LA FRAGATA ANDORINHA – Luis Delgado Bañón

LA FRAGATA ANDORINHA - Luis Delgado BañónDelgado Bañón no escribe «ese tipo de historia-ficción utilizada con profusión por autores británicos de temas navales». Según sus propias palabras, «todos los hechos históricos narrados en las obras de esta colección (se refiere a la saga de la que forma parte esta novela, UNA SAGA MARINERA ESPAÑOLA) así como los escenarios geográficos, cargos, empleos, destinos, especificaciones de unidades a flote o en tierra, así como las situaciones sufridas por ellos se ajustan en un cien por cien a la realidad histórica, de acuerdo con los fondos consultados con la necesaria profundidad y el compromiso adquirido ante documentaciones contrarias».

Ahí es nada. Estamos, pues, ante historia naval novelada. Y por supuesto, historia naval española. Un nuevo homenaje del autor a nuestra Armada narrada en primera persona por un miembro de la saga de los Leñanza. En la novela que nos ocupa, el protagonista es el capitán Santiago de Leñanza, la tercera generación de esta familia de oficiales, recientemente ascendido al cargo de brigadier, al mando de la fragata «Proserpina». Ya ha sido reseñada en Hislibris otra obra de este mismo autor, El navío Príncipe de Asturias. Trafalgar.

Con una prosa característica que pone de manifiesto el conocimiento de la época y sobre todo de la Armada de esa época, y que supone uno de los elementos más atractivos de esta lectura –pese a que en las primeras páginas pueda resultar algo chocante esta manera de hablar propia de pasados siglos, y tan específica de los hombres de la mar- se despliega ante nosotros una serie de sucesos que, sabiendo el lector de antemano que no forman parte del acervo imaginativo del autor, sino que son acontecimientos que realmente tuvieron lugar, hacen correcto ese dicho de que la realidad supera siempre a la ficción.

Con ritmo ágil, aunando las vivencias personales del protagonista con las vicisitudes propias de la misión encomendada al capitán Leñanza, navegamos a bordo de la «Proserpina» con la encomienda de encontrar a la fragata portuguesa «Andorinha».

Los hechos transcurren en plena guerra de Independencia española. A un poco avispado Virrey de Nueva España se le ocurre que la mejor manera de enviar a la península un valiosísimo cargamento de perlas cultivadas y caudales –por valor de más de doce millones de pesos- es contratar a un ex oficial de la armada portuguesa y fijarle una derrota que ha de llegar a España desde Acapulco a través del mar del Sur en dirección a poniente, atravesando el Mar de China y el Mar de las Indias para finalizar costeando el continente africano, casi circunnavegando el globo. La excusa de esta peregrina derrota es la inestable situación política en las colonias, que en opinión del Virrey requiere deshacerse de ese tesoro cuanto antes, para evitar que caiga en manos de rebeldes, y el acecho constante en las rutas tradicionales de buques franceses con patente de corso. Y claro, la «Andorinha», pues ése es el nombre de la fragata contratada, desaparece. Las necesidades de la guerra y de la propia Armada obligan al gobierno de regencia español a plantearse la búsqueda de dicha fragata por una parte del globo por donde no es habitual que naveguen buques españoles.

Teniendo en cuenta que España está en guerra, los franceses acechan constantemente por ciertas rutas marítimas, los buques británicos nunca se sabe bien a qué naipe juegan, los portugueses –en ese momento nuestros aliados- han perdido el control sobre gran parte de sus antiguos territorios africanos y asiáticos, y en consecuencia no se puede contar con grandes apoyos a esta misión a través de sus representantes políticos o militares, y teniendo también en cuenta que la Armada no tienen apenas conocimientos técnicos de los territorios que forman parte de la obligada ruta, buscar esta fragata perdida parece misión imposible. Sin embargo, el premio es grande, y con gran esfuerzo, pese a las paupérrimas condiciones en las que ya por entonces se encontraba la Armada, se dota a la «Proserpina» de lo necesario para iniciar la búsqueda.

La novela entretiene, con un regusto a veces a las viejas películas de barcos de nuestra infancia: piratas, tratantes de esclavos, princesas indígenas y damas en apuros tienen su cabida en esta travesía. También es una gran fuente de conocimientos sobre nuestra historia naval, que siempre se esconde tras la estudiada prosa de Bañón. Eso sí, sin que al autor le ciegue la pasión, que bien pone de manifiesto los problemas de la Armada en el siglo XIX, de los navíos y la peculiar idiosincrasia de la oficialidad española, algunas veces de manera genial.

Los protagonistas son hombres (y alguna mujer) normales, sin una suerte extraordinaria ni cualidades fuera de lo común, como a veces acontece en otras obras de literatura naval. Eso los hace cercanos y, por supuesto, verosímiles. Ricos en matices, con luces y sombras, vicios y virtudes, y con una mentalidad bastante ajustada a lo que de ellos se espera. La narración en primera persona y las relaciones del capitán con sus oficiales amplía, además, las posibilidades narrativas, al tener mayor protagonismo que en otras novelas de este estilo la oficialidad. En esta ocasión, además, las peripecias de la travesía permiten la aparición en la trama de varios personajes ajenos al barco, lo que proporciona una nota de color y mayor variedad en el elenco de secundarios, siempre conformado, como es de rigor, por la dotación del buque.

Aunque ésta novela es la número 15 de la saga, puede leerse de manera independiente, sin que suponga un lastre no haber leído novelas anteriores. Alguna cosa se perderá el lector, pero nada que no pueda deducir, imaginar u obviar, y que en nada obstaculiza el seguimiento de las aventuras de los Leñanza.

He agradecido especialmente el tono optimista y aventurero que, a pesar de ciertas vicisitudes, se desprende de la historia, que poco o nada tiene que ver con esa desazón que a veces (y con razón) me embargaba leyendo la otra novela reseñada de este autor, Trafalgar. Como aspecto negativo a resaltar, lo de casi siempre (deberán perdonarme esta particular obsesión que manifiesto, compartida con muchos lectores): la ausencia de un mapa. O dos. Que es lo único que le falta a esta más que recomendable novela para los amantes del mar.

Y como se termina esta lectura sabiendo un poco más de nuestra historia, apreciando aún más las hazañas y el coraje de aquellos hombres del mar, y con un puntito de orgullo por lo que fuimos cuando nuestros barcos surcaban las aguas, sólo queda por decir: misión cumplida, señor Bañón.

Datos técnicos:

EDITORIAL NORAY SA
Encuadernación: Tapa dura
ISBN: 9788474862034
Año de edición: 2009

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114 comentarios en “LA FRAGATA ANDORINHA – Luis Delgado Bañón

  1. Lohengrin dice:

    ¡Qué alegría ver la reseña de éste libro! La verdad es que es uno de mis autores favoritos y dentro de la Saga éste libro es a mi juicio uno de los mejores. Disfrutadlo.

  2. Lohengrin dice:

    Como no parece que mi comentario anterior haya subido lo vuelvo a intentar.

    ¡Qué alegría ver aquí la reseña de éste libro! Delgado Bañón es uno de mis autores preferidos y éste libro es de los mejores dentro de la Saga a mi modo de ver. Disfrutadlo.

  3. Rodrigo dice:

    Una reseña redonda, Valeria. No diré que me comprometa a leer la novela – por género y tema me resulta un tanto ajena-, pero la reseña se lee con mucho gusto.

    Saludos.

  4. Lohengrin dice:

    Como parece que desde el trabajo no puedo subir comentarios probaré ahora…

    Me ha encantado ver ésta reseña (muy buena por cierto), Delgado Bañón es uno de mis autores favoritos y ésta novela es una de las mejores de la Saga, en mi opinión.

    Rodrigo, que no te eche atrás el tema naval, éste libro concretamente se acercaría más al género de aventuras (me recuerda un poco a las ‘Aventuras del capitán Singleton’ de Defoe) aunque sin perder un ápice de historicidad.

    Os la recomiendo a todos. Espero que la dsifrutéis.

  5. ARIODANTE dice:

    Enhorabuena, Valeria. Vaya reseña más chula que te ha salido (como es habitual, ni que decir tiene); se me despistaron las otras reseñas sobre este autor o simplemente me olvidé, no sé; pero me ha interesado mucho lo que cuentas y me parece que habré de hacer por leerle. Ya sabes que me apasiona el tema marítimo, los barcos, los piratas, etc. Asi que, si además es un autor español y de calidad, se elimina el eterno problema de la traducción y parace que aún se acerca más a nosotros.

  6. ARIODANTE dice:

    ¡Y además, es murciano! ¡Miiira por dónde!

  7. Valeria dice:

    Hoy llevo un día horrible de trabajo, así que no toméis mis silencios por mala educación. Gracias a todos. Y sí, Ario, deberías leer alguna novela de Bañón. Y yo me comprometo a leer alguna de Bolitho, o como se escriba, que es al que nunca he «catado». Pero ya sabes, me dan repelús los perfectos.

    Lohengrin, recomienda alguno otro de la saga. Ofrécenos alguna sugerencia, que yo ya he reseñado dos y estoy muy vista.

