Presentación de «Rey Lobo», de Juan Eslava Galán

His Libris estuvo allí.

Y esto es lo que sucedió…

Lo primero agradecer a la responsable de Planeta, Lola, por organizar un evento tan impresionante, y sobre todo por invitarnos. Tras llegar a la estación de Atocha nos acomodamos todos en el mismo vagón, y yo tuve la suerte de sentarme delante del novelista. Simpático desde el principio, y como podía esperarse de alguien entregado a derribar los altares de los ídolos, no estaba dispuesto para nada a endiosarse. Me dedicó el libro con mucha amabilidad y yo di buena cuenta de las pocas páginas que quedaban para concluirlo. Naturalmente, una vez despachado, lo comenté instantáneamente con el autor. ¡Qué situación irrepetible! Y cuando le dije que me esperaba otro final me repuso sabiamente: «Ese final que tú esperabas lo escribí, pero luego decidí que un final más sorprendente casaba mejor con el personaje y cerraba mejor la historia». Absolutamente de acuerdo.

Llegamos a Córdoba bajo un cielo gris, propio de esta extraña climatología. «Esto con Franco no pasaba —protestó el autor—. Con el caudillo teníamos todo el sol que queríamos, y una pertinaz sequía que era una delicia». El clima fue empeorando mucho más según nos aproximábamos a Jaén capital en el autobús. Quiso la casualidad que yo me sentase al lado de su esposa, Isabel, Antropóloga y mujer de la misma simpatía y humanidad que su marido. Hablamos de un montón de cosas, para empezar, de la película La Mula, y de cómo el autor, gracias a su dominio del inglés (recordemos su curriculum), pudo colaborar mano a mano con el director y su equipo en la redacción del guión. Me habló de las complejidades del mundo del cine, y de cómo el director había cuidado en extremo todos los detalles técnicos para que el excelente guión pudiese plasmarse del modo más fiel posible. Luego, y esto fue de lo más interesante, me explicó su experiencia de primera mano con la labor creadora del autor. Horas y horas en su despacho consumiendo montañas de libros, pero no como una labor tediosa y agotadora, sino como un lector y un estudioso que disfruta de sus lecturas profundamente. En sus propias palabras: «Tendrías que oír las risas cuando se encuentra con algo divertido o él decide darle ese giro a lo que está leyendo». Me señaló también que la provincia de Jaén es de las que cuentan con mayor número de castillos medievales, si no la que más, y que su marido había realizado su tesis doctoral sobre esa cuestión, pudiendo verificar muchas de sus conclusiones en un reciente viaje a Oriente Medio donde había podido examinar in situ los modelos originales de algunos castillos jienenses.

Por fin alcanzamos nuestro objetivo: Jaén. Impresionante ciudad. Casi pequeña entre los montes que la protegen y al amparo del castillo que la vigila. Nos dirigimos con premura hacia la excavación en el Oppidum de Puente Tablas, cuyo verdadero nombre se ha perdido en la historia. Allí Planeta había pensado en todo, y Lola nos proporcionó impermeables y unas fundas para el calzado. En fin, con este moderno sagum, y nuestras no menos modernas abarcas, emprendimos el ascenso, embellecido por una llovía repentina y torrencial, que nos llevó a refugiarnos en la caseta de la obra, bautizada con el obvio y evidente título de «camarote de los hermanos Marx». Pero nada dura para siempre, y la lluvia fue amainando, con lo que pudimos disfrutar de la experta guía de Arturo Ruiz, viejo amigo del autor y encargado del yacimiento. Como nos comentó amablemente, el oppidum aún estaba en proceso de excavación, pero se había podido establecer el plano urbano gracias a las prospecciones. Es en ese lugar donde se ambienta buena parte de la novela, el hogar del protagonista, que sus lectores ya conocemos bien. Las murallas, ya bastante notables para un poblado tan pequeño, se habrían visto embellecidas por una prolongación de adobes, pintada de colores brillantes, y destinada sobre todo al prestigio en una época y un lugar donde las grandes armas de asedio eran desconocidas. Arturo Ruiz, amablemente, también respondió a las preguntas de este infiltrado, y me habló de su trabajo sobre el campo de Batalla de Baecula, que está proporcionando muchísimo material interesante. Lo más sorprendente, el hallazgo de bullae romanas en el campo de batalla. ¡Niños en el ejército de Escipión! ¡Novelistas, coged el lápiz!

En el autobús de nuevo el genio tutelar de His Libris me sentó al lado del autor, que no tuvo ningún problema en responder a todas mis preguntas. Me habló del Lobo Negro, protagonista también del libro, como una especie real, habitual en los bosques del norte de Europa de la época, pero que no se ha encontrado en el sur de Hispania, aunque resulta verosímil que en una época de interminables masas forestales como aquella algunos pudiesen desplazarse hasta los confines de Europa a su amparo. Le felicito por la excelente recreación de la personalidad y comportamiento de un guerrero profesional de la época, y me comenta como buscó dotar al personaje de las características que podemos atribuir a un mercenario: Planes rigurosos, control de las emociones, falta de remordimientos, búsqueda de la mayor efectividad… Por encima de todo, su intención era contar una historia que transcurriese a lo largo de todo el mediterráneo de la época, en la que el personaje tiene que enfrentarse a dilemas vitales y morales muy complejos, con lo que eso supone de tensión moral. Consejo para novelistas: Una novela histórica, primero tiene que ser una novela. La documentación no absuelve a un mal trabajo literario como si fuese una bula.

