LOS FALSOS PEREGRINOS – Nicholas Wilcox

Abres el libro y lo primero que lees es que el propio Juan Eslava Galán es el traductor del mismo. Luego en la página siguiente aparece una pequeña biografía del autor: «Nicholas Wilcox (Lagos, 1958) es graduado en Historia por la Universidad de Oxford. Ha viajado por todo el mundo, primero como periodista freelance y después como productor de la BBC, y ha residido sucesivamente en Buenos Aires, Marsella, El Cairo, Madrid y Florencia. En la actualidad se dedica en exclusiva a la escritura. Desde que enviudó ha establecido su residencia en un viejo molino rehabilitado del río Wye, en las montañas de Gales, donde vive con un perro y un gato.

»Gran admirador de España, pasa temporadas en la sierra de Cazorla, Jaen, dedicado a observar pájaros. Es miembro de la Royal Ornithological Society».

Así que, al pasar la página para empezar a leer esta primera novela que forma parte de una trilogía sobre templarios que tienes entre las manos, no puedes hacerlo sino con una maquiavélica sonrisa en la cara.

Que Wilcox es ornitólogo es algo que solo sabemos por esta mención pues no se le conoce trabajo alguno en este campo, y es el propio Équix el que me lo confirma después de un exhaustivo e infructuoso trabajo de búsqueda, y él (Équix) sí que paga religiosamente todos los meses la cuota de la Royal Ornithological Society.  No podemos decir lo mismo de Wilcox, ni de James Bond, otro «ornitólogo»…

Vamos, que se creen en la editorial que nos lo vamos a creer, ornitólogo dicen, cuando es un secreto a voces que en realidad Wilcox fue agente del MI6 durante casi todo el periodo que continuó a la guerra fría, tratando de taponar el éxodo mafioso del este y que desmanteló él solito toda la red ilegal de apuestas ilegales de peleas de gallos en Bulgaria, Cracovia, y Polonia (tengan en cuenta que estas bandas estaban dominadas por las mafias rusas). Pero dejando a un lado la autentica identidad de Wilcox, sigamos con la reseña.

Sí, dicha magnífica novela es la primera de una trilogía de la que solo pienso reseñar esta, Los Falsos Peregrinos, que es de largo no solo la mejor de las tres, sino que muy posiblemente lo mejor del autor. Antes de abordar este trabajo Wilcox debutó con otra espléndida, aunque más desarbolada, novela de intrigas alrededor del secretísimo nombre del dios hebreo y solar que todos hemos heredado, titulada La Lápida Templaria. En ella, parece prepararnos para su siguiente trabajo (este que nos ocupa), al ser un elemento clave en su trama una pequeña lápida de mármol, grabada con extraños símbolos geométricos, que el autor considera obra del propio Rey Salomón. Y donde este rey Salomón mismo, con esos insólitos diagramas, plasmó en secreto el oculto nombre de Dios, que él mismo consiguió un día descifrar (por así decir). Esta marmórea lápida, de no más de medio metro cuadrado, aún puede observarse, incluso tocarse, en lo que hoy es el Ayuntamiento de Arjona, y que, casualidades de la vida, es el pueblo del traductor. Y este nexo de unión entre autor y traductor ahonda más en la teoría de que no solo Wilcox, sino que también Eslava, fue de los más activos espías de occidente, y de ahí su fraternal amistad (de hecho eran comunes los largos lapsos de tiempo en los que se le perdía la pista, e incluso desde la editorial tenían problemas para poderse poner en contacto con él).

El caso es que la novela comienza con una fecha y una localización ya de por si mítica y épica para todo aquel lector apasionado por El Temple; en una palabra, atractiva: San Juan de Acre, Tierra Santa, viernes 18 de mayo de 1291. Allí, uno de nuestros protagonistas, Roger de Beauford, se hará, muy a pesar suyo, con el secreto del Temple, que es el verdadero nombre de Dios, con el que según la cábala, eres poseedor de todo el conocimiento y dicha del universo, para que, una vez a salvo y en Francia, él a su vez, pueda trasmitirlo a un hermano más piadoso y listo, ya que él no sabe ni leer. Hoy sabemos que muy pocos templarios escaparon de Acre. Guillermo de Beaujeau, maestre del temple en esos momentos y poseedor del secreto por razones de organigrama, no fue precisamente uno de ellos y, en su lecho de muerte, transmite esa secreta palabra (el dichoso nombrecito) a un guerrero analfabeto que no tardará en olvidarla.

