OPERACIÓN IMPENSABLE – Jonathan Walker

9788498928563Entre los efectos inesperados de la guerra desatada por Hitler estuvieron la emergencia de un nuevo esquema internacional de poder y la transformación de la Unión Soviética en potencia hegemónica, una de las dos que dominaron el panorama mundial durante la Guerra Fría. Inesperadísimo, paradójico incluso, fue el cambio de estatus del ‘imperio rojo’. El resultado de la obsesión antibolchevique del líder nazi, invasión de la URSS incluida, fue todo lo contrario de lo que él pretendía: en vez de conjurar la amenaza soviética, lo que consiguió fue volverla una realidad global, acabando de paso con el predominio multisecular de la Europa occidental. Si había alguien que supiese anticipar las consecuencias de lo que ocurría en los compases finales de la Segunda Guerra Mundial, y sublevarse ante lo venidero, éste era Winston Churchill. La pérdida por el Reino Unido de su condición de primera potencia imperial era suficiente pesadilla para el Primer Ministro británico. Que la URSS saliese de su prolongado aislamiento y deviniese dominante en Europa, esto lo hacía todo aun más bilioso. La imagen de un depredador como Stalin extendiendo su zarpa al continente entero resultaba insufrible, y no hay modo de censurar en retrospectiva las previsiones de Churchill. Durante décadas, media Europa quedaría reducida a esclavitud, mientras la otra mitad se encaminaba a la democracia y la prosperidad. En la conciencia del premier británico pesaba el saber –no sencillamente estimar, sino saber– que la diplomacia era impotente ante la rapacidad del dictador soviético: a Stalin no lo iban a detener las reuniones-cumbre, ni los acuerdos, ni la diligencia de los diplomáticos occidentales. Stalin, como Hitler, sólo entendía el lenguaje de la fuerza. Pero, ¿podía la fuerza arrebatarle los países de Europa oriental que ya se aprestaba a convertir en estados clientelares y en un glacis defensivo frente a Occidente? En 1945, ¿era viable, siquiera tolerable, la idea de una prolongación de la descomunal guerra en curso, a fin de ahogar el peligro soviético? ¿Provocar el estallido de una Tercera Guerra Mundial? Tal eventualidad, más bien, pertenecía al ámbito de lo impensable. 

Operación Impensable fue justamente el nombre con que se designó a un hipotético ataque angloestadounidense a la URSS, el que debía ejecutarse conforme un plan de contingencia cuyo diseño Churchill encargó en abril de 1945 a los jefes del Estado Mayor británico. Como se puede suponer, el asunto entero se condujo bajo la máxima confidencialidad. Lo que motivó a Churchill fue la evidente intención de Stalin de sojuzgar a Polonia, un objetivo que en caso de concreción abriría las puertas al expansionismo soviético en Europa. El ataque debía materializarse el mismo año, a poco de consumarse la derrota de Alemania, e implicaba naturalmente la participación –por no decir protagonismo- de los EE.UU., sin cuyo auxilio el Reino Unido nada podía hacer. (No hay pruebas de que EE.UU. llegase a conocer tamaño proyecto.) En aquellos días, cuando germinaban drásticos trastornos en el plano internacional, había profusión de planes de contingencia relativos a los más diversos escenarios geopolíticos, muy pocos de los cuales superaron la fase inicial de desarrollo. De Operación Impensable podría decirse que fue uno más de muchos planes cancelados, excepto que ninguno llegó a ser tan radical en sus términos y en sus alcances. Salvar por las armas a Europa oriental de la voracidad soviética, liberarla de una servidumbre garantizada, era de suyo un propósito valioso. Sin embargo, el costo humano y material de la empresa resultaba imposible de asumir. Su viabilidad, poco menos que quimérica.

