FILIPO II Y EL ARTE DE LA GUERRA – Arturo Sánchez Sanz

E7140«En Europa jamás existió un hombre como Filipo, hijo de Amintas», Teopompo de Quíos (FGrH, 115, F27)

En el sepulcro del rey Filipo II, en Egina, se descubrió la tumba de una mujer joven con una panoplia guerrera a su lado. ¿Las armas eran una ofrenda a la sombra del rey o el ajuar funerario de su esposa escita? A pesar de haber vivido solo cuarenta y seis años, Filipo II falleció tras cambiar el mundo en el que había nacido. Combatió en todas las fronteras de su reino, contra todos sus vecinos, y forjó alianzas matrimoniales en cada una de esas fronteras, gracias a que la poligamia era una útil tradición de la casa real macedonia. Una guerra cada año, una mujer casi cada tres, y un reinado a la altura de tal voracidad.

Desde la antigüedad no hubo interés en la figura de Alejandro Magno. Hubo obsesión. Y esa obsesión oscureció invariablemente la figura de su padre, tratado siempre como un mero prólogo al reinado de Alejandro Magno. Y sin embargo no faltaban los testimonios que señalaban los méritos del primer monarca. Alejandro había sido alumbrado en la plenitud de la gloria, llegado al mundo destinado al poder, rodeado de todas las ventajas y con el mejor ejército que había conocido el mundo.

Pero ese generoso punto de partido se lo había proporcionado su padre, Filipo. Y este es un libro destinado a hablar de ese hombre. A convertir lo que siempre ha sido prólogo en el centro de la narración.

El libro se divide en varios bloques: Una introducción sobre la historia de Macedonia anterior a Filipo, la trayectoria bélica del monarca, la organización de sus ejércitos y sus innovaciones, su tumba, la sucesión al trono y un anexo con algunos puntos de interés.

Tras una introducción al origen de la dinástia, con el mítico Makedon egipcio, nos encontramos una visión resumida de las campañas de Filipo, especialmente de su larga y fructífera implicación en la III Guerra Sagrada (ni los griegos eran inmunes a las guerras de religión). Después se describe pormenorizadamente el gran ejército que forjó, sus componentes (tenía pocos mercenarios, solo los suficientes para tener algo de carne de cañón disponible) y las innovaciones en armamento y organización que incorporó.

Relatada tanto su trayectoria bélica general, como el instrumento de sus hazañas, se nos describe su mayor momento de gloria, la plasmación final de su genio y la superioridad de su ejército, la derrota final de sus grandes enemigos en la batalla que estableció su breve pero absoluta primacía sobre Grecia continental: Queronea.

Un libro interesante sobre un personaje condenado a un segundo plano en la historia.

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17 comentarios en “FILIPO II Y EL ARTE DE LA GUERRA – Arturo Sánchez Sanz

  1. cavilius dice:

    Pues yo con este libro estoy como Descartes: dudando. Dada la escasez de monografías filipenses, esta resulta interesante.

    La Egina de la tumba de Filipo debe de ser Egas, la actual Vergina, ¿no?

  2. Urogallo dice:

    ¡Correcto! Vergina, la antigua Aigai. ¿En que estaría yo pensando?

  3. iñigo dice:

    Mira que curioso el libro… Tentador si que es… ¿Qué tal está editado?

  4. Urogallo dice:

    La edición es muy buena, papel de calidad y buen acabado.

  5. Balbo dice:

    «Se os avisa para que os sometáis sin mayor dilación, pues enviaré a mi ejército a vuestras tierras y destruiré vuestras granjas, mataré a vuestra gente, y arrasaré vuestra ciudad» (Filipo II)

    ¡Buenisima reseña Uro! A ver si algun día lo traen a la biblio, porque le tengo ganas. Tienes razón al afirmar que fue un gran hombre tristemente dejado de lado como mero prologo de Alejandro. Es normal que viera a un epítome en su hijo:

    «Busca, hijo mío, un reino igual a ti, porque en la Macedonia no cabes»

    Pero… ¿qué hubiera hecho Alex sin la gran organización del ejército que hizo su padre? Se empezó a ver cuando los generales de su Filipo empezaron a ver cosas raras en su hijo a partir de Babilonia. ¡Que injusto fue con Clito el Negro, cuando le había salvado de morir en batallas anteriores!.

    Ademas me atreve a afirmar… ¿hubiera mantenido Alex sus conquistas sin tener tranquila la retaguardia, una Grecia que había maniatado Filipo?

