EL PRINCIPE DEL RENACIMIENTO – José Catalán Deus

EL PRINCIPE DEL RENACIMIENTO. José Catalán DeusCuando en su exilio de Florencia, tras pasar el día talando árboles, Maquiavelo aprovechó las noches para escribir su gran obra sobre política, la tituló “El Príncipe”. En ella describe cómo debe actuar el gobernante que quiera tener éxito, el “Príncipe” perfecto, y probablemente su modelo, fue César Borgia.

César Borgia fue con seguridad uno de los personajes mas singulares en una época de personajes singulares. Todo es especial en él. Los misterios comienzan con su oscuro nacimiento, hijo de una mujer llamada Vanozza Cattanei y ¿el Papa Alejandro VI?. Fue primero, o segundo, de cuatro hermanos, hijos de esta mujer: Juan, César, Jofré y Lucrecia; y consecuentemente destinado a la carrera eclesiástica, a la sombra de otro “hijo” del Papa, Pedro Luis Borgia, primer duque de Gandía, y tal vez de su hermano Juan, que fueron dedicados a la carrera de las armas.

Destinado a la iglesia, primero fueron las letras, que estudió en Perugia y Pisa hasta la elección como Papa de Rodrigo Borgia con el nombre de Alejandro VI. Fue Protonotario del Papa, Obispo de Pamplona y antes de los veinte años Arzobispo de Valencia y Cardenal. Su ascenso a la púrpura fue objeto de murmuraciones y escándalo, su abandono de la misma también.

En 1498, habiendo muerto tiempo atrás su hermanastro Pedro Luis y tras el reciente asesinato de Juan, César tiene que hacerse cargo de las labores militares. Habiendo tomado sólo órdenes menores, puede abandonar su condición de hombre de iglesia sin impedimento. El Cardenal mas joven que se recuerde deja de ser Cardenal, y se convierte en Gonfalonero del Papa, el Capitán General de los Ejércitos Pontificios.

Los cinco años siguientes lo van a ver desarrollar una actividad militar tan intensa como exitosa. A lo largo de todos los territorios antaño bajo la soberanía temporal de la iglesia, va tomando una ciudad tras otra, va derrotando a un tirano tras otro, acusados todos de no haber cumplido sus compromisos como vicarios de Roma. En total serán cinco campañas que lo llevarán a la creación del ducado de Romaña, uno de los muchos títulos que ostentará César Borgia, Il Valentino, le Duc du Valentinois, uno de los hombres mas admirados y temidos de su tiempo.

Al final de estas campañas César es uno de los hombres más poderosos de Italia. Sin embargo los territorios de los que es duque pertenecen, en teoría, a la iglesia, y muchos temen que el Papa esté fabricando un feudo a medida para su hijo a costa de esta.

Todo se trunca de repente. Una noche de agosto Alejandro VI y César Borgia vuelven al vaticano tras una cena. Unos pocos días después, están enfermos. El Papa fallecerá, el Gonfalonero se libra de milagro, pero a partir de ahí, todo se deshace.

El último capitulo del drama es el de la caída. Acosado por el nuevo Papa Julio II (tras Pío III, que apenas sobrevivirá un mes a su nombramiento), por el Rey de Francia Luis XII, por los Reyes Católicos españoles, por los enemigos a los que ha despojado de sus feudos y por los amigos que le traicionan. Acaba preso en España, en el Castillo de Chinchilla primero, en el de La Mota, de Medina del Campo, después. Huirá de allí para acabar muerto en Navarra, luchando por su cuñado el Rey contra sus enemigos del partido de los Beaumonteses.

Esta es solo una breve semblanza del personaje. El libro, a lo largo de sus mas de 550 páginas de texto, da para mucho más.

Para definir esta obra se me ocurre acudir a tres grandes características:

En primer lugar el detalle. Desde su nacimiento hasta su muerte, el autor expone y analiza con precisión cada momento y aspecto de la vida de su personaje, casi día a día. Y no se limita a él, sino que amplía su análisis a todos los personajes que lo rodean: su madre, sus hermanos, su ¿Padre?, otros miembros de su familia, su esposa y los grandes hombres con los el destino lo llevará a tratar: reyes, cardenales, condottieros, y dos personajes especialmente interesantes: Nicolás Maquiavelo, que se reunirá con él como plenipotenciario de la ciudad de Florencia y que será depositario de algunas de sus confidencias; y Leonardo da Vinci, que trabajará para él como ingeniero.