Para empezar, la superioridad cuantitativa de las fuerzas terrestres de la URSS era abrumadora, y no la compensaba la superioridad aérea y naval anglonorteamericana. Los estadounidenses contemplaban la desmovilización o el traslado de la mayor parte de sus tropas a Extremo Oriente (lo que el bombardeo de Hiroshima y Nagasaki tornó innecesario; con todo, esto era agua pasada para las fechas en que debía haberse iniciado Impensable). Las señales provenientes del gobierno estadounidense indicaban que su voluntad de pasar al asalto del que seguía siendo su aliado era inexistente; lo cierto es que Roosevelt no compartía los temores de Churchill respecto del coloso comunista, y que Truman, su sucesor, estaba rodeado de asesores y funcionarios empapados del filosovietismo de Roosevelt. (Cuando el Departamento de Estado asimiló el recelo de Truman hacia la URSS, Impensable acumulaba polvo en el cajón de los proyectos desechados y el telón de acero soviético era ya una realidad avanzada.) En la opinión pública del Reino Unido cundía un sentimiento de simpatía hacia la URSS, cuyo ingente esfuerzo bélico merecía el agradecimiento de la prensa y de la mismísima propaganda oficial. Por si fuera poco, una guerra preventiva contra la URSS hubiese implicado el rearme inmediato de una Alemania alineada esta vez con las potencias occidentales, un detalle impresentable en momentos en que la inquina contra los alemanes estaba lejos de remitir (por el contrario, el descubrimiento de los campos de concentración y de exterminio sólo reforzaba el antigermanismo británico). Estos y otros factores a considerar, en fin, llevaban a una única conclusión: la Operación Impensable era inviable.

Conocer los entretelones del fallido proyecto, de su gestación y temprano descarte, es una forma de sondear una parte importante de las circunstancias y mentalidades en que arraigó la Guerra Fría. Este es quizá el mayor aliciente cobijado por un libro como Operación Impensable, obra reciente del historiador militar británico Jonathan Walker. Desde la Conferencia de Yalta (febrero de 1945) hasta la configuración primigenia del mundo de posguerra, centrándose en los pormenores de las secretas deliberaciones en torno a Impensable, el libro ofrece un interesante vistazo a un capítulo crucial de la historia. Entre las impresiones que deja su lectura, quizás la más indeleble concierna a la soledad de Churchill. El hombre estaba de verdad solo en su evaluación del peligro soviético, como solo estaba en su anhelo de responder por una vez, y de veras, al llamado de auxilio de los polacos. Es fácil ridiculizar su propósito de hacerle la guerra a la URSS encasillándolo entre los proyectos temerarios a los que era propenso, como los de Gallipoli y Noruega. O afearle un plan que habría multiplicado los tormentos de un continente sobradamente devastado. Empero, es justo tener en cuenta lo que inspiraba tan tremenda idea, la de atacar a la URSS. Los temores y nefandas previsiones de Churchill estaban justificados. En este respecto, superó con creces al Foreign Office de su propia administración, que se hacía ilusiones con la posibilidad de mantener buenas relaciones con un Stalin que, a sus ojos, derrochaba buena fe e irreprochables intenciones. Y superó a los que modelaban la política exterior de los EE.UU., quienes estaban dominados por el mayor de los rechazos a la restauración de los imperios europeos: casi todo lo que proviniese de sus colegas británicos, imperialistas inveterados, les provocaba suspicacia. El mismo presidente Truman, cuyo antisovietismo estaba fuera de dudas, llegó a pensar que el Primer Ministro era tan problemático como Stalin.

Lógicamente, Churchill vio en la bomba atómica la posibilidad de resarcirse de la frustración de Impensable, por lo menos en lo que tocaba a corregir la relación de poder mundial. Pero el destino de Europa oriental estaba sellado, y por mucho tiempo más.

– Jonathan Walker, Operación Impensable. Crítica, Barcelona, 2015. 280 pp.

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31 comentarios en “OPERACIÓN IMPENSABLE – Jonathan Walker

  1. ARIODANTE dice:

    WOOW!! estupenda reseña. Desconocía ese proyecto y ese nombre. Sabía, claro las ideas de Churchill, pero no los detalles. Libro interesante…gracias, Rodri.

