AGOSTO 1.914 – Alexander Solyenitzin

AGOSTO 1.914. Alexander SolyenitzinNovela histórica ambientada en la Primera Guerra Mundial, más específicamente en las semanas iniciales del conflicto en el frente ruso-germano. El nudo de la trama lo constituye la batalla de Tannenberg; una batalla de grandes proporciones librada en territorio prusiano oriental, que se prolongó por varios días y acabó en desastre descomunal para el ejército ruso. La novela, publicada por primera vez en París en 1.971, es el volumen inicial de la tetralogía La rueda roja, un proyecto de largo aliento en que Solyenitzin cifró grandes expectativas (se lo representó como su obra cumbre). Al título primero siguieron Octubre 1.916, Marzo 1.917 y el que cierra el ciclo, Abril 1.917 (acabado en 1.992).

Solyenitzin ofrece un cuadro panorámico de los acontecimientos, en una secuencia en que se alternan personajes ficticios e históricos, estos últimos, principalmente generales rusos y alemanes cuyos nombres habrán de ser familiares a los aficionados a la historia militar (Samsónov, Mártov, Von François y otros). Aunque el prisma desde el que se asiste a las evoluciones bélicas varía según se alterna de bando, predomina notoriamente la perspectiva rusa. De hecho, el foco narrativo sólo se traslada a la línea opuesta cuando algún general alemán de los de renombre asume el relevo; del lado ruso tenemos generales y personajes ficticios, y puesto que serán éstos los derrotados, el tono de la novela es sombrío, dolido.

Como suele ocurrir en la obra de Solyenitzin, la novela es deudora del gran modelo tolstoiano. La pulcritud en la prosa y la serenidad en el pulso son características constantes de este autor. Sin embargo, en mi opinión, lo que en sus títulos más famosos es virtud, en Agosto 1914 no es más que vicio. El relato avanza a un ritmo más que pausado, moroso en exceso. La reconstrucción del momento histórico es minuciosa; tal vez demasiado, para mi gusto.

De modo congruente con su tema, hay en la novela acción y dramatismo, pero muy contenidos, sobriamente dispensados. Poco y nada de cargas heroicas o de destripamientos, pero esto no tiene en sí mucho de reprochable. Lo que me ha vuelto tediosa su lectura es la prolijidad y la excesiva morosidad, tan predominantes que la narración acaba por volverse plana y opaca. Me parece que en el plan de obra ha prevalecido un afanoso rigor documental por sobre cualquier otra consideración; un rigor al que el autor ha sacrificado incluso el énfasis emotivo y, por tanto, el efecto empático de los padecimientos provocados por la guerra. Hay humanidad en los personajes, se llega a percibir el dolor y la frustración de la derrota –por parte rusa-, pero la impresión carece de nervio; es más bien fría y distante. Más me he conmovido leyendo el capítulo sobre Tannenberg en Los cañones de agosto, el libro tan justamente celebrado de Barbara Tuchman.

Algunos pasajes de Agosto 1.914 cambian súbitamente de registro, pasando al formato de guión cinematográfico. Por fortuna, son esporádicos y breves. Otro detalle que acaso perjudique el conjunto son las sentencias aleccionadoras que cierran algunos capítulos; sentencias del tipo de «La sinrazón no comenzó con nosotros ni con nosotros terminará». Al menos es cierto que no abundan.

Francamente, las ―por desgracia― muy escasas escenas de retaguardia me han gustado más que las relativas al frente bélico. Avanzada la narración se topa uno con un capítulo en que dos jóvenes estudiantes de origen provinciano recorren Moscú a modo de despedida, pues se han alistado voluntariamente, y sostienen animada conversación con un hombre mayor, asiduo a la misma biblioteca a la que ellos acostumbraban ir. La charla discurre en torno a los ‘grandes temas’ del momento, y proporciona al capítulo un sabor característico de buena parte de la novelística rusa.

