EL GUARDIÁN DE LAS PALABRAS – Blas Malo

«Leer no seca el cerebro, que es lo que muchos piensan, ciegos en su cueva, sino que alimenta el espíritu y da fuerzas al corazón. El que mucho lee no pierde vida, sino que la gana y en él queda lo leído, modelando el barro de su pensamiento como hace un alfarero en su torno, y nada ni nadie, ni las fuerzas del mundo ni la maldad de los hombres, puede arrebatarle eso.»

Como casi todos los que lean esta reseña, conocí a don Juan Manuel cuando estudiaba, como diría Machado, en la aborrecida escuela. La profesora, en este caso, nos explicaba que este autor había pertenecido a la alta nobleza y su libro El conde Lucanor era un modelo de la literatura de exempla, tan en boga en aquellos años en el que cada cuento era una especie de fábula con moraleja al estilo de Esopo o de los narradores árabes. Como mucho nos hacían leer el susodicho libro y pasábamos al siguiente autor medieval. Pero… nunca profundizamos en quien era el verdadero hombre que había detrás de estos exempla tan precisos y moralizantes. Y de la misma manera quedan muchos autores a lo largo de la historia universal, como meros renglones de estudio que pasan por el devenir del tiempo sin que el hombre moderno se pare un momento en ellos. Aun así, esto, gracias a Dios, no ha pasado con don Juan Manuel pues el escritor que les traigo a ustedes, Blas Malo, se ha ocupado de desenterrarlo de la arena del olvido y traernos su vida y gestas a través de la novela histórica El guardián de las palabras, editada por Edhasa (2020).

Y es que don Juan Manuel no era cualquiera dentro de la corte, sino todo un personaje de alta alcurnia pues además de ser hijo del infante Manuel era además nieto del rey Fernando III (del cual en herencia portaba la famosa espada Lobera), príncipe de Villena, señor de Peñafiel, Escalona y Garcimuñoz y adelantado de Murcia. Ahí es nada. Es por ello que tiene conexiones directas con todas las ramas directas de la corona, como podemos observar en su acercamiento a las pretensiones de la reina viuda María Molina y su hijo Fernando  tras la muerte del rey Sancho IV, por lo que a través de las hojas de esta novela histórica veremos  todo el entramado de intrigas y ansiedades en que está inmerso el reino abocado a una posible guerra civil. Pero no nos hemos de confundir ya que don Juan Manuel no es un simple cortesano que se mueva como una hoja en un huracán, sino que en ese mundo tortuoso y lleno de trampas palaciegas él quiere defender el honor de su familia y llevarla a las cotas más altas, intrigando y pelando con ambición, si así es necesario,  en todos los campos con el fin de asegurar el destino de su familia. Aun así, don Juan Manuel no es solamente un cortesano/guerrero típico de la época, sino un erudito que, a diferencia de otros coetáneos, se interesa por el misterio y el poder de las palabras, gracias sobre todo a personajes tan interesantes como el  diestro escribano Rodrigo o las excelentes enseñanzas que le ofrece el sabio tesorero judío Zag.

Nos encontramos con una novela histórica bien asentada en su cronología y con una dicción excelente. Hay momentos en los que hay cabida para las dichas intrigas anteriormente citadas e incluso para adobarlas con leyendas y fábulas que ya nos hace acontecer los famosos exempla que escribirá en un futuro. Otro punto fuerte de esta novela son los puntos en que nos habla de la vida cotidiana de la época, sus vestimentas, formas de comportamiento o entretenimientos como son los de la cetrería, uno de los pasatiempos favoritos de don Juan Manuel. Es por ello que conjugando todos los elementos mencionados, historia e intriga por partes iguales, es por lo que nos encontramos con una de las novelas históricas de Blas Malo no solo entretenida sino también trabajada y pulida, a la vez que certera, como es la visión de los halcones que sobrevuelan los campos de Peñafiel. Así pues les recomiendo su lectura para que vivan una gran aventura en la baja Edad Media y también conozcan la verdad que se escondía tras un verdadero hombre de armas y letras.

Blas Malo, El guardián de las palabras. Barcelona, Edhasa, 2020, 624 pp.

     

4 comentarios en “EL GUARDIÁN DE LAS PALABRAS – Blas Malo

  1. Blas Malo dice:

    No sé si por ser julio se ha escapado un Mayo :) ¡Gracias por tu tiempo y por la reseña!

    1. Vorimir dice:

      Cuando Julio juliea, Malo Mayea. Arreglado. :P

  2. Antígono el Tuerto dice:

    Interesante personaje para hacerle una novela. Efectivamente, Don Juan Manuel, a pesar de su literatura moral, era un intrigante de mucho cuidado, que a punto estuvo de ser ejecutado por dos reyes castellanos…sobre todo por Alfonso XI, que a la hora de ejecutar gente no le temblaba la mano, al igual que su heredero Pedro el Cruel.

  3. Vorimir dice:

    Espero poder leerla en un futuro, de Blas me gustó El Señor de Castilla y esta supongo que no le irá a la zaga.

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