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El pequeño Pataxú, Tristan Derème

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Olethros



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MensajePublicado: Vie Sep 01, 2017 3:21 pm    Tí­tulo del mensaje: Responder citando

Si no me equivoco, un 1 de septiembre de...

...5509 a. C. Fecha exacta de la Creación para los bizantinos, por lo que su calendario etos kosmou (año del mundo) empezaba ese día y duraba, en términos del nuestro, hasta el 31 de agosto del año siguiente.

...1701. Batalla de Chiari, en el seno de la Guerra de Sucesión Española, entre los ejércitos de Francia y Austria en Italia, con victoria austriaca contra pronóstico y que cambió la política de campaña de Francia en el área.

...1862. Batalla de Chantilly (también conocida como Batalla de Ox Hill) en el seno de la Guerra Civil Norteamericana, en la que las fuerzas confederadas querían aprovechar la inercia de retroceso de los unionistas tras su retirada de Bull Run para tomar territorio y anularlas en parte, por lo que avanzan para ser detenidas por el decidido contraataque del norte en lo que se puede considerar un empate técnico entre ambos bandos.

...1870. En el seno de la Guerra franco-prusiana, comienza la Batalla de Sedán entre un ejército francés al mando de emperador y que trataba de detener el avance exitoso del enemigo que estaba por terminar en un movimiento amplio de tenaza, y un ejército prusiano todavía mayor que quería rematar su operación estratégica.

...1914. En el seno de la Primera Guerra Mundial, y en la aldea de Néry, una división de caballería alemana ataca la línea de defensa británica por sorpresa, tomando dos de sus tres baterías de cañones rápidamente. En la tercera, el capitán E. K. Bradbury, con una herida fatal, no se aparta de su cañón, dirige su fuego y consigue dispersar a la división alemana, antes de morir. Bradbury y dos integrantes de la dotación artillera serán condecorados, de manera póstuma en el caso del capitán, con la Cruz Victoria. Mientras, un oficial alemán con los planes del Primer Ejército Alemán en su poder y en dirección al cuartel general de su división se topa con una patrulla francesa que acaba con él y se hace con la información, que será de mucha utilidad ya que demuestra que las intenciones alemanas eran muy distintintas a las previstas por Francia, que pensaban que irían hacia el sur, sino que se dirigían al sureste, en dirección al Marne.

...1917. En el seno de la Primera Guerra Mundial, fuerzas alemanas en el frente oriental que parecían haber estado mucho tiempo ociosas pero en realidad se estaban preparando descargan un enorme ataque sobre Riga, Letonia, antes del amanecer. El bombardeo previo seguirá los postulados del experto en la materia Georg Bruchmüller, que dará nombre al tipo de bombardeo con varias fases incluyendo la famosa Feuerwalze, cortina de fuego móvil. El castigo sobre las posiciones rusas es tremendo tras cuatro horas y media en la que reciben el impacto de cientos de miles de proyectiles artilleros. Los soldados rusos que no se retiran (la mayoría) no podrán ofrecer una resistencia digna de mención y, tras ocupara la ciudad, los alemanes desplazarán el frente treinta kilómetros al este. La interpretación rusa del asunto se alejará del análisis de técnicas bélicas modernas y se dirigirá a la actividad bolchevique en sus filas.

...1939. Invasión de Polonia por parte de Alemania justo antes del amanecer, ejecutando su Plan Blanco, con cincuenta y tres divisiones y más de mil quinientos aviones contra unas veinticuatro divisiones polacas, lo que se considera el comienzo de la Segunda Guerra Mundial, al menos en Europa. Apenas una hora antes el crucero Schleswig-Holstein, fondeado en Danzig, abría fuego contra puestos fortificados polacos. Alemania le muestra al mundo la Blitzkrieg. Transcurrirán dos mil ciento setenta y cuatro días de guerra hasta que llegue su final.

...1941. En el seno de la Segunda Guerra Mundial, las fuerzas alemanas reconquistan Mga y vuelven a aislar a Leningrado de todo transporte por ferrocarril.

