ISABEL LA CATÓLICA – Manuel Fernández Álvarez

Isabel la católicaSi ha habido un historiador español estos últimos años que se haya convertido en un Boom Editorial, éste es sin duda, Manuel Fernández Álvarez. El autor es catedrático emérito de Historia Moderna y miembro de La Real Academia de La Historia; una buena carta de presentación para cualquier historiador que se precie serlo.

Su biografía de Isabel La Católica publicada en el 2003, viene a coronar un nuevo éxito tras sus exitosas biografías recientes de Juana La Loca, Carlos I y Felipe II.

El autor se acerca a una figura clave en La Historia de España: Isabel La Católica; personaje histórico que marcaría durante muchas generaciones a los futuros monarcas hispanos como un precedente lleno de éxitos. Está reciente todavía, el 500 Aniversario de la muerte de la reina Isabel, fallecida en 1504 en Medina del Campo, y tal vez esta obra quiera ser un nuevo intento a la hora de acercarnos a esta figura tan alabada por unos y criticada por otros.

No puedo dejar de confesar que siento verdadera admiración por el autor, admiración que no es gratuita, sus biografías sobre los Austrias mayores supusieron para mí una de las lecturas más agradables e interesantes y, un acicate para retomar esta gran afición que es el estudio de nuestra historia pasada.

El libro tiene claramente el sello del autor, su estructura siempre sigue unos parámetros bien definidos para sus habituales lectores: amplio estudio de las costumbres, estructuras sociales, cultura, condicionantes económicos, (etc…), para una vez conseguido el propósito de situar al lector en la mentalidad de la época, abarcar con profundidad y de una manera amena, la figura y obra del biografiado.

Esta no es una obra paternalista con la figura de Isabel La Católica, un personaje al que Fernández Álvarez saca a la luz sus luces y sus sombras. Presenta a Isabel La Católica como una mujer del Renacimiento que mostró signos de una marcada personalidad desde su más tierna infancia. Como ha sucedido siempre, la diosa fortuna trae y ha traído siempre grandes sorpresas en el desarrollo de hechos históricos, el caso de Isabel fué uno de tantos. Un hermanastro, Enrique IV coronado rey, manejado por la alta nobleza como una marioneta; una hija de éste a la que se juró princesa de Asturias para más tarde ser defenestrada por ilegítima, Juana La Beltraneja; la muerte de su hermano de padre y madre, Alfonso, con tan sólo 15 años y una guerra civil castellana contra su sobrina, la mencionada Juana La Beltraneja, llevaron por fin al Trono de Castilla a una heredera que siempre tuvo claro que merecía ceñir sobre su cabeza la más alta Corona de todos los reinos peninsulares.

Si hay una fecha que marcaría para la historia la figura de la Reina Católica, ésa es sin duda la de 1492.

¿ANNUS MIRABILIS AUT TERRIBLIS? esa es la pregunta que se hace el autor a la hora de abarcar el año más importante dentro de la vida y obra de Isabel La Católica. Se termina la Reconquista con la toma de Granada, se accede al nuevo mundo de la mano de Cristóbal Colón, pero también se decreta la prohibición del Judaísmo y con ello el exilio forzoso de miles de sefardíes españoles que tristemente dejaron tierras españolas para partir a un destino incierto, y se potencia como Institución veladora de los valores cristianos a la santa Inquisición.

La respuesta debe de ser analizada en profundidad por el lector del libro; ¿sómos nosotros como lectores, o debe ser la Historia la que juzgue los hechos en base a la mentalidad de la época? Difícil cuestión.

Yo os recomiendo que leáis esta gran obra y que seáis vosotros mismos los que juzgueis de primera mano.

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25 comentarios en “ISABEL LA CATÓLICA – Manuel Fernández Álvarez

  1. cavilius dice:

    Lo apunto a la lista de recomendados, aunque no sé cuándo caerá.

    Tengo una curiosidad (para que se vea lo perdido que estoy en el mundo de la España reyescatolicosera): la famosa frase «Tanto monta, monta tanto, Isabel como Fernando», que habitualmente se le da el sentido de que mandan por igual el rey como la reina, me dijeron una vez que su verdadero significado es otro completamente distinto. ¿Es cierto?