Por lo que hace al fondo histórico, Solyenitzin no tiene la más mínima intención de maquillar la derrota. Expone sin rebozo la ineptitud del mando ruso y la improcedencia de una campaña desatada con precipitación y sin los debidos resguardos, entre otras cosas.

Para terminar diré que, según mi parecer, el interés de la novela se ve mermado por faltarle el valor testimonial de las obras más conocidas del autor. Su tema lo aleja necesariamente de la denuncia del totalitarismo soviético que en aquellas practicó y que tanto las enaltece. Abocado a un tema de menor urgencia, tal vez de menor relevancia histórica ―y de menor resonancia universal―, el resultado es también menos llamativo. No creo que se llegue a recordar a Solyentizin como el autor de Agosto 1.914.

Alexander Solyenitzin, Agosto 1.914. Styria; Barcelona, España, 2.007. Traducción de Antonio Solá. 573 pp.

[tags]Agosto 1.914, Alexander Solyenitzin[/tags]

ampliar

Compra el libro
Ayuda a mantener Hislibris comprando «Agosto 1.914» en La Casa del Libro.

     

27 comentarios en “AGOSTO 1.914 – Alexander Solyenitzin

  1. Ascanio dice:

    Buf, pues si encima de que la época no me llama la atención (el siglo XX no es lo mío, he de reconocerlo), Rodrigo dice que se le ha hecho un poco tostón…
    Eso sí, leer tus reseñas es un gustazo, como siempre.

  2. Ariodante dice:

    Opino como Ascanio; ya sabes que ese tema no es el mío, Rodri; pero me parece fenomenal que hagas esta reseña, y nos prevengas por si una veleidad nos diera de ojearlo. Porque por el desarrollo de tu estupendo artículo, que lo es, deduzco que el tema está mejor abordado por otros que por el propio Solyenitzin. No está nada mal y además me parece estupendo que hagamos críticas críticas. Hasta los grandes escritores tienen puntos flacos y no está de más advertirlos.

    Además, mira por dónde, un libro que me ahorro…¿no es fantástico? Porque mira que agobia que te recomienden encarecidamente un libro que además no tienes y que es carísimo.

  3. juanrio dice:

    Conocía el título del libro, pero nada más, y cuando he comenzado leer la reseña inmediatamente he pensado en lanzarme a por ella, ya que me interesan las novelas ambientadas en los grandes conflictos del siglo XX y esta traía el marchamo de un escritor de prestigio. Afortunadamente he seguido leyendo y veo que no ha sido una novela que te haya entusiasmado y, confiando en tu criterio, creo que aparcaré el mío y continuaré buscando otras novelas sobre la «olvidada» Gran guerra y más en el frente oriental de la misma.

    Enhorabuena ygracias por la reseña y el ahorro en dolares y tiempo que, con la pila navideña, se agradece.

  4. farsalia dice:

    Una interesante novela de Aleksandr Solzhenitsyn, densa, cierto es, pero que da muchos detalles sobre la derrota rusa en Tannenberg. Muestra no sólo la derrota sino la incompetencia de la jerarquía militar y del Gobierno rusos.

    Compaginar esta novela con ‘Los cañones de agosto’, de Barbara W. Tuchman es quizá lo más adecuado para no perderse con el estilo abigarrado de Solzhenitsyn, al menos en esta novela.

    1. azor dice:

      fueron dos derrotas,Tannenberg y los lagos masurianos

  5. Richar dice:

    Saludos,

    pues yo creo que le voy a echar el guante. No conocía su existencia y tampoco he leído novelas situadas en La Gran Guerra, así que por qué no, esta puede ser una buena para empezar. O no, quién sabe.

    Y Los cañones de agosto lo tengo desde hace ni se sabe en la estantería, así que también tendrá que sair a flote un día de estos.

    Un saludo,
    Richar.

