NUMANCIA – José Luis Corral

Numancia La novela se centra en los días previos a la caída de Numancia frente a los romanos, tratando de mostrarnos las tradiciones de los pueblos celtibéricos y su relación con el invasor romano. El protagonista es un joven de la zona, que sirve en el ejército romano y que termina liderando la famosa «resistencia numantina».

Lo cierto es que el libro en sí está entretenido, aunque me pareció un poco superficial y simplón, especialmente en el desarrollo de unos personajes historicamente muy «ricos», que tomaron parte del asalto al epicentro de la resistencia celtibérica, como son Escipión, Yugurta o el en aquella época joven Mario.

Es esta superficialidad la que hace que no llegues realmente a conectar con la novela ni a ponerte en la difícil situación de un pueblo totalmente sitiado al que sólo le quedan dos opciones: la rendición, deshonrosa y en contra de sus ideales de libertad, o la lucha hasta la total aniquilación. ¿Qué habrías hecho tú en su lugar?

     

53 comentarios en “NUMANCIA – José Luis Corral

  1. admin dice:

    ¿este va del equipo de jurgol?
    XD

    Punkenhofen.

  2. admin dice:

    La verdad es que viendo cómo va este año en la liga, pues algo parecido…

    Richar.

  3. Antonio Penadés dice:

    No estoy de acuerdo en absoluto con el comentario anterior. «Numancia» es una obra maravillosa que me recordó en ciertos aspectos al «Sónnica la cortesana» de Vicente Blasco Ibáñez, y que en una misma novela describe distintos pueblos íberos y celtíberos, la ciudad de Cartago y la Roma republicana. Mientras que «Numancia» relata el larguísimo asedio romano a la ciudad celtíbera y la extrema valentía de sus rudos defensores, «Sónnica la cortesana» describe el refinamiento y el cosmopolitismo de Sagunto, narrando también la gallardía de sus habitantes ante el asedio de los cartagineses comandados por Aníbal. Corral sabe conjugar perfectamente su faceta de magnífico historiador (faceta de la que sí carece Blasco Ibáñez, aunque lo compensa con una prosa magistral) con su facilidad para crear unos personajes ficticios atractivos y una trama en la que la tensión se mantiene desde la primera página hasta la última. Por supuesto, recomiendo a todos ambas novelas. Un saludo, Antonio Penadés.

  4. richar dice:

    ¡Saludos Antonio y bienvenido al blog!

    La novela que comentas de Blasco Ibáñez la desconocía, pero si le echo el guante la leeré, porque me gusta bastante la temática celtíbera (¿será por veranear en Soria?).

    Estoy de acuerdo contigo en que la novela de Corral muestra la extrema valentía de los personajes y que es amena de principio a fin. Cierto. Pero a mí personalmente me sigue pareciendo un poco ñoña. El personaje principal es demasiado entrañable y no sé, me parece que el autor no consigue reflejar del todo la dureza de lo que debió ser el asedio y la rudeza de los hombres que lo soportaron.

    Evidentemente, es sólo mi opinión.

    Un saludo,
    Richar.

  5. Antonio Penadés dice:

    De todas formas, te recomiendo todas las novelas de Corral: El Cid, Trafalgar, Independencia, El salón dorado, El amuleto de bronce, El número de Dios… son todas estupendas.
    Sónnica la cortesana es muy buena, es la única novela histórica de Blasco Ibáñez, pero no recrea Numancia sino el asedio de Cartago por parte de Aníbal.
    Y, hablando de Aníbal, citar la que para mí (y para muchos) es una de las mejores novelas históricas que existen: «Aníbal» de Gisbert Haefs.
    Un abrazo, Antonio

  6. richar dice:

    Oh sí, Mr. Haefs. Sin duda, ya lo he comentado en varios posts, uno de mis favoritos. Especialmente por soler darle un enfoque diferente a historias muchas veces contadas (Troya, Alejandro o el mismo Aníbal).

    En cuanto a las de Corral, tengo ganas de hincarle el diente a varias, pero no está entre mis prioridades actualmente.

    Un saludo,
    Richar.

  7. Antonio Penadés dice:

    Efectivamente, veo que Gisbert Haefs se cita en varios posts, pero me parece que no hay ningún libro suyo comentado (aunque no hay duda de que te gustan sus novelas). Como curiosidad, te aseguro que como persona es también extraordinario.

  8. richar dice:

    Vaya suerte haberle conocido. Qué envidia.

    En cuanto a sus novelas, yo al menos no he comentado ninguna porque las he leído hace tiempo y no me gusta tirar de memoria para estas cosas. Que luego me juega malas pasadas. Pero seguro que lo próximo que lea pasará por la portada, ¡vive diox!

    Saludos,
    Richar.

  9. Antonio Penadés dice:

    Haefs suele venir bastante a España (habla español mejor que muchos de por aquí). A principios de febrero va a Barcelona a una reunión de autores de novela negra.