  8. ipi dice:

    Muy bien Valeria, muy bien. Has retratado a Bañon: «Sal en sangre». Dispongo de toda la saga y me emocionó especialmente, por narrar acontecimientos y personajes historicos desconocidos para mí, el tomo 5, la fragata Princesa; con la isla de Nutka, con los oficiales españoles Bodega y Quadra, Mourelle de la Rua, etc, que desde el apostadero de San Blas (a más de mil millas nauticas) exploran La alta California adelantandose en mucho a los eternos arrogantes casacas rojas britanos y comenzando así la fundacion de ciudades como las actuales Monterey, San francisco o los Angeles.

    Saludos Valeria…… a ti también querida Ario.

  9. Lohengrin dice:

    Bueno, veo que los primeros mensajes que envié han aparecido por arte de magia, voy a probar a ver si éste sube.

    Qué te podría decir Valeria… en general todos los que he leido me parecen muy buenos. Aunque hay uno que me dejó bastante frío, el ‘El navío Santísima Trinidad’, Casi en cada página (o eso me pareció en su momento) hay un lamento de lo mal que está la Armada y que va a ir a peor (el siguiente libro es el de Trafalgar). El hilo principal de la história, que es el combate de San Vicente se resuelve en decir que el convoy iba muy desordenado, se encontró con los ingleses, y lo destrozaron.

    Si tengo que recomendar alguno, el primero ‘La galera Santa Bárbara’ que es la reescritura de ‘Aventuras y desventuras de un galeote’ y sirve de prólogo a la serie, el segundo ‘La cañonera 23’ con el primer Leñaza en la Armada y el especialmente (éste me entusiasmó) el quinto ‘La fragata Princesa’ en el que se recorre la costa oeste de América del norte.

  10. Ascanio dice:

    Pues es una lástima que a mí, los libritos de mares, anclas, velas, botavaras y artilugios semejantes no me llamen la atención.
    Aunque pensándolo bien, mejor es una suerte, porque si me gustaran, después de leer esta reseña, no tendría más remedio que comprarlo.
    Y la cosa está pachucha, por lo menos hasta que Hacienda me devuelva lo que me debe.

  11. ipi dice:

    Pero donde está mi estimada Valeria ??

  12. Pablo dice:

    Hola, os escribo desde Editorial Noray para daros las gracias por vuestras opiniones sobre «Una Saga Marinera Española» y especialmente a Valeria por su reseña. Tomo nota de la necesidad del mapa, que incluiremos en los próximos títulos de la serie.

    Me consta que Luis Delgado, el autor, es seguidor de Hislibris y ha leido la reseña. Estos días está de viaje pero seguramente intervendrá cuando regrese a Cartagena.

    Salu2

  13. Valeria dice:

    Gracias, Pablo, por tus comentarios. Y ojalá el señor Bañón se pasee por aquí. Es un privilegio poder contar con la atención de los autores. Y, además, mi primera reseña en esta casa fue el Trafalgar de Bañón.

    Ojalá incluyáis un mapa en próximas ediciones, de verdad que es un gran apoyo para este tipo de lecturas. Además de que sirve para recordar geografía y valorar aún más ciertas derrotas, como es el caso.

    Ipi, estimado compañero, estos días ando como cierto personaje de Alicia en el País de las Maravillas, con un reloj en la mano y diciendo «llego tarde, llego tarde». Pero ya ves que siempre regreso, como el turrón en navidad.

  14. Arauxo dice:

    Pero qué marinera eres, Vale. Y de qué modo imprime carácter el aire de la mar océana… Y qué bien escribes y qué emoción late en tus palabras cuando soplan vientos marinos…

    Y yo que, como el personaje ese (¿el conejo blanco?) siempre llego tarde a todas partes -y especialmente a las grandes reseñas de Hislibris- felicito al autor doblemente. Primero, por escribir un buen libro sobre nuestra Historia, al parecer bien documentado, bien ambientado, interesante, emocionante y bien escrito, según se deduce de la reseña. Y segundo, por haberlo hecho tan acertadamente que nuestra Veleria lo recomienda sin ambages (y es que lo del mapa tampoco importa demasiado ¿no, querida gallega?) Porque, estimado Sr. Bañón, ahora que nadie nos oye, debe Ud. saber que una reseña como está, firmada por Valeria, es, para la mayoría silenciosa de Hislibris, carta de presentación más que suficiente. E invita a aproximarse el libro incluso a los lectores que, como yo, sabemos de náutica lo mismo que de astronáutica, o incluso… de cibernáutica.

    Y respecto a lo del mapa, dejo una reflexión en el aire: yo creo que a los lectores de novela histórica nos gustan tanto los híbridos, que a veces pedimos a la narrativa más de lo que ésta debiera darnos. Y así, parece que ya no nos conformamos con «simples» novelas históricas: queremos novelas-atlas históricas, novelas-ensayo históricas, novelas-bibliografía históricas, novelas-diccionario históricas y, ya puestos, la super modalidad megacuántica: novelas-enciclopedia-espasa históricas… (pero no te preocupes demasiado, Vale, que esto, más que nada, es para molestar un poco…)

    Enhorabuena al señor Bañón, enhorabuena a Valeria y un saludo para el resto.

  15. Valeria dice:

    Gracias, Arauxo, por sus entusiastas comentarios, y por tus ganas de meterte conmigo, que no hay nada peor que el látigo de la indiferencia ;-)

  16. Luis Delgado dice:

    Queridos amigos de Hislibris:
    Como dice mi editor, soy un asiduo lector de este punto de encuentro para los amantes de la novela histórica. Y ya de entrada os agradezco el interés mostrado por mi colección de novela histórica naval, «Una Saga Marinera Española», primera española del género. Aunque he escrito novelas de ficcion, desde hace bastantes años estoy empeñado en novelar la historia de nuestra Armada desde la segunda mital del XVIII hasta la Guerra Civil del 36, una historia desconocida para el español de a pie, condición difícil de creer en una nación que ha descubierto medio mundo y mantenido un imperio ultramarino durante más de tres siglos gracias a sus hombres de mar. Aunque los británicos aseguran que al abandonar el siglo XVIII se acaban las novelas apasionantes de mar, muestro mi disconformidad absoluta y espero poder demostrarlo en volúmenes siguientes.
    Mi especial agradecimiento para Valeria por su recensión sobre mi última obra, «La fragata Andorinha». Ya podéis suponer lo que reconforta y anima al autor, cuando lee opiniones de este tipo sobre el trabajo propio. Al mismo tiempo, la felicito por la calidad del método y estilo utilizados, muy profesionales. Ya lei hace algunos años su trabajo sobre el volumen 9º, «El navío Príncipe de Asturias- Trafalgar», que también encontré magnífico.
    En contraposición a los autores británicos que dominan este género, pueden estar seguros de que mantendré al máximo el rigor histórico en mis obras. Y también el rigor marinero, porque algunos escritores ingleses realizan maniobras en la mar que ni con ayuda de todos los dioses serían posibles. Escribo lo que yo entiendo como novela histórica, aunque muchas obras catalogadas así se alejen bastante de esa línea. Claro que con la definición que del término se expone en el diccionario de la R.A.E., de la que discrepo seriamente, sería novela histórica casi todo lo que se escribe. Merecería una discusión seria buscar la definición correcta.
    Nada más por ahora. Como podéis suponer, continuaré leyendo este foro que considero estupendo y no lo entendais como lisonja inmerecida o peloteo llano. Me tenéis a vuestra disposición si alguno desea dirigirse directamente a mí con cualquier consulta sobre temas de historia naval. Autorizo a Hislibris a que comunique mi dirección de correo a quien así lo desee.
    Un abrazo para todos y uno especial a Valeria, que bien se lo merece.
    Luis Delgado

  17. Valeria dice:

    Bienvenido, Luis. Es un placer y un lujo tenerte por aquí. La verdad es que aficionados al mundo de la historia naval somos más de los que parece, aunque no hagamos tanto ruido como otros. Te agradezco tus palabras sobre las reseñas. Tengo especial devoción por la de Trafalgar, pues ya he comentado que me animé a hacer la primera reseña de mi vida con esa novela. Si ya has navegado un poco por estas páginas, habrás comprobado que se me nota mucho cuando me gusta lo que leo, y con la misma claridad me pronuncio si mi valoración no es positiva.

    También te agradezco tu disposición a colaborar, y ya en plan «reportera dicharachera» me animo a hacerte una pregunta: ¿de cuál de las novelas de la saga estás más orgulloso?¿Cuál crees que te ha salido más «redonda»?

    Ojalá demuestres, como dices, que se pueden hacer novelas apasionantes de mar superado el siglo XVIII. Yo espero verlo.

    Bienvenido de nuevo, a esta tu casa.

  18. Ascanio dice:

    Hola, Luis.
    Has dicho:

    Claro que con la definición que del término se expone en el diccionario de la R.A.E., de la que discrepo seriamente, sería novela histórica casi todo lo que se escribe. Merecería una discusión seria buscar la definición correcta.

