AVARICIA – Juan Eslava Galán

9788423350032La avaricia, la codicia, la corrupción, que a ellas va ineludiblemente unida, son “debilidades” humanas que han alcanzado en este país unas cotas difícilmente superables. Desde el truhan de toda la vida que se sirve del trabajo ajeno para pasar por este valle de lágrimas sin dar un palo al agua, pero manteniendo un status que le permite vivir sin privaciones de ninguna clase, pero en un nivel que podríamos considerar modesto, hasta las más altas magistraturas del estado, comenzando por la propia monarquía o los gobernantes de turno, y por descontando los llamados poderes fácticos (Iglesia, banca, sindicatos…)  que mientras predican la pobreza, la austeridad, el ahorro, la solidaridad, etc., etc., como medio de ganarse un lugar de privilegio en la otra vida o de dar ejemplo en esta, van a lo suyo y practican aquello de haz lo que te digo y no lo que yo hago. 

De esto, haciendo honor al título, va el segundo libro dedicado a los pecados capitales de los españoles que edita Destino y que como el anterior, firma Juan Eslava Galán. Si en aquel la frontera final del texto era la llegada de la democracia a España, en este, prácticamente medio libro, nos habla de estos últimos cuarenta años, sin duda, era muy difícil que el autor se sustrajera a terreno tan abonado y tan espléndido en historias de corruptelas como es el que nos ha tocado vivir en los últimos tiempos.

Pero se engaña quien piense (ingenuos los hay que así lo creen), que el final del siglo anterior y principios del presente, se llevan la palma en estos asuntos del vil metal y su ilícita acumulación en manos de avaros y desaprensivos, de sobra sabemos que su recorrido en la Historia, es tan viejo como la propia humanidad, que ahora se conozcan más, no quiere decir que no existieran.

Tras referirse a la larga historia de avaricia de la Iglesia y su acumulación de bienes en las llamadas “manos muertas”, el punto de partida que toma Eslava para comenzar su somero repaso a algunos de los más conocidos (otros no tanto, es cierto) casos de avariciosos/corruptos, es el de la reina María Cristina de Borbón, la viuda del ínclito Fernando VII, devorada por una insaciable sed de oro, en palabras de Leopoldo O’Donnell, que hace también referencia a laoficina de influencias que la reina madre estableció en su residencia, el palacio de las Rejas (frente al actualSenado, a dos pasos del Palacio Real). Como se ve, estos de ahora, han tenido inmejorables maestros y la cosa viene de lejos, las corruptelas tienen mucho rodaje en la antigua Iberia.

Capítulos muy jugosos, desde los dedicados a los negreros y dueños de plantaciones con mano de obra esclava (¡sí, españoles!), que en muchas ocasiones fueron ennoblecidos gracias a los dineros y la influencia que manejaban (de ahí vienen algunos de los apellidos ilustres de la actualidad, tras el oportuno lifting), pasando por los casos más conocidos que cobraron fama en la época de la  II República (el más famoso, sin duda, el Straperlo, que fue la tumba del lerrouxismo), hasta quienes se forraron con las distintas guerras (Cuba, África, Guerras Europeas, Guerra Civil), mientras los de siempre, caían como moscas o perdían lo que tenían en beneficio de la patria, sin saber que para algunos la única patria es la del billete verde.

De los turbios manejos y los negocios poco edificantes que durante el franquismo fueron tapados convenientemente, a pesar de lo cual, por deslices, o por la magnificencia del asunto, en ocasiones trascendieron a la opinión pública, aunque oportunamente maquillados y una vez puestos a salvo los nombres de los intocables, léase familiares, generales salvapatrias, acólitos del régimen y los variados especímenes que tan bien retrató Berlanga en su “Escopeta nacional”.

Eso sí, como dijo otro ínclito, “Por España, todo por España”.

De aquello, digo, pasamos a nuestra época democrática, en la que tan sagrado y esperanzador nombre, ha sido reiteradamente mancillado por unos y otros, de manera directa o, como gusta decirse ahora, transversal. Por más que nos resultan desgraciadamente conocidos, el autor hace un repaso, que ocupa la mitad final del libro, a los escándalos dinerarios de la democracia española, con algunas anécdotas que, no por sabidas, dejan de sorprender al lector medio que, en ocasiones desconoce detalles y que, en pocas ocasiones contará con una pluma tan adecuada como la de Eslava para la ironía, que suaviza, con sus acertados toques de humor, el coraje y la vergüenza de leer el relato, no por esperpéntico menos doloroso, de los mangoneos del poder y de algunos que medran a su sombra.