    Otro autor que recomiendo: Alfred Bosch. Magníficos su «Atlas furtivo» (sobre los judíos en Mallorca, Barcelona y Gerona en el siglo XIV, aunque difícil de encontrar en castellano), Los siete aromas del mundo (un largo periplo en busca del mejor café en el siglo XVII) y Heretaràs la Rambla (su última novela, aunque ésta no es histórica).

    Enhorabuena por el blog. Un saludo, Antonio

  10. Ascanio dice:

    Servidora leyó Numancia y nunca más volverá a leer nada de este autor. Reconozco que a lo mejor no es su mejor novela, y que al tomar esta decisión igual me pierdo alguna «obra maestra», pero me pareció tan infantil, tan mal escrito, tan obvio, tan superficial y TAAAAAAAAANNNNN ABURRIDO que dije ¡Nunca más Santo Tomás! (perdonad, pero me crié en las Teresianas y me sale la vena mística). Para describir el profundo hastío que me produjo esta novela, que cada vez que la miraba tenía que hacer un acto de buena voluntad para abrirla, os diré que tardé en leerla el doble que cualquiera de los volúmenes de la serie de Roma de C. McCullough. Y eso que tenía 500 páginas menos.
    Menos mal que lo saqué de la biblioteca y no me costó un duro. Si no, todavía me estaría dando cabezazos contra las paredes.

  11. richar dice:

    Saludos Ascanio,

    yo tampoco he leído del autor nada más que esta novela, y la verdad, tampoco me entusiasmó. Aunque aburrida no recuerdo que fuera, el resto de los atributos los comparto bastante.

    En fin, bienvenida al blog y esperamos verte por aquí a menudo.

    Por cierto, ¿se puede conocer el origen de tu nick? Al verlo me indujo al error de pensar que eras de serso masculinor….

  12. Aquiles dice:

    José Luis Corral es un muy buen profesor de Historia Medieval en la Facultad de Filosófía y Letras de la Universidad de Zaragoza desde hace ya un buen montón de años. La idea que su trayectoria transmite es que el éxito le llegó como un chaparrón que no ha podido asimilar en su justa medida y que está metido en una rueda de la que le va a ser difícil salir. En poco tiempo, pasó de impartir clases e investigar a escribir, supervisar guiones cinematográficos, firmar en las Ferias del Libro, etc., etc., etc., … Después de su primera novela – desde mi punto de vista la mejor – «El salón dorado», tengo para mí que firmó un contrato con Edhasa por el que quizás está obligado a publicar una nueva novela cada cierto tiempo, y es eso lo que le impulsa a escribir cada vez más deprisa – y, por tanto, peor – de modo que cuando publicó «Numancia» la calidad de su obra ya estaba empezando a decrecer de un modo importante. El problema de «Numancia» desde mi perspectiva como lector, es que no transmite emoción alguna; cuando la leí recuerdo que al final ya me importaba un huevo que el protagonista muriera o se quedara embarazado. Ya puedes ser un historiador fenomenal y hacer un alarde de conocimientos exhaustivo, que si como escritor no transmites sensaciones al que te lee, estás listo. Pienso que le vendría bien un período de reflexión a la hora de plantearse su carrera como escritor, porque es que además a la hora de escribir, como se suele decir habitualmente «tira al muñeco», o sea que lo mismo escribe de Gengis Khan que del Cid, que de la Guerra de la Independencia o de la construcción de las catedrales; a mí me desconcierta un poco, la verdad. Y me jode porque además es de la tierra…

    Saludos.

  13. Ascanio dice:

    Hola, pues el origen de mi nick es curioso: es el apellido de mi madre (y por ende el mío también, lógicamente). Y como viene que ni pintado para este blog, pues ahí está.
    Ya sabéis que estáis compartiendo experiencias lectoras con una descendiente de Eneas, jajajaja…

  14. pepe dice:

    Una novela cuyo argumento gire alrededor de hechos históricos tiene un lastre que desanima a muchos lectores: ya se sabe lo que va a pasar. Troya acaba cayendo porque entran unos soldados dentro de un caballo de madera; a César lo asesinan tal día, a tal hora, tales fulanos; Alejandro conquista el mundo para palmarla muy jovencito y en Trafalgar ganaron los ingleses. Para compensar esa desventaja y mantener el interés del lector hay que ser capaz de transmitir buenas dosis de emoción entre el inicio y el final de la novela. Coincido bastante con la opinión de Aquiles en relación a que «Numancia» es una novela que te deja bastante frío y yo no fui capaz de terminarla. En mi caso, lo de saber de antemano el argumento me resulta particularmente molesto en novelas como ésta porque tengo cierta tendencia a simpatizar con los perdedores.

    Un saludo,

    Pepe.

  15. Arauxo dice:

    Salve.

    Queridos Aquiles, Ascanio y Pepe: por lo que veo, nuestras almas se parecen. Efectivamente, José Luis Corral no sabe escribir una novela. Y si algún día supo (“El salón dorado” o “El Cid”, que tampoco son para tirar cohetes, son bastante mejores que lo que escribe ahora), se le ha olvidado. Lo de simplón y superficial, Richar, es una buena definición.