    ¿Conoces este libro?:
    Cinco miradas sobre la novela histórica

    En él se ofrecen algunas miradas interesantes sobre la novela histórica y su concepto.

  19. Javier dice:

    Totalmente de acuerdo con Luis Delgado. La definición de la R.A.E para una novela histórica no es la más adecuada. Urge su modificación, al igual que la clasificación en las grandes librerías de la novela histórica, en la que se incluyen títulos con poco rigor histórico y que deberían ir directos a la sección de Narrativa.

  20. juanrio dice:

    A lo mejor deberían ir todas las novelas a narrativa y abstraerse de géneros. Entre otras cosas porque el hilo que separa un género de otro, o de un criterio general, suele ser cada vez más fino. Vivimos un tiempo en busca de un nuevo género, lo que hace prácticamente inclasificables las novelas.

    Hubo un tiempo en que algunas bibliotecas tuvieron separadas las novelas por géneros y han acabado apostando por el metodo generalista, más cómodo y más real.

    1. Javi_LR dice:

      Yo, más bien, sacaría las novelas que estén mal narradas no sólo de cualquier género, sino de cualquier vida.

      ¡Bienvenido, Javier! ¡Bienhallados, Luis Delgado y Pedro!, ojalá podamos leer muchas reseñas de vuestros libros.

  21. Ascanio dice:

    Pero es que la novela histórica es… narrativa. Ante todo es -o debería ser-literatura, no la lista de los reyes godos ni la descripción de las tachuelas de un legionario. La novela histórica es, ante todo, novela, ficción, imaginación…literatura, al fin y al cabo. Si no, sería ensayo.

  22. Luis Delgado dice:

    Creo que debo entrar al trapo directamente, no se acumule el trabajo en exceso.
    En primer lugar, Valeria, no es fácil declarar cual de las obras de mi colección considero más redonda o con la que me sentí más satisfecho. Pero de decidirme por alguna, lo haría por el volumen quinto, «La fragata Princesa», o el décimotercero, «El cañonero Estrago». La Princesa me costó un notable esfuerzo de documentación al entrar en las exploraciones por las Altas Californias (Canadá y Alaska), aunque disfruté mucho desmontando algunos falsos argumentos británicos sobre Cook y sus famosos «redescubrimientos». Estoy convencido de que nuestras exploraciones por las aguas heladas, lo que podríamos definir como el final del descubrimiento de América, conforman una gesta marinera fabulosa y, por desgracia, desconocida. No olvidemos que en la segunda mitad del XVIII, todavía esas costas eran definidas como «Terra incógnita». Creo que la colección se estabiliza, precisamente, en ese volumen. Por tal razón, he corregido y ampliado de forma notable los primeros ejemplares, antes de que los edite de nuevo Noray, para amoldar la colección en su conjunto de forma adecuada.
    No estoy seguro de si este foro limita la extensión de las intervenciones, pero como se me ha cortado dos veces, continuaré en otro sobre el tema de la novela histórica, aunque sería más necesario un seminario de varios meses.
    Luis Delgado

  23. Valeria dice:

    Mira, Ipi, coincide contigo en la novela sobre «La fragata Princesa».

    Luis, a veces el problema del foro es que las aportaciones muy extensas, o que tardas un poco en escribir, se quedan en un limbo denominado «moderación». Es totalmente aleatorio, y te desmodera el paso del tiempo (o Javi_LR, si le pides auxilio).

    Si vas a escribir una aportación larga, te recomiendo que la escribas en un tratamiento de textos y la vayas colgando por partes. Es más seguro, y te evitas los berrinches por perder lo que ya habías escrito.

  24. Luis Delgado dice:

    Continuaré con el segundo tema. Estoy de acuerdo, en general, con las intervenciones de Ascanio, Javier y Juanrio, aunque discrepo a fondo cuando Ascanio asegura que la novela hustórica es ante todo narración y ficción. Parto de la base, muy importante para mí, de que la Historia es un tema muy serio para frivolizar con ella. Por supuesto que, al ser novela, se hace necesario emplear las tres partes inexcusables en toda trama y es adecuado el empleo de personajes imaginarios, como apoyo colateral para exponer lo que estimo como «verdad histórica». Todo depende de lo que entendamos que afecta al género (estoy de acuerdo en las opiniones sobre los géneros o sub-géneros) ese adjetivo añadido de «histórica». Si escogemos el significado de perteneciente o relativo a la Historia, deberíamos ceñirnos lo más posible al hecho histórico con rigor. Por supuesto que mañana podría escribir una obra sobre Trafalgar en la que, como aseguraba la prensa francesa, Gravina y Villeneuve abordaron el navío de Nelson y le dieron muerte a disparos. Pero eso, en mi modesta opinión, sería historia-ficción o esperpento histórico. Si se mantienen los géneros literarios, sería posible dejar el de novela histórica para la realidad novelada, mientras apareciera otro con libertad absoluta al atacar los hechos pasados.
    Dispongo de muchísimas definiciones de novela histórica, tanto de académicos como de escritores. Otro día expondré alguno, especialmente los más extremos, que de todo aparece en la mar infinita.
    Un abrazo para los adictos
    Luis Delgado

  25. Urogallo dice:

    La verdad que conocía algunos libros sueltos de los que se ha hablado, pero no sabía que formasen una saga. ¡ Y con 15 libros ya !.

    Solo se puede felicitar al autor por tan noble y digno empeño, sobre todo en lo que se refiere a la maltratada y olvidada historia de nuestra armada.

    Memento Hispania…

    Por cierto, redonda reseña. Seguro que se ciñe perfectamente al barlovento. ( Signifique lo que signifique eso, siempre me ha gustado como suena).

  26. Luis Delgado dice:

    Por favor, Urogallo, barlovento es la banda del buque por donde nos llega el viento. Por esa razón, se llamaba barlofuego (aunque como muchas palabras utilizadas por los hombres de mar durante siglos, no aparezca en el diccionario de la RAE) a la banda por la que se disparaban los cañones y sotafuego a la contraria (como sotavento). El barlovento era importantísimo en los combates navales, porque los que se encontraban a barlovento podían decidir cuándo y cómo se atacaba.
    Espero que aumentéis vuestro vocabulario marinero con mis intervenciones.
    Luis Delgado

  27. Urogallo dice:

    No, si el barlovento lo sabia, la cuestión era por que un buen barco «se ciñe a barlovento».

    Hombre, yo no se si me conviene aumentar el mío. Me mareo con ver un flotador…

  28. Luis Delgado dice:

    Urogallo, el decir ceñir a barlovento, llega a ser una redundancia. Se entiende por ceñir a navegar contra la dirección del viento con el menor ángulo posible, lo que normaslmente se denominaba navegar de bolina o bolinear, por lo que siempre debe hacerse contra el viento o hacia barlovento.
    Si para trasladarte de un punto a otro en la mar debías navegar contra el viento, se hacía necesario dar bordadas, es decir, zigzaguear para abrirte del viento y que el aparejo pudiera tomarlo. Cuanto más podías aproximar el rumbo contra el viento, se decía que el buque ceñía más. En el siglo XVIII y con velas redondas o cuadras, los buques ceñían bastante poco, al punto de llegar a tener que tomar el viento casi de través. Cuando aparecen las velas de cuchillo, perpendiculares al plano de cubierta, los buques pueden bolinear más.
    Bueno, espero que haya quedado claro, más o menos. Pero aunque te marees, lo que se remite con la práctica o la biodramina, es bueno conocer ese lenguaje tan rico y español que fue utilizado por nuestros hombres de mar durante siglos, y con el que se escribieron los primeros manuales de navegación en el siglo XVI y con el que aprendieron a navegar o marear los bárbaros europeos.

  29. Valeria dice:

    Yo creo que más que «ceñir a barlovento» a lo mejor Uro estaba pensando en «ganar el barlovento» o «ganar barlovento», que es una expresión más utilizada en la literatura, en la narración de los combates navales.

    Luis, otra pregunta (espero que no lo consideres un abuso). Muchos lectores estamos acostumbrados a los términos náuticos que emplean los traductores de la literatura más conocida, que suele ser la de las novelas de O’Brian o de Forester. ¿Existe algún diccionario de términos navales españoles?¿Qué fuentes utilizas para recobrar esa jerga tan cantarina que usas en tu saga?

  30. ipi dice:

    Mi más sincera felicitación Don Luis. Las horas de deliciosa lectura trasegadas con su saga me hacen disfrutar muchísimo, y como dice Valeria, la «sal en sangre» me encantó sobre todo en el tomo 5, «la Fragata Princesa», que al parecer es para usted también uno de los más «redondos». Por otro lado, no se imagina el disfrute que produce el haber podido ir manejando y ampliando los términos de un vocabulario tan genuinamente marinero y tan encastrado en nuestro idioma. Sin ir más lejos en mi pueblo de nacimiento y residencia, cercano a Cartagena pero en segunda linea de playa como se dice ahora, se usa mucho la expresion «estar a palo seco» sin conocer exactamente su procendia y auténtico significado… en fin, le reitero mi más sincera enhorabuena y si no le importa me gustaria plantearle en este mismo hilo, más adelante, algunas cuestiones tecnico-matemáticas sobre la navegación a rumbo por cuartas que no acabo de entender muy bien, así como preguntarle por algunos temas navales de mediados y finales del XIX y su posible reflejo en alguno de los tomos que restan de la saga. Saludos agradecidos Don Luis… también a ti Valeria por la oportunidad de tu reseña.