  6. Sangón dice:

    Gracias, Rodrigo, por la reseña. A mi ese tema sí me interesa; de hecho el próximo libro que tengo en perspectiva es precisamente Los cañones de Agosto, sin embargo de este autor he leído muy poco y creo que me fiaré de tu buen criterio.
    Saludos.

  7. lucano dice:

    Hola Rodrigo. Muchas gracias por traer este libro, a pesar de que resulta evidente que no te ha dejado muy contento.

    A mí sin embargo me encantó. Es posible que lo recuerde de forma idealizada (lo leí hace …¿15 años? uf, qué mayor estoy). Me resultó muy ingenuo en algunos pasajes, especialmente aquellos en que se empeña en transmitir (con todo lujo de detalles) las virtudes de una cierta ideología (casi filosofía) ruralista de principios de siglo, tan tolstoiana, tan utópica y tan rusa. O sea, bastante aburrida.
    Pero a mí sí me emocionó el patriotismo puro del protagonista. Y de otros muchos personajes que desfilan (literalmente a veces) por las páginas del libro. Incluso conociendo su destino y las causas que lo provocan, esos rusos no se detienen ante ello y avanzan hacia el desastre con fatalismo y con cierta grandeza. Además, presenta como contraste la actitud del estudiante filocomunista, en teoría deseoso de redimir a su nación de los parásitos que la carcomen, pero siempre quejoso y nada dispuesto a arriesgarse. La de los generales ineptos e incapaces de aprender nada de la catástrofe…qué diferentes de ese regimiento formado por hombres que no pueden esperar victoria ni recompensa alguna, pero cargan obstinadamente hasta casi el exterminio para recuperar el cuerpo de su comandante, solo por dignidad y por patriotismo.

    Donde tú viste frialdad y distancia yo ví (o imaginé ver) un deseo de no adornar y de permitir al lector entender de forma clara las contradicciones de esa nación a través de los detalles (qué ilustrativo de la incapacidad de evolucionar del régimen zarista es conocer que los generales iban en automóvil…pero llevaban escolta cosaca a caballo, con lo que igualmente se desplazaban a velocidad de caballo)

    En suma, creo que con todos los defectos literarios que pueda tener, es un libro que merece mucho la pena leer. Y de verdad que, aunque irregular, en algunos momentos a mí me pareció incluso emocionante.

    Un cordial saludo a todos

  8. Rodrigo dice:

    Gracias a todos por los comentarios.

    Debo aclarar que el libro no me ha parecido malo; en mi opinión, difícilmente podía salir del caletre de Solyenitzin una novela completamente mala. Pero sí es cierto que no me ha gustado, y en mi valoración de la novela pesa mucho el tema de las expectativas, defraudadas como en este caso. Pocas veces compro un libro nada más verlo, y prácticamente es lo que hice con éste: ver el nombre del escritor, leer de refilón la contratapa y comprar la novela fueron cosa de segundos. ¿He dicho que me gusta Solyenitzin? Si no, ya está. Sin embargo, ya se ve, esta novela me defraudó bastante. Tostón; es lo que me pareció (Ascanio, en una sola palabra has condensado mi parecer). Está claro que es solo mi opinión, ¿no? Puede que en ella influya en demasía mi escaso gusto por la historia militar. No me complica demasiado leer novelas extensas, siempre que estén bien llevadas. Suelen gustarme los novelones rusos; qué digo gustar, ¡me fascinan! Pero éste no ha sido el caso.

    Precisamente, al confeccionar la reseña se me vino a la mente el contrapunto que se puede hacer con “Los cañones de agosto”. Compaginar ambos libros como sugieres, Farsalia, resulta muy útil. En mi caso lo fue en dos sentidos: me permitió contextualizar el desarrollo de los acontecimientos, pero también compensar el tedio de “Agosto 1914”.

    Richar, sí que deberías dar cuenta del libro de la sra. Tuchman (lo mismo, Sangon). Pero tú leíste “Tempestades de acero” (Jünger), y te gustó, si mal no recuerdo. A mí no mucho, la verdad, así que hay probabilidades de que te guste el de Solyenitzin. A propósito, Richar: ¿leíste “Sin novedad en el frente occidental”, de Erich M. Remarque? Te diré que ésta me gustó más, aunque la leí hace tanto que apenas recuerdo algo de ella.