...1942. En el seno de la Segunda Guerra Mundial, las primeras tropas de tierra alemanas comienzan a atacar Stalingrado. Mientras, Rommel debe detener su avance hacia el este por la falta de combustible y suministros, además de por la férrea resistencia aliada, de forma que sólo cuarenta y ocho horas después de iniciar su ataque deber retirarse a las estribaciones de Alam Halfa, cerca de El-Alamein. El general Montgomery, al frente de los aliados, obtenía su primera victoria en el desierto.

...1944. En el seno de la Segunda Guerra Mundial, los aliados toman Arras, Aubigny y Dieppe, mientras se acercan a Bruselas.

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MensajePublicado: Sab Sep 02, 2017 8:50 pm    Tí­tulo del mensaje: Responder citando

Un 2 de septiembre del año 44 a.C. el semirretirado político romano Marco Tulio Cicerón “la lió parda” en el Senado cuando pronunció la Primera Filípica, un discurso contra el cónsul principal ausente, Marco Antonio, y estando presente el otro cónsul, su antiguo yerno Publio Cornelio Dolabela.



Era un discurso que, aun criticando a Antonio y su política desde la muerte de César, seis meses atrás, buscaba también un cierto pacto con el poder ejecutivo… pero con la retórica incendiaria de Cicerón (quosque tandem abutere, nunc Antonius, patientia nostra?) el pacto era imposible, pues Cicerón detestaba lo que simbolizaba Antonio, y éste, que en la guerra civil de cinco años atrás trató al viejo consular con algo de decoro, no podía olvidar tampoco que Cicerón había instigado la ejecución de su padrastro, Publio Cornelio Léntulo Sura, durante la conjura de Catilina, casi dos décadas antes. El discurso de Cicerón recibió una réplica violenta de Antonio dos semanas después, y a ésta respondió el orador con un segundo discurso (también virulento), que como otros discursos de Cicerón, fue escrito y distribuido, pero no pronunciado “físicamente” en el Senado. Sea como fuere, ambos discursos marcan la ruptura definitiva de Cicerón con Antonio y radicalizan, en breve, la situación política en la Roma previa a la creación del (mal llamado segundo) Triunvirato, once meses después.

El título Filípicas que recibieron los catorce discursos que Cicerón escribió y pronunció ante el Senado y el pueblo romano parece provenir de una broma privada que Marco Bruto le hizo a Cicerón en una carta, comparándolos con los que escribiera y pronunciara Demóstenes, tres siglos atrás, contra el rey macedonio Filipo II. Cicerón también se lo tomó a chanza y aceptó el título (la vanidad siempre le pudo… hasta el final). Y cargó cada vez más las tintas contra Antonio; en su retórica, éste pasó de ser un inimicus, como pudieron serlo Clodio, César o Vatinio en su momento (aunque al primero le tuvo más que ojeriza: fue odio puro y duro), a ser un hostis, o enemigo del Estado (parangonable a un Mitrídates del Ponto o peor aún); paulatinamente, Cicerón exigió que se censurara, despojara de mandos militares y persiguiera a Antonio. ¿Influyó Cicerón con sus discursos en la olla podrida que condujo a varios ejércitos romanos –Décimo Bruto en el norte de Italia, Antonio en Italia y la Galia, los cesaricidas en Grecia y Oriente, el joven Octaviano ora por libre y ora por mandato del Senado, los cónsules Hircio y Pansa en el año 43 a.C.– a luchar entre sí apenas un año después de la muerte de César? Lo que está claro es que persiguió incansablemente un objetivo: eliminar a Antonio como fuera. Ni pan ni agua, ni embajadas buscando acuerdos ni renovación de mandatos. Nada: Antonio debía ser considerado un ‘hostis publicus’, y como tal perseguido y ajusticiado. Además, huyendo de una posición como figura consular moderada a la que los demás pedían consejo y apoyo, que es como antaño se veía a sí mismo, Cicerón exacerbó sus odios y temores, manipuló al Senado, intoxicó comisiones enviadas a parlamentar con Antonio, se saltó la ley a las bravas cuando le convino (total, ya lo hizo con los conjurados catilinarios…) y se encontró con la horma de su zapato en el joven Octaviano, a quien adulaba en persona y por escrito decía que había que alabar, premiar… y luego apartar (por no decir desechar) [laudandum, ornandum, tollendum], que se la guardó.

