DESERTORES. LA HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL QUE NO NOS QUIEREN CONTAR – Pedro Corral

DESERTORES. LA HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL QUE NO NOS QUIEREN CONTAR - Pedro Corral¿Otro libro sobre la Guerra Civil?, se preguntarán los lectores que no tienen un especial interés en ese período de nuestra Historia, y no sin razón, porque no es exagerar demasiado decir que uno de cada dos libros escritos sobre la Historia de España se ambienta en aquella década funesta. Imagino el creciente escepticismo de muchos si añado que el autor pretende aportar una nueva visión de aquella guerra y demoler algunos de sus mitos más fundados…

Ese mito es el de los soldados ansiosos de entrar en liza, ya fuera por la revolución social y democrática o por la salvación de la Patria según el bando interesado. En «Desertores» tenemos más bien un soldado desmoralizado y con unas ideas políticas tan ingenuas que nos recuerda más a aquel españolito venido al mundo de Machado y al que una de las dos Españas había de helarle el corazón que al soldado idealizado que los carteles o el cine nos muestran.

Un español más comprometido con su pellejo pero, sobre todo, con su familia. La historia del soldado que abandona el frente para volver con los suyos se repite de tal modo que es obvio por qué las promesas de buenas pagas por los franquistas o las consignas de liberación nacional por los republicanos fueron mucho menos efectivas que los castigos… y es que al final el incentivo más convincente (y más cruel) fueron las represalias contra las familias de los traidores.

Corral explica con detalle el ingenio de los que trataron de escapar de la guerra y las medidas tomadas contra ellos como una verdadera guerra de ambos bandos contra la desmoralización de sus hombres, ilustrándola con historias tan trágicas como sorprendentes. Falangistas condecorados en ambos bandos, comunistas convertidos en las más leales fuerzas de choque franquistas para salvar a los suyos, maduros padres de familia reemplazando a sus hijos desertores en el bando republicano… El lector encontrará relatos muy poco usuales por muchas historias que haya leído. Mención especial merece el relato del requeté y su mula, digna de un anecdotario militar y una de las poquísimas historias carcajeantes entre tanta tragedia.

Sé que es inevitable hablar de la ideología autor cuando se trata de un libro sobre la GCE pero, más allá de un profundo antimilitarismo del autor, estamos ante un libro tan imparcial como es posible. Hay historias terribles de ambos bandos y el autor, muy mordaz en algunos comentarios, muestra un bando franquista implacable hasta la paranoia contra los que no lucharon en sus filas frente a una República corrompida y que motivaba a sus soldados de un modo muy distinto al que el cine o la literatura nos tiene acostumbrados.

También los muchos extranjeros que vinieron a luchar a España merecen una buena parte del libro. Corral comienza con las tropas italianas como uno de ejemplos más vergonzosos de las diferencias entre el norte y el sur en ese país. Es interesante saber que la mayoría de los «voluntarios» italianos procedían de Nápoles y Sicilia porque los camisas negras, procedentes sobre todo del norte, preferían otros destinos menos sufridos y más provechosos que la dura guerra española.

No menos interesante es el apartado dedicado a los mercenarios moros por ser el único colectivo donde las deserciones fueron muy escasas. Uno se pregunta qué pensaron aquellos oficiales a los que se les ordenaba abastecerles de prostitutas o permitir la homosexualidad entre ellos (!). Pese a estos «mimos» hubo deserciones, sobre todo al principio. Había leído en «La batalla de Madrid» de Jorge M. Reverte sobre estos desertores… lo que no cuenta Reverte es que el destino de estos moros en verdaderos batallones de liquidación y el verdadero odio que despertaban no incentivarían más deserciones en el futuro.

Por último, se habla de unos brigadistas internacionales engañados y motivados por las ejecuciones, el broche final para un libro tan poco romántico sobre la Guerra Civil Española.

Para terminar, Corral hace algunas estimaciones que no tienen desperdicio como, por ejemplo, que más de la mitad de los españoles en edad óptima para el servicio habrían evitado el reclutamiento. Que el lector saque sus propias conclusiones.

La documentación exhaustiva también merece un elogio y es que el trabajo de Corral no ha sido fácil, especialmente porque la mayoría de los protagonistas de estas historias o sus familias sintieron luego miedo o vergüenza (muy comprensibles por otra parte) de contar la verdad. La estructura del libro en pequeños capítulos, que puede parecer incómoda en principio pero resulta muy agradable. El formato de bolsillo, muy económico y adecuado para estos tiempos de crisis, me parece también digno de mención.