  2. David L dice:

    Churchill gozaba todavía en las postrimerías de la guerra de una excelente visión de la situación geopolítica creada tras la llegada de los soviéticos hasta Berlín, y por supuesto, de lo que podía esperarse de la posición de Stalin sobre Polonia. Bien sabía el Premier británico que la única manera de hacer reconsiderar a los rusos su posición hegemónica e unilateral en el Este de Europa radicaba en una amenaza anglo-norteamericana, que a su vez pudiese afectar a la URSS hasta el punto de reconsiderar su planteamiento político sobre la nación polaca. Pero….¿qué opinaban desde los EEUU?…y algo más..¿qué pensaba su Estado Mayor sobre la operación IMPENSABLE? Los primeros no estaban muy por la labor de comprometer más fuerzas en el escenario europeo y mucho menos de comenzar un conflicto con Stalin; los segundos tampoco veían muy viable mantener el tipo sin el apoyo de Truman, así que todo el ardor guerrero de Churchill se estaba diluyendo como un azucarillo en el agua…..no era Impensable….era improbable e imposible. Churchill, con todos sus defectos que también los tuvo, fue un político de altura, un gran estadista con una providente visión política y lo demostró a lo largo y ancho de su carrera…pero en aquellos meses tras la caída de Berlín el apoyo de la sociedad británica en su objetivo de empujar a los rusos hacia sus fronteras naturales no disponía de ningún apoyo. ¿Cómo vendería Churchill el presentar a los heroicos soldados soviéticos que habían derrotado a los infames nazis como enemigos? No tenía ninguna posibilidad de triunfar en ese objetivo…….La frustrada Operación Impensable no se llevó a cabo, pero los motivos que podían haber servido de casus belli sí que existieron…..Europa y los EEUU pudieron comprobarlo en los siguientes decenios.

    Un saludo.

  3. Rafael dice:

    Me gustaría hacer una matizaciones a la buena reseña de Rodrigo aunque no comparto algunos de sus «abusos de lenguaje» anti-stalin.

    .Las ideas de churchill como las de Claude bohlen,ó Kennan no eran más que cavilaciones de mentes calenturientas sobre «el expansionismo soviético » ,»el ogro rojo», etc expresiones que no fueron más que la cobertura para todo el «negocio» de la guerra fría y éste si,para el verdadero expansionismo y superimperialismo que fue el de EEUU.

    Esta es la verdadera historia apenas contada de la guerra fría.

    Sobre el supuesto expansionismo soviético que no es más que un mito, recomiendo vivamente leer a dos grandes especialistas como Geoffrey Roberts y Jabara Carley.

    Geoffrey Roberts es el autor de las «Guerras de stalin, 1939-1953″(2007), disponible en edición francesa reciente.

    http://editionsdelga.fr/portfolio/les-guerres-de-staline-roberts/

    El autor irlandés demuestra de manera exhaustiva que la política soviética era siempre defensiva frente a la presión occidental.

    A completar además con el excelente prefacio de la profesora Annie Lacroix Rix, que citando una numerosa y casi desconocida bibliografía revisionista, refuta por completo el mito del «peligro rojo» y pone en valor la implacable política norteamericana de «puertas abiertas» , que de hecho trataba a sus socios europeos en 1945-1949, tan mal cómo a los «malvados rusos».

    El autor canadiense Carley,también no deja lugar a la duda sobre cuál fue el verdadero responsable del inicio de la guerra fría y desde luego no estaba en el Kremlin.

    *http://www.strategic-culture.org/authors/michael-jabara-carley.html

    *https://www.webdepot.umontreal.ca/Usagers/carleym/MonDepotPublic/Carley%27s%20Web%20site/publications.html?uniq=cgo1cy
    *

    2.Por otra parte ,Rodrigo tiene razón en cuanto a la superioridad terrestre del «Ejército rojo «, de hecho las fuerzas blindadas de EEUU y de GB, eran de chiste y en general su infantería era más bien mala cómo se demostró unos años después en Corea.

    Ahora bien, la aviación rusa era tan buena como la occidental, EEUU y GB, tenían la baza de los bombarderos estratégicos pero estos no eran tan decisivos y totalmente insuficientes para derrotar a un pais cómo la URSS.

    La única alternativa era el «chantaje atómico» ó la «diplomacia atómica» , en cualquier caso tampoco era el factor decisivo que se pensaba.

    La conclusión a la que llegaron los estrategas norteamericanos menos exaltados desde tiempos de Truman hasta la de Reagan y posteriormente los de la otan, es que en un enfrentamiento directo(convencional) con la URSS no existía la menor posibilidad de ganar y si de perder por paliza.

  4. Rodrigo dice:

    Gracias a ti, Ario.

    Concuerdo con tu opinión, David. Entre otras cosas, el año 45 todavía resultaba un giro demasiado abrupto el presentar como el nuevo enemigo al Ejército Rojo, el mismo al que la prensa exaltaba.