    Saludos

  2. Anthos dice:

    No he leído el libro en cuestión y desconozco si Fernández Álvarez menciona algo con respecto al lema fernandino «Tanto monta»; David L que sí lo ha hecho y, al parecer, con fruición, nos lo podrá decir. La idea que yo tengo sobre la popular frase «Tanto monta, monta tanto, Isabel como Fernando» es que se trata de una reciente invención, posiblemente franquista. Lo rigurosamente cierto es que nunca la utilizaron los Reyes Católicos ni sus coetáneos. «Tanto monta», así, a secas, era el lema de Fernando II de Aragón. Ideado seguramente por Antonio de Nebrija, hace referencia al mito alejandrino del corte con la espada del nudo gordiano y viene a querer trasmitir que tanto da -o tanto monta- deshacer un nudo desatándolo como cortándolo. Por eso el Católico utilizaba como emblema un nudo desbaratado sobre un yugo y el mote «Tanto monta».

    También es cierto que los Reyes Católicos exhibieron un guión cuadrado que llevaba las palabras «TANTO» y «MONTA» como inscripción perimetral; al tener cuatro lados y ser dos las palabras, éstas se repetían, de manera que TANTO ocupaba los lados izquierdo y derecho y MONTA el inferior y superior. De esta forma cabía leer «tanto monta tanto monta» o «monta tanto monta tanto», según por qué lado se iniciase la lectura. En todo caso, el artificio simétrico del «Tanto monta, monta tanto» nunca lo utilizaron, mucho menos el ripio «Isabel como Fernando» para completar el igualitario pareado.

  3. cavilius dice:

    Gracias, Anthos.

    Es exactamente la explicación que me dieron durante una visita que hice hace unos años al palacio de la Aljafería en Zaragoza, donde aparece representado en muchos lugares el nudo gordiano.

    Parece, pues, una alegoría de la idea que subyace en «El Príncipe» de Maquiavelo: el fin justifica los medios. Aunque realmente esa frase nunca fue escrita por Maquiavelo, lo más parecido que puede leerse en su obra es (tengo la cita a mano): «si (el Príncipe) logra con acierto su fin, se tendrán por honrosos le medios conducentes al mismo«, lo cual, leído en su contexto, no es una teoría política maquiaveliana sino una constatación de hechos. Y puesto que «El Príncipe» fue escrito en 1513, cuando ya había muerto Isabel la católica y a Fernando le quedaba poco, es altamente probable que fueran los Católicos y su «tanto monta» los que inspiraran (o formaran parte de la inspiración, junto con César Borgia) a Maquiavelo en su obra.

    De modo que, puesto que fue antes el «tanto monta» que «El Príncipe«, y lo uno probablemente inspiró a lo otro, entonces cuando hablamos de que algo es maquiavélico deberíamos ser más correctos y decir que es católico. Huy, la conclusión del silogismo es para echarse a temblar…

    Saludos

  4. Germánico dice:

    Pues sí, el origen está en Alejandro, o al menos en los Argeadas, ahora no estoy seguro. Pero yo me quedo con la versión de Forges, en «Historia de Aquí»: «Tanto apesta, apesta tanto, un pinrel como un sobaco». Genial.

    Saludos.

  5. David L dice:

    No recuerdo ahora si Manuel Fdez Alvarez hace mención del lema, pero precisamente leí no hace mucho la obra de Joseph Pérez: «LA ESPAÑA DE LOS REYES CATOLICOS», editorial Arlanza, 2004, y en ésta si que el autor hace un inciso sobre el significado que se le dio al mismo.

    El sentido del lema se desprende fácilmente de un texto anónimo conservado en la bilblioteca del Escorial que dice así:

    «El rey Don Fernando, postrero de Aragón, el Cathólico, trahía por empresa un yugo con unos lazos cortados, con una letra que decía: Tanto Monta. Dize Quinto Curtio de Alessandro que no podiendo desatar los nudos que hizo Gordio, que estavan en un yugo con lazos de la coyunda (…) que quien lo desatasse sería señor de Asia, cortó los nudos y dixo: Tanto Monta como desatar. Quiso mostrar el rey que sería señor del mundo como Alessandro y cortar las dificultades que lo estorbassen».

    Sería el humanista Nebrija quien habría propuesto el emblema y el lema al rey de Aragón.

    Espero que esto aclare las dudas sobre el famoso lema.

    Un saludo.