«Desertores» no es otro libro más sobre la GCE sino un libro sobresaliente y que, efectivamente, cuenta algo nuevo sobre un tema trillado cuando parecía imposible. Un libro que recomiendo a cualquier lector, esté o no especialmente interesado en el tema, y del que no puedo decir nada negativo salvo que aquello jamás debió ocurrir.

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26 comentarios en “DESERTORES. LA HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL QUE NO NOS QUIEREN CONTAR – Pedro Corral

  1. farsalia dice:

    Lo tengo visto y hojeado, pero también estoy algo saturado del tema (por el momento…). Pero vista tu reseña, Solharis, muy sugestiva, la cosa promete para una futura lectura no muy lejana. Gracias por ello.

  2. Koenig dice:

    Buenos días.

    Empezaré diciendo que solo el enfoque de esta reseña anima a aplaudir a quien la ha redactado. No soy yo quien y no es, consecuentemente, gran cosa, pero cuentas con todo mi respeto, Solharis.

    En segundo lugar si lo enfocado en la reseña es fiel al libro, y no tengo motivos para dudarlo, entonces se trata, efectivamente, de un libro novedoso e interesante sobre la guerra civil. Un rompedor de mitos como bien se dice en la reseña. Un exponenete mas de una muy escasa bibliografía escrita con la inteligencia (que no con el corazón o las «tripas») sobre nuestra guerra civil.

    Le echaré un «miro».

    Saludos.

  3. juanrio dice:

    Interesante libro e interesante reseña, Solharis. Yo aún no me he cansado del tema de la Guerra Civily sigo leyendo todo lo que cae en mis manos sobre ella. Me llama mucho la atención lo novedoso del enfoque y además se une que mi abuelo deserto del ejercito nacional, con la suerte de que nadie se percato y pudo seguir su vida normal. Así que como podéis imaginar me agenciaré el libro más temprano que tarde.

  4. Aretes dice:

    Pues yo al contrario, el tema me cansa sobremanera, pero el hecho de presentar una cara desconocida y mucho más cercana a las pequeñas historias hace que me interese más el tema.

    A ver lo que tarda en salir el que le acuse de plagio…

  5. solharis dice:

    Gracias por los comentarios. Pedro Corral ha hecho un trabajo de investigación impresionante y además de forma muy amena y aportando algo novedoso a lo que ya parece muy trillado.

    Juanrio, tu abuelo fue muy afortunado de no ser descubierto porque los castigos contra los desertores no fueron sólo crueles sino también cobardes. Las represalias contra las familias es algo que me ha impresionado especialmente del libro.

  6. Germánico dice:

    Bueno… Supongo que aún estamos a tiempo de darle su merecido sobre la digna figura de si nieto… Justicia Histórica, se llama el concepto…

  7. Germánico dice:

    Qué balbuciente jovencito… Javi, ¿qué ha pasado? Juro que yo no he sido; sólo le di una vez…

  8. Javi_LR dice:

    Ya esta arreglado, Germánico. Ni idea de lo que te ha pasado.

  9. Germánico dice:

    Gracias, Jefe.

  10. juanrio dice:

    Aquí te espero, Germánico. Como mi abuelo no puede hacerlo yo me encargo de invitarte a lo que quieras. Y he dicho Germánico, que seguro que alguno más se apunta.

    Y ahora en serio, creo que, efectivamente, mi abuelo tuvo mucha suerte. Estaba en un frente relativamente tranquilo, el orden no debía ser muy grande y, de alguna manera, nadie le molestó cuando volvió a su pueblo. Como mi abuelo tenía un trabajo itinerante no debía estar muy situado en el pueblo y eso debió obrar a su favor. Eso si, para poder trabajar tuvo que afiliarse a Falange, que era una de las opciones que te dabán en la época.

  11. Antonio Castroverdin dice:

    La crítica de Solharis me parece totalmente acertada. La lectura de Desertores es absolutamente recomendable en esta desgraciada época en la que se está intentando falsificar la historia de la guerra civil, lo mismo que pasó durante la dictadura. Ya era hora de que alguien nos contara la Historia real, en estado crudo y sin manipulaciones ideológicas: la guerra fue un desastre que sólo unos pocos, de cada uno de los bandos, quisieron. El resto, fueron levas obligatorias.