    Sí, Lucano, el pasaje en que unos soldados y oficiales rusos cargan el cadáver de su comandante es emotivo. Y hay otros detalles refrescantes, en medio de lo que me pareció aridez. Pero claro, esto es sólo disparidad en nuestras respectivas impresiones de la novela.

    Ascanio, Ario, Juanrio, Sangon: ya saben, a vuestro servicio, aunque esto es tan complicado: tratándose de libros y de opiniones sobre lecturas… Ya ven, tenemos dos contertulios a quienes sí ha gustado el libro. En fin, espero que en vez de servicio no sea un perjuicio.

    Aprovecho de hacer una sugerencia: “Mientras la tierra exista”, de Henri Troyat (Luis de Caralt, Barcelona, edición de los años 50, dos tomos). Ambientada en Rusia, en las primeras décadas del siglo XX (de la guerra ruso-japonesa a la Gran Guerra). Drama a la antigua, un poco convencional (Troyat era muy “clásico”, en el fondo), pero interesante. Cosa de rebuscar en librerías de viejo. :-)

    Saludos.

  9. Richar dice:

    Efectivamente, Rodri, leí «Tempestades de acero» y me encantó. «Sin novedad en el frente» lo he buscado un par de veces sin éxito, pero acabo de ver que Edhasa lo ha sacado en su colección Diamante, así que probablemente sea fácil de encontrar.

    En cualquier caso, igual hago un «especial IGM» con éste, el de Tuchmann y «Sin novedad en el frente».

    Un saludo,
    Richar.

  10. Rodrigo dice:

    Buena noticia, la de la nueva edición del libro de Remarque. Ocasión perfecta para una relectura.

  11. Rodrigo dice:

    Me acabo de acordar de otra novela de tema afín: “Los cuatro jinetes del Apocalipsis”, de Vicente Blasco Ibáñez. Más o menos en la línea pacifista de Remarque, pero muy escorada al lado francés –o, por lo menos, muy crítica de los alemanes-. Parece ser una obra de menor lustre.

  12. Federico dice:

    Yo la lei hace unos años y es muy buena, pero se que el autor la ha revisado ampliamente, añadiendo episodios, situados en Kiev por ejemplo.

    ¿Sabeis si esta version es esta o la antigua?

    Gracias por la reseña.

  13. Rodrigo dice:

    Hola, Federico.

    Por desgracia, no he podido informarme acerca de las peculiaridades de esta edición. ¿Hay alguna anterior a la de Styria, en castellano?

  14. Federico dice:

    Pues si, en efecto, una edicion especial para Discolibro de Barral Editores, Barcelona de 1971, nada menos, y comparando los capitulos con la edicion que vende Amazon en ingles, actualmente, pues hay un buena cantidad de capitulos adicionales.

    Un saludo.

  15. Rodrigo dice:

    ¡Diantre! Ahora me acuerdo de haber leído años atrás una nota periodística sobre esto. En el diario El Mercurio, de Chile. Pero fue hace mucho tiempo, rediantre. La nota informaba de la adición de nuevos capítulos en “La rueda roja” y “El primer círculo”. Después pude verificar que en “El primer círculo” sólo se había incorporado un único nuevo capítulo, además de un pequeño cambio argumental, y de lo de “La rueda roja” me olvidé por completo.