  5. Arturus dice:

    Estupenda reseña, Rodrigo, como siempre clarificadora de la obra en cuestión.
    En cuanto a las apreciaciones de Rafael sobre el «expansionismo soviético», como él lo escribe, sin comentarios…

  6. José Sebastián dice:

    Buena reseña Rodrigo. Felicidades

    La figura de Churchill no sale bien parada en el libro de Laurence Rees «A puerta cerrada». Fue una vergüenza que a las tropas polacas no se les invitara a participar en el desfile de la victoria en Londres para no herir la sensibilidad.

    De todos modos, hay que reconocerle que predijo el peligro antes que nadie.

    Saludos

  7. Rodrigo dice:

    Gracias, estimados.

    A Churchill se le pueden reprochar muchas cosas, pero no desde luego su apreciación del peligro soviético.

  8. David L dice:

    Hola a todos,

    Una política defensiva no está reñida, aunque parezca una contradicción, con una actitud expansiva. Me explico: la URSS de Stalin llega hasta Berlín, ni en sus más increíbles sueños habrían imaginado llegar hasta la misma capital del II Reich, creo que nadie puede dudar de esto, una vez que ve la posibilidad de poder lograr esta victoria decide estratégicamente que debe mantener un gran cordón de seguridad que aleje de sus fronteras cualquier atisbo de nuevo ataque desde occidente..¿Cómo lograrlo? Pues básicamente gracias a sus grandes fuerzas armadas y a su control geopolítico de la zona, apostando a su vez por gobiernos pro-soviéticos impuestos de múltiples formas. ¿Fue lícito? Bueno.. visto desde la óptica pro-occidental no, ¿por qué? Pues fundamentalmente porque no se llevan a cabo elecciones libres que puedan garantizar que cada país soberano elija su gobierno independiente. Los acuerdos de Yalta, por poner un ejemplo, decidieron que en Polonia se llevasen a cabo elecciones libres….pero no dirigidas y controladas desde Moscú….En definitiva, la URSS tuteló la Europa del Este como parte de su política geoestratégica defensiva, pero a costa de subyugar a numerosos de esos países que conformaban ese espacio de seguridad.

    Saludos.

  9. Rodrigo dice:

    El concepto de guerra defensiva refrenda, en principio, tu punto de vista. El problema es que se ha abusado de él hasta la saciedad, al punto de ser esgrimido como pretexto para encubrir simples actos de agresión.

    El desempeño de la alianza anglo-estadounidense en las tratativas con la URSS adoleció de muchas deficiencias, incluso considerando las restricciones impuestas por el realismo político. Empero, a mediano o corto plazo, cualquier logro diplomático que menoscabase la rapacidad del dictador soviético resultaba ser papel mojado. Europa oriental se vio convertida en una reproducción con variantes del estalinismo.

  10. rafael dice:

    David:

    Lo que tu relatas es correcto pero no tiene que ver nada con el supuesto»expansionismo soviético», «la amenaza mundial»,»el imperialismo soviético»términos que utilizaron los propagandistas de la guerra fría como Bohlen, Foster Dulles,Kennan aunque en «petit comité» reconocían que todo era una mentira cínica.

    Efectivamente Rusia lo único que hacía era crear un «glacis defensivo», estaría bueno que después de perder a 6oo.ooo hombres en la reconquista de Polonia en 1944-1945, Polonia fuese cedida graciosamente a los herederos de Pilsudski para instalar bases americanas y acabase siendo un satélite de GB ó EEUU ( cómo lo es actualmente, con cárceles de la CIA incluída).

    Lo de las «elecciones libres » aparte de una muestra de «fundamentalismo democratico»(Gustavo Bueno dixit), es de risa porque desde el mismo 1945, en Europa occidental los americanos ya habían montado el germen de la «red gladio», dispuesta a intervenir si las «elecciones democráticas» no salían del gusto de la Casa blanca.

    En Europa del Este, los «patrocinadores de la democracia» financiaban desde Munich a organizaciones terroristas como la OUN de Bandera, que entre 1945 y 1950, provocaron más de 30.000 muertos en la Galizia y eso es un botón de muestra de todo tipo de operaciones terroristas contra el pais de los soviets.

