GOERING – Robert Manwell y Heinrich Fraenkel

GOERING - Robert Manwell y Heinrich Fraenkel«La única defensa que deberíamos utilizar son tres palabras: Lamedme el culo.»

Arenga de Goering a sus compañeros en el juicio de Nuremberg.

Después de leer este libro te queda una cosa clara. Por encima de la consideración que nos merezca Hitler como líder político-militar hay una pregunta fundamental que parece casi imposible responder. ¿Cómo logró llevar tan lejos al III Reich con unos subordinados tan absolutamente incompetentes, perezosos, envidiosos y ególatras?

Goering se pasa casi toda la segunda guerra mundial acariciando sus joyas, rastreando objetos de arte y procurando no hacer nada. Delega toda su autoridad, y permite que las órdenes del Fuhrer se transmitan a través de una cadena de subordinados. Todo el resto de grandes jerarcas aumenta de poder a lo largo del conflicto. Goering no. Goering nunca quiso la guerra, y en cierta forma cerró los ojos ante ella siempre que pudo. Le prestó cierta atención a la cuestión mientras las cosas fueron bien. Luego el tedio le venció, y se conformó con decir que sí a todo. Nunca sintió ningún remordimiento especial por la destrucción de su nación. Lo único que le importaba era su seguridad personal.

Hedonista, ambicioso, valeroso en el combate y luego un cobarde moral. Reconocido como un hombre de auténtico talento y absoluta pereza.

Lo primero que hay que destacar del libro es la excelente traducción, y luego el libro está a la altura de esta traducción y del personaje. Sobre todo de las facetas que quieren analizarse y exponerse. ¿Que significaba ser el nazi Nº 2?

El propio Goering responde a esta pregunta: Ser el Nº 2 en el III Reich no implicaba el más mínimo poder de corrección de una orden directa de Hitler. Se podía trabajar al margen, en la sombra, esperando no ser descubierto… Pero no oponerse a una orden directa el Fuhrer. Y la otra forma de trabajar tampoco era el estilo de alguien tan perezoso.

Condenado finalmente a muerte, los únicos crímenes de los que era responsable absoluto eran la esclavización y saqueo del este. Pero más por aceptarlo y conocerlo que por hacer algo en serio al respecto. No había nada que retuviese su atención demasiado tiempo. El tema judío no le interesó nunca más que como fuente de capital. No se preocupó, como todo lo que no le preocupaba, lo evitó. Se le puede dar crédito. En un viaje de dos días con Rommel se negó a escuchar absolutamente nada sobre el frente. Solo interpretó un monólogo tedioso e inacabable sobre arte. ¿Qué le importaban a él Egipto, Libia y Túnez?

Desplegó toda su capacidad para lograr el lugar que creía merecer. Fue un aliado inconstante de Hitler, pero realmente alguien fundamental en el camino al poder del partido Nazi. Solo que ese había sido el objetivo de su vida. Alcanzar el poder y disfrutarlo.

Para el resto de los nazis el objetivo era alcanzar el poder e ir más allá, en un camino que Goering no aceptó, pero del que terminó convirtiéndose en el último defensor.

Cuando el resto de los nazis, como Ribbentrop, agacharon la cabeza y callaron, Goering se dispuso a convertirse en el mártir del nacionalsocialismo. Algo a la altura de su sentido de la teatralidad y el espéctaculo.

GOERING.
Robert Manwell y Heinrich Fraenkel
Tempus

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29 comentarios en “GOERING – Robert Manwell y Heinrich Fraenkel

  1. Germánico dice:

    Bueno… Me parece que ese libro exagera demasiado la conocida indolencia de Goering. Fue ministro en Prusia, creó la Gestapo, jugó un destacado papel en la planificación económica del régimen, apostó «fuerte» por el Holocausto, estuvo al frente de la Luftwaffe, se ofreció para sustituir a Hitler en abril del 45 en el poder alemán (bueno… lo que entonces quedaba de este…),… Parece que algo hacía, el hombre, al margen de desear permanecer en el poder. Le gustaba el lujo, la frivolidad y la buena vida; era un tipo que disfrutaba con la vida, lo que aumenta (en mi opinión) la inmundicia moral en la que se movía. Pero tan, tan, tan vago… en fin, yo creo que no lo era.

    Interesante reseña. Ah, ¿una buena traducción en Tempus? Me alegra el dato; a ver si así se convencen de que eso es posible.

