PERSEO Y LA MIRADA DE LA MEDUSA / ORFEO DESCIENDE A LOS INFIERNOS – Isabel Barceló

PERSEO Y LA MIRADA DE LA MEDUSA / ORFEO DESCIENDE A LOS INFIERNOS -  Isabel BarcelóEn estos dos cortos textos, que forman parte de la colección MITOLOGÍA de la editorial Gredos, Isabel Barceló desarrolla su capacidad fabuladora y narrativa, centrándose en dos héroes helénicos  muy distintos. Uno es un valiente luchador, fruto de una peculiar unión entre Zeus, padre de dioses y hombres, y una mortal, Dánae. El otro, más delicado y sensible, fruto de la unión entre la musa Calíope y Eagro, rey de Tracia. Simboliza la música, al recibir de Apolo la lira, y sus entonaciones eran admiradas por animales y humanos, creando una fama de personaje pacífico, dulce y amoroso.

Ambos textos, relatados con sencillez y un bello lenguaje, con pintorescas descripciones y emotivas imágenes, van seguidos de un apartado final llamado “La pervivencia del mito”, que estudia las huellas del mito en la literatura, en el arte e incluso el cine.  Las ilustraciones de Pilar Más se basan en las pinturas griegas o romanas, tanto las murales como las decoraciones cerámicas, que son las que mayormente se han conservado de Grecia.

Las narraciones mitológicas griegas nos han ido llegando desde distintas fuentes y épocas,  y, generalmente, salvo los hechos centrales, las historias sobre los mismos personajes van variando, dándose el caso de que a veces son casi contradictorias, o fuertemente contrastadas. Unas veces varía el origen de un personaje, en otras las hazañas realizadas, sus amores  y descendencia. Además, las narraciones de autores griegos generalmente tienen forma de poemas épicos o dramatizadas; las romanas en forma de poemas épicos o incluso comedias. En unas y otras, la intervención de los dioses en los asuntos humanos es continua,  muchas veces tomando formas humanas, formas de animales o creando situaciones donde la realidad se torna brumosa y suceden hechos insólitos.

La historia de Perseo tiene orígenes comunes con otras historias, pero la resumiremos siguiendo el hilo del relato de Isabel. La reina Agánipe ha dado a luz una niña, Dánae. Desolado ante la ausencia de varón, su esposo, el rey Acrisio de Egipto consulta el oráculo, recibiendo una terrible respuesta: su descendiente le matará. Pero no Dánae, sino un hijo de ella. Al llegar a la pubertad Dánae es, pues, recluida en una torre y aislada por completo de todo ser humano, para evitar que conciba hijos.

Pero los reyes de Egipto no han contado con los Dioses. Zeus consigue fecundar a Dánae con su semilla, convertida en polvo de oro que se desliza por el único ventanuco por el que recibe el aire y el lejano sol. Y Perseo es concebido. Este ha sido un tema muy utilizado en el arte, por cierto.

Cuando el terrible padre de Dánae descubre que llora un bebé en la torre donde mora su hija, no duda más: ha de matarlos. Pero en vez de degollarlos, los introduce en un arcón sellado que lanza al mar. Este es un tema también común en las mitologías clásicas: la cesta o el arca arrojado a las aguas con la decisión de que sean ellas las que les lleven a la muerte.

Pero al fin y al cabo, Zeus protege a sus elegidos, y el arca será encontrada y sus prisioneros salvados de las aguas, siendo acogidos en otro reino donde Perseo crecerá sano y fuerte. Llegado a la mayoría de edad, promete a Polidectes, rey del país que los acoge, un terrible regalo de bodas: la cabeza de Medusa.

Medusa, gorgona que, tras ser violada por Poseidón (bajo la forma en una gran ola) siendo sacerdotisa de Atenea, recibió un terrible castigo de la diosa: fue convertida en un monstruo cuyos cabellos eran serpientes y todo su cuerpo repugnante, siendo mortíferos sus ojos, cuya mirada petrificaba a aquellos que la mirasen. Perseo ganará fama y honores de héroe al vencerla.

Pero no se acaban aquí sus aventuras, puesto que, de regreso a su país liberó a la pobre princesa Andrómeda. La hija de los reyes Casiopea y Cefeo en Etiopía estaba siendo inmolada, para pacificar a un monstruo marino que tenía aterrorizado al pueblo.  La cabeza de Medusa, aun muerta, mantenía su terrorífico poder ocular, que Perseo usó para frenar y doblegar al monstruo, obteniendo como premio matrimoniar a la bella Andrómeda. Es un tema que siglos y siglos después se ha repetido con la historia de San Jorge y el Dragón, o en la mitología germánica, con Sigfrido.

Aun tenía que cumplirse el destino anunciado por el oráculo: y efectivamente, en un lanzamiento de disco, Perseo alcanzará –sin saberlo- a su abuelo Acrisio que casualmente se encontraba presente en los Juegos, muriendo sin saberlo ambos.

