Alan Lewrie tiene ya 25 novelas publicadas en inglés sobre sus aventuras. En español su carrera naval solo ha llegado a la sexta entrega, pero es bien sabido que somos una potencia menor y los ascensos se dilatan mucho más en el tiempo.

Visto desde la perspectiva de una década y de un cambio bastante notable en mis costumbres lectoras, donde ya rara vez elijo una novela histórica, tengo que decir que encuentro ahora el mismo placer y entretenimiento en la lectura de esta saga que el que me proporcionó hace ya tiempo.

Empieza con un agradable invierno londinense para llevarnos luego a través de una larga singladura hasta las delicias de Calicut, que es como un paleto papista llamaría a Calcuta. Calcuta, esa tierra de promisión, llena de rameras y diamantes, donde hasta los más humildes pueden llegar a ganar enormes riquezas. Siempre que tengan cuidado con las asechanzas de los inmorales y decadentes come-ranas…

Desde luego, no tenemos ninguna duda de cuál será el destino de Lewrie tras haber podido salir con vida de la Revolución Americana y pasar sus días disfrutando de la agitada noche londinense como todo un dandi con los bolsillos llenos (no hay que olvidar la vena canalla de este atípico protagonista, más alejado de otros más encorsetados del mismo género). Sin embargo, la noche trae problemas, de faldas para ser más exactos, y Alan debe poner pies en polvorosa y tierra de por medio. O en este caso, océano de por medio y se verá embarcado en una misión para defender los intereses británicos en Oriente donde deberá luchas contra los piratas locales y, peor aun, contra un despiadado capitán francés que tiene aquellas aguas atemorizadas.

Una década puede parecer mucho tiempo, seguro que muchos habéis tenido aventuras, habéis conocido gente y crecido como personas. Bien, yo no. Así que realmente hacer esta reseña sería repetirme punto por punto con lo que ya reseñé hace diez años, por lo que creo que esta es una reseña para los que se han incorporado a la página tras la abdicación del viejo rey.

Desconozco el momento actual de la novela histórica, posiblemente no sea muy bueno ya que no me dedico a leerla, así que eso ya es un buen argumento para animar a la masa lectora a apostar por sagas consolidadas pero aún en funcionamiento (eso sí, con unos 20 tomos de retraso en castellano) que cumplen con cierta fórmula que creo fundamental en este campo: conocimiento histórico exhaustivo, aventuras y riquezas y sentido del humor con toques picantes (esto ya le funcionó a Vázquez Figueroa con su fórmula de aventuras, riquezas y sexo en un escenario histórico).

Así que os animo, nuevos hislibreños, a sentaros frente al fuego ardiente y ronroneante, tomar vuestra copa de buen Oporto mientras disfrutáis de este libro cuando el duro invierno golpea contra los cristales.

N. del. E. Aquí puede leerse una reseña sobre otro tomo de la serie.

Esta entrada fue enviada el jueves, 21 d+02:00 enero d+02:00 2021 a las 09:52 y está archivada bajo Novela histórica, Sagas y series. Puedes seguir las respuestas a esta entrada a través de la fuente RSS 2.0. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu propia página.