  2. David L dice:

    Gracias Uro por la reseña. Tengo esta biografía, aunque es una edición del año 1969, en concreto de la editorial Grijalbo. Según se menciona en éste la primera edición en inglés es del año 1962, así pues estamos ante una obra escrita hace más de 40 años. El libro en cuestión no lo he leído todavía, de hecho no he leído ninguna biografía del mariscal, aunque siempre se comenta que la de Irving es magnífica, al menos en los ambientes “frikis” de la IIGM. Un par de preguntas para Uro:

    1) ¿Qué te ha parecido la obra en conjunto?
    2) 2)¿Crees que a pesar de los 40 años trascurridos desde su primera publicación en inglés puede adolecer de cierto desfase?

    Un saludo.

  3. Jaimemarlow dice:

    Yo me leí hace tiempo la biografía de David Irving, que me pareció bastante buena. ¿Alguien que se haya leído las dos puede compararlas?

  4. Urogallo dice:

    En realidad la exagero yo, por parecerme lo mas interesante. El objetivo era el poder, a partir de 1937 por lo menos, ya podía dedicarse a descansar.

    Antes había sido una pieza clave en la organización y la dirección del partido, a partir de entonces ( más o menos) se convierte en el único gran nazi que pierde poder constantemente.

  5. luis dice:

    Buena reseña.
    En estos tiempos es imprescindible desmontar viejos mitos que sirven a algunos para revestirse con viejos uniformes. Por desgracia, la población en general tiene la impresión de que la Alemania Nazi era una máquina bien engrasada. Las apabullantes campañas de los primeros años han dado brillo a unos personajes de opereta. Lo cierto es que fue una buena época para que individuos amorales trepasen a lo más alto del poder. Con unas insignias a la vista y la voluntad para hacer cualquier cosa que pudiera agradar al führer todo podía conseguirse. Alemania se convirtió en un estado pirata, alimentado a base de despojar a sus víctimas de cualquier cosa de valor. Este libro y otras obras recientes sobre la II Guerra Mundial, como Némesis o Un ejército al amanecer, por citar sólo dos, presentan vivamente el desprecio por la vida de muchos políticos y militares que apenas podían diferenciar entre un valle y una colina.

  6. Chuikov dice:

    No sé si habrá sido revisado, pero el original es de principios de los 60. Se habla por los foros, ya lo sabéis, que es una biografía sobradamente superada .

    Yo no he leido ninguna bio de Göring, pero si leyera una me costaría decantarme por esta.

    No es que Tempus haya innovado. Y no son las memorias de Manstein precisamente, como para pensar que sea un clásico necesario de republicar.

    Más bien parece una apuesta de bajo riesgo, barata. ¿Me equivoco?

  7. Urogallo dice:

    Yo, sinceramente, no se si es barata o no en cuanto a derechos de autor. Si que es cierto que cuanta menos novedad presenta un lanzamiento, más barato debe ser. Pero es una suposición.

    Y, en cuanto a biografias de Goering disponibles, es la única que se puede encontrar facilmente. La otra ( por que me parece que solo hay dos editadas en España) es la que se editó en la colección de Memorias de Guerra, y es de David Irving. Se había editado hace años también.

    En cuanto a lo de «sobradamente superada», pués puede ser cierto a nivel general del III Reich. Ahora, a nivel biográfico, parece dificil aportar muchas novedades en cuanto a la figura del Reichmarsharll.

  8. Belibaste dice:

    Pero Uro estas totalmente equivocado en una cosa:

    Goering murió en un cine de París junto a Hitler, Goebels, Boorman y unos cuantos nazis más, lo dice Quentin Tarantino.

    A parte de este fallo, y sin conocer al personaje en cuestión, no hay duda que la reseña es de un nivel bastante altito.

  9. Balin69 dice:

    Me alegro de que sea buena la traducción, habida cuenta de que Tempus hasta ahora arrastraba la fama de hacer todo lo contrario (no lo digo muy alto, a ver si me van a tachar de taliban).

    Por lo demás, un personaje que nunca me ha interesado, quizá por esa indolencia que comenta Uro. Se le recuerda más por sus bravuconadas en referencia a la Luftwaffe y sus saqueos de arte de media Europa que por otra cosa.

  10. Urogallo dice:

    Gracias Belibaste, la puntualización es necesaria y precisa. ¿Que editorial puede perder de vista teorías más nuevas y comerciales?.

    Bueno Balin, a mi es eso precisamente lo que siempre me ha atraido de Goering. Como dice Germánico hay algo más humano ( y por eso mucho menos disculpable) en alguien que decide pasarse la guerra montando fiestas y cacerías en lugar de organizando la industria del exterminio, o creando la leyenda de Hitler como el verbo encarnado.