Orfeo, el que canta armoniosamente, es el protagonista del siguiente libro. El personaje de este mito es muy distinto del anterior. Si bien la música y el canto le era concedido como un don divino, asombrando tanto a dioses,  humanos y animales, tenía una contrapartida, que era la soledad. Hijo de la musa Calíope y un mortal, rey de los tracios, vivió con su madre hasta los nueve años. Ya adolescente, pasó a vivir con su padre Eagro, rey de Pieria, pero mantuvo mala relación con él. Eagro quería un guerrero que heredara su trono y se encontró a un artista…un alma sensible y dulce que tocaba la cítara y la lira y su bella voz encandilaba a todos.

Hizo varios intentos de salir de la soledad que le perseguía; primero fue con su paternal amigo Pilias, y después se unió a Jasón y sus argonautas, en sus aventuras buscando el vellocino de oro; aventuras que acabaron por convertirle en un hombre; finalmente, enamorado profundamente de Euridice, la ninfa hamadríade, a la que conoció a orillas del rio Peneo y celebraron sus bodas entre Eros, las ninfas del río e Himeneo. Pero ocurrió lo que el Destino tenía previsto: Eurídice muere, al ser mordida por una serpiente. Orfeo se hunde en un profundo dolor.

Incapaz de soportarlo más, decide bajar a la morada de los muertos, y rogar por el retorno de su amada a Perséfone y Hades, los dioses del inframundo. Concedido su deseo, Eurídice le seguirá hacia la salida, pero con una condición: Orfeo no debe mirar atrás. Y he aquí que no puede evitarlo, y al mirar la figura de Eurídice se desvanece. Solo tras la muerte de Orfeo, más tarde, se reencontrarán los amantes en el Hades, como dos sombras más.

Isabel Barceló cuenta estas dos narraciones de un modo muy ameno, como si estuviera ante el fuego de un hogar en una noche de invierno, ante un auditorio ansioso de conocimiento y de historias. Pueblos antiguos que transmitían sus saberes, mitos y tradiciones de modo oral. Convierte Isabel el mito en una grata ficción en la que el oyente reconoce emociones, sentimientos y pasiones universales, junto a personajes imaginarios y aventuras extraordinarias llenas de portentos,  donde los dioses y los hombres entrelazan sus acciones y el Destino rige a ambos por igual. Absolutamente recomendable.

Ariodante

PERSEO y  la mirada de la Medusa / ORFEO desciende a los infiernos.
ISABEL BARCELÓ
Ilustraciones: Pilar Más
Epílogo: Juan Carlos Moreno
Ed. Gredos, 2017

     

7 comentarios en “PERSEO Y LA MIRADA DE LA MEDUSA / ORFEO DESCIENDE A LOS INFIERNOS – Isabel Barceló

  1. Iñigo dice:

    Bravo Ario. Bonita reseña

  2. ARIODANTE dice:

    Gracias, Iñigo. Yo he disfrutado mucho leyéndolos. La mitología es un pozo sin fondo que, bien narradas sus historias dan para mucho. E Isabel lo hace maravillosamente, con naturalidad.

  3. cavilius dice:

    Interesante colección, me hice con los 2 primeros (y ahí me quedé, por cuestiones económicas y espaciales) y me parecieron bien escritos y bien tratados los temas. No dudo, por tanto, de que estos dos sobre Perseo y sobre Orfeo, mantengan ese nivel o incluso lo superen.

    Uno de los mitos más llamativos, este de Perseo y Medusa; a menudo se lo cuento a mis nenas (ellas me lo piden). Y el de Orfeo y Eurídice también se lo he contado alguna que otra vez.

  4. Arturus dice:

    Precisamente estoy leyendo una monografía sobre mitología clásica que, por supuesto, incluye estas dos figuras. Siempre me ha gustado la historia de Perseo y Medusa, una de mis favoritas junto con las aventuras de Odiseo. Esta colección pinta muy bien, Ario, bien por la reseña.

  5. Rodrigo dice:

    La he leído con sumo gusto, la reseña.

    Interesante recomendación, Ario.

  6. ARIODANTE dice:

    Lo que encuentro un fallo tremendo de estos libros de Kiosko es que no pongan en portada, bajo el título, el nombre de la persona que escribe el texto. Y si uno trata de ver el listado de las obras de la colección y sus autores, solo salen los títulos. De hecho, tuve el morbo de escribir a la editorial y pedirle el listado de autores, porque si yo compro un libro no es tanto por el tema ( sobre todo cuando el tema es archiconocido), sino por el autor. Pues bien. A día de hoy ni me han contestado.

  7. Arturus dice:

    Tienes razón, pasa en muchas colecciones de kiosco, como si los libros se escribiesen solos. No conozco el motivo, pero me parece como mínimo una falta de respeto hacia los autores.

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