Sea como fuere, con su inflexibilidad, Cicerón impidió la posibilidad de un acuerdo, y en el año y pico que transcurrió entre su primera Filípica y la constitución del Triunvirato entre tres hombres que lo odiaban (Antonio y Lépido) o lo utilizaron, desecharon y luego dejaron que fuera asesinado (Octaviano), ejércitos romanos diversos lucharon entre sí en Italia y la Galia Cisalpina, preparándose otros en Oriente para resistir contra el castigo que, por haber asesinado a César, sus líderes pronto recibirían. Cuando Cicerón finalmente fue asesinado, en noviembre del año 43 a.C., Antonio exigió que le enviaran las manos con las que aquél escribió sus discursos y la cabeza; su esposa, Fulvia, utilizaría la lengua del político y orador como alfiletero particular. Mientras, la guerra civil a gran escala volvería a resurgir. Puede incluso resultar irónico (por lo casual) que los ejércitos de cesarianos de todo pelambre y los autoproclamados “libertadores” se enfrentaron cerca de la ciudad macedonia de… Filipos (latín Philippi, griego Φίλιπποι, Phílippï).
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MensajePublicado: Lun Sep 04, 2017 10:02 am    Tí­tulo del mensaje: Responder citando

Un 4 de septiembre del año 476 tuvo lugar un acto que certificaba la defunción ideológica de un imperio pero que, en términos prácticos, no dejaba de ser una decisión que para millones de personas del antaño Imperio Romano (de Occidente) pasaría desapercibida: el hérulo Odoacro depuso al emperador romano occidental Rómulo Augústulo, apenas un adolescente a quien su padre, el general medio germánico Flavio Orestes, había sentado en el trono imperial en Rávena un año atrás.



Formalmente no fue el “último” emperador occidental, pues en Dalmacia languideció hasta su muerte, cuatro años después, Julio Nepote, a quien los emperadores romanos orientales (en Constantinopla) sí reconocían como un colega, a diferencia del pequeño Augusto (‘Augustulus’), considerado un usurpador, y que en Rávena fue un títere en manos de su padre y los “bárbaros” con los que éste ora se aliaba, ora se enfrentaba. Nepote fue apartado del poder imperial, que con esfuerzos controlaba Italia y la costa dálmata, por un Orestes que jugó a ser un “hacedor de augustos”, como el militar suevo Ricimero, que unas décadas antes sentaba y derrocaba emperadores en Rávena.

La agonía del Imperio Romano de Occidente comenzó tras el asesinato de Valentiniano III, el último de la casa valentiniana-teodosia, en 455 (y de Aecio, el hombre fuerte de la corte imperial, un poco antes, siendo la muerte de Valentiniano el corolario de la del ‘dux’ militar). Los veinte años posteriores –mientras en Constantinopla emperadores ajenos a esta familia se asentaban y sin demasiadas sutilezas enviaban a Occidente a los “bárbaros” que trataban de asentarse en los Balcanes– fueron un trasiego de ejércitos y titulares de un imperio que a veces se solapaban, luchaban y mataban entre sí, y que fueron apuestas desde diversas esferas en pugna: la apuesta galorromana con Avito (y la preferida por Constantinopla y por la facción del inoperante Senado que lideraba Sidonio Apolinar, cansino como pocos, por cierto…), y que apenas duró un año y medio (455-456); los militares al poder, con Mayoriano al frente, que trató de impedir (por última vez) el finiquito del imperio (457-461), aunque ello supusiera enfrentarse al sibilino ‘Kingmaker’ Ricimero, el sucesor de Aecio en las tareas de controlar el poder con la espada; los emperadores Libio Severo (“ricimeriano “ y, por tanto , usurpador para Constantinopla), entre 461 y 465, y Antemio (con el beneplácito oriental y, por tanto, combatido y finalmente vencido y ejecutado por aquél), entre 467 y 472, con un interludio entre ambos en los que vándalos y visigodos llevaron el agua a su molino para consolidar sus flamantes reinos en Hispania-sur de la Galia y África, respectivamente; el breve Olibrio en el año 472 y, ya muerto Ricimero (que no fue asesinado por nadie, sino que falleció por enfermedad), Glicerio (colocado por los burgundios) y el citado Nepote. Las amenazas externas (e internas) dislocaron el imperio que, ya con Valentiniano III, apenas tenía un control nominal sobre la Galia e Hispania, perdida África tras la conquista de los vándalos de Genserico, y realmente era efectivo en Italia y (parte de) las provincias ilirias. Ricimero y Orestes decidieron emperadores y personificaban la “barbarización” de un ejército romano occidental, que cada vez era menos romano.