  6. pepe dice:

    David: gracias por la estupenda reseña. He disfrutado mucho leyendo la explicación de Anthos (y posterior de David) sobre el asunto del lema «Tanto Monta». El personaje de Isabel la Católica y el papel que jugó en la historia de España son realmente fascinantes y difíciles de juzgar. Creo entender de tus comentarios que la obra en cuestión aporta elementos suficientes para poder emitir una opinión un poco más profunda que algunas que pueden leerse por ahí, verbigracia que «no favoreció la multiculturalidad» o bien, que «fue el suyo uno de los más puros espíritus que jamás gobernaron la suerte de las Naciones». Hagiografía frente a leyenda negra… Por cierto, que lo de hagiografía no es broma; existe una Comisión para la la Causa de Canonización de la Reina Isabel la Católica con una hermosa página web oficial:
    http://www.reinacatolica.org/portada.aspx
    aunque no está claro cómo encaja este asunto con la Alianza de Civilizaciones ni si el Papa está ahora para ciertas alegrías canonizadoras. Cambiando de tema, en materia de biografías más o menos noveladas de Isabel hay realmente mucho donde escoger. César Vidal tiene una, por ejemplo, y leí hace poco otra de Ángeles de Irisarri. Escribe muy bien esta mujer, con humor e inteligencia.

    Abrazos para todos y Feliz Navidad.

  7. Arauxo dice:

    Salve, David L. y contertulios.

    Estoy seguro, David L, de que el libro, como todos los del autor, merece la pena. No he leído éste, pero ya he expresado en otros lugares el respeto que Fernández Álvarez me merece. Sí quisiera hacerte una pregunta: ¿Has leído la biografía -más antigua- que escribió el gran especialista en Reyescatolicismo -que diría Cavilius- Luis Suárez Fernández? Lo digo por que si te atrevieses a compararlas o a opinar sobre ambas resultaría muy ilustrativo. En mi opinión, Manuel Fernández Álvarez escribe mejor y es bastante más ameno, pero Luis Suárez ha consagrado gran parte de su vida a los Reyes Católicos y sus conocimientos al respecto son abrumadores… (es una pena, por cierto, que no se haya dedicado en exclusiva a una etapa que conoce como la palma de su mano; su más reciente Historia sobre Franco fue una desafortunada incursión en un periodo del que Luis Suárez no sabe gran cosa; más que un servido, por supuesto, pero eso… no es difícil…)

    Mis datos en torno al «Tanto monta», queridos Anthos, David L. y Cavilius, coinciden con los vuestros. Así que… amén. Y, en efecto, la Aljafería de Zaragoza, además de ser un palacio soberbio de visita obligada, está repleta de nudos gordianos.

    No hay nada más alejado del auténtico cristianismo, querido Cavilius, que el maquiavelismo, independientemente de quién lo haya adoptado como bandera, como lema, como filosofía o como doctrina política y quién haya inspirado «El Príncipe» por muy católico que se autodenomine. Por cierto, yo tenía como dato confirmado la inspiración segura de Maquiavelo en Fernando el Católico, pero me has sembrado la duda… Dicho esto, insisto en lo de siempre: los tiempos pretéritos no pueden -no deben- enjuiciarse con la mentalidad de la era cibernética, sobre todo para no incurrir en flagrante anacronismo. Pero, por analogía inversa, también resulta anacrónico -y ridículo- plantear canonizaciones pretéritas -muuuuuuuy pretéritas- que contradicen las interpretaciones evangélicas vigentes en los tiempos que corren. Aunque, la verdad, Pepe, es que esa causa de santificación es como el Guadiana: lleva abierta mucho tiempo, se olvida y se reactiva una y otra vez y se retroalimenta constantemente… pero no creo -así lo espero, al menos- que llegue a los altares. Si bien es cierto que… doctores tiene la Iglesia y que tanto monta…

    Un saludo muy cariñoso y con los mejores deseos. Feliz Navidad -con la interpretación que cada cual quiera otorgar a la expresión- a todos los Hislibreños. Incluidos…, incluidos… bueeeeeeeeeeeno… incluidos también Germánico y Ascanio (uf, qué trabajito me ha costado soltarlo…)

  8. Germánico dice:

    ¡Vaya, hombre! ¡Ya era hora!

