Foro de Hislibris

[sciurus]

Acabé La Formación de la Humanidad de Richard Leakey. Seguramente superado por todo lo que avanza el mundo de la arqueología, pero para lo olvidado que lo tenía me fue genial su lectura. Ameno y divulgativo. Y al alcance de todos.

Empecé ya La Formación de Inglaterra de Asimov. Imprescindible ahora que estoy con tanta serie de vikingos.
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Pensad como hombres de acción, actuad como hombres pensantes.

Thomas Mann

[Clodoveo11]

[Clodoveo11]

La Autobiografía de Fidel Castro, de Norberto Fuentes.

Excelente retrato de un mega HP egocéntrico y su logro del poder absoluto en la desgraciada isla. Explica a las mil maravillas su excepcional supervivencia política.
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γνῶθι σεαυτόν... vaya, y sólo sé que no sé nada.

[farsalia]

Leyendo Caesar: a Biography, de Christian Meier (Harper Collins, 1996; ed. original en alemán, 1982):

[Balbo]

Como cada año, y siguiendo una constumbre hogareña, principio a requeteleer:

CANCIÓN DE NAVIDAD, de Charles Dickens



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Viento del Este y niebla gris anuncian que viene lo que ha de venir (Mary Poppins)

[sciurus]

[sciurus]

Bienvenida...Grandioso Nick el de Irene Adler, la mujer para El mismo detective y Watson. El universo Sherlock Lo dicho, bienvenida.
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Pensad como hombres de acción, actuad como hombres pensantes.

Thomas Mann

[Derfel]

Concluida ayer la lectura de la última parte ("Chicas felizmente casadas", título que encierra un evidente sarcasmo), ha resultado una lectura de lo más recomendable, que gana a medida que avanzan los libros.

La trilogía narra la huida de dos chicas de campo irlandesas de su entorno rural, en un primer momento al Dublín que representa la antítesis del campo y posteriormente, ya casadas, a Londres, ciudad cosmopoilta y moderna contrapuesta a la Irlanda atrasada. Estamos en los años 50 del siglo pasado y la liberación de la mujer es aún una conquista pendiente.

Las dos primeras novelas son narradas en primera persona por Caitleen, con estilo sencillo e impresionista, poco reflexivo, que transmite una naturalidad tremenda. Sin duda, esta voz fresca y un tanto naif es una característica destacable de la irlandesa. Las peripecias de la sensible (¿ñoña?) Catileen, en constante búsqueda de esa ilusoria figura masculina paternal que le proporcione felicidad y plenitud, resultan en ocasiones cómicas, en otras trágicas, pero siempre muy vívidas.

En la tercera parte, la autora -mostrando una destreza técnica muy notable, que pone en tela de juicio esa espontaneidad casi de escritor aficionado que conseguía transmitir en las dos primeras entregas-, cambia de narradora, alternado a la otra chica, Bárbara ("Baba"), con una voz omnisciente que consigue dar una visión de conjunto -tanto personal como espacial- a toda la obra, elevándola a otra dimensión: tras la lectura completa, uno tiene la impresión de haber sido testigo del periplo vital completo de estas dos chicas, con sus anhelos y sus miedos.

Baba es la antítesis de Catileen: mucho más "espabilada", no se hace ilusiones con lo que le pueda deparar el futuro ni los hombres. Con una visión práctica de la vida (en contraposición con su "novelesca" amiga), busca satisfacer sus apetitos materiales y carnales, sin ningún rubor ni apenas remordimiento, pero con idéntico desacierto. La autora no tiene reparos en mostrarnos la insatisfacción sexual de ambas mujeres, lo cual -teniendo en cuenta que los libros se editaron en los años 60-, explica por qué motivo fueron incluso quemados en la hoguera por un párroco rural irlandés.

Finalmente, Obrien añadió un epílogo de apenas 20 páginas, escrito dos décadas después, que cierra el ciclo con una píldora amarga, sin duda como la vida misma. Concluido el libro, Caitleen y Baba se le quedan a uno -sin desearlo- atrapadas en alguna parte del cuerpo, entre las vísceras.