  12. pedro corral dice:

    Quiero darles las gracias a todos, y muy especialmente a Solharis, por la generosidad de los comentarios sobre mi libro «Desertores». Me llena de alegría comprobar que el interés por este libro siga aún vivo, pese a que en España siga sin quererse contar esta Guerra Civil que fui descubriendo, con asombro e incredulidad, a medida que investigaba el tema de las deserciones. Gracias Solharis por su sensibilidad respecto al tema: me llena de satisfacción que también le conmoviera la historia del requeté, la mula, la puta y el sacristán. Me gustaría haber podido escribir más historias como ésa, pero los papeles de la Guerra Civil, desgraciadamente, dan para pocas alegrías: todo es muy triste en verdad. Como digo en el libro, el único consuelo es descubrir cómo centenares de miles de españoles se resistieron a servir de carne de cañón y a tener que defender sus ideas con las armas, en contra de los tópicos alimentados por las propagandas de entonces, mantenidos por el franquismo y hoy realimentados sorprendentemente. Los desertores no fueron héroes, pero hicieron actos de valentía incuestionables, y por encima de todo fueron leales a su libertad individual, la que definitivamente cuenta, al menos para mí. Gracias otra vez y un abrazo muy fuerte a todos. Pedro Corral

  13. David L dice:

    Tengo el libro desde hace tiempo aunque todavía no he podido leerlo espero poder hacerlo en breve. El tema me interesa, como todo lo que tenga que ver con la Guerra Civil española, sobre todo por la originalidad del asunto. Uno se acostumbra a leer las cuestiones político-militares del tema y, a veces, se nos pasan aspectos tan importantes y claves para entender la contienda española como pudo ser el tema de las deserciones en ambos bandos. Yo siempre pongo el ejemplo de mi abuelo paterno de Calatayud que combatió en el ejército nacional y, que pasó más de media guerra preso de los republicanos en el Penal de San Miguel de los Reyes en Valencia. Nunca le gustó hablar de la GCE y, además, llegada la democracia siempre se mostró votante del PSOE. La supervivencia marcó la vida de la mayoría de los jóvenes españoles que se vieron envueltos en aquel huracán de violencia que fue la Guerra Civil española. Mi abuelo es un claro exponente de este hecho.

    Un saludo.

  14. solharis dice:

    Gracias, Pedro, es un detalle que te pases por este blog. Como lector me encanta la posibilidad de que el propio autor conozca mi opinión y ya ves que es muy positiva. Además de absorberme con las diferentes historias, me aportó mucho para la visión global del conflicto.

  15. pedro corral dice:

    Gracias por su amabilidad, Solharis. Se me ha olvidado decirle que al destacar el capítulo de las represiones contra los familiares de los desertores en ambos bandos ha tocado la médula del conflicto. El terror en las retaguardias fue un elemento de movilización capital en la Guerra Civil: los españoles llamados a filas lo hiceron generalmente para proteger a sus familias de los castigos de uno y otro bando. Si nos pusiéramos hoy en su pellejo no lo dudaríamos: era preferible ir al frente antes que ver detenidos a tus padres e incluso a tus hermanos más pequeños o ver confiscados los bienes familiares, como hicieron los franquistas, o que ver a tu padre cubrir tu puesto en las trincheras, como hicieron los republicanos. No cuestiono la entrega de aquellos que lucharon por sus ideales en uno y otro bando. Lo que cuestiono es que la visión de la Guerra Civil se circunscriba exclusivamente a ellos, pues es una visión mutilada del conflicto. Es increíble que se haya podido borrar de la memoria del conflicto a los dos millones y medio de españoles aptos para el servicio que lograron eludir las trincheras en una y otra zona, número similar a los de los combatientes en filas de ambos ejércitos. Y es increíble también que hayamos asumido con toda la naturalidad del mundo que los dos ejércitos estuvieron formados por soldados entusiastas, que comulgaban de las mismas ideas, cuando a cada cual le tocó servir al bando que había triunfado en su zona, fueran cuales fueran sus ideas: en los frentes de batalla no combatieron las izquierdas contra las derechas, sino reclutas de muy diferente origen, condición social, credo e ideología, movilizados forzosamente por cada bando. En definitiva, españoles contra españoles, hermanos contra hermanos. Perdone el rollo. Un abrazo fuerte, Pedro Corral

  16. Akawi dice:

    Me ha parecido una reseña muy interesante y partiendo de la base de que sé poco sobre la guerra civil, creo que debo leerlo.

    Muchas gracias solharis y felicidades.

    También quiero agradecer a Pedro Corral sus aportaciones en este blog, para aclararnos dudas o simplemente por participar, me hace mucha ilusión que a los escritores los podamos tener tan a mano. Gracias.