  31. Lohengrin dice:

    Yo tambien le agradezco la intervención Luis. Ya he dicho más arriba que es uno de mis autores favoritos así que no hace falta que le haga más la pelota…

    ¿Ya hay fecha para que salgan en Noray la reedición de los volúmenes anteriores?

  32. Pintaius dice:

    Sobre el diccionario de términos navales al que aludía Valeria, me atrevo a comentar con el permiso de Luis Delgado (del que también me cuento entre sus lectores), que al menos el que Edhasa incluye en las novelas de O´Brian, está tomado (o al menos en gran parte de los primeros volúmenes, puesto que hablo de memoria) del libro «El buque en la Armada Española», de la editorial Sílex, una auténtica joya ilustrada, al menos en mi modesta opinión de aficionado al tema. Saludos a todos y en especial a Luis Delgado, cuya presencia en Hislibris considero, al igual que lo ya experesado por algunos de los anteriores intervinientes, es un verdadero lujo.

  33. Ascanio dice:

    Hola, Luis.
    Has dicho: «la Historia es un tema muy serio para frivolizar con ella».
    Totalmente de acuerdo… si hablamos de ensayo.
    Para mí, lo importante de la novela histórica no es la historia, es la novela. La historia -o el momento histórico- es el decorado, el acompañamiento, el contrapunto.
    Al que busca rigor en una novela, le pasará como a todos aquellos que toman las novelas de Roma de McCullough como fuentes históricas: meterán la pata hasta el fondo.
    Con la novela no se pretende -o no se debería- enseñar al lector nada, no tiene ningún fin didáctico, es simplemente disfrute de los sentidos. Evidentemente, una novela histórica necesita un mínimo de credibilidad, pero el «adulterar» ciertos hechos no le quita validez ni calidad. Todo lo contrario, a veces es mejor dejar volar la imaginación y construir personajes diferentes a partir de personalidades concretas y conocidas, o darle a los hechos otras dimensiones de las historicistas y ortodoxas. Hay que dejar volar la imaginación para regalar magníficas novelas históricas como «Los idus de marzo» en la cual, la falta de rigor histórico no constituye ningún obstáculo para que estemos delante de una maravillosa obra literaria.
    La novela es novela, es ficción, es imaginación, es literatura, es prosa… es narrativa. El ensayo debe ser rigor histórico. La novela, no.

  34. Ascanio dice:

    Extraído de Cinco miradas sobre la novela histórica:

    La narrativa histórica contemporánea, en cuanto a género, podrá dignificarse y reivindicarse en la medida en que defienda su carácter literario -con todo lo que ello conlleva respecto al fondo y la forma-, por enciam de cualquier otra naturaleza y de lo que piensen los profesionales de la Historia. El quid de la cuestión reside en que los historiadores tienden a olvidar con demasiada frecuencia que la novela histórica es, sobre todo, novela.

    Obvia decir que estoy totalmente de acuerdo. Y con esta afirmación de Amado Alonso, en su obra Ensayo sobre la novela histórica:

    La novela histórica no vale como historia.

    Aaamén.

  35. Lohengrin dice:

    No estoy deacuerdo Ascanio. Entonces por qué no llamarlas novelas de aventuras o de época en vez de históricas?

    Es verdad, y creo que todos lo compartimos, que el fin fundamental de una novela es el entretenimiento. Pero no se pueden tergiversar cosas que realmente ocurrieron. Por ejemplo puedes dar una interpretación más favorable o menos de Cicerón pero no puedes vestirle de Supermán y decir que escribes novela histórica.

  36. Ascanio dice:

    Hola, Lohengrin.
    Hay novelas históricas de aventuras, y otras que no lo son. Evidentemente, Memorias de Adriano no puede ajustarse al canon de novela de aventuras, pero nadie pone en duda que sea una novela histórica.

    Con respecto a lo que mencionas, nos estamos ya acercando al límite de las ucronías. Bien, ¿pueden considerarse histórica «La conjura contra América» de Roth? Pues sí, yo creo que sí, porque los límites históricos son reconocibles, evidentemente.
    Acerca del ejemplo extremo que me pones de Cicerón y Supermán, bien, Lohengrin, creo que hasta tú te das cuenta de que no es eso de lo que estamos hablando.

  37. Lohengrin dice:

    No quiero hilar más fino por no alargarme.

    Ese ‘hasta tú’ me ha dolido. Vale, el ejemplo de Superman no es el más afortunado, pongo otro. Decir en una novela reyes de Aragón y Cataluña cuando Cataluña era un conjunto de condados y nunca un reino tú lo pones en ucronía, ficción o manipulación histórica.

  38. Ascanio dice:

    De todas maneras, Luis, Lohengrin, el tema de la definición de «novela histórica» es un debate recurrente en Hislibris. Es como el Guadiana, que aparece y desaparece. Por eso a veces se hace aburrido y repetitivo para los que pululamos por aquí a diario y desde hace tiempo. Al final parece la rueda de la fortuna, que gira y gira sin cesar y nos lleva a diferentes puntos.
    En resumen, ¿cómo se traduce este debate a la hora de la verdad? Pues supongo que debido a la existencia de dos tipos de lectores (aunque esto de los límites ya sabemos que es conflictivo): los que buscan ante todo, narrativa y buena prosa (entre los que me incluyo), y los que buscan hechos históricos fieles, y que se echan las manos a la cabeza cuando se menciona el maíz en Europa antes del descubrimiento de América.
    Yo, huelga decirlo, me encuentro entre los primeros, y me da igual que haya patatas en el Medievo español si lo que estoy leyendo es bello, sugerente, bien escrito y bien contado.

  39. Ascanio dice:

    Hola, Lohengrin.
    Has tomado el «hasta tú» de una manera inadecuada. Mi expresión se refiere a que tú mismo, autor del comentario, te darías cuenta de que no era eso de lo que hablábamos.
    Lamento que te haya dolido, no era mi intención molestarte y te pido mil disculpas.

  40. Ascanio dice:

    Hola otra vez, Lohengrin (caray, nos estamos pisando todo el rato los comentarios).
    Me preguntas si denominar reino a Cataluña en vez de condado es ucronía, ficción o manipulación histórica.

    ¿Ficción?: evidentemente sí, desde el momento en que no es un hecho histórico y real.

    ¿Manipulación histórica?: pues es posible; todo depende de la intención más o menos torticera del autor.

    ¿Ucronía?: pues más de lo mismo; si el autor lo presenta como una historia alternativa, bienvenida sea. Todo partiendo de la misma premisa del principio: es ficción.

    Pero quizás falte otra de las posibilidades, ignorancia. Eso, a veces, es mucho más peligroso que la manipulación.

  41. Aretes dice:

    Pues fíjate, Ascanio, que nunca he tenido una postura clara de uno u otro lado. Tanto los defensores de la Novela como los de la Historia presentan argumentos que cautivan.

    Creo que una licencia histórica puede perdonarse, incluso un error, siempre que no afecte a la credebilidad, pero hay una raya de rigor histórico marca un límite que debe permanecer. A lo mejor no hace falta decir toda la verdad, pero lo que no se puede es mentir, entendiendo como mentir hacer pasar como cierto algo que no lo es.

  42. Aretes dice:

    » … de rigor histórico QUE marca…»

  43. Ascanio dice:

    Pues me parece que has dado en el clavo, Aretes mía.
    Yo diría que estamos hablando de dos cosas diferentes, por un lado la creación literaria, que puede inventar, idear, imaginar o recrear personajes, ambientes, hechos, con ciertas licencias, que no por ser menos rigurosos, los hace menos «aceptables» (aish… esta palabra no es la que buscaba).
    Por otro lado está la manipulación consciente para introducir en el pensamiento del lector hechos distorsionados haciéndolos aparecer como verdaderos. Ahí tenemos el ejemplo del reino de Cataluña al que se refiere Lohengrin. No, no creo que sea lo mismo. Por eso vuelvo a decir que la diferencia está en la intención del autor.
    Pero, como siempre, estamos embadurnando la reseña de la pobre Valeria con cagaleras mentales…

  44. Ascanio dice:

    Y ya puestos a enguarrinar, se echan aquí de menos algunos comentarios de Pepe, Javi_LR o el mismísimo y desaparecido en combate Arauxo.
    Seguro que algo tendrían que decir (con permiso de nuestra legionaria favorita, claro).

  45. juanrio dice:

    Aunque no me invites a opinar, Ascanio, yo estoy de acuerdo con la tuya. Si quiero aprender y rigor, me voy al ensayo. Otra cosa es que se agradezca que el trasfondo de la novela, las descripciones o los personajes históricos se acerquen lo más posible a la realidad, pero, generalmente, por favor, lo primero es disfrutar de la lectura de la novela….

