EL RÍO – Wade Davis

Nos encontramos ante un libro singular, para el lector y para Hislibris, ya que la ciencia no es uno de los campos que más desarrollamos en esta casa. En este caso hablamos de un libro que trata fundamentalmente de la botánica aunque comprende gran parte de los estudios naturales y nos enseña que la historia es mucho más que las grandes batallas, conquistas o el mundo de nobles y eclesiásticos. El río es un libro que traza la vida y exploraciones del naturalista Richard Shultes, su prolija investigación sobre las distintas familias de plantas y especialmente sobre tres grandes ejes de especies: el peyote, la coca y el caucho.

Desde 1941, en que llega a la selva amazónica, y durante doce años Shultes dedicó su vida a conocer estas plantas, sus particularidades físicas y algo muy especial, su relación con la gente que vivía en su entorno y las utilizaba de forma natural. Wade Davis, fue enviado por Shultes a continuar sus estudios junto a Tim Plowman y se esmera en contarnos como unos naturalistas se internan en un entorno tan difícil y diferente al de sus vidas habituales y como son capaces de descubrir cientos de nuevas especies y convivir con los habitantes de la región con respeto, dignificando la tarea de investigador científico combinada con la del antropólogo.

El hilo fundamental del libro es la hoja de coca, su uso, su estudio científico, su estudio social, ya que es, o era, una parte esencial en la vida de los habitantes de la selva amazónica, su relación con la espiritualidad y su historia. Es fascinante como Davis nos va haciendo entender el valor que a lo largo del tiempo tiene la coca en el continente americano, centrado sobre todo en Perú, Colombia, Ecuador, Bolivia y Brasil. Como los incas controlaban y utilizaban la coca en favor de su pueblo, y creían, sin duda con acierto, que se podían exigir los mayores sacrificios a los habitantes de su imperio pero estos debían estar bien alimentados y felices, a lo que contribuía su potente organización y las virtudes que la hoja de coca transmitía a sus súbditos. Leyendo el libro es fácil comprender como se construye esa gran sociedad, como se realizan importantes infraestructuras y se enfrentan a la llegada de los conquistadores españoles, estando a punto de derrotar al ejército de Pizarro.

La coca constituía el hecho fundamental de las tribus amazónicas, como droga, como alimento físico y espiritual, y Shulten, Plowman y Davis lo fueron descubriendo a través de la relación que mantienen con las tribus de indígenas americanos, escuchando y aprendiendo con respeto esa relación entra lo humano y lo divino que establecen y sin la que parece que no sería fácil sobrevivir a la vida en la selva.

Para investigar el peyote Shultes se integra en la comunidad norteamericana de los kiowas, con sus ritos y su profunda relación con la potente droga que conocen los pueblos amerindios desde tiempo inmemorial. El peyote avanza desde Centroamérica y es utilizado por la mayoría de las tribus indias, fundamentalmente viaja a lo largo del continente pasando la “frontera” mexicana de la mano de los apaches y distribuyéndose por las diversa tribus que poblaron el sur y sudoeste de Norteamérica. Shultes aprende a consumirlo y sus distintas formas de cultivo, elaboración y degustación.

En el caso del caucho, la razón fundamental por la que Shultes se vea implicado en la investigación viene de la mano de la Segunda Guerra Mundial. El caucho es uno de los materiales más importantes para el esfuerzo bélico y los EEUU se encuentran con una gran demanda por parte de su ejército y con que la zona de mayor producción, el sudeste asiático colonizado por holandeses e ingleses, cae en manos de uno de sus enemigos, Japón. Ante la poca capacidad, de la industria, para fabricar caucho sintético en ese momento, Shultes es enviado de nuevo a la Amazonía, esta vez con cargo a los fondos de su gobierno, para investigar qué tipo de plantas son las mejores para la producción del caucho y en qué zonas es más factible su cultivo. Durante cuatro años recorre incansablemente la zona y acaba convirtiéndose en el mayor experto sobre los distintos tipos de caucho que ofrece la naturaleza, los mejores métodos de producción, las mayores facilidades para el transporte a su destino, etc. Pero acaba la II Guerra Mundial y aún no se ha conseguido una industria que genere todo lo que demanda y, por tanto, esa investigación queda en suspenso. Con el tiempo, ha llegado el momento de los compuestos sintéticos, pero el caucho natural sigue utilizándose en nuestros días como el componente fundamental en la industria aeroespacial y en distintos tipos de neumáticos especiales, mucho más eficientes con caucho natural.

Este no es un libro de botánica, no es un libro de historia o de geografía; no trata de los mitos y leyendas de los pueblos indígenas americanos, pero comprende todo esto y una concepción del mundo que conseguimos apreciar a través de sus páginas, llevándonos por ese río de conocimiento y amor por la naturaleza y la humanidad que destila. Shultes y sus sucesores son, ateniéndonos al libro, dignos hombres de ciencia que con su manera de investigar y tratar el mundo hacen de este un lugar mejor. Como dice uno de los indígenas que conoció a Shultes y a Davis, “me trató como si fuera alguien”, algo tan sencillo y a la vez tan difícil, tratar a los supuestos pueblos inferiores, inferiores para aquellos que creen que hay pueblos de primera y segunda, con la dignidad que merecen.

Como dice al final del libro Davis citando a Plowman: “la ciencia y el mito son una y la misma cosa, el mundo natural es solo una manifestación de los pensamientos e impulsos que acontecen en innumerables planos metafísicos, todos cubiertos por la mente del curandero”. Shultes decía que no lo comprendía, pero Davis cree que lo hacía completamente.

Un libro que consigue transformar la manera en que entendemos esa relación entre el uso de las plantas y nuestra concepción de la espiritualidad; es, sin duda, un libro valioso, un camino hacia la realización personal y el aprendizaje de que hay cosas en nuestro mundo que han desaparecido, o están a punto de desaparecer, pero contienen en su interior un valor que solo echaremos de menos cuando ya no existan. Un libro que concentra en su interior el espíritu de Hislibris.

Wade Davis, El río. Editorial Pre-Textos, 2005, 644 pp.

     

4 comentarios en “EL RÍO – Wade Davis

  1. Farsalia dice:

    Qué buena pinta, Juanrio, me has picado la curiosidad y buscaré el libro.

  2. cavilius dice:

    El de Moteros tranquilos, toros salvajes tiene un 95% de probabilidades de caer. A este le doy otro tanto. Propongo una moción cósmica para solicitar una ampliación de las horas del día de 24 a 50. De otro modo será imposible leer todo este material…

    1. Vorimir dice:

      Lo más triste es que ya me he rendido ante la pila y ya apenas compro libros, se ha convertido en algo muy ocasional por problemas de espacio y tiempo. :(

  3. juanrio dice:

    Gracias señores. El río es un gran libro, a ver si la Editorial Pretextos se anima y lo reedita. Me comentaron unos amigos que hay una película sobre este tema, no sobre el libro, solo una parte. Se trata de El abrazo de la serpiente de Ciro Guerra, a ver si consigo verla.

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