Foro de Hislibris

[maria lozano]

Asunto: El arqueológo Schliemann se entera que su ayudante, un campesino griego, es en realidad el legendario héroe Aquiles, quien se ha impuesto la incansable tarea de expulsar para siempre de la tierra a todos los dioses, utilizando el poder que más temen estos: el poder de la Palabra.
Resumido el tema de esta manera, creería que el concepto que mejor lo refleja es el de la revelación o confesión.
Estructura:
En las 4 primeras páginas se conocen los dos personajes protagonistas del relato: el arqueólogo Schliemann (no aparece ni una sola vez bien escrito en el texto) y un campesino griego. Este último le aclara al arqueólogo que no es un campesino sino el héroe Aquiles, y que va a contar una historia muy interesante.
En las siguientes 6 páginas el campesino-Aquiles inicia el relato de su vida a partir de la terminación de la guerra de Troya donde no murió (un dato falso de Homero), y entremezcladas van las ideas acerca de los dioses como entidades que le tienen pavor al ser humano por tener estos el don de la Palabra. Y se inserta otro relato, el del trato de Homero con Aquiles, hasta cuando el primero muere.
En las 3 páginas siguientes el autor/a se concentra en el recorrido que hace Aquiles por el mundo y que no ha parado durante estos tres mil años, para sacar de la tierra a todos los dioses (incluido el de los cristianos), cumpliendo la venganza que Aquiles se ha impuesto. Para lograr su cometido de promotor y preservador de la Palabra ha tenido que convertirse en escritor, amanuense y copista en bibliotecas.
En el último apartado al fin este desbocado campesino se marcha para seguir escribiendo y Schliemann vuelve a sus excavaciones.
La relación de todas las actividades que ocupan al héroe es agotadora, relato copado por un diálogo en que Aquiles lleva la voz cantante, y en cambio Schliemann relegado al papel de simple cotejador de algunos datos sin atreverse a más, siguiendo la línea de un asombro moderado que no corresponde a la revelación que el otro le hace (¿será que no le cree ni media?).
Es un relato dentro de otro relato dentro de otro… y se va perdiendo en la maraña de teorías acerca del mundo, dioses, la palabra como soporte de lo humano, etc. dejando la sensación de que algo no funcionó en el ensamble de una idea literaria (la relación entre un serio arqueólogo con un chalado campesino griego) con una idea metafísica.
Quizás –aventuro una hipótesis- lo que no encaja en esta historia es ver al más impaciente y airado de todos los héroes griegos asumiendo un papel tan contrario a su naturaleza. Será esta ostentosa y apasionada entrega a tan singular causa la que hace a la misma entrega una impostura: Aquiles se ha colocado demasiadas máscaras que lo desdibujan y termina uno añorando al héroe de Homero pero ya no hay manera de rescatarlo, ni siquiera el mismo Schliemann lo intenta.
A lo mejor si el tema fuera la locura la cosa hubiera funcionado mejor.

[Ricardo Corazón de León]

No lo he leído todavía. Voy a hacerlo ahora. Pero ya que estás en la arena, María Lozano, métete en el barrizal con los demás comentaristas y muestra tus dotes con todos los relatos, no solo con dos. Si no se diría que son tuyos por el interés inusitado que te despiertan. Pero aceptamos igualmente tu propia crítica, aunque nos gustaría más si fuera de todos.
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¡Estoy horrorizado! No sé si el mundo está lleno de hombres inteligentes que lo disimulan... o de imbéciles que no se recatan de serlo. M. Brickman.

[farsalia]

Ya hay un hilo abierto de este relato. Procuremos no duplicar los hilos...
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