  9. cavilius dice:

    Buenas:

    Yo siempre había entendido el papel de Fernando el Católico en «El Príncipe» más como un punto de apoyo argumental que como una inspiración (dicho esto con la escasa convicción que puede tener alguien que estudió el pensamiento maquiaveliano y leyó la obrita en cuestión hace como 20 años), en cambio a César Borgia sí lo veía y lo veo como fuente inspiradora. Pero el descubrimiento del auténtico significado del «monta tanto» (que tanto monta decirlo al revés) me hizo cambiar (evolucionar, más bien) y elevar al de Aragón al nivel de musa iluminadora de Maquiavelo, aunque siempre con menos luz que el Borgia. Pero vaya, todo esto son sutilezas y matices ínfimos, que además no habrían probablemente existido nunca en mi mente de haber tenido yo más conocimientos acerca de la vida y obra de los Reyes Católicos. Así que puedes disipar con toda tranquilidad esa duda, Arauxo, que para dudas, y absurdas, las mías.
    Por cierto, no sé si el personal hislibreño sabe que el bueno de Maquiavelo tiene, además de «El Príncipe«, otras obras entre las cuales están estas dos (yo no las he leído, confieso): «Del arte de la guerra«, sobre táctica y estrategia militar, y «Discursos sobre la primera década de Tito Livio«. Supongo que pueden interesar, al menos por el título, a los degustadores de temas militares y a los romanófilos sin remedio. Desconozco si están publicados en castellano pero imagino que sí.

    Lo que dices del auténtico cristianismo es completamente cierto, Arauxo. Mi «silogismo» no era más que una broma, un fútil juego de palabras que valdría también para decir que maquiavélico equivale a monárquico. Para eso estamos, para bromear y reirnos hasta de nosotros mismos. Pero aprovecho la coyuntura: los que nos consideramos creyentes (no digo católicos, ni protestantes, ni adventistas, ni nada parecido; digo creyentes a secas, «sin carnet») no podemos tener, digamos que por definición, pensamientos maquiavélicos. Y no porque los tengamos y nuestra fe nos obligue a rechazarlos, sino porque en principio no debería poderse dar el caso de que los tuviéramos, nuesta mente no debería saber «pensar mal». Si se es un auténtico cristiano, claro. Pero como resulta que a menudo «pensamos mal» y somos «maquiavélicos», debe de haber algo que falla, y ese algo somos nosotros, mentes incoherentes de pensamiento frágil e inmodesto.
    Bueno, corto el sermón y a lo que voy: que haya paz en la tierra a las mujeres y hombres de buena voluntad. Que hoy empiezo las vacaciones y estoy emocionado. Que esta noche (o la otra, qué mas da) es Nochebuena y mañana Navidad.

    Saludos

  10. David L dice:

    Contestando al amigo Arauxo he de decirle que sí he leído la obra de Luis Suárez sobre los RRCC. Intentar compararlas me es tremendamente dificil, ambas me han parecido excepcionales y totalmente complementarias. Sí es verdad que el estilo narrativo de Manuel Fernández Alvarez es mucho más agil, a mi modesto entender, que el empleado por Luis Suárez, pero el resultado final son dos excepcionales biografías, muy lejos ellas de ser calificadas de hagiógrafas, ambas suponen una lección magistral de Historia de España relatadas por dos de los mejores especialistas en el tema.

    Ambos autores muestran muy a las claras los defectos y virtudes, los errores y aciertos, de una reina que ni fue tan nefasta como han querido situarla algunos detractores, ni tan perfecta como lo han hecho sus partidarios. Su labor debe de ser encuadrada dentro de su período histórico; en el caso de Isabel la Católica, como en otros de sus descendientes, su excesiva asociación al régimen franquista de tan reciente recuerdo han dañado una imagen a la que Suárez y Fernández Alvarez quieren situarla en su verdadero contexto histórico. Creo sinceramente que lo han logrado.

    Saludos.

  11. arwen dice:

    Hola a todos,me debo presentar ya que soy nueva en estas lides. Se de todos vosotros gracias a una pareja feliz que hay circulando por ahí.
    Por supuesto no pretendo llegar a vuestros conocimientos en literatura; me considero una profana, aunque tenga muchos libros y los haya leido.
    Veo un nivel muy alto que me está dejando apabullada y con bastante reticencia a comentar .
    Debo deciros que tengo éste libro y no lo he leido. Lo regalé porque así me lo pidieron, pero le echaremos un ojito. A ver si me creo capaz de hacer algun comentario aunque sea un minimo de la reseña de Ascanio,que por cierto, la » conozco muy bien»………….. Ascanio y Arauxo un beso muy fuerte a los dos.

  12. richar dice:

    Saludos arwen y bienvenida al blog.

    Jamía (como diría Ascanio), comenta lo que te apetezca, ya que este lugar se nutre de las aportaciones de ABSOLUTAMENTE todos los que quieran participar. Sin ir más lejos, aquí me tienes a mí, que desconociéndolo casi todo, no paro de hacer comentarios y preguntas.

    Así que anímate y verás que serás bien acogida.