    Según el autor, Goering era el único lider verdaderamente popular aparte de Hitler, precisamente por que en su egolatría, su pereza y su vanidad lew hacían parecer humano entre aquella misa negra que parecía el gobierno del III Reich.

    1. Javi_LR dice:

      Uro, había tres respuestas esperando moderación desde hacía tiempo. Disculpa la tardanza, tú y los autores de los comentarios.

      Saludos

  11. Urogallo dice:

    Bueno, el orden de los factores no altera la discusión. ¿No?.

    Bueno, David L nos resuelve el problema. Habia una edicion en castellano anterior, y posiblemente de ahí venga la excelente traducción.

    1- Me ha parecido excelente, aunque tengo que reconocer que es cierto, posiblemente Irving se curró mucho más la suya. ( Posiblemente por que contaría con esta como base). Y sin entrar en la cuestión principal, y puede que me equivoque por que hace tiempo que la leí, Irving parece bastante tentado de demostrar que Goering era otro de los «malos consejeros». Dificilmente puede considerarse así al único jerarca que temía la guerra.

    2- Bueno, evidentemente no incluye nada sobre lo que ahora sabemos del guardian pro-nazi que le pasó la capsula a Goering. Pero, aparte de esto, no estamos ante un Kershaw. El autor no pretendió ser exaustivo con el personaje, por lo que me parece que los nuevos datos aportados desde los 60 no mejorarían excesivamente la obra.

    Un buen ejemplo es el mismo Kershaw. En su biografía ( aunque yo solo me he leido la segunda parte hasta finales del 43) a Goering se le menciona poquísimo. O eso creo recordar.

    Estoy de acuerdo con Luis. El libro deja clarísimo hasta que punto la maquinaria nazi era una mezcla de improvisación y de objetivos fantasiosos. La parte en la que se trata su época como ministro de interior en Prusia es otra prueba más de que la vieja cantinela de «solo los judios tenían algo que temer de los nazis» es falsa de raiz. Desde que los nazis logran el poder, toda su jauría de SA termina con cualquier vestigio de seguridad jurídica para los que no fuesen parte de la nueva clase dominante.

    Y luego volver a remarcar la cuestión que domina el libro. Goering creía en un partido que se haría con el poder, y que crearía un Reich unido con Austria, para luego dedicarse a la tarea de gobierno.

    El resto de sus camaradas en puestos de poder solo tenían ojos para la mesiánica visión de Hitler, crear un Reich para que lo gobernasen sus sucesores.

  12. Jaimemarlow dice:

    mmm… La biografía de Irving la leí hace bastante, pero creo recordar que no pintaba a Goering como un indolente… o por lo menos TAN indolente.
    De hecho, afirmaba que el servicio de información que montó dependiente de la Luftwaffe era el mejor de la alemania nazi, mucho mejor que el Abwher de Canaris.

  13. Germánico dice:

    El mejor o el que más información filtraba al Tercer Reich. Parece que en el Abwher hubo muchos oficiales que eran reticentes a colaborar con los nazis. No por ser unos demócratas de toda la vida, claro, sino por considerarlos unos advenedizos, o acaso unos brutotes.

  14. Myky dice:

    La historia la escriben los vencedores y ahí tenemos la respuesta a la pregunta de Urogallo ¿Cómo es posible que llegara tan lejos…?.
    La imagen que dan de los militares nacis siempre es de incopetencia, exaltados y medio locos si fuera así ¿Cómo llegaron tan lejos?
    Al final parece que Romel era el gran militar alemán, pero si hubiera tenido otro final ¿seguríamos teniendolo en esa consideración?

  15. Koenig dice:

    Pues mira, desde mi punto de vista ni Rommel se libra, que también tenía sus carencias.

  16. Urogallo dice:

    Si, estaba algo calvo.

  17. juanrio dice:

    No creo que se librara nadie en ningún bando, pero estoy de acuerdo con Koenig, Rommel tenía carencias.

    Interesante tu punto de vista sobre Goering, Urogallo. Es curioso como desde el desconocimiento se puede pensar que Goering era un personaje de mayor importancia en el Tercer Reich y mirando las cosas con más perspectiva se ve que no era para tanto…No creo que lea esta biografía, ya que tengo la de Irving en casa y sin leer, así que puestos lo hare primero, al menos, con esa.