Aquí hay cera para todos, para los que se presentaron con cien años de honradez, pero decidieron que ni un minuto más, hasta para los herederos de las élites franquistas arrimados al apellido “popular”, pasando por los inmaculados nacionalistas e incluso para ciertos personajes que se nos presentan, no como representantes de la clase trabajadora, sino como si ellos mismo fueran los parias de la tierra.

Bueno, para todos, no, faltan algunos, como reconoce el propio autor medio en serio, medio en broma, ni el petróleo, ni las armas,  ni la droga, ni las farmacéuticas, ni el narcotráfico (las mafias, en general), tienen vela en este entierro, una omisión totalmente voluntaria, fruto de la prudencia (legítima cobardía), porque no está interesado en dar pretextos a ningún falto de escrúpulos para que decida que hasta aquí llegó su paso por este valle de lágrimas.

Tonto el último, como en los juegos de cuando éramos tiernos infantes, así parece que se han dicho unos a otros esta panda de espabilados que se forran con la ingenuidad, la falta de malicia o la simple resignación del prójimo, y cuyo recato moral va en proporción inversa a los ceros de su cuenta corriente.

 

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8 comentarios en “AVARICIA – Juan Eslava Galán

  1. Balbo Dioni dice:

    Parece Trecce que últimamente estemos haciendo lecturas paralelas jejeje ;-) ya que yo también me lo he leído hace poquito. E igualmente decirte que también me ha gustado. Por ahora no sabemos cuando saldrá la siguiente parece pero seguro que cuando lo haga lo volveremos a leer a la vez. Altamente recomendable darse un paseo por este libro y conocer dos siglos de chanchullos hispánicos. ¡felicidades por la reseña! ;-)

  2. Balbo Dioni dice:

    ¡Qué coincidencia! Parece que últimamente estamos haciendo lecturas paralelas, pues también lo leí hace poco ;-) Esta segunda entrega es muy interesante ya que da todo un repaso a la desvergüenza patria desde el XIX hasta hoy mismo. Aunque el pecado primero, el de la lujuria, estuvo muy bien, esta segunda parte me ha parecido más completo ya que sobre el anterior tema ya había leido en otras obras anteriores suyas. A ver si pronto sale el siguiente para volver a gocer de otro pecadillo más ;-)

    ¡Buena reseña!

  3. Balbo Dioni dice:

    Coñe lo he escrito dos veces. Pues ha tenido que ser un error de la página, pues tuve he debido reescribirlo de nuevo a que me dio un error. ¡Qué se le va hacer!

  4. Caballero dice:

    Creo que me esperaré unos añitos a que la política española se regenere y pueda leer tanta avaricia como anécdotas del pasado. Ufff

  5. Trecce dice:

    Gracias, Balbo. Es cierto, parece que tenemos algún gusto paralelo. Eslava se lo merece.
    Caballero, lo bueno del libro es cómo lo cuenta el maestro Eslava, claro que cada cual tiene sus gustos, porque lo que nos cuenta ya lo sabemos.

  6. Antígono el Tuerto dice:

    Interesante libro el que nos traes, Trecce. E interesante y jugoso tema, que daría para una larga tesis. La corrupción en esta España nuestra, extendida a casi todos los niveles, aupada por el tipo de personaje más grato a los españoles, el pillo o pícaro, o el listo si lo preferimos. Aunque (afortunadamente) parece que ya empieza a no ser tan admirado entre las masas populares. Quizá porque ya estamos hartos de tantos lagartos…como leí en un grafitti ;-)

  7. ninguna exclusividad hispánica; falta el capítulo extendido al mundo. por ejemplo, podrían agregar las historias de los caudillos de nuestra américa, como la avaricia de la sra. fernández vda. de kirchner flamante ex-presidente millonaria. en fin, el famoso ser humano, hecho a imagen y semejanza de… de… no recuerdo bien de quien.

  8. Trecce dice:

    La serie que publica Destino sobre los pecados capitales, está más bien enfocada a los españoles, así que, aunque Luciano tiene razón en que no es algo privativo nuestro, sí que, en este caso quedan obviados los foráneos, pero no porque no hayan hecho méritos sobrados.
    Yo pienso que es un mal endémico, en los clásicos de la literatura española y en autores más recientes como Galdós, queda reflejado el hastío o, lo que es peor, la desolación condescendiente del pueblo, por las fechorías de estos malhadados, así que yo no sé, Antígono, si la forma menos dada la admiración, como señalas, que ahora se advierte, servirá para que estos malnacidos no proliferen tanto como hasta ahora.

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