    Vid.el citado prefacio de Annie lacroix Riz y sobre los verdaderos orígenes de la guerra fría y no las milongas que se cuentan la obra de Sherry:

    * Sherry Michael, Preparation for the next war, American Plans for postwar defense, 1941-1945, New Haven, Yale University Press, 1977 ; The rise of American Air Power : the creation of Armageddon, New Haven, Yale University Press, 1987 ; In the shadow of war : the US since the 1930’s, New Haven, Yale University Press, 1995.

  11. Urogallo dice:

    ¡Que tema! ¡Que momento!

    Creo que es Hastings el que dice de Churchill que regresó de Yalta con la misma inocencia que lo hizo Chamberlain de Munich, agitándo un papelito firmado por un dictador implacable…

  12. David L dice:

    Rafael:

    Tú lo has dicho, la URSS quería establecer un “glacis defensivo” a costa de los países que se encontraban entre ellos y las potencias occidentales, así que estas debían supeditarse en todos los aspectos al nuevo dueño de esa parte de Europa. Me imagino que comprenderás que GB, Francia y los propios EEUU no habían entrado en guerra para ceder la soberanía de media Europa a Stalin, otra cosa es que una vez acabada la contienda no pudieran hacer retroceder al dictador soviético a sus fronteras naturales.

    En cuanto al otro punto que mencionas, hablas de ¿reconquista de Polonia?, creo que ahí el subconsciente te ha jugado una mala pasada….si hablas de reconquista entonces puedes afirmar que lo que llevas a cabo es recuperar un territorio que antes habías perdido….Polonia antes de junio de 1939 era un país independiente así que la URSS no tenía que reconquistar nada en suelo polaco. Ahí está la clave de todo, la URSS se adueñó de unos territorios que no le pertenecían, nadie puede negar el esfuerzo que realizaron para acabar con los nazis, pero después actuaron de una manera imperialista sobre dichos países…

  13. Rodrigo dice:

    Gran frase, Uro.

    Según Hastings, el propio Churchill expresó su temor de que Stalin lo engañara (en relación con Polonia), de la misma manera que Chamberlain había ido engañado por Hitler.

  14. Rafael dice:

    ¡Estimado David !:

    ¡Vamos a ver!, creo que estas equivocado y te matizo:

    1.No se puede decir que Francia , «haya luchado contra Alemania», dado que más de la mitad de la estructura militar francesa ha practicado la inteligencia con Alemanía, ¡¡ incluso antes de la guerra¡¡.

    Es decir las élites del pais han entregado miserablemente el pais al III reich.

    *Annie Lacroix Riz:Le choix de la défaite et De Munich à Vichy, l’assassinat de la 3e
    République,
    1938-1940, Paris, Armand Colin, 2008.

    Por no hablar de la vergonzosa, política de apaciguamiento de sus gabinetes, una de las páginas más negras de Occidente.

    2.EEUU y Gran Bretaña, evidentemente entraron en la IIGM para defender sus intereses económicos e imperialistas nada «non sanctos» y con el cinismo verdaderamente criminal de intentar dejar a la URSS sin una modesta «esfera de influencia», que era el propósito de Churchill y Roselveet y de los sucesores con su política de «Roll back».

    * Denna Frank Fleming (The Cold War and its origins, 1917-
    1960, New York, Garden City, 1961, 2 vol.)

    *Jacques R.Pauwels:»El mito de la guerra buena.EEUU en la Segunda guerra mundial», editorial hiru, 2001.

    3.La idea que la Polonia de los coroneles, totalmente entregada a Francia y especialmente al III reich, era un estado más «independiente» que la Polonia socialista de la postguerra, es hilarante y supone una concepción absolutamente infantil de lo que se considera «independencia nacional».

    *Annie Lacroix Riz:LA POLOGNE DANS LA STRATÉGIE EXTÉRIEURE DE LA FRANCE (OCTOBRE
    1938-AOÛT 1939) .2009:http://www.historiographie.info/polognefranceww2mai2015e.pdf

    Se sabe además que el ministro de exteriores polaco, Josef Beck estaba subdiado por el gobierno nazi ,¡¡ bonita independencia nacional !!, lo que explicaría la irracional y fanática opsición polaca a la «política de seguridad colectiva «preconizada por la URSS desde 1933.