En segundo lugar las fuentes. Antiguas: Jerónimo Zurita, Burkhardt o el embajador veneciano Giustiniani; y modernas, como Miquel Batllorí, Álvaro Fernández de Córdoba o Iván Cloulas (uno de sus libros reseñado aquí); son algunos de los mas citados. El texto hace constantes referencias a las fuentes, citando párrafos enteros de todos ellos, que analiza con minuciosidad.

En tercer lugar la forma de enfocar los acontecimientos mas oscuros de la historia de los Borgia. ¿Fue Rodrigo Borgia el padre de César? ¿Fue César quien mandó matar a su hermano Juan? ¿Fue amante de su hermana Lucrecia? ¿Existió la “Cantárida” ese veneno capaz de matar a plazo fijo? ¿Pretendían los Borgia crear un Estado propio a costa de los territorios de la iglesia que César conquistaba? ¿Fueron envenenados Alejandro VI y César Borgia aquella noche de agosto?. Cada uno de estos, y muchos otros, es analizado partiendo de las diferentes fuentes y estudios. El autor, en un magnífico trabajo periodístico, expone las diferentes versiones, analiza cuales son las mas verosímiles y aplica el sentido común, para en muy pocas ocasiones zanjar la cuestión. Esto tiene la virtud de dejar a la inteligencia del lector la toma de decisiones, aunque a veces resulta un tanto confuso, pues por ejemplo trata a Cesar tanto de sobrino como de hijo de Alejandro VI, según la versión que sigue en cada momento.

Quedan los defectos. Defectillos en realidad. Si queremos ritmo, el libro me ha parecido irregular, acelerándose los acontecimientos algunas veces, y alargándose las explicaciones otras con un cierto exceso de repeticiones, debidas sobre todo a que el autor cita muchas fuentes. Así pues no es un libro ágil de leer, aunque si muy completo. Por otro lado, tampoco me ha convencido mucho la comparación que el autor hace entre la época de su protagonista y la actual.

Y hablando del autor: José Catalán Deus es periodista, ha escrito para muchas publicaciones y ha ejercido como corresponsal en ciudades como Londres y Roma. También es autor de varios libros sobre el papado, tanto actual: “El Próximo Papa: Quien Será el Sucesor de Juan Pablo II, Como y Por Qué Será Elegido” (2004), “Fumata Blanca: La Elección de Benedicto XVI y la Turbulenta Historia de los Cónclaves de la Iglesia Católica” (2005) y “De Ratzinger a Benedicto XVI, Los Enigmas del Nuevo Papa” (2005); como del Renacimiento “El Papa Borgia: un Inédito Alejandro VI Liberado al Fin de la Leyenda Negra”, junto con Lola Galán (2004), y el “Principe del Renacimiento” (2008), que hoy nos ocupa.

Y no quiero terminar sin comentar lo que tal vez sea la cuestión candente: la leyenda negra ¿Qué opina José Catalán Deus de ella? Me gustaría explicarlo con unas palabras de Miquel Batllorí, que cita el autor, y que probablemente definen muy bien su postura: “En historia no hay que hacer ni apologías ni reivindicaciones, sino sólo aportes documentales y reflexiones que lleven a revisiones objetivas y serenas, por encima de cualquier pasión y prejuicio de parte. Si los pseudoborgianos se indignan de que no dé beligerancia ninguna a sus quimeras anticríticas, lo celebraré con mi silencio despectivo. Y si los antiborgianos me acusan de excesiva simpatía por el Papa que ennobleció por última vez, en el ápice del Renacimiento, su lengua, que es la mía, vaya mi leve simpatía por su profunda y apasionada antipatía”.

En fin, un libro interesante y bien escrito.

Opino, demasiado extensamente me temo, pero creo que el libro lo merece.

José Catalán Deus.
EL PRINCIPE DEL RENACIMIENTO
Debate 2008.