    Es verdad, como tú afirmas, Aquiles, que el autor es buen medievalista. Pero sus novelas tienen la misma emoción que un manual universitario. Y para ser escritor se necesita algo más que saber mucha Historia y que una editorial te encargue libros. Vamos, que a mí, Ascanio, también me parecen la mayoría de sus novelas (háganse las excepciones pertinentes) un tostón de antología, escritas “deprisa y corriendo” y sin el más mínimo interés. Que son novelas muy históricas nadie puede negarlo, tan históricas como aburridas, Richar (y es que ya va siendo hora de que discrepemos ¿no?). Y en mi caso, Pepe, también dejé Numancia por la mitad.

    La novela histórica tiene (debe tener) dos componentes, que son los mismos que su denominación sugiere: debe ser verosímil desde la perspectiva histórica y debe ser… novela, con todo lo que ello implica literariamente. En lenguaje taurino moderno, podría decirse que la novela debe “transmitir” (o “conectar”, como tú dices, Richar). Porque para leer Historia aséptica narrada desde la barrera, prefiero leer… un libro de Historia. La narrativa es, por encima de todo, ficción, emoción, empatía, drama… Da igual que los personajes sean reales o imaginarios; lo importante es alcanzar una proximidad emotiva al lector, la capacidad, por ejemplo, para transformar a Escipión, a Maimónides, a Galileo o al imaginario Arauxo en seres humanos que vivieron, pensaron, sintieron o sufrieron. Porque, como tú dices, Pepe, “Para… mantener el interés del lector hay que ser capaz de transmitir buenas dosis de emoción entre el inicio y el final de la novela”.

    Lo lamento, Antonio Penedés, pero la comparación con Blasco Ibáñez me parece propia de una andaluz como yo (por lo exagerado del comentario…). Y cuando calificas la obra de Corral como “maravillosa”, con tramas en las que “la tensión se mantiene desde la primera página hasta la última” me pregunto si tú y yo hemos leído al mismo autor… o son dos autores que se llaman igual. Pero estoy dispuesto, desde luego, a debatirlo. Así que espero –con el mayor de los respetos- tu contraofensiva…

    Un saludo.

  16. Antonio Penadés dice:

    Hola, Arauxo. Ante todo, pedirte disculpas por no haberte contestado antes, pero acabo de leer tu comentario por pura casualidad, no tenía ni idea de que esperabas una “contraofensiva” por mi parte.

    Voy a empezar dándote la razón en aquellos aspectos donde considero que la tienes. Corral es un autor que me gusta muchísimo, pero también creo que tiene algunos puntos débiles. El más llamativo es que a los personajes, que en definitiva constituyen uno de los ingredientes literarios esenciales de toda obra de ficción, quizás les falta solidez en alguna de sus novelas y resultan algo planos. Profundizando más en sus sentimientos y planteamientos, utilizando una mayor introspección sobre todo en los personajes principales, probablemente sus novelas tendrían esa dosis de emoción, empatía y drama que dices que les falta.

    Sin embargo, no es este un defecto que pueda molestar al lector, por lo menos a mí. Se trata casi de una cuestión de estilo. Creo que no se puede decir que Corral no sabe escribir una novela ni nada parecido. Dices también que sus novelas parecen escritas “deprisa y corriendo”, y puede que a alguna le falte un periodo de corrección más largo y sereno, pero si alguna vez tienes ocasión de conocer a Corral o escucharle en una charla comprobarás que es también cuestión de una forma personal de actuar y de expresarse, pues es una persona que habla bastante deprisa y que va al grano, sin florituras.

    Yo soy un defensor a ultranza de la novela histórica, y considero que si alguna vez hay que hablar mal de un autor es mejor reservarse para aquellos que cometen “faltas graves”, de esas que hacen daño al prestigio del género, como por ejemplo la ausencia de rigor histórico, la voluntad a adoctrinar al lector, disfrazar una obra de novela histórica cuando en realidad se trata de escritos de supuestos descubrimientos arqueológicos y misterios esotéricos con flash-backs al pasado, etc. Pero hombre, precisamente criticar a Corral… Precisamente a alguien que, estilos aparte, ha contribuido a revitalizar la novela histórica de calidad escrita en nuestro país… no puedo estar de acuerdo, la verdad.

    Creo que tus comentarios responden exclusivamente a apreciaciones subjetivas. A mí las novelas de Corral no sólo no me aburren, sino que disfruto con ellas, la trama suele discurrir con buen ritmo y, además, me reconforta mucho tener la certeza absoluta de que la recreación que está haciendo del periodo histórico es totalmente fiel. Esas virtudes compensan con creces otros puntos flacos.

    Por último, decirte que no estoy comparando a Corral con Blasco Ibáñez. Eso sería una barbaridad (agravada por el hecho de que soy valenciano), pues obviamente ambos no tienen nada que ver. Lo que comparo es “Numancia” con “Sónnica la Cortesana”, pues tienen coincidencias importantes. Además de lo que comenté anteriormente, éstas alcanzan también el tratamiento de los personajes: en la obra de Blasco, los protagonistas –Acteón y Sónnica– son bastante planos, y ello no impide que sea una gozada leer el libro.