    *Vid la discusión en : http://forum.axishistory.com/viewtopic.php?t=179515

    *Jabara Carley:»SEGUNDA GUERRA MUNDIAL: POLONIA APOSTÓ POR LA ALEMANIA NAZI .«Tiene toda la razón, señor Embajador»( 2015)

    http://www.voltairenet.org/article189019.html

    Por no hablar de la Polonia actual, que es básicamente un satélite de EEUU, con carcéles de la Cia , incluídas.

    4.La Urss no se «adueño de unos territorios que no le pertenecían «: es una afirmación vana y falsa,Polonia fue un estado absolutamente soberano después de 1945(reconocido por la ONU) y la Urss en 1939, no hizó más que «reconquistar» ,recuperar los territorios al este de la línea Curzón,territorios de ascendencia rusa por su población mayoritariamente bielorrusa y ucraniana.

    Estos territorios no eran polacos y habían sido arrebatados a Rusia en 1920 (Tratado de Riga) por la fuerza, con el apoyo militar de Francia, en los años 20 y 30 el gobierno de Varsovia procedió a la polonización militar de estos territorios.

    Por lo tanto, el kremlin no hizó más que recuperar territorios que eran historicamente rusos.

    Naturalmente, es un mito del nacionalismo polaco decir que los rusos les «robaron sus territorios» ocultando las páginas negras del imperialismo polaco.

  15. Saul dice:

    Pobres países europeos que cayeron bajo el yugo comunista y el telón acero. Esa Polonia ultrajada en 1939, de nuevo es víctima en 1944, soldados e intelligentsia polaca que fueron asesinados o trasladados al gulag por órdenes de Stalin en 1939. Cuando volvieron los soviéticos en 1944 se dedicaron a eliminar a aquellos miembros del gobierno y de la resistencia que fueran «obstáculos» en la implantación de su régimen comunista.

    Para el tamaño que tiene debiera ser más barato, pero ya sabemos cómo piensan las editoriales españolas.

  16. Rafael dice:

    ¡Estimado Saul!, si tienes a bien leerte los artículos de Annie Lacroix y Jabara Craley que cito arriba, veras que la «Polonia ultrajada» lo sería en cualquier caso por la Alemania nazi, pero que ella misma se lo buscó con la política irresponsable, criminal y suicida de sus dirigentes.

    Por ejemplo, su política de alineación-cooperación con el III Reich, no podía conducir a Polonia más que a su autodestrucción .

    Cedo la palabra a un gran especialista como Jabara Carley:

    *«A lo largo de los años 1930, Polonia bloqueó repetidas veces la creación de una coalición contra la Alemania nazi. Por lo tanto, se puede decir que Polonia es parcialmente responsable de la catástrofe que ocurrió en septiembre de 1939.»

    El embajador ruso Andreyev dijo que Polonia tenía algo de responsabilidad por la «catástrofe ocurrida en septiembre de 1939». Dada la documentación existente, uno tendría que decir que el embajador estaba siendo amable y discreto con su comentario. El ministro polaco Schetyna podrá tratar de reescribir la historia todo lo que quiera, pero puedo decirle que pierde su tiempo. Las pruebas y el rastro documental existente en los archivos son demasiado profundos y difíciles de esconder. No es una bella imagen la de la Polonia durante los años 1930.

    En estos tiempos peligrosos, al gobierno polaco le haría bien algo más de introspección y menos rusofobia. El ministro polaco de Exteriores, Schetyna, podría comenzar por leer la correspondencia de su lejano predecesor, Beck, para tener una idea de cómo no dirigir las relaciones exteriores de su país. Sólo Inglaterra tuvo más responsabilidad que Polonia en cuanto a la fallida colaboración con la URSS en contra de la Alemania nazi durante los últimos años de la década de los treinta. Yo llamo a esta oportunidad perdida “La gran Alianza que nunca existió”.
    *

  17. Lobo estepario dice:

    Hacían bien en desconfiar de Stalin los ingleses y americanos, el dictador soviético es uno de los mayores criminales de la Historia y formó una infame camarilla de asesinos junto a su aliado Hitler hasta el 22 junio 41.

  18. rafael dice:

    ¡Estimado Lobo estepario!, lo que acabas de afirmar es mera opinión, mero tópico ideológico, por supuesto no está basado en la menor evidencia ni en
    la menor lógica, es cómo decir :»Los burros verdes vuelan» .