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35 comentarios en “EL PRINCIPE DEL RENACIMIENTO – José Catalán Deus

  1. farsalia dice:

    Soberbia reseña, Koenig. Lástima que a mí los Borgia ni fú ni fa…

  2. pepe dice:

    Felicidades, Koenig, esta es una de las reseñas más interesantes que he leído últimamente en Hislibris. El Renacimiento es una época apasionante, máxime si se trata de Italia. Hace uno o dos años que han aparecido dos novelas sobre el personaje sobre las que he oído hablar bien a mi mujer. Están escritas al alimón por las hermanas Elena y Michela Martignoni. Con relación al modelo que sirvió de inspiración a Maquiavelo, creo haber leído en alguna parte que se trataba de Fernando El Católico, no César Borgia. ¿Qué puedes decirme de esto, mi erudito amigo?

  3. Akawi dice:

    Koenig ya te contestaré cuando tenga tiempo de leer tu reseña, que al parecer hemos vuelto a las sábanas, jajajajajaja…
    No perdón, es que ahora no tengo tiempo.

  4. juanrio dice:

    Esperaba esta reseña y, como siempre Koenig, no me decepcionas. Tuve el libro en la mano el pasado miércoles pero preferí esperar y creo que hice muy bien. Ahora cuando me haga con el será partiendo de esta reseña. Leí hace años la novela de Vázquez Montalban «O Cesar o nada» y ya me hizo interesante el personaje. Me gusta lo que dices de la faceta periodística del autor y el desentrañamiento de la leyenda de los Borgia.

    Otro más….

  5. Koenig dice:

    Buenos días.

    Mi estimado Pepe, efectivamente yo también he oído decir que fue Fernando el Católico quien inspiró «El Príncipe», de Maquiavelo.

    Estuve dudando sobre si comentar esto en la reseña. Hay varios motivos por los que no lo hice.

    El primero, porque la teoría del autor del libro es que el «Príncipe» fue César Borgia.
    El segundo es que Maquiavelo conoció personalmente a César, que parece le hizo bastantes confidencias, en los momentos álgidos de su historia, y no a Fernando, mucho mas lejano acá en los reinos ibéricos. Esto hace mucho mas plausible que el modelo fuera nuestro protagonista, al que el florentino debió conocer mucho mejor, aunque el Rey Fernando no le fuera a la zaga en cuanto a maquiavelismo.
    El tercero, para que nos vamos a engañar, es que el encabezamiento de la reseña queda mucho mejor así. Si en vez de con «César Borgia», cierro el primer párrafo con «Fernando el Católico», a ver como sigo.
    El cuarto, aprovechando que el Guadalquivir pasa por Sevilla, es que se podía dejar la cuestión para un jugoso debate.

    Opino.

    Saludos.

  6. Koenig dice:

    Buenos días de nuevo.

    Akawi, reconozco que la reseña es larga. Pero debo decir en mi defensa que se hizo practicamente sola. Me puse a redactar, y el libro me susurraba las palabras con tanta sutileza que mis dedos las escribían sin yo pensarlas.
    Luego cuando la vi, mas de dos páginas, pensé en cortarla, pero no vi por donde, y me pareció una ofensa para con el libro, que tan amablemente me había dictado, así que tal cual la dejé como estaba.

    Me disculpo en todo caso por el «rollo».

    Saludos.

  7. cavilius dice:

    Bueno, bueno, que la reseña está muy bien pero tampoco es tan larga, ¿eh?

    Al hilo del asunto de la influencia de Fernando el Católico o César Borgia en la redacción de El Príncipe de Maquiavelo, recuerdo que ya se habló de ello en otra reseña hace ya un tiempo ( https://www.hislibris.com/?p=293 ). De allí rescato un par de comentarios míos para ahorrarme escribirlos de nuevo (otros hislibreños también dijeron sus cosillas, pero que sean ellos los que las traigan para acá si quieren, ¿no?, no voy a hacer yo todo el trabajo):

    «Parece, pues (se estaba hablando del lema de los RRCC «tanto monta, monta tanto»), una alegoría de la idea que subyace en “El Príncipe” de Maquiavelo: el fin justifica los medios. Aunque realmente esa frase nunca fue escrita por Maquiavelo, lo más parecido que puede leerse en su obra es (tengo la cita a mano): “si (el Príncipe) logra con acierto su fin, se tendrán por honrosos le medios conducentes al mismo“, lo cual, leído en su contexto, no es una teoría política maquiaveliana sino una constatación de hechos. Y puesto que “El Príncipe” fue escrito en 1513, cuando ya había muerto Isabel la católica y a Fernando le quedaba poco, es altamente probable que fueran los Católicos y su “tanto monta” los que inspiraran (o formaran parte de la inspiración, junto con César Borgia) a Maquiavelo en su obra.»