  46. Ascanio dice:

    Juanrio, tú siempre estás invitado. ;-)
    La verdad es que releyendo mi comentario de las patatas, eso de la distinción de los dos tipos de lectores ha quedado como muy chulesca.
    Lo que quiero decir (es que hoy no estoy especialmente fina) es que a mí me gusta disfrutar con la lectura, como dice Juanrio, con algo bien escrito, que transmita, emocione, sugiera… y si hay un pimiento (¿el pimiento también viene de América?) fuera de su sitio, pues ¡qué más da!
    Como dice nuestro gran filósofo Pepe: ¡Albricias! ¡Viva la literatura!
    Aunque yo aún diría más: ¡Requetecórcholis!

  47. Arauxo dice:

    A mí es que no se me ocurre mucho más que añadir a lo que ya ha defendido uno de los autores del libro que cita Ascanio, el tal Pedro Godoy, lector al parecer atribulado y mortificado… Lo cierto es que, en líneas generales, coincido bastante con su opinión, pese a que su discurso está salpicado de contradicciónes. Creo que el párrafo que ha extractado Ascanio resume bastante bien su pensamiento y yo lo suscribo casi de principio a fin. Podría haberlo escrito yo, sí. Ojalá tuviese tiempo para poder participar algo más a fondo en este debate.

    Un saludo.

  48. pepe dice:

    No pienso participar en ningún debate sobre la novela histórica a no ser que éste tenga por finalidad ponernos de acuerdo sobre cual es la mejor manera de acabar con ella. Por otro lado, esta discusión que tan airosamente está ventilando Ascanio quizá debería haber tenido lugar en la reseña de las cinco miradas: allí se perdió una buena oportunidad para saber qué es lo que se puede salvar en un género tan degenerado (quizá únicamente aquello que tenga algún valor literario).

  49. Urogallo dice:

    Eso, que aquí solo se habla de temas colaterales, y no del escaso efecto de la biodramina sobre mí persona.

    Por cierto, que en tiempos Akal publicó un par de títulos donde se hacía una descripción visual de las maniobras naúticas más usuales, así como de los cordajes móviles y fijos, y de las velas habituales.

    Lástima que no los tenga a mano.

  50. Lohengrin dice:

    No me he ofendido Ascanio, solo era un poco de melodrama.

    No quiero que se me malinterprete, no quiero decir que toda la novela histórica deba ser História novelada, sino como dice Aretes que hay ciertos límites que no se deberían traspasar y una vez traspasados quitar el ‘histórica’, ni más ni menos.

    Hay un montón de huecos en la História donde un buen novelista puede dar rienda a su inventiva sin necesidad de adulterar los hechos. Y de este tema ya no voy a hablar más porque ya se ha dicho todo.

  51. Luis Delgado dice:

    Valeria, son muchos los diccionarios marítimos o náuticos que se han publicado en lengua española, desde el primero de García de Palacio editado en Nueva España en 1587. Se consideran como buenos los de Navarrete, Porter, Valdés, Gamboa, Campmany y tantos otros. Cuando me preguntan como tú, siempre recomiento el Diccionario Marítimo Español redactado en 1831 por el capitán de fragata de nuestra Armada don Timoteo O´Scanlan, que refunde y alude a muchos de los anteriores. Es magnífico. Aunque dispongo de un ejemplar original, por fortuna ha sido reeditado en dos ocasiones, la última en 2003 por el Museo Naval. Si te interesa, puedo intentar conseguirte uno, si no se ha agotado. El último que adquirí se llama «De la quille a la pont du mat» (no estoy segurod e escribirlo correcto). Vamos, «de la quilla a la perilla». Es del siglo XIX. Aparece con las voces en cinco idiomas y la parte española fue redactada por el capitán de fragata Montojo (posteriormente jefe de la escuadra en Filipinas).
    En cuanto a la discusión de Ascanio y otros sobre lo que consideramos como novela histórica, siento no poder hacerlo en persona porque se trata de un tema que me apasiona y discrepo de bastantes opiniones. Cuando tenga tiempo entraré con algunos detalles. Ahora estoy metido de lleno con el volumen 17º de la Saga, que se titulará «El navío Asia». Espero que el 16º, «El queche Hiena», aparezca en un par de semanas.
    Volveré al foro en cuanto pueda.

  52. Valeria dice:

    Fíjate, Luis, las últimas dos veces que quise visitar el Museo Naval de Madrid no pude porque tienen un horario no apto para atribulados trabajadores. Lo intentaré la próxima vez, por si tengo suerte.

    Y vuelve por aquí (o por la reseña de las «Cinco Miradas») cuando quieras.

    Por otro lado, queridos todos, nunca jamás he considerado que estas discusiones espontáneas ajenas al contenido de una reseña supongan «ensuciarla». Que viva el debate libre y respetuoso, donde quiera que éste surga.

    Y Uro, me interesa esas referencias de Akal que has mencionado.

  53. jerufa dice:

    ¡Vaya!, no había tenido ocasión de leer esta reseña hasta ahora mismo.
    Valeria, chica, lo siento. Es que últimamente, hislibris y mi trabajo siguen caminos paralelos. ¡A toda vela! Y, como es lógico, la obligación prima sobre la devoción.
    Me ha encantado la reseña. Escribes con pasión y transmites con ilusión.
    No sabía nada de este autor -que me perdone D. Luis, que tan entrañablemente está participando con los hislibreños- pero creo que me voy a hacer con este ejemplar por un doble motivo. Primero, para saber qué diablos pasó con la dichosa Fragata. Segundo, porque mi deber como «oficial de marina» me obliga a ello.
    Es que los de la Armada somos así.
    Muchos besos, gallega.

    A los pesaos de la novela histórica:
    Echarle cuenta al pobre Javi y daros un piro a la reseña correspondiente, que aquí gustan y mucho todo lo que rezume a mar español.
    D. Luis, tiene la palabra.

    Adiodió.

  54. Urogallo dice:

    Luis,¿El Asia?. Triste historía, triste historía…

    Pués verás Valeria, Ediciones Akal publicó hace años ( No se si sigue la colección), unos cuadernillos de 50 páginas, muy ilustrado, que trataban diversas cuestiones históricas.

    No eran los menos interesantes los que dedicaba al Warrior, primer navio moderno, a La Armada que venció a Napoleón, y a La primera vuelta al mundo.

    Serían para niños, pero aprendías un montón, por que venían muy ilustrados. Todavía los veo de vez en cuando en las librerías, y no son precisamente unos libros poco competitivos, por que no pasan de los 5 euros usualmente.

  55. Aguiar dice:

    Hola a todos, aunque navego habitualmente por los mares de hislibris no habia intervenido en ningun foro.
    Creo que el tema sobre que debemos considerar novela historica es muy interesante. En mi opinión el rigor en los hechos historicos debe ser respetado al maximo, mientras que los personajes de la novela pueden ser ficticios siempre y cuando se trate de un personaje anonimo en la Historia.

  56. Aguiar dice:

    Gracias Ascanio

  57. Soldadito Pepe dice:

    En mi opinión, la novela es siempre novela, sea histórica o no. Olvidarlo, y hay historiadores que lo olvidan a menudo, es peligroso para la novela y para la historia. Y la novela, como narrativa, es libertad. A mi juicio la diferencia no es sino entre buena o mala novela, o sea, entre autores con talento narrativo o autores sin él. Que un tío con talento me falsifique lo que quiera, que la novela será buena. Que un mediocre se atenga escrupulosamente al rigor historico, no significa que la novela deje de ser mala. Ahí está Dumas como ejemplo: falsificaba lo que quería, pero era grande y hacía novelas inmortales. Recuerdo lo que dijo sobre eso mi admirado Reverte: «El truco está en tener talento suficiente para respetar el marco y alterar el cuadro». Creo que eso lo resume muy bien. Saludos a Delgado Bañón, al que leo desde el principio y he seguido la evoluciòn de la saga. Y ya que hablo del cartagenero y Delgado Bañón dirige el mueseo naval de allí, me gustaría saber lo que opina sobre cabo Trafalgar. Saludos.

  58. luis dice:

    Para Luis Delgado. De Luis, un vecino tuyo que tiene la suerte de haberte visitado en el museo naval.
    Bienvenido al foro. Yo lo he descubierto hace poco y es un placer pasear por cuantas reseñas se ven escritas en el mismo. Acabo de leer la de Valeria sobre la fragata Andoriña y me parece acertadísima. Es cierto que la falta de un mapa pueda hacer al lector perderse en la enorme distancia que cubre el relato, aunque eso tiene fácil remedio. Lo esencial en tu novela, al menos bajo mi entender de cuasi profano en lo literario, es que
    entretiene e ilustra al tiempo que cuenta la verdad de lo histórico referido. Es un placer leer tus libros y espero con cierta impaciencia el próximo volumen de la saga. Intentaré pasar por el museo antes de que salga.
    A alguien que señala en su reseña el hecho de que seas murciano: en lo que a mí respecta, que soy cartagenero, me alegra muchísimo que un murciano sea el autor de tales novelas. Es un lazo más entre dos ciudades que deberían estar hermanadas.
    Un saludo a todos.