    Muchas dudas que demuestran que qué injusta ha sido la historia con el gran guerrero tuerto.

    ¡Felicidades por la lectura y por la reseña! ;-)

  6. Urogallo dice:

    A mi también me resulta fácil empatizar con Filipo, antes que con don perfecto.

    La gran verdad es esa, sin su retaguardia firmemente anclada en Grecia continental, ¿De que le habrían servido sus conquistas fulgurantes si sus cimientos se derrumbasen sobre sí mismos?

    Tenía la herencia de su padre sobre la que construir su sueño imperial.

  7. iñigo dice:

    Los cimientos de un reino son claves para los herederos… igual que el ejército. Y sin duda los generales veteranos tendrían mucho que decir.
    Separemos a padre e hijo y estudiémoslos con perspectiva.
    Caerá sin duda, digo yo. ;-)

  8. Urogallo dice:

    Yo siempre he creído que Napoleón y César son superiores a Alejandro, no tanto por logros, como por haber tenido que currárselo para obtener el poder y construir sus ejércitos…Eso les ocupó mucho tiempo y energías.

  9. Balbo dice:

    Fijense lo importante que es tener una retaguardia tranquila y bien pertrechada que por culpa de no tenerla, dos grandes Anibal y Napoleón sufrieron por ello. El primero porque Escipión fue muy listo al ocupar Hispania y cerrar los suministros a Anibal, quedando practicamente el cartagines aislado en la península itálica. En cuanto a Napoleón, más que retaguardia su gran fallo en Rusia fue alargar en demasía su linea de aprovisionamiento, es decir su cordón umbilical con su linea de seguridad.

    Saludetes ;-)

  10. APV dice:

    Bueno lo de retaguardía segura, con matices, al morir Filipo, Alejandro tuvo que marchar al sur hasta Atenas para mantener el orden en Tesalia y Beocia, luego al norte contra los tracios, ilírios y getas, después de nuevo al sur para tomar Tebas y someter a Atenas otra vez.

    Tampoco se puede olvidar los generales que a su vez influyeron en Filipo: Epaminondas, Pelópidas, Jasón de Feres, Alejandro de Feres.

  11. iñigo dice:

    Me imagino que los vecinos al conocer la muerte de Filipo probaron la fuerza del heredero… pero después bien que supo mantener su autoridad.

  12. APV dice:

    ¿Qué tal el apartado gráfico del libro?

    Recuerdo que en la desaparecida Satrapa1 tenían la historia de Filipo ilustrada con buenos mapas.

  13. Vorimir dice:

    Parece que esta nueva editorial comienza con muy buen pie, ya nos contarás que tal los otros dos.
    Pocos historiadores dudan de la importancia de Filipo y su obra como gobernante -reforma militar incluida- sobre las conquistas de su hijo. Filipo le dio las mejores herramientas que había, y Alejandro supo usarlas.
    Sin Filipo no habría habido Alejandro, y no sólo en el sentido literal. :D

  14. Balbo dice:

    Filipo fue Hefestos fabricando los rayos, y Zeus el que los utilizo… oh, que poético me ha salido ;-)

  15. Urogallo argeada dice:

    ¡Balbo, estás en racha!

    Pues este asunto de la retaguardia es importante. Cierto que se rebelan los sometidos, pero como ya habían recibido candela de la buena antes, y Alejandro tenía en sus manos el ejército que ya les había vencido, hay que poner en situación el logro.

    A la larga, intentarían los persas movilizar a sus enemigos en su contra, pero también dejó para encargarse del asunto parte de ese ejército, y a unos de los grandes generales de su padre.

    APV tiene buenos mapas, al estilo de Satrapa por cierto. En gran formato y color en las láminas centrales, y luego repetidos en blanco y negro allí donde son necesarios para no tener que ir buscándolos cuando son necesarios.

  16. Antígono el Tuerto dice:

    Interesante reseña, es más, excelente reseña de Uro sobre uno de los grandes hombres de la Antigüedad, sólo superado por su hijo (a pesar de que a Urogallo le caiga Alejandro como un tiro en la entrepierna). Pero el libro tiene buena pinta, y me viene que ni pintado para ponerlo al lado de la biografía de su hijo de Pedro Barceló.
    Y si viene con mapas, mejor que mejor.

  17. urogallo dice:

    Es otro planteamiento, mas belico, menos biografico sobre el padre del niño-rey.

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