    En fin, Arauxo, que me gusta mucho encontrar en Hislibris gente como tú, que le gusta de verdad la novela histórica y que tiene sentido crítico. Pero a mí me gusta Corral, y además mucho. Espero haberte contestado y quedo yo ahora a la espera de tu respuesta. Un cordial saludo, Antonio

  17. Arauxo dice:

    Querido Antonio:

    Nada debo disculpar porque yo también me ausento de Hislibris por largas temporadas (mucho más largas de lo que quisiera) y también dejo en el aire muchas alusiones, comentarios y preguntas que me hubiese gustado responder.

    Naturalmente, Antonio, mis comentarios responden fundamentalmente a apreciaciones subjetivas. No sé si merece la pena comentar de otra manera una escultura, una sinfonía, una novela… Es cierto que siempre puede efectuarse un análisis estrictamente objetivo de una obra de arte, limitándonos a exponer el número de endecasílabos que coforman un poema, los «tempos» y la orquestación de una suite instrumental o la técnica empleada en un determinado lienzo. Pero, a fin de cuentas, el arte -término que, en puridad y como sabes, resulta imposible definir- es una cuestión de percepción subjetiva, de valoración personal, de «placer» de los sentidos y del intelecto, de emoción, de estética y de «belleza» (¿habrá algo más relativo y subjetivo que el concepto de belleza?). Y además intuyo que a los lectores de Hislibris debe interesar más la valoración subjetiva de los comentaristas de estas páginas que el análisis técnico de una obra. Al fin y al cabo, somos un puñado de aficionados a la Historia y a la Literatura -que es, ante todo, arte- opinando y comentando novelas y monografías y no un grupo de especialistas debatiendo sobre el precio del trigo en la campiña cordobesa durante la peste del siglo XIV.

    Y como, una vez expuestas las apreciaciones subjetivas, huelga toda discusión, Arauxo -faltaría más- acepta tus opiniones con el mayor de los respetos y… de los placeres. Entre otras cosas, porque el libro de los gustos está en blanco y porque, siendo así, el debate resulta siempre enriquecedor. Sólo quiero formular, para evitar malentendidos, algunas pequeñas puntualizaciones.

    Nada tengo que objetar (y así puede deducirse fácilmente de otros comentarios de Arauxo en estas mismas páginas) a la calidad de Corral como historiador. De hecho, sí conozco a Corral, Antonio. Y he reiterado en numerosas ocasiones que es un buen medievalista.

    Sobre la importancia de la aportación de Corral a la revitalización de la novela histórica de calidad en nuestro país… tengo mis reservas. El problema reside, según percibo, en nuestros diferentes conceptos de novela histórica. Ya he debatido -y disputado- suficientemente sobre esta cuestión con otro hislibreño (en la reseña sobre Los idus de marzo de T. Wilder). Y entiendo que el quid de la cuestión radica en la importancia que se atribuya a cada uno de los vocablos que definen el subgénero que tanto nos gusta: «novela histórica». En mi opinión, Antonio, el requisito indispensable para que una obra pertenezca al mismo es el de ser una novela. Es, digamos, una condición necesaria, aunque no (por esa razón, una monografía no es una novela histórica: porque satisface la condición del adjetivo, pero no la del sustantivo). Y en virtud de la calidad de esa condición, juzgo -por supuesto, haciendo uso de mi subjetividad como lector- una obra como «mejor» o «peor». Después, a posteriori, analizo la mayor o menor historicidad de la obra o la mayor o menor verosimilitud histórica de la misma, pero ese análisis ya es independiente de la calidad literaria de la obra. Eso explica que, para el que suscribe, Los idus de marzo sea una excelente novela donde las haya (que no deja de ser «histórica» pese a las flagrantes contradicciones de su argumento con la sucesión de los acontecimientos reales) y Numancia sea una novela mediocre, pese a su rigurosa historicidad.

    Puede que Corral haya contribuido a revitalizar el género. Pero también cabe la posibilidad de que potenciales aficionados a la narrativa histórica hayan abandonado su primigenio interés por enfrentarse a lecturas muy historicistas pero… poco entretenidas, por usar un eufemismo generoso. Y es que, tal vez, los autores debiérais hacer un esfuerzo para cuestionar de una vez por todas el sambenito que suele acompañar -y, en muchas ocasiones, merecidamente- al género que nos congrega, demostrando que «rigor histórico» no es, necesariamente, sinónimo de «mayúsculo tostón». Un sambenito cuyos efectos han sido tradicionalmente demoledores y al que se debe, en gran medida, la identificación del género con la literatura «de segunda clase». Ese es el reto que, desde mi humilde punto de vista, afronta la narrativa histórica en los tiempos que corren.

    Pero una cosa debe quedar clara, Antonio: es la opinión de Arauxo, «un crítico de tres al cuarto». Y cuando se contrasta con la de un autor, lo menos que uno puede hacer es reconocer su humildísima condición y rendir el tributo que todo autor merece por haberlo intentado. Así que vaya por delante mi reconocimiento, Antonio, y por supuesto, el mayor de los respetos, amén de un afectuoso saludo.