A partir de ahí comienza una alucinante trama a la que se le irán sumando una serie de entrañables y terribles personajes que nos desgranarán una originalísima historia en la que viajaremos por un mundo medieval lleno de problemas que solucionar, acompañando a Roger de Beauford y a un instruido templario al que se le asigna su cuidado y recuperación del nombre (y al que todos acabaréis admirando), Juan Vergino. Ambos reciben el encargo del propio Jacques de Molay de poner a salvo el nombre, pues este sospecha del Papa, y no es para menos pues todo esto sucede momentos antes de perecer en la hoguera y pronunciar sus míticas maldiciones al papa y al rey de Francia (que ya me contaréis si os parecen cumplidas o no). Este encargo los acabará llevando en busca del arca perdida.

En su viaje al sur, inevitablemente pasarán por Castilla donde los hermanos calatravos los ayudan y abastecen y donde enrolan para su causa a alguien más; entre otros, a uno de los personajes con los que más he empatizado en la vida, el criado de un señorito que acabará siendo fundamental para los intereses de Vergino: Huevazos.

¿Y los malos?, ¿Quienes son los malos? El Papa y compañía.

La curia papal, dirigida por Guillermo de Nogaret, al conocer la fuga de estos dos templarios, activa un dispositivo de búsqueda y eliminación, todo a cargo de un autentico psicópata, un antiguo hermano teutón que responde al nombre de Lotario de Voss, y que será capaz de lo que sea por cumplir con su misión…Lo que sea, acuérdense de lo que les digo.

Lotario es uno de esos personajes que no se olvidan en la vida.

La trama continúa y te dejas llevar en un viaje hacia lo desconocido, y todo ello salpicado por las continuas revelaciones de Vergino, que nos hablará de las ramas juanista y pedrista paleocristianas, de los apócrifos, de los dioses y diosas viejas, y del funcionamiento estructural del temple. Captaremos el especial modo de entender la vida de Huevazos, y las terribles habilidades de nuestro, entrañable en el fondo, malo malísimo Lotario, «El Católico» de Voss.

Viaje por el Mediterráneo, norte de África, Egipto y ascensión mítica del Nilo Azul en busca del Arca de la Alianza, en la que todos y cada uno de nuestros protagonistas sufrirán una paulatina metamorfosis en sus almas que, sin duda, los acompañará hasta la muerte (si es que son de los que sobreviven) y a los que uno se va  imaginando cada vez más decrépitos, según avanza por sus  páginas.

Sexo, violencia, intrigas, aventuras, misteriosos y simbólicos secretos revelados, esta novela no me puede dar más.

El libro termina y te entran ganas de volverlo a leer, pero como tiene un par de continuaciones no lo haces, te enfrascas en la lectura de los otros dos y te olvidas de hacerlo. Afortunadamente, gracias a Vori que me lo recordó hace días, me lo he vuelto a leer y he disfrutado casi como el primer día, tanto que hasta reseña me he animado a escribir. Léanla si no la han leído, o reléanla si procede, no se arrepentirán.

Bien por Wilcox, bien por Eslava Galán, y bien por los servicios de inteligencia anglosajones por haberle dado a los dos la oportunidad de conocerse, ya que este tándem de autores nos ha regalado obras cumbres de la ficción moderna, en formato novela histórica, gracias C.I.A., gracias MI6.

[tags]Templarios, San Juan de Acre, rey Salomón, Arca de la Alianza[/tags]

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23 comentarios en “LOS FALSOS PEREGRINOS – Nicholas Wilcox

  1. Urogallo dice:

    El libro, sin perder del todo el estilo de Eslava Galán, era una broma bien construida. Sobre todo la biografía del «autor», que recupera todos los tópicos británicos sobre esos aventureros con múltiples intereses y que en tiempos del imperio habrían comprado una colina en Creta para desenterrar el palacio de Cnossos…

    El libro es bastante bueno. Para mi, el mejor de la trilogía, con una historia coherente y bien construida, personajes bien trazados, y el gusto por introducir pequeñas tramas secundarias, a veces mínimas, inspiradas a veces en relatos tradicionales ( Como el de la mujer sosteniendo el aceite )

  2. Balbo dice:

    Este doble alter ego también se puede ver en otras obras suyas como «El enigma de la Mesa de Salomón»

  3. Darklyes dice:

    Pues yo pese a que soy un fan absoluto de Eslava Galán, no me he leido nada de lo que ha publicado bajo pseudónimo, asi que ya es hora. En cuanto tenga oportunidad me lo compro.

