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Foro de Hislibris Libros de Historia, libros con historia
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Rosalía de Bringas
Registrado: 16 Feb 2011 Mensajes: 3757
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Publicado: Lun Abr 25, 2011 7:56 pm Título del mensaje: Madres literarias |
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Saludos, hislibreños.
He buscado por el foro algún hilo donde se hubiese iniciado el tema que os propongo, pero no he encontrado ninguno...
A ver que os parece:
Ante la cercanía de Día de la Madre (ya, ya sé que muchos la consideran una fiesta frívola y comercial), sugiero que recordemos figuras de madres en la literatura.
¿Qué opináis?
Propongo que quien lo desee escriba sobre la madre literaria que más le ha gustado (o menos), mejor ( o peor) descrita, más verosímil, más histórica... Sobre el tratamiento de la maternidad, incluso.
Puede ser un ameno ejercicio recordatorio, que nos permita, a la vez, dar a conocer personajes (o menciones) interesantes en la novela, el teatro o la poesía, ¿no?
Bueno, yo lo planteo para que se calibre... |
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Balbo
Registrado: 02 Mar 2007 Mensajes: 12120 Ubicación: Gades in pectore
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Urogallo
Registrado: 15 Oct 2006 Mensajes: 21721 Ubicación: La Ferriére
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Publicado: Lun Abr 25, 2011 8:53 pm Título del mensaje: |
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Cersei Lannister. _________________ —Tienes la palabra de un oficial romano —dijo—. Vale más que un juramento.- |
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Javi_LR
Registrado: 15 Oct 2006 Mensajes: 6732
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Publicado: Lun Abr 25, 2011 9:03 pm Título del mensaje: |
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Uro, siempre pensando en lo mismo. En fin.
La mía:
Tetis. _________________ El ojo que ves no es
ojo porque tú lo veas;
es ojo porque te ve. |
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Lucía
Registrado: 07 Dic 2010 Mensajes: 3209 Ubicación: Mirando al mar
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Publicado: Mar Abr 26, 2011 8:36 am Título del mensaje: |
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La mia : La tía Tula _________________ ¿Por qué razón escriben los escritores? No lo saben muy bien, pero se darían cuenta si supieran que algún día, en la soledad de una habitación silenciosa llena de cosas de abuela, una niña abrirá su libro y quedará fascinada por lo que encuentra dentro.
Ultima edición por Lucía el Mar Abr 26, 2011 9:09 am; editado 1 vez |
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Davout
Registrado: 26 May 2010 Mensajes: 8987 Ubicación: AUERSTADT - 14.10.1806
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Publicado: Mar Abr 26, 2011 9:08 am Título del mensaje: |
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- Mmmm, literaria no se me ocurre ninguna... Pero si Rosalía me lo permite:
Siempre admiré a esta señora en el cine:
http://youtu.be/zBc-OcGBr9w _________________ LA PATRIE EN DANGER |
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equix
Registrado: 11 Sep 2008 Mensajes: 3831 Ubicación: El esquimo
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Publicado: Mar Abr 26, 2011 11:14 am Título del mensaje: |
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Me quedo con dos madres muy, pero que muy británicas, cada una a su estilo: la Sra. Brown y la sra. Durrell.
Acompañaron mi infancia y primera juventud, liberando de trabajo a mi propia madre, que no dudaba en dejarme en sus manos y disfrutando de sus aventuras y, sobre todo, las de sus respectivos vastagos, Guillermo y Gerald. _________________ Wyrd byð swyðost |
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farsalia
Registrado: 07 Nov 2007 Mensajes: 39645
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Publicado: Mar Abr 26, 2011 3:50 pm Título del mensaje: |
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Mi madre siempre dice que de pequeña jugaba a fútbol con calaveras. Conociéndola, quizá no era fútbol a lo que jugaba, pero sí me creo lo de las calaveras. Mi abuela, que siempre fue una vivalavirgen, ligerilla de cascos por decirlo finamente, la dejó en un convento situado, por entonces, al lado del antiguo Hospital de la Santa Creu, lo que hoy en día es la Biblioteca de Cataluña. Lo pasó mal en el convento, nunca le perdonó a su madre por ello. Y jugaban en el patio del Hospital, que durante la guerra civil fue escenario de varios fusilamientos (primero de unos, luego de otros). Y allí enterraron muchos cadáveres. Por ello, a mediados de los años cincuenta, era casi habitual encontrar cráneos medio enterrados en aquel patio, lo cual dice poco del "recreo" que tuvieron las internas en el convento como mi madre.