  18. Antonio Penadés dice:

    Querido Arauxo:

    Leo tu comentario y coincido en todas tus apreciaciones. Para mí, una buena novela histórica tiene que cumplir ambas facetas: calidad literaria y rigor histórico. La necesidad de este equilibrio es evidente, pero, desde luego, es algo que se olvida en demasiadas ocasiones. Y, por supuesto, el hecho de que una obra cumpla con el segundo requisito no debe ser un obstáculo para que alcance determinado nivel literario (y viceversa). En lo único que discrepamos, creo, es en la percepción subjetiva de las obras de Corral, pues a mí me gustan mucho y disfruto con ellas. Y ahí hay poco que debatir. Por tanto, sólo me queda felicitarte por la calidad de tus argumentaciones y enviarte el más afectuoso de los saludos.

  19. David dice:

    Yo, la verdad, de este autor sólo he leído Trafalgar e Independencia; y a ambos les daría un notable en cuanto al rigor histórico, y un aprobadillo en lo que respecta a la calidad literaria. Eso sí, con ambos me lo pasé pipa y espero ansioso la última parte de la trilogía del autor sobre la Guerra de independencia.

  20. Urogallo dice:

    Intentado vencer mis prevenciones sobre esta novela, me decidí a tratar de leerla ya que tenía planeado asistir la semana que viene a una conferencia del autor…En fin, lineal, totalmente lineal. Aburrida, previsible, con personajes que parecen todos copiados unos de otros, sin la más mínima profundidad…Y un conocimiento de la historia, cuanto menos deficiente.

    Como ya hubo quién se tomó el trabajo de analizar la obra por lo menudo, pués pongo el enlace y termino:

    http://www.celtiberia.net/articulo.asp?id=841

  21. Ascanio dice:

    Uro, gracias por el enlace. De toda la crítica, me quedo con esta frase, que expresa mi opinión de la novela al cien por cien: resulta un estilo más propio de un relato infantil.

  22. Josini dice:

    He leído vuestros comentarios sobre Numancia y José Luis Corral, y sobre otro de los grandes de la novela histórica que es Gisbert Haefs. Bueno, leí Aníbal del último y Numancia del primero. Son un apasionado de la historia antigua y hace algunos años descubrí la novela histórica.

    Creo que la mayoría pone mal a Corral por ser un escritor plano, que no transmite emociones. Yo no diría tanto, porque la fuerza emotiva de la historia de la resistencia de Numancia es suficiente para que me haya transmitido interés y emoción. Sin embargo, algo de razón tenéis.

    Es cierto que me defraudó su novela porque sus personajes son planos. En favor de que sean planos ha de decirse que uno de los requisitos de una novela histórica que pretenda seguir siendo histórica es la de no especular con personajes reales ni inflarlos para hacerlos más interesantes. Es evidente que Corrales lo cumple, pero también salta a la vista que el personaje principal y otros, que son ficticios, necesitan más profundidad para comprender las decisiones que toman.

    Por ejemplo el padre del protagonista salta de una a otra posición sin que el lector tenga ni idea del motivo, y no son saltos superficiales, sino ese tipo de saltos morales que sólo se pueden dar cuando se la vida te ha cambiado y eso hace que cambies la manera de vivir. También el personaje principal sigue la norma saltarina de su padre, y de él y de su amigo romano se puede decir también que no se comprende cómo los dos son amigos teniendo una manera de entender la amistad tan diferente.

    El arco de transformación para mí es fundamental a la hora de identificarme con un personaje. Linto, en el último soldurio, es un ejemplo de personaje que se le sigue desde la niñez a la madurez y que pasa también por las filas romanas para luego defender la independencia de su pueblo. Os animo a que leáis esta magnífica novela si queréis compararla con Numancia, si bien claro está lo que nos emociona a unos no tiene porqué ser lo que nos emociona a otros. De cualquier manera, la historia de cántabros y celtíberos viene a ser la misma, es decir es el mismo drama humano, el de la dignidado o la servidumbre o supervivencia.

    Es muy interesante la gran diferencia que yo veo entre los celtas galos y los celtas de Hispania. Por más que todos fueran celtas, estas dos novelas y otras resaltan una observación histórica que ya hicieron Julio César y otros autores. Los galos según César eran tan valientes como llorosos a la hora de pedir clemencia cuando eran derrotados. Es fácil comprender porqué César los derrotó completamente en siete años, dado que se sabe que los jefes tribales eran unos alcohólicos que comerciaban con los romanos. Una jarra de vino valía un esclavo, e iban a por ellos a las tribus celtas vecinas.

    En cambio varios historiadores romanos afirman de los hispanos cosas como que vivían de manera ruda, con la abstinencia y rechazo al lujo, propia de los pobres que no saben sacar mejor provecho de su tierra, y que acudían fácilmente a las armas para guerrear con sus vecinos. Pero claro, no lo hacían para obtener vino, sino simplemente comida.