    La supuesta «alianza Hitler-Stalin» es una falacia convertida en tópico histórico por algunos prestigiosos historiadores «cold warriors» como Timothy Snyder ó Roger Moorhouse.

    Por ejemplo,Moorhouse ha publicado en 2014, un libro específico sobre el tema» The Devils’ Alliance: Hitler’s Pact with Stalin, 1939-1941″ (2014).

    El libro en cuestión es un cúmulo de tergivesaciones y de propaganda propolaca y antirusa..

    Sobre la fantasmagórica e inexistente alianza entre Hitler-Stalin recomiendo la lectura de autores ya citados cómo Jabara Carley,Geoffrey Roberts y Gabriel Gorodotsky.

    Gabriel gorodotsky tiene un artículo clásico y excelente de 1990:»The impact of the Ribbentrop-Molotov pact on the course of Soviet foreign policy »

    http://www.persee.fr/doc/cmr_0008-0160_1990_num_31_1_2200

    Naturalmente en los antiguos países del este, los gobiernos anticomunistas y rusófobos como el de Polonia, dan crédito a todo este este tipo de argumentación pseudohistórica.

    saludos.

  19. José Sebastián dice:

    No perdáis ni un segundo de vuestro tiempo en debates estériles.

    «Ladran, luego cabalgamos» (espero que no me haya salido un «cant»).

    Saludos a todos los Hislibreños

  20. Urogallo dice:

    Entonces según el razonamiento sobre Polonia, Rusia debería haber ocupado también Finlandia, que era territorio suyo desde las guerras napoleónicas…

    Pero como no entro en una cuestión de ese tipo, avanzo otra: Que nuestro añorado Judt nos recordaba como el plan de Rooselvelt era retirar todas sus divisiones de Europa, dejándo, a lo sumo, dos de ellas para labores administrativas y de apoyo humanitario.

    Difícil haberle convencido de librar una guerra contra el tío Joe con esos medios.

  21. David L dice:

    He leído alguno de los documentos que se han adjuntado en anteriores comentarios, no dudo en el interés de alguno de ellos, es más, creo que a pesar de querer demostrar que la Polonia de los años 30 no colaboró en lo que podríamos denominar seguridad colectiva (controlar a Hitler principalmente) puede que nos esté reafirmando en el porqué de la ruso fobia, sino cómo podríamos explicar ésta. Polonia sentía mucho más temor a un ataque desde el Este que desde el Oeste…..eso queda claro, ¿motivos? seguramente muchos, o al menos los polacos así lo veían, tal vez habría que cuestionarse la razón de este rechazo a Rusia, y no sólo a la de los soviets.

    Saludos.

  22. Svetlana dice:

    Podria parecer una novela de fantasía, pero existen casos documentados de soldados americanos e ingleses desaparecidos en la URSS tras la guerra. Habían estado presos en campos alemanes liberados durante el avance soviético y tras la derrota germana se perdió su rastro. Eso sí que es «impensable», que tus aliados enloquezcan y se carguen a tus soldados.

    Peor aún lo tenían los propios ciudadanos soviéticos, como relata por ejemplo Svetlana Alexiévich en su obra ‘La guerra no tiene rostro de mujer’ (p22):

    ««Muchos de nosotros creíamos…
    »Pensábamos que después de la guerra todo cambiaría. Que Stalin confiaría en su pueblo… La guerra aún no había acabado, pero ya había trenes dirigiéndose a Magadán. Trenes llenos de vencedores… Arrestaron a todos los que alguna vez habían caído prisioneros de los alemanes, a los que habían sobrevivido a sus campos de concentración, a los que los alemanes habían utilizado como mano
    de obra… A cualquiera que había visto Europa. A los que podían contar cómo vivía la gente en otras partes.
    Sin los comunistas. Cómo eran allí las casas y las carreteras. Que allí no había koljós…
    »Después de la guerra, todos cerraron el pico. Vivían en silencio y con miedo, igual que antes de la guerra…».

  23. rafael dice:

    ¡Estimados amigos, os respondo¡:

    -David L :coincido con tu comentario, lo único cierto es que el gobierno polaco fue incompetente y suicida porque la única posibilidad de supervivencia que tenía cómo estado en 1939 era una alianza militar con la URSS con respaldo de Francia y GB

    La paranoia injustificada y la estupidez arrogantes sólo llevan al desastre en política exterior, sobre todo si eres un estado pequeño con infulas de gran potencia, que es lo que le pasaba a Polonia.