Mi madre, de nombre compuesto y tirando a lo religioso (es lo que se estilaba entonces) nunca ha sido de misa y penitencia; supongo que se llevó una ración de ambas cuando era pequeña. Mientras mi abuela iba de fiesta en fiesta, olvidándose de un marido que no sabemos a ciencia cierta si era el padre de su hija, y de esta hija que lo único buen recuerdo que tiene de las monjas es el amor que le inclulcaron por la costura, mi madre creció en un mundo en ebullición a pesar de los malos tiempos. Nunca ha sido de leer libros, prefiere las revistas del corazón, aunque la parte literaria la pone cada día. Conoció a mi padre en la empresa donde ambos trabajaron, aunque las primeras palabras que intercambiaron, en el vano de una escalera, fueron "¿a qué hora sales?" seguidos de un "¡y a usted qué le importa!"; puedo imaginarme quien pronunció qué, pero tras un noviazgo de cuatro años se casaron en la Nochebuena de 1967 en una iglesia horrorosa y casi vacía del barrio de Les Corts (Las Cortes por entonces, como era preceptivo).
Fue un noviazgo complicado, porque si mi abuela, que sí aceptaba a mi padre (y siempre lo hizo), mi abuelastro, en cambio, no hizo lo propio. Un personaje peculiar mi abuelastro: Manolo de nombre (nunca supe el apellido), jugó en el segundo equipo del F.C. Barcelona aunque no recuerdo (nadie, de hecho) que jugara nunca con el primer equipo. De mis recuerdos de infancia está, en una de las habituales visitas navideñas a casa de mi abuela, una foto de un equipo culé, no sé qué división, de mediados de los años cincuenta; alguno de sus nietrastros le preguntó a este señor si alguna vez ganó algo con el Barça, pero no ha quedado respuesta alguna en los anales familiares. La cuestión es que, durante ese noviazgo, mi padre solía visitar a menudo a mi madre en la casa de mi abuela, fuera del trabajo, pero en muchas ocasiones mi padre tuvo que salir por peteneras cuando llegaba mi abuelastro. Y cuando me refiero a las peteneras, no me refiero a salir por la puerta, sino a descolgarse por el balcón (y era un segundo piso) cuando el ex-jugador del Barça llegaba a casa. Y esta comedia funcionó más o menos hasta que se casaron, cuando mi abuelastro, que siempre predicó una moral que no practicaba, aceptó encantado a mi padre como su ¿yernastro? y siempre lo tuvo por uno de sus (escasos) mejores amigos.
Mi madre nunca superó el trauma del abandono materno, decía antes. Y la relación que mantuvo con mi abuela siempre fue tensa, en ocasiones conflictiva. Muchas eran las ocasiones en que los nietos visitaban a la abuela sin su presencia. Muchos Reyes acabaron con dimes y diretes porque el carbón de azúcar que mi abuela traía para sus nietos era malinterpretado (casi siempre con razón) por mi madre. Una postrera pelea a finales de los años ochenta las separó para siempre: mi abuela murió sin que hicieran las paces, aunque mi madre sí las hizo con el retrato de ella que colgó en casa cuando falleció. De las pocas pertenencias familiares que pudo recuperar de la casa de su madre, pues mi abuelastro, digno como siempre, le dijo que no se le ocurriera pisar la casa de su "mujer", que ahora él vivía allí. Rencillas familiares siempre ha habido, pero uno no suele enterarse de la muerte de su abuela con tres meses de retraso y, ya de paso, pocos nietos suelen acudir a la boda de su abuela; yo lo hice, tenía diez años. De los escasos recuerdos de aquel evento hay una cogorza de mi abuelastro (y cuando no es Pascua...) y del puntillo de mi padre, que cortés y educado, no quiso permitir que su suegrastro fuera el único que acabara debajo de una mesa. Aunque, con la dignidad siempre por delante, mi padre se mantuvo en pie.
Cinco veces fue madre mi progenitora, una hija nonata tuvo que enterrar. En cadencia cronológica casi exacta, un niño nació cada dos años, hasta cuatro supervivientes, terminando con una hija, mi hermana que no llegó de penalty porque mis padres no son creyentes de esa religión. Recuerdo los cuarenta años que cumplió mi madre, yo tenía diez, y los quiso celebrar. Recuerdo que, como tantas mujeres de su época que dejaron de trabajar para dedicarse a su hogar, siempre nos llevaba a cuestas adonde fuera; incluso para visitar a un señor mayor que decía ser mi abuelo de verdad (y que creemos que no lo era), muy amable, cuyo mayor recuerdo que tengo de él es el vaso con la dentadura en remojo encima de la mesita de noche. Criados en una escalera, mis hermanos y yo montamos nuestro mundo fantástico del que nos sacaba mi madre a la hora de comer. Fantasiosa en ocasiones, a mi madre le ha gustado presumir a veces de cosas que no tenía, pero con ello no hacía mal alguno. De ir a recoger a mi padre los viernes por la tarde todos juntos, conducidos de la mano de mi madre, hay muchos recuerdos de niñez; casi tantos como de esperarle a que llegara a casa con el TP en la mano, que los diversos hermanos nos disputábamos para leer. Eran los primeros ochenta, los niños de entonces nos conformábamos con poco.