  18. Urogallo dice:

    Bueno, esta biografia tiene muchos puntos interesantes, menos sobre las cuestiones personales ( La de Irving incide más, en mi opinión, en la vida personal de Goering, lo que es de esperar en una biografía al fin y al cabo) que en lo que se refiere a la organización del Reich.

    Aunque no faltan las afirmaciones sobre la inteligencia y la capacidad de Goering, sobre todo en lo que se refiere a los juicios de Nuremberg ( Su gran momento, sin ninguna duda), nos queda el espántoso desempeño de la Luftwaffe y su incapacidad en concentrarse en la defensa del Reich.

    Se mire como se mire, y aunque el libro no se concentra como debiera en ese punto, Goering fué el responsable del infierno desatado sobre las ciudades de Alemania.

    Yo no diría que Rommel tuviese carencias, creo más bien que tenía una única carencia: GASOLINA.

  19. Koenig dice:

    Ciertamente fue una de ellas. Otra (de ellas) fue que le costaba horrores darse cuenta de ello.

  20. Urogallo dice:

    Las victorias no se consiguen marcha atrás ( Winston Churchill).

  21. juanrio dice:

    Tengo la impresión de que le daba poca importancia a la logística y se lanzaba más allá de hasta donde podía llegar….

  22. Urogallo dice:

    Para eso estaba el estado mayor, arreglado iba si tenia que detenerse a contar latas de lentejas.

    Ya encontraría todas las que necesitase en Alejandría.

    ¡ Heia Safari !.

  23. Koenig dice:

    Salvo que se le acabaran antes.

    Y si, una de las cosas que falta es una memoria sincera de algún miembro de su estado mayor. Creo que solía tenerlos contentos.

  24. Urogallo dice:

    Mal jefe será el que tenga a sus empleados demasiado contentos. Serían todos junkers rencorosos y haraganes.

  25. Koenig dice:

    A todo esto. ¿Cómo habrá hecho para colarse un zorro cuando estábamos hablando de focas?

  26. equix dice:

    Belibaste… Te debo un spoiler.

  27. David L dice:

    Bueno, a mi Goering me parece un personaje muy atrayente dentro de los dirigentes del Tercer Reich, un individuo culto, inteligente, pero que como todos los demás no supo nunca decir no a Hitler, aunque hubo veces que llegó a intentarlo. Esto no es un pliegue de descargo en aras de “limpiar” la imagen del biografiado Goering, sino más bien una manera de situarlo en su justa medida dentro de lo que fue el organigrama jerárquico del Tercer Reich. Como Goebbels, a Goering también le atenazó el pánico cuando llegó el momento de dar el salto definitivo hacia la guerra, en definitiva él pensaba que podría llegarse a unos objetivos más o menos compatibles con las arengas de Hitler de una manera no tan drástica como era el uso de la fuerza, al menos no al nivel exigido por su «Fuhrer». Para conseguirlos, seguramente fue uno de los más implicados en que Alemania no entrara en guerra contra Francia y GB, además de no estar tan seguro de iniciar la ofensiva contra la URSS. Digamos que buscaba los mismos objetivos, pero pensaba usar distintos medios para lograrlo. Una vez que todo explotó, Goering se unió al carro de las victorias alemanas y fue partícipe de sus logros y fracasos. Su posición como nº 2 del Reich siempre estuvo presente en sus acciones, a veces estuvo más preocupado de no perder su “puesto” en la sucesión que de tomar las iniciativas que fuesen necesarias para dotar a la Luftwaffe de los medios necesarios para hacer de este Arma algo más que una fuerza de apoyo a las fuerzas terrestres . Aunque no sólo se puede culpar a Goering de esta planificación, donde el uso del arma aérea nunca obtuvo prioridad a nivel estratégico. En fin, un personaje del que se puede debatir ampliamente.

    Un saludo.

  28. Moreno dice:

    Buenos días:

    Muy interesantes sus comentarios, pero creo que olvidan una clave muy importante para entender el carácter de Göring: su dependencia de la morfina.

    Göring, a consecuencia de un disparo que encajó durante el pustch de 1923, comenzó a ser tratado con morfina. Intentó desintoxicarse varias veces, sin conseguirlo del todo (es muy difícil para alguien que, por el poder que posee, puede conseguir toda la droga que quiere)

    Gran parte de su indolencia, su apatía, su desinterés por todo aquello que no fuera su propio bienestar pueden achacarse al estado de relajación, euforia, bienestar y pasotismo que caracteriza al morfinómano.

    Y por ello también resurgió en Nüremberg, pues allí se desintoxicó… por fuerza mayor.

    Un saludo

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