    «Yo siempre había entendido el papel de Fernando el Católico en “El Príncipe” más como un punto de apoyo argumental que como una inspiración (dicho esto con la escasa convicción que puede tener alguien que estudió el pensamiento maquiaveliano y leyó la obrita en cuestión hace como 20 años), en cambio a César Borgia sí lo veía y lo veo como fuente inspiradora. Pero el descubrimiento del auténtico significado del “monta tanto” (que tanto monta decirlo al revés) me hizo cambiar (evolucionar, más bien) y elevar al de Aragón al nivel de musa iluminadora de Maquiavelo, aunque siempre con menos luz que el Borgia. Pero vaya, todo esto son sutilezas y matices ínfimos, que además no habrían probablemente existido nunca en mi mente de haber tenido yo más conocimientos acerca de la vida y obra de los Reyes Católicos.»

    Saludos.

  8. lucano dice:

    Hola, muy buena reseña y en absoluto excesiva

    Una pregunta de poco conocedor de la historia italiana de la época, al hilo de la posible inspiración de Maquiavelo (por cierto, parecería más probable que se inspirase en un triunfador como Fernando que en un al final fracasado como César, a la luz de la pretensión práctica de la obra; no se puede pretender explicar cómo debe actuar un príncipe y tomar como modelo uno que se estrelló por completo, aunque se le puedan observar algunas virtudes).

    La pregunta: ¿ se comportaban los demás monarcas, papas, etc de forma distinta con respecto a estos dos desde un punto de vista ético o moral? ¿Si el Gran Capitán hubiera perdido en Ceriñola o Garellano, Fernando hubiera resultado un príncipe fracasado?

    Un saludo

  9. Valeria dice:

    A mí la reseña no se me ha hecho larga en absoluto. Y me parece fascinante este personaje, sobre todo porque me imagino que es uno de los protagonistas del Renacimiento italiano, y de la Historia en general, sobre los que más leyendas e historias fabulosas se han contado.
    No me dejes en ascuas, Koenig, y dime si tú crees que existe la Cantárida.

  10. Marbenes dice:

    Sí señor, qué reseña más completa. Y si pareciera larga, con tan hermosas palabras: «el libro me susurraba las palabras con tanta sutileza que mis dedos las escribían sin yo pensarlas» sin duda habría quedado disculpado.

    Me llama mucho la atención esta familia, pero mi economía no da más de sí y de momento no puedo comprarme este libro. Sin embargo, las de las Martignoni las tengo en la estantería, a la espera, y no sé si echarles el guante cuando termine la que tengo entre manos; ¿no puedes decir algo más sobre ellas por favor Pepe?

  11. Koenig dice:

    Buenas tardes Valeria.

    Tras arduas investigaciones, y un rápido vistazo al diccionario de la RAE, te contesto: si, existe. se trata de un «insecto coleóptero, que alcanza los 15 a 20 mm de largo y de color verde oscuro brillante, que vive en las ramas de los tilos y, sobre todo, de los fresnos. Se emplea en medicina».

  12. Valeria dice:

    Sutil manera de dejarme como estaba. El DRAE también dice que provocan llagas o ampollas sobre la piel. No dice si es tóxico por ingestión, ni si se utilizaba con fines truculentos en el renacimiento italiano, ni si los Borgia se dedicaban a su cría. Qué poco emocionantes son a veces los diccionarios.

  13. Koenig dice:

    :-)

    Según Catalán el veneno es otro de los mitos sobre los Borgia. No existía entonces ningún tipo de veneno capaz de matar a un plazo fijo, según el deseo del autor.

    Aunque quien puede iluminarnos sobre esto es Josep, al que he oído y leído en mas de una ocasión sobre medicina medieval. Esperemos que pronto vuelva a estar de guardia.

    Saludos.

  14. juanrio dice:

    Josep, el guardian entre el veneno…

  15. lalaa dice:

    aqui no hay historietas acerca del renacimiento

  16. juanrio dice:

    Pero contamos unos chistes de griegos….