    Respecto a la novela Aníbal de Haefs, me pasó algo parecido. Como Numancia, me gustó mucho. Es cierto que con ambas me decía mientras las leía que contenían personajes planos. En el caso de Aníbal además contenían larguísimas descripciones de ciudades, banquetes, etc., y poca narración de sentimientos exceptuando los que la guerra les daba a los personajes, y la guerra es una lucha colectiva, que casi por definición es mucho menos interesante que la lucha personal de una sola persona. Pero la verdad es que las leí del tirón y con ambas aprendí mucha historia.

    Creo que uno de vosotros ha dado en el clavo. A José Luis Corrales le ha sorprendido el éxito. Pasa por ser el mejor narrador español de novela histórica, pero es exagerado. Javier Lorenzo, el autor de el último soludurio, le supera con creces en esa su primera novela histórica. Y por ejemplo Rosa Montero en Historia del Rey Transparente es difícilmente superable.

    De cualquier manera nunca hay que olvidar lo difícil que debe de ser escribir una novela y lo fácil que desde luego es hacer críticas. Yo desde luego me acomplejo de no saber narrar, desear narrar, y dedicarme a críticas facilonas como la que leéis. Por eso no quiero que desechéis las novelas de José Luis Corrales. Seguramente que lo hace mucho mejor de lo que lo haría yo, por ejemplo. Y no olvidemos que la mejor novela de aprender historia es una buena novela histórica, si es fidedigna. Además Corrales sabe sacar la esencia del pueblo romano y del celtíbero, es decir sabe de lo que habla y es un buen analista histórico.

  23. Aretes dice:

    Josini, no he leído el libro, así que no puedo opinar pero tu crítica, con la que cae este hilo, me parece valiente y envidiable. Hay quien sabe sacar siempre una virtud del hecho de leer un libro y esprimirlo hasta que suelte lo mejor, algunos cuesta más o dan con lectores menos pacientes, es verdad.

  24. Arauxo dice:

    Bienvenido al debate, Josini. E independientemente del grado de acuerdo al que podamos llegar respecto a nuestra opinión sobre Corral, da gusto leer argumentos bien expuestos y razones razonadas como la tuyas. Ojalá permanezcas con nosotros y participes en muchos debates, aun a riesgo de tener que batirnos en duelo… dialéctico y respetuoso, claro está.

    Un saludo.

  25. Ascanio dice:

    Hola Josini. Por lo que veo en tu blog, tienes muchas más críticas hacia otras novelas (eres «elasturinanu», ¿no?), así que te animo a que te quedes y te des un paseo por la página principal y por el foro. Seguro que encuentras cosas que te interesarán y, además, así tendremos la oportunidad de volver a leer tus comentarios.

  26. carcaba dice:

    Me sumo a los que no les ha gustado Numancia de José Luis Corral. Anteriormente leí El Cid del mismo autor y me defraudó, pero esta casi me desquició por lo simple, infantil y mal escrita. Como se cita en otro comentario, el análisis que le hacen en celtiberia es genial.
    Lo más increible es leer al autor eso de «no menos de mil títulos han sido consultados para escribir este libro», si eso es cierto la verdad es que no aprovechó para nada esas lecturas.Imagino que la mayor parte de las personas que escribís en este foro sois muy aficionados a la novela histórica así que imaginaros como sienta leer este libro después de haber leido la saga sobre Roma de Colleen Mcculloungh.

  27. Urogallo dice:

    Como todos nos sentimos ;).

  28. Melkart dice:

    Estoy totalmente de acuerdo con muchos de los comentarios sobre las novelas de D. Jose Luis Corral, ¡¡SON ABURRIDISIMAS» y más tocando los temas que toca, que entran por el ojo. Lastima de dinero que invertí, pues yo las compré (NUMANCIA y EL CID), pero no me atreví con la tercera.
    (fué un «Güevo de pesao» con lo de «LAS SANTAS MASAS» en EL CID)

  29. davide dice:

    Pues a mí Trafalgar e Independencia me gustaron.

  30. Eva dice:

    Propongo un divertido juego literario: adivinar qué mensajes de este sección han sido escritos por el propio Corral. Según cuenta un compañero suyo, profesor en Zaragoza, es especialista en infiltrarse en foros para hablar bien de sus propias novelas, con una gotita vagamente crítica para darse credibilidad. Más de una vez ha utilizado nombres de sus colegas.
    Dicho todo lo cual (que me ha sido contado por alguien fiable, pero de lo que no tengo pruebas) diré algo de lo que sí tengo pruebas, como lectora (El Cid, Trafalgar y Numancia, y ya vale): Corral es un plagiador descarado, especializado en reescribir mal novelas que ya escribieron bien otros. Sólo el Cid se salva un poco, y muy por los pelos. El resto es basura plana y torpe. Un aprovechado sin talento narrativo y con muy poca vergüenza. Dicho lo cual, me parece bien que a otros (a lo mejor alguno de ellos no es Corral) les haya gustado. Allá cada cual y en eso no me meto. De gustos no hay nada escrito.