    Un saludo,
    Richar.

  13. Ascanio dice:

    Queridísima Arwen, es todo un placer que la familia de Ascanio vaya aumentando en Hislibris…y como dice Richar, anímate, que muchos (entre los que me incluyo) sólo somos aficionados, pero eso sí, damos la lata todo lo que podemos.
    Yo sé que has leído muchos libros de los que aparecen aquí, así que ya puedes ir compartiendo tus comentarios con todos. Y sobre los que no están aquí, ¿a qué esperas para reseñarlos? Si yo he sido capaz, tú también, mmmmmana. Lánzate, lánzate…
    Un beso muy grande (mío y de Arauxo).

  14. cristina dice:

    ¿Qué opináis sobre la canonización de Isabel la Católica? ¿Por qué creeis que está paralizado el proceso (eso, al menos, opina Luis Suárez, a quien habéis nombrado varias veces)?
    Respecto a novelas sobre esta figura histórica, la de editorial Nowtilus es genial. La recomiendo a todos. Se llama Isabel la Católica y de novela tiene poco; es, más bien, una biografía novelada. Para regalársela a aquellos que no les gusta leer historia y sólo leen literatura (como Gala, ¿no? porque sus comentarios sobre Isabel la Católica fueron injuriosos, injustos, insultantes e indeseables)

  15. Arauxo dice:

    Pues mira ,Cristina, te doy una respuesta rápida, a vuela pluma, para no dejar sin respuesta tu comentario: tan anacrónico es juzgar a Isabel y su política desde la mentalidad de hoy como preocuparse ahora por su ascenso a los altares.

    Antonio Gala es maestro en eso del anacronismo y juzga -prejuzga, para ser exactos- a los personajes de la Historia según parámetros, principios y valores tan políticamente correctos como inapropiados para emitir juicios históricos. Y, además, descarga toda su iracunda bilis en una cruzada personal contra los personajes más emblemáticos de la Historia de España… porque no hicieron lo que a él le hubiera gustado, incurriendo, como bien afirmas, no ya en la exageración y en la ira, sino en la agresión gratuita y, en la medida de lo posible, en la ofensa hacia los que no piensan como él. Y es que Gala (buen dramaturgo, no tan buen novelista y pésimo historiador) no hace Historia, sino política, con p minúscula.

    En el otro lado de la balanza se sitúan los intentos de canonización de la reina católica. Porque su hipotética santidad -cosa que habría que demostrar y que admitiría toneladas de matices- no responde, probablemente (y tal vez cabría sustituir el adverbio por la locución «en absoluto») a lo que hoy debería constituir un modelo de santidad para el pueblo de Dios. Plantear hoy la canonización de un personaje como Isabel es igual de anacrónico que enjuiciarla como Gala lo hace. Y no me extiendo en este punto porque ya lo hice en algún comentario más arriba. Pero, en síntesis y según yo lo veo, Isabel no fue ni una santa ni un demonio, sino una hija de su tiempo, una mujer de bandera con una personalidad arrolladora, y con la férrea determinación de construir un proyecto en el que creyó firmemente: una sóla fe, un solo estado.

    Un solo saludo.

  16. Arauxo dice:

    Pero resulta curioso que las hislibreñas, que tantas veces reivindican a las protagonistas de la Historia, su influencia, su contribución y su tantas veces ninguneada presencia, se olviden de esta mujer que ocupa un lugar destacadísimo no ya en la Historia de España, sino en la Universal…

    Porque esta reseña apenas tiene un par de comentarios de féminas. Habrá que ser mujer para entenderlo. Digo yo.

    Un saludo… arauxiano.

  17. Epaminondas dice:

    Como voy a rebufo con las reseñas antiguas, contesto algo que preguntaba Cavilius por el lejano diciembre….

    Los «Discursos» de Maquiavelo, están publicados en Alianza Editorial, yo tengo el libro y los he leido extractados, es un tema pendiente para mí el acometerlos por ellos mismos.

    Me parecen interesantísimos como todo el pensamiento de don Nicolo, además en ellos expresa su verdadera orientación republicana, hubo de escribir el Principe para congraciarse con los Medici (y es una joya del pragmatismo político) aunque «su corazón» se encuentre en los menos conocidos Discursos.

    Saludos

  18. cavilius dice:

    Pues gracias, Epaminondas (por cierto, saluda a Pelópidas de mi parte, je je -perdona, es que estoy abonado a los chistes fáciles-).

    Ya habéis oído, romanófilos, al ataque, a por los Discursos de Maquiavelo.