  59. Valeria dice:

    Gracias, Luis, y bienvenido por estos mares de libros.

  60. Pintaius dice:

    Acabo de terminar el quinto de la saga («La fragata Princesa»), y no puedo menos que estar de acuerdo con Ipi y Lohengrin: me ha gustado un montón, sin duda el mejor de los cinco que llevo leídos. Creo sinceramente que Luis Delgado va a más como narrador a lo largo de la serie (de sus eruditos conocimientos marinos desplegados con exquisita dosificación, no hay duda desde el primero de ellos), y en este quinto alcanza (en mi opinión) una espléndida madurez. Además, el propio protagonista, Francisco Leñanza, ha evolucionado a la par, alcanzando en esta novela unas trazas de personaje mucho más humano y verosímil. Por su parte, la trama es de lo más atractiva, de esas que enseña a la vez que deleita. Si además, como aseguran en sus comentarios los que me llevan mucha ventaja en la lectura de la saga, ésta mantiene este crecimiento literario y en interés a medida que avanza, sólo me queda decir que estoy deseando continuar con ella después de dar su oportunidad a otras historias de la pila. Será entonces el momento de la guerra contra la Convención Francesa, y de «La fragata Sirena». Saludos.

  61. Soldadito Pepe dice:

    Pero no se pronuncia don Luis sobre mi pregunta respecto a Cabo Trafalgar de Pérez-Reverte… ¿De pronto se ha quedado sin palabras o ha dejado de visitarnos? Estoy en ascuas.

  62. luis dice:

    Sobre Cabo Trafalgar y a propósito de lo que dice Soldadito Pepe: a mí me gusta muchísimo la novela. En cuanto al rigor histórico, independientemente de que el Antilla es una cuña con la que entrar en la batalla desde una perspectiva personal, es indiscutible que está bien documentado y que en ningún momento cae el una visión parcial del asunto.
    Mucha gente me ha apuntado el hecho de que hay que estar muy familiarizado con la naútica para poder seguir con cierto ritmo la narración. No lo discuto, pero a mi entender es muy difícil escribir sobre una batalla naval de cierta calidad sin utilizar conceptos relacionados con el barco, su construcción, la navegación, las dotaciones…Entiendo que no es de fácil comprensión y que eso pueda limitar su público en cierta medida. Es un tipo de narrativa especial, desde luego.
    Un saludo a todos.

  63. Soldadito Pepe dice:

    Gracias, amigo Luis. Estamos de acuerdo. Sería también muy interesante que Luis Delgado Bañón aportase su opinión sobre el libro de su paisano.

  64. Luis Delgado dice:

    Ante la insistencia de soldadito Pepe, no tengo más remedio que contestar. Y si no lo he hecho antes es porque estoy muy liado con el volumen 17º de mi colección.
    Creo que la obra de mi buen amigo y paisano Arturo sobre Trafalgar es un magnífico trabajo, un extraordinario esfuerzo de documentación que viví y que le confiere un rigor máximo. Y debemos recordar que Arturo no procede de la rama historiadora, lo que aumenta su valor. El empleo del navío Antilla es un acertado soporte para exponer lo que sucedió realmente en el combate. Y si tocamos algunos detalles que no me entraran al ciento puedo nombrar, en primer lugar, el lenguaje utilizado en la obra. Cada autor es muy dueño de establecerlo como mejor le parezca, desde luego, y Arturo siguió una líjnea muy propia en él para hacerlo más fácil su lectura. Es posible que mi deformación profesional de mantener el rigor a tope, me haga utilizar lo que entioendo que se aproxima a la parla marinera a bordo de nuestros buques. Y como un único lunar, como le comenté en su día, entiendo que podía haber metido un poco más la daga en la desafortunadísima actuación del teniente general Federico Gravina, al que personalmente responsabilizo del desastre. No debió amoldarse, en su permanente peloteo cortesano, a los desesperados deseos de Villeneuve para salir a la mar, conociendo perfectamente el estado de sus buques y no teniendo en cuenta las recomendaciones de su mayor general, don Antonio de Escaño, que era quien sabía de verdad dominaba la táctica naval. Por lo demás, es de agradecer a Arturo que consiguiera la lectura de nuestra historia naval por un elevado número de personas, aunque fuera en este triste episodio de la Armada.
    ¿De acuerdo, Pepe?

  65. ipi dice:

    Muy deacuerdo con usted Don Luis… Por cierto, aprovechando que acabo de leer «El retorno de la Resolución» del Capitan de navio Garat Ojeda, ¿habrá algún próximo tomo en la saga que recoja alguno de los hechos acaecidos a la famosa escuadra del Pacífico del Almirante Mendez Nuñez en la segunda mitad del siglo XIX ?… Un saludo.

  66. Soldadito Pepe dice:

    Gracias, don Luis Delgado. Es bueno tener opinión de la autoridad, en un libro que, como sabe, fue muy discutido y tuvo muchísimos lectores. Estoy de acuerdo en su valoración del libro y en la importancia de este como difusión popular del tema. Aparte que leyendo Cabo Trafalgar me dolían los dientes de reir y los ojos de llorar. Mis felicitaciones a usted por su fascinante saga marinera, que es un orgullo para cualquier lector español. ¿No ha pensado en reeditarla toda junta, en un mismo formato? Un saludo.

  67. Luis Delgado dice:

    Contesto a Ipi y Soldadito Pepe:
    Ipi, por supuesto que llegaré a los sucesos de nuestra guerra en el Pacífico. Ya sabes que mi idea es novelar la historia de la Armada desde la segunda mitad del XVIII hasta la Guerra Civil del 36. Y por supuesto que tocaré el combate del Callao.
    En cuanto a Soldadito, la editorial Noray va a acomenzar a editar los once primeros volúmenes, para que se encuentre toda la Saga en el mismo formato. Además, los primeros tomos los he revisado, corregido y aumentado de forma considerable, para amoldarlos al resto de la colección.
    Me alegro de que coindidais con mis valoraciones. Un abrazo

  68. Miguel Aceytuno dice:

    Un saludo… Veo que el sr. Delgado Bañón no tiene inconveniente en que Hislibris comunique su dirección de correo. ¿Serían tan amables de hacérmela llegar, a fin de que pudiera hacerle una consulta? ¡Muchas gracias!

  69. Valeria dice:

    Me alegro mucho del asunto de las reediciones, porque hay novelas que no se encuentran fácilmente. Si además, están corregidas y aumentadas… fabuloso.

  70. Botafuego dice:

    Por ser la primera vez que intervengo en este foro empezaré por felicitar a todos los que intervenís en él y por supuesto a los que mantienen la página con sus reseñas.

    Don Luis me dirijo a Ud. en primer lugar, siendo un honor poder transmitirle los gozosos momentos que me ha hecho disfrutar desde el primer libro de su saga hasta el último que tengo en mis manos, precisamente «La fragata Andorinha». Siempre he sido lector de novela histórica naútica, pero el descubrimiento de su colección allá en el año 2.004 me atrapó desde el primer momento hasta ahora y eso que el primer libro que encontré fue el segundo volumen, debiendo pedir a la editorial el primero para empezar desde el principio.

    Su preciosa narrativa, su ágil sucesión de los hechos y su rigor histórico fuera de toda duda son unos perfectos aliados para gozar de la lectura de sus libros y conocer de camino la brillante aunque muy triste a veces trayectoria de nuestra Armada, sus hombres y la Historia de España en particular.

    Como además de lector soy navegante disfruto doblemente cuando en particular nos describe maniobras marineras y con la terminología naútica tan rica que emplea.

    Ya he introducido en la lectura de sus libros a mi sobrino Gonzalo, que a pesar de sus estudios y sus ocupaciones de adolescente devora su colección con fruición y ya va por «La fragata Princesa», demándandome libros con avidez cuando va terminándolos y permitiéndome disfrutar con él de discusiones de cada uno de sus volúmenes cuando los va terminando.

    Ánimo Don Luis, somos cada vez más los lectores que disfrutamos de su loable esfuerzo y esperamos cada volumen con ansiedad, siga con la tarea pues nuestra historia y la Armada en particular se merecían este homenaje.

    Y a Valeria enhorabuena por esta reseña enparticular y las demás en general. Me ha gustado mucho la reseña pues aunque estoy leyendo el libro no me ha adelantado la trama pero sí me ha animado ha seguir disfrutándo de su lectura.

    Saludos a todos

    Botafuego

  71. Botafuego dice:

    Se me ha escapado al final del comentario «… me ha animado». Perdonad este lapsus gramatical que me avergüeza en este honorable foro.

    Saludos a todos y mantened vivo el foro.

  72. Botafuego dice:

    Estoy hecho unos zorros, de lapsus nada, que estaba bien…

  73. Valeria dice:

    Bienvenido, Botafuego, a Hislibris. Es un placer tenerte por aquí (a pesar de la envidia terrible que me ha atenazado cuando he leído que eres navegante….). Gracias por tus palabras, me alegro de que la reseña anime a leer el libro.
    Un saludo.

