AQUÍ VIVIÓ NEFERTITI – Mary Chubb
Todo empezó con Napoleón. En 1798 puso en marcha una expedición a Egipto para llevar la luz del progreso a Oriente, y la civilización al imperio Otomano, y de paso alcanzar otros objetivos políticos y militares sobre los que aún se discute a día de hoy. Incluyó en la expedición a unos 165 científicos, artistas y escritores, quienes realizaron durante años una ingente labor de recopilación de información y de recuperación de restos arqueológicos de la milenaria civilización que surgió a orillas del Nilo. Con la capitulación de los franceses ante los británicos en 1801, estos se quedaron con prácticamente todo lo que aquellos habían reunido; se salvaron los trabajos científicos propios porque no eran botín de guerra, y llegaron a Francia. En 1809 se publicó la Description de l’Egypte, obra enciclopédica llena de láminas, dibujos, planos… y los movimientos artísticos de la época se lanzaron en brazos de la egiptomanía. El romanticismo se rindió al exotismo, y el delirio por los faraones y su cultura alcanzó su punto culminante con el estreno en El Cairo de la ópera Aída en 1871.
Aficionados a la arqueología con mucho dinero, viajeros en busca de emociones, exposiciones sobre faraones y, finalmente, el descubrimiento el 4 de noviembre de 1922 de la tumba de Tutankamón por Howard Carter, mantuvieron muy alto el interés por la egiptología en Gran Bretaña. Es en este ambiente de interés desmesurado por Egipto y las antiguas culturas orientales en el que Mary Chubb, joven aspirante a escultora, aceptó un trabajo de secretaria en la Egypt Exploration Society con el fin de pagarse las clases en la Escuela Central de Artes y Oficios; y acabó convirtiéndose en arqueóloga por accidente, al incorporarse en 1930 en calidad de administrativa a una expedición a Tell el-Amarna financiada por la sociedad en la que trabajaba; en teoría era solo alguien para redactar cartas, llevar las cuentas, elaborar informes y facilitar el tedioso trabajo burocrático de los arqueólogos, pero este trabajo acabó convirtiendo en una pasión a la que dedicó gran parte de su vida.
Mary Chubb plasmó en este libro -que ya adelanto que es una delicia- la experiencia de su primera campaña. La expedición, dirigida por John Pendlebury (un personaje fascinante, aunque no destaca especialmente en esta historia) tenía por destino Tell el-Amarna, los restos de la ciudad de Akenatón, el faraón hereje esposo de la ya entonces famosa Nefertiti. Su busto había sido encontrado en ese mismo lugar unos años antes por miembros de la Sociedad Alemana de Estudios Orientales, quienes habían excavado allí hasta el estallido de la Primera Guerra Mundial.
Con una narración ligera y lenguaje coloquial, escrito en primera persona, intercalando algunos dibujos de uno de los miembros de aquella expedición, la autora relata su día a día en una excavación con los ojos de una novata bajo el embrujo del desierto, aunando dosis de romanticismo y realidad, lo extraordinario y lo cotidiano, en un amenísimo relato en el que tiene cabida todo lo que suponía el desarrollo de una campaña arqueológica: los bichos, el miedo a la convivencia con personas desconocidas, sus torpes relaciones iniciales con los trabajadores egipcios, el cansancio, los problemas de financiación, la desesperación ante la ausencia de hallazgos relevantes. Pero también la experiencia de sacar cosas a la luz, de tocar piezas que han logrado sustraerse al paso del tiempo, de reconocernos en aquellos objetos del pasado, de descubrir pequeños tesoros. La emoción de ver, como dijo H. Carter asomándose por un agujero, cosas maravillosas.
Yo de pequeña quería ser como Mary Chubb, y lo he sido un poco leyendo. Qué más se le puede pedir a un libro que eso.
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Mary Chubb, Aquí vivió Nefertiti. Barcelona, Alba Editorial, 2022, 267 páginas.
Lo tengo en la pila y acabará cayendo. Por cierto, qué personajazo fue John Pendlebury: arqueólogo, espía…
Deliciosa reseña.
De lectura entretenida es un libro que vale la pena por cómo cuenta sus experiencias la protagonista… Con esa ligereza propia de unas memorias contadas por una persona prácticamente lego en el tema pero que aporta ganas, voluntad y mucha ilusión. Merece la pena el viaje. Con permiso… https://elpuentelejano.blogspot.com/2023/01/aqui-vivio-nefertiti-mary-chubb.html
Gracias, gatito. Tengo en mi lista de futuras adquisiciones un libro sobre Pendlebury, pues me parece, como he dicho, un personaje fascinante. Se merece una buena película., pero de las buenas.
El libro de Mary Chubb fue para mi un maravilloso descubrimiento.
No conocía este tema, pero me parece fascinante. Otro a la lista de los pendientes