  16. Publio dice:

    Buena reseña Rodrigo, gracias por ella. En mi opinión, Aleksandr Solzhenitsyn realiza un fresco perfecto sobre el frente ruso-germano en los primeros días de la guerra. Como es lógico, para ello, es necesario que no exista un protagonista claro sino una serie de personajes cuyas acciones se entrelazan de uno u otro modo. No elude contar la desorganización y precariedad de medios del ejército ruso y sobre todo la ineptitud de sus altos mandos. No abundan las acciones de guerra propiamente dichas pero las que hay están llenas de emoción. Otra cosa que nos transmite muy bien Solzhenitsyn, no hay que olvidar que él mismo aunque en la II Guerra Mundial formó parte del ejército soviético, y, que por tanto conocía bien esos sentimientos, es la diversidad de sentimientos de los soldados y oficiales; como el miedo ante la muerte, la exaltación de la victoria, la decepción, el fatalismo etc.
    Obviamente, en esta novela no puede dedicarse a la crítica del totalitarismo estalinista aunque no pierde oportunidad para criticar el comunismo tanto en el alférez revolucionario, como en dos de las escenas de retaguardia como la discusión en Petersburgo entre una profesora de historia y sus futuras alumnas. Así como, en la que es para mí la mejor escena de retaguardia, la discusión entre los hijos de un ingeniero con su padre y con el invitado de éste, también ingeniero. Algo que nos transporta a años posteriores con la purga sufrida por los ingenieros ya en época soviética.
    En definitiva, es una novela que me ha gustado mucho.

  17. Rodrigo dice:

    Interesante comentario. Gracias Publio, aunque ya ves que nuestras apreciaciones son divergentes. Pero está muy bien que rescates algunos de los méritos de la novela.

    No es que echara en falta más acciones de guerra, que como lector de novelas no me motivan demasiado. Pero sí que me resultó una lectura tediosa, mortalmente tediosa. Tampoco es que piense que las escenas de retaguardia estén del todo mal, es más, hubiese preferido que abundasen; pero creo que, tal cual están, rompen con la unidad estructural de la novela, casi como si fuesen injertos apresurados o partes sobrantes de otra novela.

    Supongo que en el último volumen de la serie habrá una crítica de la revolución. A propósito: he notado una errata en el primer párrafo, los títulos de la tetralogía están mal.

    Saludos.

  18. Publio dice:

    Rodrigo, gracias a ti de nuevo por tu reseña. A mí sin embargo, la lectura no me resultó nada tediosa todo lo contrario, pero eso simplemente es una diferente apreciación de la novela por cada uno de nosotros. Comparto contigo que la existencia de mayor número de escenas de retaguardia beneficiarían la novela.La verdad es que, me he quedado con ganas de leer el segundo libro de la tetralogía pero por ahora en la ONCE no está grabado ni en Braille.
    Saludos

  19. Amador dice:

    Acabo de leer este libro en edición de 1973 ( 5 € en un mercadillo de la playa de Gandía ) y realmente mereció la pena adentrarse en los bosques de Prusia Oriental en compañía de los sufridos regimientos rusos. Aunque la profusión de personajes es realmente abrumadora y la conexión entre ellos es bastante laxa el autor sabe de sobra de lo que habla, ya que fue oficial de artillería en la segunda guerra mundial en el mismo teatro de operaciones y el tema es fundamental en la historia rusa, ya que la nueva derrota colmó la paciencia del pueblo ruso y llevó a la revolución de octubre.

  20. Carolo dice:

    Muy buen nivel el de esta pagina, los comentarios demuestran que nos movemos entre buenos aficionados a la historia, mas que a la literatura. En este sentido quisiera apuntar el regusto desagradable que provoca el comentario de Rodrigo sobre la caracteristica del autor «Su tema lo aleja necesariamente de la denuncia del totalitarismo soviético que en aquellas practicó y que tanto las enaltece». Quiero creer que hablamos de literatura, no de politica. Todo el que leyera mucho en los 70 sabe que paso con el autor, sobre todo en España y sobre todo tras la concesion del Nobel.