    *vid.Michael Jabara Carley: Who Betrayed Whom? Franco-Anglo-Soviet Relations,
    1932–1939 (2014):

    https://www.webdepot.umontreal.ca/Usagers/carleym/MonDepotPublic/Carley%27s%20Web%20site/Carley_Berlin_2014.pdf

    -Urogallo: la cita de Judt sobre Roseelvet como «pacifista» ó paloma es de chiste.

    Michell Sherry ha demostrado que las líneas esenciales de la política americana – expansionista y agresiva a más no poder-habían sido diseñadas en 1942, es decir en plena época del mandatario demócrata.

    *Sherry Michael, Preparation for the next war, American Plans for postwar defense, 1941-1945, New Haven, Yale University Press, 1977 ; The rise of American Air Power : the creation of Armageddon, New Haven, Yale University Press, 1987 ; In the shadow of war : the US since the 1930’s, New Haven, Yale University Press, 1995

    Me parece que se trata de una cita apócrifa ó una invención del propio Judt, te agradecería que me dieses el libro de referencia y la nota bibliográfica ó de la fuente.

    -Svetlana: la premio Nobel bielorrusa es libre de «literaturizar » lo que quiera, pero no es evidencia de ningún tipo, es mera opinología ó historietas basadas en los famosos «testimonios».

    Veáse la crítica a la escritora bielorusa en Annie lacroix Riz:LA QUESTION PRÉALABLE DES SOURCES DE LA SÉRIE « APOCALYPSE
    STALINE » SUR FRANCE 2 (2015)

    http://www.historiographie.info/aposta3112015l.pdf

    Un saludo cordial.

  24. Rodrigo dice:

    En fin.

    Por si no lo he dejado suficientemente claro. Yo no voy a desperdiciar un segundo en responder a las sandeces de un sujeto que se planta aquí con una versión mendaz de la historia y a hacer la apología del estalinismo. Un sujeto de cuya hipocresía tenemos sobrado conocimiento, y que acaba de retratarse de cuerpo entero:

    “-Svetlana: la premio Nobel bielorrusa es libre de “literaturizar ” lo que quiera, pero no es evidencia de ningún tipo, es mera opinología ó historietas basadas en los famosos “testimonios”.

    Es sólo una muestra de la clase de individuo que hemos de soportar, y no la peor. Pero esta muestra revela su fibra íntima, su verdadera naturaleza: aunque no quiera admitirlo, el neoestalinista Rafael Granados es de la misma calaña de los neonazis, de los negacionistas del Holocausto, y es como éstos de la especie de los “asesinos de la memoria”. Ya sabemos lo que valen las opiniones de este gremio: menos que la basura.

    Saludos y que tengan un buen día los verdaderos hislibreños.

  25. Eladio dice:

    También ha quedado muy claro a tenor de la reseña lo buenos que eran británicos y americanos, lo malísimos que eran los soviéticos y, sobre todo, lo gran estadista que era ese criminal de guerra racista e imperialista llamado Churchill.

    Todo en orden pues.

  26. José Sebastián dice:

    Lo dicho: «Ladran, luego cabalgamos».

    Un fuerte abrazo desde el otro lado del Atlántico, apreciado Rodrigo.

  27. Rodrigo dice:

    Vaya un abrazo, José Sebastián.

  28. rafael dice:

    Es lo que pasa Eladio y amigos, cuando se citan estudios serios basados en la evidencia primaria y publicados desde los años 50, la gente se pone nerviosa al echar por el desague toda la mitología euronortemericana de la «guerra fría».

    Es mejor e disfrutar con la publicistica rusófoba incompetente y propagandistica de un profesional de «la guerra fría» como Roger Moorhouse :

    https://twitter.com/roger_moorhouse

  29. Urogallo dice:

    Pardiez. El libro es pequeñito. Me lo despacharé rápido.

  30. Urogallo dice:

    Capítulo 7: Interesantísimo, sobre todo porque no se trata sólo de evaluar una operación teórica sino de interpretar la situación internacional del momento.

  31. Rodrigo dice:

    En efecto. El contexto es lo relevante del asunto, y en donde reside el mayor mérito del libro.

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