  31. marbenes dice:

    Hombre, Eva, quitando a Josini y a Carcaba, que no me suenan y cuyas críticas son negativas para Corral, los demás comentaristas de esta bitácora son habituales de los que no se puede sospechar. Por otra parte, dada la dureza de tu opinión y el descrédito implícito en tu comentario, como des con alguien tan fan-ático de Corral como lo eres tú de Pérez-Reverte…

  32. cavilius dice:

    Ya puestos a pensar mal, a ver si resulta que Pérez-REVArte usa el mismo truco que Corral…

    Saludos.

  33. Jerufa dice:

    ¡Jó!…esto va pareciendo una novela por entregas…pero de suspense, claro.

  34. davide dice:

    Está bien, lo confieso, Jose luís Corral es el pseudónimo que utiliza Pérez Reverte, que a su vez emplea Eva, que no existe, sino que es un programa creado por ordenador en la RAE para fomentar la lectura.
    Peo rodo esto es alto secreto, así que ahora tendré que … ¡mataros!.

  35. Urogallo dice:

    Yo soy demasiado joven y guapo para morir…

    De todas formas, para que no se diga, yo estoy de acuerdo con lo de que el libro da pena y dolor.

  36. davide dice:

    Uro, tú serás el primero.Ja, ja, ja, ja.
    (sonido de truenos de fondo).

  37. Germánico dice:

    ¿En plan «Thriller»?

  38. davide dice:

    No. Mejor en plan conde Drácula de Barrio Sésamo. Y mientras vaya contando los cadávers sonarán los truenos. Id rezando lo que sepáis.

  39. Eva dice:

    No captais, chicos. En realidad, yo soy Corral, que odia tanto a Reverte, que lo pone bien para que por reacción adversa, otros lo odien, y por movimiento pendular (ley de Elmer-Scharfausen) terminen amando a Corral. Está chupado. Tan fácil y al alcance de cualquiera que podría ser una de esas novelas baratas de ese falsario, Reverte, que en realidad es Corín Tellado las noches de luna llena (las de luna nueva es Marcial lafuente Estefanía). El Club Dumas, por ejemplo. Que como todo el mundo sabe, fue escrita por un negro de la Tellado llamado Nando-Ndongo, aunque fue Reverte quien se llevó la pasta. De ahí el odio africano (africano por lo de negro) de aquel negro hacia este blanco. Como veis, al final todo termina aclarándose. Como dijo Sherlock Holmes al preguntarle qué queso estaba comiendo: «Es el emental, querido Watson».

  40. Ivancete dice:

    Pues a mi Numancia me encantó… XDDD
    Y sufrí como el q más, al final; ay! q me cae una lagrimilla…
    En cuanto a lo d cambiarse d bando, q parece q muchos no lo entendisteis, sólo decir q su padre le crió como a un soldado para q fuera mercenario (=persona q se vende al mejor postor), y eso es lo q hacía el prota. Tan sencillo como eso (nada d valores morales intercambiables…).
    Saludos!!

  41. Leo C dice:

    xD… me reí bastante leyendo la discusión de los muchachos del inicio, el que creó la reseña me hizo cuestionarme si realmente la novela de Corral era tan buena como la recordaba, pensé un poco y agarre el libro, leí unas paginas y dije que sí, es buenísima!, la leí en un verano en menos de 5 días, no pare de leer.
    Saludos.

  42. sguinales dice:

    Pues ami me esta encantando y la termino hoy o mañana, debe ser que vengo de serie de Simon Scarrow, jajaj. La novela es sencilla pero muy buena, nuestros heroes antepasados de la peninsula dando por saco a la invicta y todopoderosa Roma.

    Tengo la serie de Posteguillo preparada y prometo leer «El primer hombre de Roma» y «Yo,Claudio», mejor ir «in crescendo» de calidad.

    «Oro para comprar nuestra libertad no tenemos, pero si tenemos armas para defenderla!!»

  43. Francis dice:

    Supongo que nadie llegará a leer este comentario después de todo lo expuesto mas arriba, máxime cuando ha pasado tanto tiempo desde el último comentario, pero aún así lo dejo por si le interesase a alguien.

    Estoy de acuerdo en que Corral es un pestiño infumable que no se puede leer sin sufrir de cataratas posteriormente. Es aburrido, monótono, repetitivo, superficial y toda esa serie de calificativos que habéis mencionado. Pero es que además, y eso es lo peor, como historiador que es se le debería caer la cara de vergüenza. Se inventa hechos y confunde otros. Aún me duelen las meninges cuando leí como mezclaba y confundía triarios con principes, algo básico cuando se habla sobre las guerras de Roma. Y cuando habla de consultar libros se debe referir a copiar ideas, descripciones o frases de clásicos de la época, porque hay párrafos enteros sacados de los escritos de, por ejemplo, Catón el Censor cuando describe hispania citerior.

    Yo creo que este hombre junta varios textos de la época, alguna pieza arqueológica, como la tésera con las manas unidas, y lo mezcla todo en una coctelera falta de sentimiento y ideas.

    Tras leerme esta novela suya le pose en la lista negra de los autores que no hay que leer.