Gran novela, excelente escritora.

[Rodrigo]

Derfel, me afirmo en mi convicción: el día en que te decidas a reseñar en la PAPRI será un día de ganancia para Hislibris.

[Rodrigo]

Leo con el mayor interés La revolución cultural nazi, de Johann Chapoutot (Alianza, 2018).



La idea que sirve de piedra angular a este libro es la del nazismo como una revolución cultural de corte arcaizante, arraigada en el motivo típicamente retardatario de la "vuelta a los orígenes". Apenas estoy en los preliminares pero, al toparme con semejante premisa, echo en falta señales de una lectura por Chapoutot del trabajo fundamental de Roger Griffin, Modernismo y fascismo, o, por lo menos, de otros estudios que den cuenta de la faceta modernizante del nazismo o de sus predecesores ideológicos (por ejemplo: Modernidad y Holocausto, de Zygmunt Bauman; El modernismo reaccionario, de Jeffrey Herf; Hitler y sus esclavos, de Michael T. Allen, o Salón Deutschland, de Wolfgang Martynkewicz; no lo he leido pero presumo que el libro de Christian Ingrao, Creer y destruir, discurre también por esta senda. Ninguno de estos libros figura en la bibliografía). ¿Discutirá al menos Chapoutot la tesis del nazismo como un fenómeno de raigambre modernista, o como una manifestación -cabal o contrahecha, según el prisma con que se mire- de la modernidad? Al hojear el libro, no hallé indicios de esto.

(Destaco el libro de Griffin porque, hasta donde puedo saber -que no es tanto como quisiera-, es el que mejor profundiza en la interpretación del nazismo como un movimiento revolucionario abocado al futuro y a la forja de una nueva era, más que a retrasar el reloj de la historia y a la restauración de unos orígenes mitificados.)

Vaya por delante que no refuto la vena regresiva del discurso nazi, evidente en la idealización de un semi-mítico pasado germánico y el rechazo de un orden socio-político que reivindicaba el legado de la Ilustración. Pero creo que el vínculo entre el nazismo y la modernidad es real y muy concreto, en absoluto accidental. ¿En qué quedamos, se dirá? Partiendo por el dato de que nada en el campo de lo humano admite simplificaciones, estimo que el nazismo es uno de los fenómenos más complejos y contradictorios, más refractario a las explicaciones unidimensionales que haya habido en la historia. Véase la disputa entre quienes le atribuyen una filiación directa con el romanticismo y quienes la desmienten, aduciendo sus pretensiones cientificistas y su engarce con la modernidad tecnológica y la racionalidad económico-organizacional (o la racionalidad técnico-administrativa: véase para el caso la excelente monografía de Michael Allen). O las tensiones entre el pretendido cientificismo de la ideología nazi (vertiente representada por el mismísimo Hitler) y la corriente germanizante de cariz esotérico, propia de los que, como Himmler y Rosenberg, se chiflaban por los vestigios ancestrales de la supuesta "raza aria" (runas, dólmenes, artefactos, etc.). En todo caso, va en favor de Chapoutot el admitir que la visión de mundo nazi es un verdadero cajón de sastre, saturado de ingredientes contradictorios, además de dejar sentado que los nazis hicieron poco más que apropiarse de unas ideas preexistentes y ampliamente difundidas en la sociedad alemana, dándoles coherencia e impulso práctico en grado suficiente como para movilizar un país.

Me consta que Farsalia leyó el libro de Chapoutot sobre el nazismo y la Antigüedad, editado unos años atrás por Agaba. Me figuro, contertulio, que el francés sondeaba ahí la mirada arcaizante de la mentalidad nazi...

[Arturus]

[sciurus]

La verdad que sí. Son sencillos pero una base con la que construir.
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Pensad como hombres de acción, actuad como hombres pensantes.

Thomas Mann

[Derfel]

[Rodrigo]

Ya, pero me da que caerá en saco roto...

[Raskolnikov]