  21. Sabe usted comentar , usted si señor Rodrigo, su reseña es excelente , ahora bien la he leído este libro es demasiado largo , y cansa , pero mantiene la ilación ,como ya se sabe el autor participo en la guerra durante la segunda guerra mundial , Una de otra de sus novelas pero esta vez corta es Un Dia en la VIda de Ivan Denisovich

    Jorge López Zegarra

  22. Marina dice:

    Precisamente, se trata de historia. Y la historia es , ante todo, los hechos acaecidos en el tiempo y en el espacio, tanto geográfico como socio-cultural. Sobre la historia, podemos y debemos establecer relaciones en la medida en que se ajusten a los hechos, y opinar y valorar o interpretar los mismos, o sea, la historia. Pero su base y esencia no puede ser ni desdeñada ni soslayada ni tergiversada, porque no sería historia.
    Por tanto, la historia es «exacta», porque es perfecta, acabada. Recuerde que los hechos una vez que lo son, que han sucedido, no puede ya nadie cambiarlos, no se les puede quitar ni añadir nada. A eso se le llama ser perfecto, no por bueno o bello sino porque como tal hecho ya está total y absolutamente acabado.
    Y el totalitarismo socialista, nacional-socialista, fascista, comunista, bolchevique, soviético es una realidad, tanto en el pasado, como en el presente. Y lo fue y es en cualquier época, espacio, cultura y raza. Los ejemplos son claros: Europa, Asia, África y América han sido y son ejemplos de que no sólo Stalin fue un cruel y sanguinario dictador: todos los dirigentes y gobernantes socialistas y comunistas lo han sido y lo son, porque así lo es, lo indica y establece su doctrina. Y si no lo cree, puede leer a Marx y a Engels, que son los creadores.
    Le recomiendo un librito muy pequeño:
    Socialismo utópico y Socialismo científico de Federico Engels

    Después, atrévase a hablar de «regusto desagradable» .

  23. José dice:

    Se entienden los gustos y rechazos a la luz de que me ha parecido una novela con alma rusa, no con la nuestra. O por lo menos, así la supongo a través de este y otros rusos. Como una expresión acabada de contemplar descriptivamente el fracaso nacional sin por eso perder el amor por lo propio, así como esa filosofía ruralista romántica que describe otro comentario.
    Hace muchos años la leí y sigue representàndome a Solyenitsyn y a Rusia moderna de la manera más representativa.
    Disiento que sus testimonios antitotalitarios de otras obras lo pinten mejor. Este fue, adrede, explícito, el testimonio de A.S. y su rusofilia
    Por lo menos, así lo veo yo.
    Saludos rioplatenses

  24. Rodrigo dice:

    “Disiento que sus testimonios antitotalitarios de otras obras lo pinten mejor.”

    Sí, aquel comentario mío fue una soberana tontería. Me retracto, pues.

  25. Paul James dice:

    Gracias a todos, son muy buenos sus comentarios.

  26. Faustino dice:

    Lo tengo ahi aparcado y me lo voy a fumar a pesar de la crítica que considero hecha con la mejor intención crítica. Agradecido a TODOS lo participantes del foro,sumando y aportando sin entrar en disputas.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Hislibris te informa de que los datos de carácter personal que nos proporciones rellenando el presente formulario serán tratados por Ediciones Evohé, S.L. como responsable de esta web. La finalidad de la recogida y tratamiento de los datos personales que te solicitamos (nombre y correo electrónico) es únicamente gestionar los comentarios que realices en este blog y jamás serán compartidos con terceros (salvo requerimiento legal). Legitimación: Al marcar la casilla de aceptación estás dando tu legítimo consentimiento para que tus datos sean tratados conforme a las finalidades de este formulario descritas en la política de privacidad. Como usuario e interesado te informamos de que los datos que nos facilitas estarán ubicados en los servidores de Factoría Digital (proveedor de hosting de Hislibris) dentro de la UE. Ver política de privacidad de Factoría Digital. Podrás ejercer tus derechos de acceso, rectificación, limitación y suprimir los datos en hislibris@hislibris.com e info@edicionesevohe.com, así como el derecho a presentar una reclamación ante una autoridad de control.