    Ya me he quedado a gusto, hombre :)

  44. 79festo dice:

    Yo he leído tu comentario, y a mi también me duelen los ojos y el bolsillo cada vez que veo el libro en la estantería, además por los mismas razones que expones. Y por los nombres, me mata como usa los nombres romanos…

    En fin, un saludo.

  45. endoveles dice:

    yo me he leido este libro y no creo que sea ni tan malo ni tan aburrido, tambien es cierto que ni soy un experto en literarura y mucho menos en novela historica. Es quizas esa narrativa tan plana y clara que facilita la lectura.
    un saludo.

  46. general winter dice:

    ¡Lo que hay que leer! Corral es nuestro mejor escritor de novela histórica, lo reconoce así el 99% de sus colegas, que lo llaman «el maestro». Numancia es una novela fresca y apasionante, y muy documentada. Y Corral transmite emociones como el que más. ¡Ay, país!

  47. Valeria dice:

    Eso, a tu juicio, general winter.
    Numancia a mí me aburrió. No me enganchó. Pues mala suerte, ya me gustaría a mí que todo lo que compro me entusiasme. Y sí, está bien la disparidad de criterios, que todas tengamos una lectura crítica y que todos manifestemos la variedad de nuestro gusto. Esa es la razón de páginas como ésta. Para otras cosas están los clubs de fans.

    Me importa poco quiénes son los colegas del autor, o que el 99% de ellos le llamen Maestro. Como si le quieren llamar «Comendador de los Creyentes». Sólo manifiesto lo que experimenté con la lectura de Numancia. Me parece de vicio que a tí te haya encantado.

    Lo que no entiendo es esta campaña en distintos hilos del foro, a mayor gloria de no se quién. Del sentido crítico no, desde luego.

  48. Gilles de Blaise dice:

    General Winter, no quiero pensar entonces cómo está el gremio entonces…

    No niego que la novela esté documentada, no tengo conocimientos suficientes para discutirlo, pero no transmite sentimientos ni es siquiera amena ni los personajes son atractivos o creíbles.

    Alucinante que se consultaran no menos de mil libros para escribirla…

  49. yolanda dice:

    Hola a todos, soy nueva aqui. (Por favor, teneis que perdonar que no ponga ni un solo acento, pero algo he tocado y he fastidiado la tecla del acento, de modo que ahora me salen por pares y es peor ponerlos que omitirlos, espero poder arreglarlo, disculpad)
    Soy gran aficionada a la lectura en general y sobre todo a la novela historica y en especial de la republica de Roma, periodo que me apasiona, por lo que leo montones textos clasicos (Polibio, Plutarco, Varro…) y cuanta novela sobre ello se edita.
    Vaya por delante que no he terminado aun la novela, la llevo por la mitad, mas o menos, pero ya puedo decir que coincido con algunos puntos comentados, mas bien criticados.
    Desde luego parece escrita a prisa y corriendo y es una pena que no profundice en personajes que a priori resultan atractivos como el joven Aracos, pero ahi no me voy a meter hasta concluirla.
    Por otra parte va narrando los hechos «a toda caña» como si cogieses la lista de consules de la wikipedia y fueses resumiendo sus hazañas a dos lineas por consul, por poner un ejemplo. Ciertamente muchas «opiniones» sobre Hispania o Roma son copias de otros textos, algunos clasicos.
    Lo que me parece sangrante son los errores de bulto cometidos como el comentado ya de los triari, y otros tantos, por poner un ejemplo, ni tan siquiera es correcta la edad del rey Masinisa en la fecha en que la situa (facil de calcular). Pero -y por favor que alguien me corrija si me equivoco ya que yo, a diferencia del autor, no soy historiadora ni nada parecido- ¿Marco Porcio Canton, el Censor, no murio en el año 149? Asi lo atestiguan los escritos clasicos y ningun historiador moderno, que yo sepa, ha contradicho – o contradecido, como diria la planetaria compañera de partido del autor, Leire Pajin- tal dato.
    Estoy en la pagina 83 de la novela «Numancia» y en ella aparece un discurso de Canton tras la destruccion de Cartago y la de Corinto que ocurrieron en el año 146.
    Es un hecho conocido que tras su empeño y famosa frase repetida hasta la saciedad sobre la destruccion de Cartago, Canton no vivio para verla.
    En fin terminare la novela aunque no me este apasionando (sobre todo despues de leer la tilogia de Posteguillo, que recomiendo encarecidamente) por que no me gusta dejar nada a medias, pero si yo tuviese razon (que puedo equivocarme por que insisto en que yo no soy historiadora) Es «pa» matarle; (como historiador y como autor) hablamos de datos mas que conocidos de documentacion muy basica.

  50. yolanda dice:

    Jo, estoy desfasada en el tiempo, nadie me va a contestar… (me estoy mesando los cabellos mientras lloro, por supuesto)

  51. yolanda dice:

    ¡y, por Dios! A Escipion Emiliano no le adopto Escipion Africano, sino su hijo. Eso lo sabe todo el mundo. Es grave lo de este señor. ¿De verdad puede ser profesor?… Es preocupante…

  52. Eli dice:

    Precisamente es lo que pone la novela.. nieto adoptivo

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