  74. Botafuego dice:

    De nada Valeria. Seguiré a partir de ahora por este rincón. Ah, y para navegar nunca es tarde, sólo hacen falta ganas y amor por el mar.

  75. Valeria dice:

    Lo sé, lo sé. Hace sólo cinco años que hice mi primer curso de vela, y no era la más joven del grupo, precisamente. Lo que me faltan son oportunidades, no ganas. Y para un amigo que tiene barco…. ¡no tiene velas!.

  76. Botafuego dice:

    Ja,ja, pero si eres navegante … lo que tienes que hacer entonces es seguir practicando. Es una pena lo del amigo con barco a motor, es un sucedáneo pero no llega a ser lo mismo. Pero al menos te salpica el agua en la cara, que también tiene su qué.

    Ya más en serio con esta serie de libros y otros muchos más que conozco no es que navegues de verdad, pero el poder de la imaginación mientras se lee es muy poderoso, yo con Delgado Bañón me transporto a la cubierta de cualquier navío de época y es que lo flipo, así que a seguir leyendo.

  77. luis dice:

    Bienvenido, Botafuego. Has amarrado en buen puerto. A mí me ocurrió lo mismo con las novelas de Luis Delgado. Compartimos afición a la lectura, sobre todo la histórica y dentro de ésta la naútica en particular, la afición por el mar (también soy navegante siempre que tengo tiempo) y la de entrar en foros como éste, que proporciona la sensación de haber llegado a un remanso del río en el que hay un montón de amigos esperándote con una sonrisa y una cerveza muy, muy fría. No sé si la metáfora se ajusta al ciento, como diría Don Luis.
    Pues eso, buena proa y mejor viento por estos andurriales. Un saludo.

  78. Botafuego dice:

    Gracias Luis, sobre todo por la cerveza. Espero que podamos seguir compartiendo opiniones sobre D. Luis Delgado en particular, la novela histórica y la naútica en general.

    Buena singladura y cuídate de temporales.

  79. luis dice:

    La verdad es que el sonido de la cerveza cuando se escancia es música celestial. Un saludo, Richar.

  80. ipi dice:

    Y qué me decís del último ???…. el queche hiena… guau !!!!!

  81. Botafuego dice:

    Me quedan unas 20 páginas para acabar la «Andorinha», luego en breve me internaré en las procelosas aguas del mar del plata con el queche hiena.

    Pero ya me relamo de placer Ipi, con tu comentario.

  82. pi dice:

    Hola a todos
    Para cuando sale a la venta los 11 títulos de la saga por la editorias noray?
    Mientras tanto, alguien sabe donde encontrar en Madrid los libros 6,7 y 11 de la editorial aglaya? No los encuentro estan ya descatalogados
    Os agradezco vuestras respuestas
    Saludos

  83. luis dice:

    Pues yo, en respuesta a la pregunta de ipi sobre el Queche Hiena, te digo que en la línea. Me ha puesto en conocimiento de otra página de la historia de España que resultó ser decisiva y que puso en evidencia a un mal gobierno, para variar. Me gusta mucho esta última entrega; prácticamente la tengo terminada y espero a que Luis termine la siguiente de la saga. Un saludo a todos.

  84. ARIODANTE dice:

    No me he sentido con ánimos ni con tiempo para leerme tooodos los comentarios, sólo quiero decir que llevo mediado El queche Hiena, que elegí para leer y reseñar a raíz de leer la reseña de Valeria. Desconocía por completo la existencia de este autor (¡menuda aficionada a los libros marinos, diréis!) y he vivido hasta ahora en el mundo de los libros británicos, unos mejores que otros, claro, como habréis podido leer en mis reseñas.
    Ahora bien: he cruzado mi Rubicón al leer este libro. Porque, al margen de que se ciña más o menos a la historia, que se ciñe, hay unas cuantos elementos que me han hecho alegrarme muchísimo de descubrir al autor. Apreciar un lenguaje sin traducción, mi propia lengua, con toda una serie de variaciones marinas distintas de las leídas hasta ahora, y una descripción de personajes con los que piso terreno seguro. Y no quiero entrar en la interminable discusión de historia-novela. Este autor me parece un novelista como la copa de un pino. Si Galdós levantase la cabeza, seguro que tendría algunas palabras de simpatía hacia él.

    Desde aqui, Don Luis, un saludo y una felicitación, aunque tardía, por su obra, que espero leer al completo.

  85. luis dice:

    Lo es, es un novelista de primera, aparte de un hombre afable, pues tuve la suerte de conocerle. Yo, repito, espero que termine el siguiente de la saga, pues me he convertido en un adicto a sus novelas. Hay que hacerles sitio en el tiempo para disfrutarlas en toda su dimensión, como cuando se degusta algo de gran calidad, sin distraerse del objeto de atención para no perder detalle y con la convicción de que, tras unos cuantos volúmenes leídos, no va a defraudar en absoluto. Bueno, Ariodante, bienvenida al grupo de lectores de novela naútica e histórica de calidad. Un saludo.

  86. ARIODANTE dice:

    Lectora de novela nautica e histórica lo soy desde hace bastantes años; quizás no hayas leído ninguna de mis reseñas.
    Unas novelas eran de más calidad que otras, desde luego. Pero cuanto más lee uno, más descubre lo poco que sabe, porque se le abren constantemente nuevas puertas. En fin, espero hacerme con los libros que me faltan de la serie o al menos conseguirlos en la biblioteca, ya que puede que alguno ya estén descatalogados.
    Y espero poderle saludar personalmente al autor, si viene a firmar ejemplares a Valencia o si voy yo a Cartagena, lo cual no descarto.

  87. luis dice:

    Disculpa, estoy seguro de haber leido reseñas de Ariodante anteriormente, lo que ocurre es que me empieza a fallar la cabeza más de lal cuenta y probablemente haya interpretado tu última reseña de manera errónea por mi mala memoria. Creí, por aquello del Rubicón y de lo peculiar del lenguaje naútico, que eras más lectora de histórica en general que del caso de la naútica e histórica en particular. En cualquier caso, mi intención sólo es la de manifestar mi adhesión al grupo de gente de buen gusto, de la que ya veo que eres parte, que disfruta con una litetatura sobresaliente.
    Conocer personalmente a este señor, puedes creerlo, es un placer. Iré pronto al Museo a que me firme el último volumen, lo que constituye siempre una mañana agradable, y le hablaré de este foro, del que yo sí que me considero un auténtico novato, pues no hace ni un año que participo de él.
    Te mando un cordial saludo.

  88. ARIODANTE dice:

    A ver: lo del Rubicón es porque me dió por ahi, jajaja! Soy vieja lectora, principalmente de toda la buena literatura: los clásicos los primeros, y luego los clásicos contemporáneos si es que se pueden llamar así. Me da igual las clasificaciones. Literatura pura y dura. Peeero: dentro de eso, tengo mis preferencias, y toda aquella literatura que, empezando por la Odisea y pasando por Conrad, trate de tema marino, me atrae profundamente. Lo que quería decir es que entre los libros de ese tema, hasta ahora no había leído, salvo algo de Galdós, nada semejante a éste autor. Y que me alegro de haberlo descubierto.

  89. Tasos dice:

    Ariodante, una preguntilla de principiante en el tema náutico; ¿leyendo a Delgado Bañón, no te surgen dudas, aunque estemos en ficción, sobre lo «divinos e infalibles» que son los ingleses en las novelas de O´Brian, Kent, Pope, etc.? Porque veo que son obras que despiertan pasiones y la verdad siempre las he ojeado con ciertos reparos. ¡Ojo! que no discuto la calidad creativa sino más bien el rigor histórico, ya que hay lectores que toman como verdad histórica lo que en dichas narraciones se relata.
    Gracias de antemano.

  90. ARIODANTE dice:

    No sé si he entendido tu pregunta, Tasos.
    Nunca he leído las novelas de O’Brien, Forester, Kent, etc. buscando aprender de historia. Las he leído como novelas de aventuras, simplemente, que es lo que creo que son. Buscarles rigor histórico es harina de otro costal.

    En cambio, el libro de Delgado Bañon sí tiene rigor histórico. Es el único que he leído de su serie, pero es lo primero que compruebo. No sólo rigor histórico sino verosimilitud marinera. Y aventuras.

    No sé si he contestado a tu pregunta.

  91. Tasos dice:

    Sí, me imagino que nadie busca aprender historia leyendo novela histórica, pero Bañón combina ficción, rigor y verosimilitud con sutileza y ¿no es eso de lo que quizás carecen en parte las novelas de O’Brien, Forester, Kent, etc.?
    Y en cuanto a «que hay lectores que toman como verdad histórica lo que en dichas narraciones se relata», me refiero a que una fabulación contada o vista muchas veces puede acabar creyéndose como realidad ¿no te parece?
    Simplemente pregunto por interés y curiosidad. Muy amble por compartir tu opinión, Ariodante.

