BELLUM CANTABRICUM – José Manuel Aparicio
«En el occidente estaba ya en paz casi toda Hispania, excepto la parte de la Citerior, pegada a los riscos del extremo del Pirineo, acariciados por el océano. Aquà se agitaban dos pueblos muy poderosos, los cántabros y los astures, no sometidos al Imperio» (Lucio Anneo Floro).
¿Cómo empezó todo? Depende de a quien le preguntes, si lo haces a un cántabro te dirá un motivo y si se lo preguntas a un legionario romano te contestará otra cosa. Lo esencial es que Roma a finales del siglo I a. C y principios de los siguientes era una auténtica apisonadora que con tesón y una maquina bélica bien engrasada por el propio dios Marte no dudaba en subyugar a cualquier pueblo que se pusiera por delante. Cuando comenzaba una conquista no paraba hasta que todo el territorio fuera suyo, aunque los lÃmites estuvieran más allá del horizonte. Y eso es lo que ocurrió con Hispania, terreno fructÃfero para las luchas entre pueblos y donde incluso a los propios romanos no les importaba dirimir sus propias guerras civiles. Éstos llevaban ya dos siglos conquistando trocito a trocito, a la vez que romanizando, esta tierra de conejos pero a finales del siglo I a. C todavÃa los quedaba otro pedacito que se oponÃa al duro control de la loba capitolina. Eran los pueblos astures y cántabros que subidos en sus altos peñascos no dudaban en vender cara su piel.
En Roma habÃa un nuevo señor, Octavio Augusto, hijo adoptivo de Julio César, el cual para acrecentar su poder y hacer olvidar la triste guerra civil que tuvo contra Marco Antonio y Cleopatra, no dudó en poner su punto de mira en el Oeste de su naciente imperio, en un rincón norteño de Hispania que todavÃa se negaba a poner su cuello bajo las caligae romanas. Asà pues para acabar con esta resistencia y de esta manera acrecentar su poder decidió enviar sus legiones esgrimiendo causas como evitar las razias que hacÃan los astures y cántabros a otros pueblos vasallos ya de Roma. Para ello organizó de manera puntillosa cada movimiento logÃstico que se fuera a realizar en aquellas zonas norteñas además de enviar tres poderosas legiones contra los astures y otras tres contra los cántabros. Es decir más legionarios que los utilizados por su padre adoptivo en la Galia. Tanta era la necesidad de ganar esta guerra, conseguir sus ilimitadas fuentes de riqueza además del miedo que infundÃa en el alma romana el nombre de estos bravos montañeses. Esta sangrienta guerra durará desde el 29 a. C hasta el 19 d.C y en ella habrá batallas épicas, lÃderes aguerridos, y soldados que solo tendrán su espada como alma a la que aferrase entre el choque de dos maneras de entender el poder del mundo y la libertad.
Es en medio de esta gran confrontación donde comienza a narrarse la novela que nos trae José Manuel Aparicio: Bellum Cantabricum (Edhasa, 2020). En ella, en el 26 a. C, nos encontramos con nuestro protagonista, Sekeios, un mercenario autrigón que guerrea para los romanos y que en medio de las ruinas humeantes del enclave de Bérgida, con rabia contenida, desobedece las ordenes del gobernador de la Tarraconense Gayo Antistio Veto, el cual jura venganza por tamaña osadÃa y decide perseguirlo allá donde fuera, con la orden de que lo atrapen vivo para después ajustarle las cuentas poco a poco, cachito a cachito. Evidentemente Sekeios huye a los campos, a los inaccesibles montes donde no puedan encontrarle pero en su huida cae en manos de los guerreros cántabros comandados por el resistente Corocotta. He aquÃ, entonces, que Sekeios, mercenario de profesión pero hispano de corazón, se encuentra atrapado entre la lucha de dos lobos hambrientos de sangre: los montañeses y las fuerzas romanas. Durante un tiempo tendrá que hacer frente a las reticencias y acechanzas de sus captores pero en medio de aquel negro futuro conoce a la bella Turennia de la cual se enamorará y gracias a ella aparecerá la luz de la esperanza que le ayude a sobrevivir en aquel mundo de acero y sangre por doquier.
Bellum Cantabricum, novela finalista del Premio Narrativas Históricas Edhasa 2020, es un libro donde el lector aficionado a este tipo de novelas encontrará una gota por un lado de épica, otra de acción a raudales , historia, aventuras desesperadas, y amor abrasador que, todo mezclado, la convertirán en un libro apasionante para los que deseen conocer como fue esa época histórica y aquella guerra final en que los romanos consiguieron conquistar el último bastión de la PenÃnsula Ibérica y convertir esta piel de toro en una provincia más de Roma. A través de las aventuras de Sekeios podremos ver cómo fue ese conflicto, cómo se desenvolvieron en las alturas los nativos y los romanos y los métodos usados por estos últimos para conseguir la victoria final. Bellum Cantabricum es una muy buena novela histórica en el que la aventura y la historia se dan la mano para hacer vibrar al lector de principio a fin. Una apuesta segura, se lo aseguro.
*******
José Manuel Aparicio, Bellum Cantabricum. Barcelona, Edhasa, 2020, 432 pp.
Evocador tiempo nos trae don Balbo
Me pica la curiosidad con esta novela, lo mismo algún dÃa le hinco el diente lector. Buena reseña, Balbo.