Me habla también de sus próximos trabajos: De la alpargata al 600 y una versión corregida y aumentada hasta la presidencia de Zapatero de Historia de España contada para escépticos. Después de esto vería la luz una revisión de su descatalogado Verdugos y Torturadores, mejorada gracias al acceso a archivos recientemente disponibles.

Le pregunto por la última novela de su amigo Reverte y su opinión de que en España habríamos necesitado una guillotina en la puerta del sol. Se ríe y reconoce que, aunque la frase es un poco lapidaria, no deja de tener su parte de razón. Hablamos un poco de las doctrinas del Galileo, y argumenta sobre la nefasta influencia de la Iglesia, como poder organizado, en la historia de occidente. Al margen de esto quedan las doctrinas originales del Galileo, que eran propias de la ley natural y transmitían un código moral al que otras culturas también han llegado a través del sentido común.

Llegamos a Baeza, ciudad repleta de edificios medievales. Nos espera una opípara comida, y como en la novela los cantores de gestas entretienen a los lugareños cantando las hazañas de los hombres, el autor responde a las preguntas de la prensa haciéndonos el condumio mucho más agradable. Eslava Galán intenta transmitirnos dos ideas esenciales. Por un lado, el relativo olvido de los íberos y su cultura. Tanto por la falta de fuentes escritas como porque políticamente se les ha postergado en unas historias siempre obsesionadas en los estados fuertes de los que uno puede sentirse, frente a toda evidencia histórica, heredero y vengador. Por el otro, la idea de ocaso, de cambio de ciclo, de final de una forma de vida. En la novela está presente esa idea de la desaparición de las tradiciones y el autor, devoto de Amiano Marcelino, el historiador de la decadencia romana, encuentra en nuestra época el fin de una forma de entender occidente y muchas coincidencias con lo que retrató el autor pagano. Los bárbaros esperan al otro lado de las murallas, y él, personalmente, no ve futuro a nuestro mundo. ¿Caerá Roma de nuevo?

En cuanto a la novela, representa un proceso de gestación de 20 años, y una apuesta por un periodo que nuestros novelistas han dejado de lado. En el protagonista el autor expone el triunfo de la razón sobre la barbarie. Como a pesar de sus costumbres es capaz de aprender de los hombres de las culturas urbanas. La civilización ha goteado dentro de él. Sicilia le ha cambiado, y sobre todo su amigo, el médico griego que no cree en nada y se enfrenta a un cielo vacío de Dioses. Junto a estos hombres envejecidos con el acero en la mano, la protagonista femenina, una mujer fuerte y con gran personalidad, en una novela donde las mujeres tienen una presencia fundamental, a pesar de desarrollarse en un escenario casi completamente masculino.

Emprendemos de nuevo la marcha, ahora hacia el museo arqueológico de Jaén, donde Arturo Ruiz nos va ilustrando sobres sus joyas, hasta llegar al famosísimo conjunto de Porcuna. La joya del arte íbero, un conjunto que relata la vida y gestas del héroe origen del clan. Un auténtico lujo poder realizar una visita privada y guiada por un experto tan amable y dispuesto a responder a todas las preguntas.

Y al final aún nos reservaba Planeta un auténtico broche de oro, o más bien de piedra labrada, el palacio de Mengíbar, un hotel dentro de un palacio del medievo.

Una experiencia inolvidable.

     

33 comentarios en “Presentación de «Rey Lobo», de Juan Eslava Galán

  1. Vorimir dice:

    Plas, plas, plas.

    Que gran viaje y que gran exposición.

    Yo estaba ese fin de semana en Guarromán (un pueblo a 30 mins de Jaén y Baeza). Estuve vien el casco antiguo de Linares (muy bonito) y su resultón museo arqueológico.

  2. Valeria dice:

    Qué envidia, Uro, qué envidia.
    Y que suerte que Hislibris estuviese allí.
    ¿Reseñarás el libro?

  3. Urogallo dice:

    Si nadie más se ofrece…

  4. juanrio dice:

    Desde luego, Uro, que bonito lo cuentas. Espero tu reseña y que seas capaz con ella de hacerme leer el libro….

  5. Urogallo dice:

    Hombre, lo lograría más fácilmente con una falcata, pero se hará lo que se pueda.

  6. juanrio dice:

    Hombre, con una falcata seguro que conseguías que lo leyera en tu presencia, pero prefiero que me convenzas mas sutilmente.

  7. equix dice:

    A mi no me hace falta ni que la empuñes, con que me la mandes me basta. El libro lo leeré ineniqueis… de hecho creo que voy a correr a comprarlo este mismo mediodía. Al carajo con el frigo nuevo…

  8. Clío dice:

    Buenísima y completísima crónica, Uro, no esperabamos menos de ti.
    Y pregunto: con respecto al libro de Rufino Fernandez, «La sombra del mercenario» que tambien trata de un íbero, si lo has leido ¿que similitudes o diferencias hay con respecto al de Eslava Galán?

