino va contando las cosas de sus trabajos a su vaca, hasta que llega la leva. La mujer toma su puesto en el campo, y sigue hablando a la vaca.
Comentario final:
Guau. Chapó. Genial. El párrafo de la boñiga me ha mostrado que se puede sacar algo de belleza hasta de la mierda: “Moscas verdes, con un color que deberían envidiar las joyas más exquisitas,”. El relato transpira un lirismo campesino, la vaca, confidente de cosas que no se dicen ni a la propia mujer.
No entiendo la función de esta frase: “Quiso decir “lā ʾilāha ʾillallāh, Muḥammad rasūlu-llāh” (Alá es grande, y Mahoma su profeta).
El relato va transitando suavemente por la vida del campesino, de un hombre del montón, que cuenta su cariño por su vaca y las cosas que le van pasando: los lobos, los partos de los terneros, la siembra. Me recuerda a Adiós, cordera, el archiconocido cuento de Clarín. La estructura, la repetición, la sencillez y a la vez la profundidad con la que el autor escribe. Y al final, están agazapados el párroco, el ejército y el rey, que se llevan al hombre. Y en su final, no tiene una palabra para su esposa, sino para la Parrada, la vaca. El engarce histórico está pillado solo en dos puntos: la mención a Bonaparte y al barco San Francisco de Asís, hundido en una acción tras la batalla de Trafalgar, pero es suficiente, no le hace falta nada más al autor.
Relato magistralmente escrito, ¡enhorabuena, Mugiendo en prosa, por este estupendo relato!