  17. lucano dice:

    Hola
    Muchas gracias por la reseña, solharis. Creo que me haré con el libro, me gustó mucho el anterior sobre la 84 brigada mixta y su triste suerte, del mismo autor. Ahora que tenemos aluvión de títulos altisonantes sobre la guerra más desgraciada de nuestra historia (acabo de leer una reseña de «el honor de la república» del reputado Angel Viñas, título que por sí mismo me resulta patéticamente descriptivo de este espíritu que considero tan negativo), es alentador ver autores que se centran en la realidad de esa guerra, que es la que conocemos por nuestros familiares envueltos muy a su pesar en ella.

    Un saludo (y muchas gracias al sr Corral por su amabilidad al intervenir en el foro)

  18. Hindenburg dice:

    Interesante el enfoque, aunque en el tema de las represalias a los desertores hay ejemplos espectaculares y masivos en la I y II guerras mundiales, y lo de castigar o amenazar con castigar a los familiares es una vieja técnica.

  19. lola dice:

    Compraré el libro solo por hacerme una idea de como lo pasó mi abuela con dos hijos pequeños y esposa de un desertor del ejército republicano.
    Mi historia empieza con el levantamiento de Jaca, del que no hay casi nada documentado. Mi auelo estuvo condenado a muerte junto con Galán y le conmutaron la pena.
    Le nombraron teniente del 148 mixto en 1938 (B.O.E. 17-12-1938) junto con muchos más y tengo entendido que después de lo de Jaca, los que volvieron al ejército a raiz de estos ascensos, fueron fusilados. El no se incorporó y vivió escondido y sin acercarse a su familia, hasta su muerte en el año 1940.
    De estos desertores no creo que se hable nada porque por mucho que hemos buscado, apenas existe ducumentación de esa epoca.

  20. salvador dice:

    hola, me gustaría me dieran los nombres y apellidos de los 40, fusilados de la brigada 84 popular, ya que posiblemente mi abuelo materno fuera uno de ellos. atentamente.

  21. Yo pienso que la deserción es un acto de valentía, es la reacción del sentido común no aprueba las crueldades y las injusticias que se esta perpetrando, y lo expresa por medio de escapar, no quiere ser títere de una fuerza y obedecer sin considerar la voz de su conciencia, quiere ejercer su libre albedrío.

    Caín vive en las manos de los militares de cualquier potencia mundial, la fábrica de armas es el garrote de Caín, la academia castrense educa militares profesionales los futuros culpables de sangre, mediante armas nunca se resolverá el problema del hombre.

    Con el tiempo que pasa, todo cambia, cualquier teoría que haya la política o ciencias sociales carecen de poder absolutos todo es relativo en este mundo, todo esta en movimiento, eso justifica que las fuerzas de Caín sufrira su fin definitivo, «Venga tu reino (gobierno) hagase tu voluntad como en el cielo así tambien sobre la tierra».

  22. Palop dice:

    Qué buen tema. Enhorabuena al autor. Me lo iba a comprar cuando he descubierto que el libro está actualmente en venta en Amazon por casi 900€…Y en Iberlibro, de segunda mano, por casi 500€.

    ¿Qué tal una segunda edición?

  23. carmen dice:

    Me sumo a la petición de Palop de una segunda edición, ya que he intentado localizar el libro y esta descatalogado y en paginas como Amazon alcanza un precio desorbitado al igual que en Iberlibro.
    Me interesa el tema tratado en el libro por novedoso en el estudio del desarrollo de la guerra civil española.

  24. Montse Pascual dice:

    Me gustaría que Pedro Corral se pusiera en contacto
    Soy hija de Pedro Pascual Ribas y la historia que se relata en lo que refiere a mi padre no es la verdadera
    Es cierto que mi padre deserto con dos compañeros.Mi padre era de una familia de clase media ,solo tenia un hermano y no murió hasta los 60 años de cáncer
    Me gustaría que pudiéramos hablar
    Un saludo

  25. Pedro Corral dice:

    Estimada amiga, le ruego que me escriba a pcorralcorral@hotmail.com para informarme sobre estas circunstancias que, sinceramente, me dejan bastante sorprendido. La historia de Pedro Pascual Ribas me la contó con todo detalle su hermana Ana. Un saludo, Pedro

  26. Javi_LR dice:

    Qué grande es Hislibris, casi siempre, y qué grande es Internet, solo a veces.

    Y qué pequeño es el mundo.

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