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Re: El geómetra - Leibniz (largo)
Publicado: Jue Feb 20, 2025 11:45 pm
por Calamus
Enhorabuena por este relato, Pero Lopez. Me reí un montón con él y siento que no haya pasado a la antología.
Eso sí, qué distitnto al otro tuyo de Peñas Negras. Quién diría que los dos son del mismo autor

Re: El geómetra - Leibniz (largo)
Publicado: Vie Feb 21, 2025 12:57 am
por Aldo Stukamaro
Es que solo 7 largos entraron a la antología. Y este era otro relato antologiable. Me imagino que los aristarcos deben haberlo tenido en cuenta y debe haber quedado afuera por poco.
Re: El geómetra - Leibniz (largo)
Publicado: Vie Feb 21, 2025 5:11 pm
por Charivari
Hola Pero López.
Una gran decepción, porque es un grandísimo relato el tuyo, aunque en mi comentario dije que iba un poco de más a menos, era super original, divertido, con fragmentos geniales (peso mis palabras) y además, a nivel histórico, estupendo.
Bueno, sé que tienes más recursos y el año que viene nos ganas el concurso, fijo. Sé que no hace falta decirte "ánimo"
(de "peñas negras" mejor no digo nada, demasiado gore para mi, pero objetivamente también estaba bien escrito)
Re: El geómetra - Leibniz (largo)
Publicado: Vie Feb 21, 2025 5:21 pm
por Mermaid
Muy bueno y original este relato. Una pena que no haya entrado, pero el año próximo entras seguro.
Enhorabuena por el trabajo bien hecho.
Y una vez más, gracias por tus fantásticos comentarios.
Re: El geómetra - Leibniz (largo)
Publicado: Vie Feb 21, 2025 5:58 pm
por Garnata
Me encantó la relación curvatura-linealidad. Es un relato muy cuidado y original.
Yo también disfruté mucho leyéndolo, Pero López.
Un buen relato sin duda alguna.
Re: El geómetra - Leibniz (largo)
Publicado: Dom Feb 23, 2025 12:01 pm
por Pero Lopez
El geómetra.
Esta historia nació hace dos años como Circunferencias y rectas, un cuento sobre un geómetra que odia los círculos, pues dice que no son humanos. Luego me acordé del castillo de Bellver, que visité hace algunos años, y en el que tuvieron preso a Jovellanos, y fui armando los mimbres de la historia.
Fui vistiendo al loco, Marcos Soldevila, y su absurda locura, tirando de las matemáticas. Y sobre el tema de las matemáticas, reconozco que hay texto de más, pero bueno, aquí entramos en el tema de escribir sobre lo que atrae al autor o lo que puede atraer al lector, hay una delgada línea. ¿Escribo de lo que me gusta o de lo que le gusta al lector? Gran dilema, que pienso que, como tantas cosas, se sobrelleva con el equilibrio. En cualquier caso, ahí me pudo lo que me atrae, pues para mí, la historia del desarrollo del cálculo diferencial e integral y los personajes que participaron en él me parece una de las más grandes aventuras del conocimiento humano, que nos endilgan en el bachillerato como una serie de reglas que acabamos usando sin entender mucho.
En el camino se me cruzaron varias líneas más: las luchas entre liberales y conservadores en el s. XIX, el levantamiento de Torrijos, y la pugna entre la ciencia y la fe, representada por el capitán Cereceda y fray Domingo, en la que supongo que algún poso me quedaría de Settembrini y el jesuita en La montaña mágica, que leí hace muchísimos años y que quiero releer.
Como habéis destacado en varios comentarios, reconozco que la parte final es de lo más flojo, la fuga de Soldevila por la tangente es casi una anécdota. Conforme uno va escribiendo más cosas, se da cuenta de ciertas ¿técnicas? ¿reglas?, no sé cómo llamarlas, que utilizar al escribir historias. Una de ellas es que un buen final ayuda mucho. Puede ser contundente, o en el otro extremo, también hay finales abiertos redondos. Este relato, como bien habéis dicho en los comentarios, creo que tiene un buen planteamiento, aceptable desarrollo y flojea en el final. Lo que pasa es que ahora mismo no veo como rehacerlo. Tampoco estoy demasiado contento con la escena final entre el capitán Cereceda y fray Domingo: es muy Casablanca. La estoy rehaciendo para que resalte la amistad entre los dos sin que sea tan obvio.
Sobre el comentario de Maqroll, la perpendicular a la tangente es la recta normal (lo he tenido que buscar), y su pendiente es la inversa de la de la tangente. Es decir, cuando Soldevila atraviesa el muro sigue la normal a la pared curva, y enseguida gira noventa grados para seguir por la tangente.
Y lo que dice AguilaKen sobre los grados militares, pues tiene toda la razón, y se lo reconozco, y para más inri yo soy de los que hice la mili, de alférez en el Ejército del Aire, con lo cual conozco los grados (y por eso también conozo Armilla y Granada, Garnata). Estuve dudando si dejar a Juan Cereceda como capitán de fragata en vez de capitán de navío, pero quise darle más empaque al personaje. Es verdad que el coronel Haro es su homólogo en grado, pero también es su carcelero. Lo dejaré como capitán de fragata, equivalente a teniente coronel. En cuanto al tratamiento, desconocía lo que indicas de que a estos grados marinos se les trata como comandante, me voy a pensar si me tomo la licencia de que lo sigan tratando como capitán para no despistar mucho al lector.
De lo que dices de que lleva el bicornio bajo techo, se lo pone al salir: “Al salir de la celda se puso el bicornio”.
En cuanto al coronel Haro, es un personaje estereotipado: el aristócrata inculto. Reconozco que cargué las tintas contra él. Maqroll ha detectado también que la bronca del padre Miralles al coronel Haro no es creíble. Me quedé pensando y es cierto, ¿en base a qué le echa esa bronca? y para ayudar a solventarlo los voy a hacer hermanos: el jesuita es el hermano listo y el coronel el torpe. Los dejaré como los hermanos Haro Miralles.
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.
PD:
Sobre que el relato no pasó a la antología, la relación de mis relatos con los Aristarcos es como la del aceite y el agua, pero no es queja, el concurso y las reglas son así y cada uno tiene sus gustos. Lo mejor, aparte de ganar, que a todos nos gusta, es lo que aprendemos: voy a mejorar El geómetra y Peñas Negras con lo que considere de vuestros comentarios, y quién sabe si no tendrán más recorrido si encuentro otro sitio en el que acomoden. En ediciones pasadas, ni Pecados y penitencias ni Lavinia o las lides de Venus pasaron a la antología, pero con el primero gané un concurso en Murcia y con el segundo un concurso de relatos eróticos, así que tuvieron su vida después.