A mi madre nunca se le han caído los anillos por trabajar como señora de faenas en casas ajenas. Siempre nos llevaba con ella, cuando no había nadie en esas casas, y sus hijos jugábamos con la bicicleta estática de tal señor o con el abrigo que olía a pachulí de la señora francesa del quinto; cuántas batallas navales se disputaron sobre ese abrigo, tirado en el suelo, capaz de embarcar a tres niños y su fantasía. De pequeño me gané el primer sueldo, veinticinco pesetas, paseando al perro de una de esas señoras a cuya casa mi madre iba a limpiar; un perro malcarado aunque afable que se dejaba arrastrar al paseo para que hiciera sus necesidades. Mi madre me insistía en darle siempre las gracias a aquella señora, esposa de un comisario de la Brigada Político-Social ya retirado. Los profesores del colegio temían a mi madre, el director se escondía cuando mi madre acudía para saber quién le había hecho daño a sus retoños; a veces con vergüenza, mis hermanos y yo solíamos implorarle que no montara el número, pero qué se le va a hacer, ella era así, a sus hijos no les toca nadie.
Los años han pasado y mi madre ya es abuela y tiene una perra a la que trata como si fuera su segunda nieta. Los achaques no pasan de lado por su vida y ahora lleva gafas para leer las sempiternas revistas del corazón que devora cada semana. Yo me he criado también con esas revistas y desde luego mi pasión por la historia de la alta sociedad (cada vez más cutre, incluso en un ¡Hola! de hoy) viene de esas lecturas de pequeño sobre los Grimaldi o Ira de Fürstenberg, un nombre que siempre me ha hecho mucha gracia. El Suetonio de ahora viene en papel cuché, ya ven. Mi madre quizá ve demasiados programas televisivos de la víscera (más que del corazón), pero no hace mal a nadie con ello, y el resto de la familia los soporta con cierto estoicismo a la hora de comer o los viernes por la noche. Yo tengo el recurso de la lectura y mi padre escucha El Larguero.
Mi madre ha tenido una vida difícil, como muchas mujeres de su época. Nacer en el 45 no la hace muy distinta de muchas otras. Pero es mi madre, algo diferente tiene, algo especial, ¿no?
_________________ Web personal
¡¡El Mesías!! ¡¡El Mesías!! ¡¡Muéstranos al Mesías!! |
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Rosalía de Bringas
Registrado: 16 Feb 2011 Mensajes: 3757
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Publicado: Mar Abr 26, 2011 8:14 pm Título del mensaje: |
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Buenas noches a todos.
Farsalia, ¿me permites que te pregunte de dónde procede ese texto tan interesante que has escrito? |
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farsalia
Registrado: 07 Nov 2007 Mensajes: 39645
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Rosalía de Bringas
Registrado: 16 Feb 2011 Mensajes: 3757
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Publicado: Mie Abr 27, 2011 9:56 am Título del mensaje: |
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Saludos para todos.
Farsalia: te felicito muy sinceramente por el relato que nos has regalado; de verdad.
Admiro tu generosidad, al compartirlo, y el cariño con que está escrito.
Ignoro si tiene un componente biográfico o no; es lo de menos. Esa la madre existe; hay muchas como ellas y, tanto la real como las reflejadas, seguro que se sentirían muy dichosas al saber que su figura pertenece ya al patrimonio de estos humildes lectores.
¿Véis como es un privilegio pertenecer al club hislibreño? |
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farsalia
Registrado: 07 Nov 2007 Mensajes: 39645
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Rosalía de Bringas
Registrado: 16 Feb 2011 Mensajes: 3757
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Publicado: Mie Abr 27, 2011 10:02 am Título del mensaje: |
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...Entonces es una mujer doblemente agraciada.
Es madre. De un escritor... |
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juanrio
Registrado: 24 Oct 2007 Mensajes: 10764 Ubicación: Vicus Albus
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Publicado: Mie Abr 27, 2011 11:32 am Título del mensaje: |
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Mi enhorabuena, Farsalia...no puedo decirte más. _________________ "Soy el hombre delgado que no flaqueará jamás"
Pedro Casariego
«Quien se arrodilla ante el hecho consumado, es incapaz de afrontar el porvenir» (León Trotsky). |
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UTAHRAPTOR
Registrado: 24 Mar 2010 Mensajes: 399 Ubicación: Murcia
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Publicado: Jue Abr 28, 2011 10:53 am Título del mensaje: |
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Buen relato, Farsalia, pequeño fresco de un época. Debemos tener edades parecidas, yo también era niño a principios de los 80. Y es verdad, con cualquier tontería hacíamos un juego, un par de juguetes eran ya un tesoro. Heredábamos la ropa de los mayores, los libros de texto, etc.
Nos separan 30 años de ese mundo que hoy nos parece de otra dimensión, aunque claro, desde nuestra perspectiva, porque cuando le señalo a mi padre las diferencias; cómo criamos a mi hijo o como se crían mis sobrinos (los niños hoy tienen una descomunal cantidad de cosas), termino con la frase que has escrito tú:
"Antes, los niños nos conformábamos con poco".
Él, hijo de la guerra y de la posguerra, esboza una irónica sonrisa y replica:
"Sí, y los de mi época con nada". _________________ La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados. Groucho Marx. |
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