  4. Vorimir dice:

    Un libro muy entretenido, mucho, aunque no soy tan entusiasta de él como maese Lantaquet.
    Eso sí, me han dicho que los dos siguientes son bastante flojos por no decir malos.

    Arturo Pérez-Reverte también investigó al sr Wilcox:

    http://arturoperez-reverte.blogspot.com.es/2011/05/el-extrano-caso-de-nicholas-wilcox.html

  5. iñigo dice:

    Vaya reseña… la he leído con media sonrisa en la boca y la he tenido que volver a leer para tomarme en serio su lectura y escudriñar su ironía entre frase y frase. Podrá ser muy entretenida la novela… pero creo que me quedo con la reseña de Lanta… que es muy buena

  6. Trecce dice:

    Sin duda, es muy entretenido.
    Enhorabuena por tu reseña, Lantaquet.

  7. Balbo dice:

    ¿Y sabeis que la única foto que hay de Nicholas Wilcox es posiblemente la del hermano de Eslava Galan?

  8. Akawi dice:

    Juan Eslava Galán siempre tan irónico, al parecer no dudó en inventar hasta la biografía completa del tal Nicholas Wilcox.

    Me gusta como escribe este autor, su idea de la narración un tanto satírica me agrada, aunque no he leído nada de él bajo su seudónimo.

  9. er lanta dice:

    Jejejeje, la escena de la aceitera es memorable.

  10. Balbo dice:

    Como curiosidad indicar que si alguna vez veis una anfora griega en el que aparece una aceitera entre dos hombres es sinonimo de escena homosexual. Es un dato tonto pero me ha llamado la atención.

  11. Lucía dice:

    Lanta qué reseña más divertida, la he disfrutado. El libro en cuestión lo leí con interés
    y me entretuvo y gustó; los dos siguientes, Las trompetas de Jericó y La sangre de Dios, no me entusiasmaron tanto.
    La bromita del nombre del autor, pues eso, un gracieta.

  12. er lanta dice:

    Seguro que si Eslava no contesta a esta reseña es, porque quien calla otorga…

    jajajajaja

  13. saporo dice:

    Buena reseña Lant, aunque a mi Eslava Galán no termina de convencerme..

  14. er lanta dice:

    Ya ya. Ud es más de Agatha Christie…

  15. Horus-chan dice:

    Buena reseña, Lanta, muy amena. La verdad es que de este autor sólo he leído su ensayo sobre los Templarios, así que esta saga aún la tengo en el tintero.

    Pero bueno, todo se andará. La siguiente reseña, podrías hacerla de ese autor jienense, ese que se llama… Eslava Galán? ;P

  16. rosalia de bringas dice:

    ¡Me ha encantado esta reseña!
    Desde luego ofrece un estilo personalísimo de comentar obras. Y no sé si la novela merece o no la pena de ser leída, pero, desde luego, al reseñador no hay que perderlo de vista.
    Gracias por hacernos partícipes de un humor tan peculiar.

  17. Davout dice:

    Una reseña de Lantaquet y el malo es el Papa. No, si ya te digo. Enhorabuena amigo, a por muchas más.

  18. lann (dicen que el astuto) dice:

    Rosalia la novela se merece un par de tardes en la piscina jejeje (eso me duró a mi)

    Dav, te prometo que en la próxima (El médico) no pienso reseñar quien es el malo, aunque sea un cruzado…
    ;)

  19. Nausícaa dice:

    Estraordinaria reseña, Lanta. ;) Nos das una idea muy clara de lo que trata el libro. Este no lo he leído, pero La Lápida Templaria si y no me gustó nada. Por eso no me he preocupado de leer nada mas de este autor ni de saber nada más de él. Solo se que le puse una cruz muy grande :)

  20. iñigo dice:

    Je, Je, Je. Más clara imposible. Bien por tí Nausícaa.

  21. er lanta dice:

    Pues la verdad es que salvo este, lo demás de Wilcox no está a la altura ni para mi.

  22. juanrio dice:

    A mi me paso como a Nausícaa, que intenté leer La lápida templaria y se me cayó encima de la cabeza….no he vuelto aprobar ni con Wilcox ni con Eslava, pero la reseña tiene mucha gracia…

  23. lantaquet dice:

    Pues si alguno recuerda la escena de la aceiterá diré que es autentica, según me comentó juan. La podreis encontrar en DE LA INVASION ISLAMICA AL ESTADO CONTINENTAL .http://www.casadellibro.com/libro-de-la-invasion-islamica-al-estado-continental/9788474053043/145924

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