EL ARCHIPIELAGO EN LLAMAS – Julio Verne
Debo empezar señalando que es un libro que me ha provocado impresiones contrapuestas, quizás porque lo leà inicialmente en mi juventud, empezando por la adaptación a historieta de Joyas Literarias Juveniles, siendo releÃdo años después con el efecto que sufren muchas de las obras de Verne cuando nos hacemos más mayores. No es una de sus obras más conocidas, ni nos encontramos ante un viaje demasiado extraordinario, ni misterioso, ni donde nos deslumbra con sus pronósticos sobre adelantos cientÃficos o expediciones a lugares sorprendentes como la Luna, el fondo de los océanos, el interior de la Tierra…
Se trata en este caso de una novela histórica y de aventuras, al estilo de las de Emilio Salgari, que se encuentra ambientada en la Guerra de Independencia griega. En ella se contemplan lugares que tienen ecos de los tiempos de Homero y anteriores, irreductibles maniates (que incluso al nuevo reino griego les costarÃa domeñar), islas y mares que recorrer, una cruenta y sanguinaria guerra, y el ocaso de una era en el Mediterráneo en un momento en que los piratas y el tráfico de esclavos dan sus últimos estertores. Es una novela que, en mi opinión, tiene momentos muy logrados por ejemplo Vytilo, los combates navales, la subasta,…, donde también se muestra el gusto de Julio Verne por la navegación y el mar, lo que hace que den ganas de embarcarse para una singladura en la Sypanta o la Karysta con Eolo hinchando las velas mientras se atraviesa el ponto, lleno de peces, a la vista de las costas helenas.
El problema es que para bien o para mal parece más a una novela de Salgari que a las tÃpicas novelas cientÃficas de Verne, y eso implica que está llena de salgarismos. De esa manera, se va a dedicar a proporcionar descripciones de Grecia o contarnos la historia de la Guerra de Independencia de Grecia y los personajes implicados en dicho conflicto. Ello en algún momento puede ser adecuado, pero en conjunto produce un negativo efecto sobre la fluidez del relato al romper el hilo y el ambiente.
En cuanto a los personajes por desgracia, visto desde una perspectiva actual, me parecen algo planos, cuando podÃan haber tenido más recorrido. Por un lado tenemos al tÃpico héroe de las novelas de Verne, valiente, francés, un Lord Byron con suerte,…, y que quizás sea el reflejo de esa fuerza «civilizadora» e impulsada por los intereses mercantiles que en la Historia estaba apunto de eliminar los últimos vestigios de la piraterÃa berberisca y su importante comercio de esclavos, culminando con la conquista colonial de Argel. También una mujer bastante fuerte, para ser uno de sus personajes de Verne, pero lamentablemente el escritor no desarrolla al no narrarnos sus aventuras que parecen muy interesantes (eso de citar aventuras y no contarlas lo hace en otras obras). En cuanto a Nicolás Starkos me dio la impresión de ser una oportunidad desaprovechada, un personaje interesante y que darÃa mucho juego, viviendo una pura tragedia griega.
En resumen es una novela de aventuras, con ese ambiente marÃtimo que hace sentir la sal en la cara, pero con el problema de que por momentos te quiere dar una clase de GeografÃa e Historia. Lo curioso es que la versión de historieta elimina esas partes y las integra mejor, con los acontecimientos no narrados en abstracto sino por el efecto que tienen en los personajes.
Julio Verne. Archipiélago en llamas. Editorial Plaza & Janés. 1998. 214 pp.
Pobre Verne, como le dejas ;-)
Ahora en serio, Verne tiene el estilo que tiene, y escribe en la época en la que escribe. Por eso, muchas veces, su estilo decomonónico ya es difÃcil de tragar en estos tiempos, y poco fluido y asequible para el lector moderno. Es algo que también me pasa a mi con muchas novelas del XIX, y no solo de aventuras. Y el salgarismo (en este caso vernismo) es marca de la casa, como en 20.000 Leguas de Viaje Submarino, cuando te detalla como funciona el Nautilus, o en De la Tierra a la Luna, cuando te describe al detalle el cañón y el proyectil diseñados para el viaje espacial, detallando hasta sus toneladas y el material de que están hechos, demasiado para los lectores de nuestros dÃas. Aún asÃ, me alegro de que te haya gustado. Señal de que aún conserva su toque.
Yo no dirÃa que me ha gustado, tenÃa el buen recuerdo de las versiones en cómic y la lectura hace años, pero esta se me ha atravesando un poco. Ciertamente el estilo desde el XIX ha cambiado pero me dio mucho la sensación de darme con un muro en ciertos momentos (otras obras de Verne como De la Tierra a la Luna o la Isla Misteriosa están mejor encajadas).
El problema es que tiene momentos que son muy buenos y personajes que apuntan maneras para ser excelentes y luego lo diluye con una guÃa turÃstica e histórica.
Verne era un anti semita de tomo y lomo, pero se suele obviar bastante en Francia, donde Verne es una institución. Aquà en España por lo mismo a Quevedo hay intelectuales que si pudieran borrarÃan su obra.