    Saludos.

  19. Epaminondas dice:

    Se me murió en los brazos el pobre Pelopín (como yo le llamaba), sob.

    saludos

  20. Socrates dice:

    “Isabel la Católica”, solo con escuchar su nombre, mi piel de castellano “cierto”, se pone de “gallina”. Que ejemplo de mujer, de castellana y de reina.

    Personalmente, me he leído todo lo que sobre la reina ha llegado a mis manos, y puedo decir con conocimiento de causa que este libro, para estar escrito en el siglo XXI es una auténtica maravilla. Es cierto que apenas toca el tema de la santidad de la reina, cosa que me parece normal, pues tendría que ser la Iglesia Católica quien la declarara santa, y mientras así no sea, no hay debate posible. Pero ya digo, el libro te da una idea del carácter de la reina muy acorde al que debió de tener.

    Pero yo quería responder a Cristina en sus dos preguntas: ¿Qué opináis sobre la canonización de Isabel la Católica? ¿Por qué creéis que está paralizado el proceso?.

    Empezaré diciendo a los que dicen que la reina no era más que una mujer con una personalidad arrolladora, que por supuesto, siendo eso evidente, Isabel la Católica era y es mucho más. Supongo que sois conscientes que la reina es “Sierva de Cristo”, eso supone que la Iglesia Católica la reconoce como mujer Santa, y que están comprobadas intervenciones de Isabel en personas que la pidieron su ayuda. No es un tema para escribir ni aquí, ni en ningún sitio, cuales ni a quienes fueron esas ayudas, pero os aseguro que las hay.
    Por otro lado, como negar la santidad a la persona que, gracias a su mediación, más personas han sido evangelizadas en la historia de la humanidad. Además de reconstruir España, para convertirla en lo que nunca debió de dejar de ser. “La espada de Roma”.
    En cuanto a la segunda pregunta, tengo que decir que como católico no lo entiendo, y tengo que suponer lo peor, como siempre. ( Las facciones liberales de la Iglesia, las presiones del sionismo, la izquierda, los sodomitas, etc…). Repito, NO LO ENTIENDO. ¿Desde cuando a los Santos les elige Satanás ?.

    PD: El 25 de Noviembre de 1.504, Castiella y toda la hispanidad se quedó huérfana para siempre.

  21. Cristina_H dice:

    Aunque sea seis meses después, gracias por responder a mis preguntas, Arauxo y Sócrates.

    A mí lo que más me gusta de Manuel Fernández Álvarez es que no juzga, sino que te ofrece los datos para que tú juzgues por ti mismo. Sí, es lo que tiene que hacer un historiador pero no siempre lo hace. A veces, no por un deseo de ser tendencioso, sino porque interpretan y comentan la historia. Entonces, es muy difícil no ser subjetivo.
    Desde mi punto de vista, Manuel Fernández Álvarez la explica, con ánimo de que entiendas el contexto histórico y tengas un marco adecuado para valorar los hechos.
    Pero lo que más me gusta de él es que ofrece citas textuales de los personajes. Más que relatar él mismo la historia, deja que sean los propios protagonistas los que lo hagan. Es un lujo poder «oír» las palabras de Isabel. Sin mediadores.

  22. Maite Gil dice:

    Isabel La Católica es uno de mis libros preferidos desde que cayó en mis manos a principios del año 2004 en uno de mis viajes a la ciudad de Burgos, cuando desde allí se me pidió interpretar el personaje de tan ilustre Reina.
    Maite Gil

  23. Olsen dice:

    respuesta a Cavilius con 6 años de retraso, pero es cuando he visto su pregunta: cierto, tiene otro significado. Además, la frase es «TANTO MONTA», lo de «monta tanto» se inventó mucho tiempo después, y lo de «Isabel como Fernando» ya son fantasías animadas. Ni en sus peores pesadillas imaginó Fernando dejar meter mano en Aragón a Isabel, ni Isabel a Fernando en Castilla.

    Fernando era admirador de Maquiavelo, y Maquiavelo narraba la anéctoda de Alejandro Magno con el Nudo Gordiano: «tanto monta cortar que desatar». Ahí está el origen.

    Saludos.

  24. Olsen dice:

    Y lo siento, es que creía que los comentarios iban hacia arriba, no hacia abajo. presento mis excusas Y RUEGO ME DISCULPEN.

    oLSEN.

  25. Urogallo dice:

    22 de abril de 1451: nace Isabel I de Castilla

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