  92. ARIODANTE dice:

    Si, tienes razón; de hecho, mucha gente toma como verdaderos los combates navales o las acciones de los episodios de O’Brien, por ejemplo; y no lo son. Pero no podemos evitarlo.
    Cuando leo una novela ambientada en una época histórica que no domino, trato de ir siempre a otras fuentes para comprobar si estoy leyendo ficción o realidad.
    Las aventuras navales británicas hay que tomarlas como lo que son; disfrutar de ellas o ignorarlas. Efectivamente, son aventuras de ficción. Pero algunas son bastante verosímiles, lo cual ya es suficiente. En cuanto al lenguaje naval, voy ya acostumbrándome, pero nunca podré saber si lo usan correctamente, salvo en denominaciones obvias. Yo no he subido a un barco en mi vida, bueno, miento:salvo para cruzar el Canal de la Mancha y el Estrecho de Gibraltar. En el primero me lo pasé mirando los acantilados blancos de Dover y en el segundo sujetando mi equipaje porque con la mar gruesa que cruzamos, en pleno Levante, la cosa no estaba para mirar las partes del barco. Mi marido lo pasó agarrado a la barandilla tirando hasta la primera papilla. Y a un Hovercraft no se le puede llamar con propiedad barco…

    En realidad, lo que yo busco en la literatura , al margen de las clasificaciones, es aquello que universalmente nos atañe como naturaleza humana, y que por ejemplo, en Joseph Conrad, uno de mis autores favoritos, puede encontrarse. Y si hay mar, mucho mejor. El mar -para mi, en masculino- y la mar -para los hombres de mar, en femenino, es un elemento sin el que difícilmente se puede estar mucho tiempo. Quizás mi pasado de pez…

  93. Antonio dice:

    Hola. Soy lector de Una Saga Marinera, de la cual tengo desde el nº1 al nº11 inclusive,me pueden indicar si hay libros nuevos,de dicha Saga,saludos,Antonio.

  94. Valeria dice:

    Hola , Antonio, bienvenido.

    Si entras en la página del ISBN, y buscas en la «Base de Datos de Libros» poniendo el nombre del autor, encontrarás todas las obras de Delgado Bañón y su fecha de edición. Así podrás comprobar los títulos que te faltan de la colección, y su fecha de publicación.

    Algún libro figura en el listado dos veces: y es que el autor está revisando y ampliando algunos de sus primeros títulos, como podrás comprobar si lees las aportaciones que siguen a esta reseña

    No te pongo el enlace directamente porque a veces, cuando hacemos eso, la aportación se queda colgada en una especie de «limbo» llamado moderación, y tarda un tiempo en aparecer.

    Espero que te sirva esta sugerencia.

  95. ARIODANTE dice:

    Efectivamente, Antonio. El autor empezó a publicar con una editorial diferente y ahora que se ha pasado a Noray, está reeditando y revisando todos los anteriores. Con Noray hay seis publicados ( El navío Asia acaba de salir) más uno revisado, el primero de la serie: La galera Santa Bárbara, al que van a ir siguiendo todos los demás. Lo puedes ver todo en la página de la editorial.

  96. luis dice:

    Hola, Tasos. He leído tu nota sobre la novela histórica. Yo interpreto que sí que se puede aprender historia de una novela histórica, siempre y cuando se trate de tal clase de literatura. El problema está en confundir la novela histórica con la novela que utiliza referencias históricas como punto de apoyo y que terminan distorsionando la propia realidad en la que se basan. La labor de contrastar, de buscar referencias válidas, bibliografía, documentación, es compleja y lleva tiempo, pero uno puede sacar sus conclusiones bastante correctas a poco que se esfuerce. Lo que no vale es lo primero que nos cuente cualquier cuentacuentos que se alinee con cualquier doctrina para hacerla buena o con cualquier chauvinista metido a juntaletras. Pero créeme, con la novela histórica se puede aprender algo de historia. Un saludo y bienvenido al apasionante mundillo de la naútica.

  97. Tasos dice:

    Gracias, Luis. Prácticamente comparto tu opinión. Quien lee con frecuencia narración y ensayo puede tener cierto criterio para discernir fabulación histórica de ambientación histórica con más o menos rigor, puede buscar información para verificar datos o hechos; pero no creo que todo el que lea novela histórica sienta una curiosidad tan honda que le haga después correr a cotejar datos.
    Los propios editores deberían dar alguna orientación, aunque claro, la trama perdería parte de su encanto. Bueno haría falta más espíritu crítico, creo yo.
    Estoy descubriendo ese mundillo náutico y es «la mar» de interesante.
    Saludos.

  98. luis dice:

    No hay de qué. Gracias a tí por ese matiz acertado. Es cierto, no es lo corriente que se contraste la información y eso le da cancha a esos juntaletras de los que hablaba. Un saludo.

  99. ipi dice:

    Don luis Delgado Bañon hace, a mi juicio, un fiel reflejo de la historia y de la Armada Española, eso si aderezada con personajes e historias particulares que amenizan este rigor histórico.
    Solo hace falta verificar algún dato, el que quiera que se ponga a investigar, yo lo he hecho con uno de ellos, todo lo referente a cualquiera de los barcos que aparecen en sus volúmenes: pertrechos, dotaciones, mandos, partes de combate, singladuras, porte, aparejo, etc, etc. Les puedo asegurar que todo , absolutamente todo, es un fiel reflejo de la historia tal y cual aconteció… Por eso me parece muy bien que Don Luis Delgado no vea con buenos ojos esa especie de historieta naval aderezada convenientemente por muchos autores ingleses donde la historia de la Armada se «acomoda» fervientemente la aventura de la «fabulosa Royal Navy».
    Por eso, siempre a sus pies de lector, Don Luis Delgado Bañón.

  100. ARIODANTE dice:

    Vaya, Ipi, Luis tiene contigo un buen admirador. Hasta se te ha contagiado el habla (diría que has aparejado el habla, entrando en sinceros). Yop estoy ahora leyendo -acabando ya- El cañonero Estrago, y disfruto como una enana. En esta obra conjuga a la perfección historia, aventura, emoción y pasión en porcentajes tan equilibrados que navega de bolina y viento en popa (yo también empiezo a contagiarme…). Saludos, Ipi.

  101. ipi dice:

    El quinto, el quinto…… La fragata princesa….. Magistral, el mejor de toda la saga… increible, sublime. Un derroche de historia a borbotones que deja a muchos ingleses que pasaron por aquellas latitudes en paños menores, incluido el famoso Cook. Y si no te lo crees investiga en serio, como he hecho yo, sobre el piloto español de la época Mourelle de la Rua. Entonces sabrás de verdad quienes fueron los pioneros en las Altas Californias y quienes fueron los exploradores de latitudes más allá del estrecho de Juan de Fuca, en lo que siempre fue la isla de Nutka y en lo que hoy en dia se situa Vancuber, Alaska occidental, etc.

    Simple y descomunalmente histórico. Todos eran españoles al sevicio de la Real Armada, y todo se hizo desde un pequeño apostadero llamado San Blas que todavía hoy existe en la parte occidental de México, a miles de millas nauticas de todo lo explorado tratando de encontrar el paso del noroeste.

    Esto es Don Luis Delgado Bañón en estado puro. HISTORIA NAVAL DE LA ARMADA ESPAÑOLA.

  102. ARIODANTE dice:

    ¡¡Ya le he acabado!! Es fantástico! Me ha gustado mucho.
    Vaaale, Ipi, haré por conseguir todos los que me faltan y zampármelos en lo que va de año. Los leería seguidos, pero es que tengo otros compromisos, y además, me gusta hacer durar el disfrute.

  103. luis dice:

    Yo acabo de terminar el navío Asia. Cada vez que leo un nuevo volumen de D. Luis Delgado vuelvo a sorprenderme y siempre para bien. Vuelvo a estar espectante ante la salida de otra novela de la saga. Este hombre ha conseguido que aparque cuanto esté leyendo para entrar a saco en todo lo que escribe, aunque he de decir que no me roba excesivo tiempo, dado que me termino sus novelas en pocos dias por el enganchón que me produce. El lenguaje, como dice Ariodante, también ilustra perfectamente lo que aconteció y engancha…Voy a hacer lo mismo que tú, me voy a conseguir los pocos títulos que me quedan que leer para completar la saga y no creo que pase de final de año sin que hayan caído.
    Un saludo a todos.

  104. Akawi dice:

    Ariodante ultimamente te veo «sumergida» en varios libros de temática naútica.
    Llevas un verano metidita en agua, ja,ja,ja,…

  105. ARIODANTE dice:

    Jajaja, siiii ¡¡¡estoy a remojo!!! Me lo estoy pasando en grande con los libros de Luis. Ayer acabé El Cañonero Estrago. Fenomenal, oye. Y aun me quedan dos en casa. Hoy, para variar de tercio, me he empezado las Memorias de Tagore. Las antípodas: nada de acción pero rebosante de poesía.

  106. Akawi dice:

    ¡Ale!, pues mucho ánimo y no dejes de reseñarlo.

  107. Luis dice:

    Sí, las novelas de Luis Delgado son estupendas. La saga marinera española es magnífica.

  108. ARIODANTE dice:

    En breve saldrá la reseña de El Navío Alejandro I que es la última entrega

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