  9. Urogallo dice:

    Mira los Iberos, que vivían sin comida congelada, y tan felices ellos.

  10. equix dice:

    Je, cierto. Y en el espacio que deje libre el friginé, meteré una «Billy»… todo son ventajas.

  11. Clío dice:

    …..el Uro me ignora…..o se ha ido……

  12. Urogallo dice:

    No querida Clio, no te había visto. Si me parece que me ha salido ahora tu primer mensaje. Cosas de la ciencia.

    No, ni idea sobre «La sombra del mercenario». Sobre las sociedades pre-romanas solo consigo recordar «La noche celta», fantástica novela sobre la caida de los astures ante la marcha de Roma. ( O «La colina de Edeta» ambientada en la segunda guerra púnica).

  13. richar dice:

    Joer Uro, qué gran crónica. Habrá que mandarte a más :-)

  14. juanrio dice:

    Me da que Uro no ha leído el de Rufino Fernández, Clío, pero, aparte de eso, yo creo que te ha ignorado….o más bien, has estado en moderación…

  15. Urogallo dice:

    Yo estoy en moderación ahora mismo, disculpándome y dándole la razón a Juanrio.

    Danke Schon Richar, pero todo el mérito es tuyo. Es lo que tiene mandar a una friki del autor y de la historía en lugar de a un tío serio y desapasionado.

  16. Clío dice:

    Efectivamente creo que estuve en moderación, bueno Uro si no has leido el libro de Rufino efectivamente no puedes contestarme, trataré de leer yo el de Eslava Galan. Y si, Richar hay que mandar más veces a este chico, estan saliendo unos reporteros buenísimos.

  17. Casio dice:

    Jo, es verdad, estás hecho todo un ‘reportero dicharachero’. No sabía que tuvieras esta vena periodística, Uro.

    Por cierto, ¿nos cuentas algo más sobre la tesis de los castillos? Tenía una pinta fenomenal.

  18. Urogallo dice:

    No la tengo querido Casio, como tantas veces hemos hablado solo me anima el deseo de compartir con vosotros, como vosotros compartís conmigo, las impresiones en torno a estos temas que tanto nos apasionan.

    El autor se ha ofrecido, muy amablemente, a enviarme una copia de dicha tesis, que como bien observas, tiene pinta de sublime suculencia.

  19. ARIODANTE dice:

    Enhorabuena, Uro, ¡menuda experiencia! Desde luego, te has despachado a gusto, chico. Oye, ya que se habla de novelas de íberos, ¿has leído la de Arturo Aizpiri? El heredero de Tartessos. Porque también está situada entre íberos, celtíberos y púnicos.

  20. Urogallo dice:

    Tampoco. Solo intenté leer la de Maeso de la Torre, que no me gustó nada.

    Pero creo que es interesante esto que hacemos de recopilar novelas de la época.

  21. Akawi dice:

    Felicidades Urogallo. Por lo que nos cuentas ha debido ser una experiencia fantástica en la que habrás aprendido mucho de la mano de Eslava Galán.

    Ahora nos quedamos a la espera de la reseña del libro, que intentaré leer en breve.

    Ofrécete también para la próxima excursión y presentación de H.E.A. porque lo has contado de fábula.

  22. Mortimer dice:

    Buena crónica en una gran ciudad. Espero la reseña con ilusión. Qué placer acercarse al proceso de creación de un gran autor, y qué envidia. Y me sorprende también el excelente trato de Planeta. No porque lo esperase malo, sino porque me parecia que las promociones iban más a reservar salones de actos, preparar canapés y convocar ruedas de prensa. Parece que acompañan al libro como una globalidad, ¿no? Como si formase parte de una idea, un contexto, un proceso… No sé, me ha gustado mucho. Gracias.

  23. duqur dice:

    que has estado en cordoba y no me has dado un toque, es para matarte
    con un cepo para lobos
    un abrazo

  24. Urogallo dice:

    Para un Rey Lobo, en este caso.

    Y sí, te podría haber avisado. Al fin y al cabo estuve en Córdoba…A ver…Unos 8 minutos.

  25. Akawi dice:

    Perdónalo Duqur que no sabe lo que hace, estoy segura que ni siquiera sabía que estaría ocho minutos en Córdoba.

  26. Urho Von Gallen dice:

    Acaso miento. Pudieran ser solo siete.

  27. juanrio dice:

    Y seguro q

  28. juanrio dice:

    Perdón, se cortó.

    Y seguro que Duqur estaba trabajando en ese momento…..

  29. cavilius dice:

    Bueno, pero digo yo que lo de los minutos no es óbice para ensayar lo del cepo…

  30. juanrio dice:

    Por supuesto….

  31. Casio dice:

    Bueno, se prueba solo ocho minutos el cepo y listo.

  32. Urogallo Rex dice:

    Ya salió el bohemio.

  33. FLESDBEST dice:

    Q envidia de viaje!!!!!!!!!

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