  17. Koenig dice:

    … y de romanos…

  18. Max Staub dice:

    Por si os interesa la cantárida no solo existe y se empleaba (y emplea, pero solo en menor medida) sino que además en la Facultad de Farmacia aun se enseñan sus efectos…
    La mosca hispánica… el viagra de la edad antigua…
    Muchos han venido a nuestras costas a recoger nuestras mosquitas y hacer ungüentos con los que remediar los problemas erectiles…

  19. Koenig dice:

    Vaya, se me olvidó el farmacéutico.

    Pero ¿Se podía envenenar a alguien con ella?
    ¿Era posible fabricar un veneno que no empezara a actuar hasta pasadas una, dos semanas o hasta un mes desde la ingestión, a voluntad del envenenador?.

    Es de lo que se acusa a estos Borgia tan listos.

    Saludos.

  20. Max Staub dice:

    Todo en una dosis determinada termina matando…
    Los productos para «subir el animo» tienden a ir por la via de la presión arterial… un infarto? un «subidón» mortal?… si se quiere ser malo: llevar toda la sangre del cuerpo a la entrepierna y que eso provoque una embolia…
    Pudiera ser… pero no lo veo como algo lento… sería más bien inmediato o casi…

  21. Ascanio dice:

    ¿También aquí han llegado los spam marranos?

  22. juanrio dice:

    ¿A quién has mirado?

  23. Ascanio dice:

    ¡Ja! Has acudido como las moscas a la mieeeeel…

  24. Koenig dice:

    Oye Ascanio ¿A que me voy yo a enguarrindongar tu reseña?

  25. juanrio dice:

    Es que soy el hombre-mosca.

    En cuanto a lo de los venenos y los plazos, recuerdo haber leído en algún sitio, que no recuerdo, que una de las formas de envenenar con arsénico era ir dandole pequeñas dosis a una persona hasta que moría al cabo del tiempo por intoxicación del mismo ¿Es posible?

  26. Ascanio dice:

    Anda, pues con las ratas pasa lo contrario. Van tomando pequeñas cantidades de veneno y se inmunizan, de ahí que vayamos ya por la nosecuánta generación de matarratas. Bueno, quizás sobre ratas debería hablar Derfel, que de eso sabe un rato largo.

    Koenig, ¿a que no te atreves? ¿Ein?

  27. Germánico dice:

    Pues como Mitrídates ¿V?, rey del Ponto, del que se dice que por el miedo a ser asesinado, tomaba a diario una dosis de veneno (no recuerdo cuál) hasta que logró inmunizarse.

  28. juanrio dice:

    Sin embargo lo de los venenos está probado en cosas más simples. Si comes setas venenosas, en pequeña cantidad, no mueres o sufres una gran intoxicación, pero es probable que si repites la experiencia si lo pases muy mal. Igualmente pasa con las picaduras de algunos insectos, avispas, abejas, etc. Puede que en la segunda picadura de uno de ellos sufras un shock anafiláctico y hasta luego….

  29. Aretes dice:

    No es lo mismo, juanrío.

    Los casos que expones se deben a una reaccion alérgica. Cuando un compuesto tiene un primer contacto con el cuerpo, provoca una pequeña reacción pero deja una memoria en el sistema. Por eso, al reconocer de nuevo al intruso, la respuesta es mayor y crece el nivel de histamina hasta llegar al shock anafiláctico.

    La inmunidad ante los venenos, como la de los medicamentos, supone que el cuerpo se acostumbra y compensa la acción de los mismos en el organismo de forma que para producir el mismo efecto, la dosis debería ser más elevada.

  30. juanrio dice:

    Si es que soy un ignorante….gracias, Aretes, por sacarme del error.

  31. Germánico dice:

    O sea, que es posible que lo de Mitrídates sea cierto, ¿no?

  32. Ascanio dice:

    Efectiviwonder. Eso se llama «sensibilización». Tras la presentación del antígeno (o sea, el veneno de abeja en este caso) tiene lugar una reacción inmunológica brutal (shock anafiláctico) cuando el antígeno vuelve a entrar en contacto con el organismo.
    El fundamento es parecido al de la inmunización por vacunación (salvando las distancias).
    Perdón por el rollo, pero para algo que sé…

  33. Ascanio dice:

    Concho, se me han colado 4 comentarios en menos de 2 minutos…

  34. Aretes dice:

    Con lo bonita que es la ciencia…

  35. Germánico dice:

    Gracias por la aclaración.

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