La consecuencia de la deposición de un adolescente que, irónicamente, llevaba el nombre del primer rey de Roma y del primer ‘princeps’ de época imperial, fue que los reinos “bárbaros” quedaron plenamente establecidos en el escenario occidental en las décadas inmediatamente posteriores, aunque aún habría pugnas en la Galia entre los francos de Clodoveo y ‘magisteres militum’ como Siagrio. ‘De facto’ (nunca ‘de iure’ para Constantinopla, que formalmente no renunció a recuperar aquella parte del imperio, como trataría de realizar Justiniano en el siglo VI), cada provincia y/o prefectura del antiguo Imperio Romano de Occidente dio paso a un nuevo reino: Hispania para los visigodos (exceptuando el reducto suevo en la Gallaecia), la Galia (sobre todo desde la victoria franca en Vouillé, en 507) para los francos, la zona de los Alpes y la Provenza para los burgundios, e Italia (la “joya de la corona”) e Iliria para los ostrogodos. Estos últimos, enviados por el emperador oriental Zenón contra Odoacro, conquistarían la península italiana al frente de un vigoroso Teodorico el Amalo, que con sus propias manos liquidaría al hérulo, tras tenerlo asediado en Rávena durante tres años. Para entonces, nadie se acordaba de un muchacho de apenas quince años que en septiembre de 476 fue depuesto y cuyas insignias imperiales fueron enviadas, como era lógico (pues era un usurpador desde la óptica romana oriental) a Constantinopla. Pasarían tres siglos y pico hasta que otro emperador “romano” fuera coronado en Roma, el carolingio Carlos I o Carlomagno.
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MensajePublicado: Mar Sep 05, 2017 12:26 pm    Tí­tulo del mensaje: Responder citando

Un 5 de septiembre de 1661 el capitán de los mosqueteros del rey, Charles de Batz-Castelmore d'Artagnan, arrestó por orden de Luis XIV a Nicolas Fouquet, Superintendente de Finanzas de Francia. ¿Cómo era posible que cayera uno de los hombres más poderosos del reino, quien controlaba las finanzas (ingresos y gastos) de la monarquía y de quien se decía que podía conseguir dinero de dónde fuera en tiempo récord? Pues precisamente era ese poder que ostentaba, añadiendo el hecho de ser procurador general del Parlamento de París, lo que despertaba las iras de un joven rey que, liberado de la presencia física del cardenal Mazarino, aspiraba a gobernar por sí mismo y sin ataduras. Por sí mismo lo lograría, pues no designó ningún primer ministro ni valido, rodeándose de un grupo de hombres que se lo debían todo (Colbert, Le Tellier, Lionne, Louvois) y que fueron de enorme “ayuda” en esa gobernanza; que gobernara “sin ataduras” ya es otro cantar, porque, como comentábamos el pasado lunes, el absolutismo que trató de imponer sobre Francia no era monolítico ni perfecto. Pero, volviendo a Fouquet, ¿qué significaba su caída en desgracia?



Nicolas Fouquet (1615-1680) acumuló poder y sobre todo riquezas subiendo constantemente peldaños, hasta alcanzar la Superintendencia de Finanzas, en 1653, y que ocupó conjuntamente con Abel Servien hasta 1659, y desde entonces en solitario. La Superintendencia de Finanzas no sólo se encargaba de conseguir ingresos, pues dirigía a los intendentes que, en las regiones donde no existían los Parlements (los llamados pays d’election), podían imponer impuestos en nombre del rey (a diferencia de los pays d’États, donde las asambleas representativas o États negociaban con los intendentes el montante a recaudar), sino de gestionar su gasto y de, sea como fuere, evitar la bancarrota del país. Tarea ingrata pero también susceptible de lucrar a quien ejercía el cargo, y Fouquet fue uno de esos hombres que se hicieron millonarios gestionando las finanzas públicas (¿corrupción de Antiguo Régimen, diríamos?). Un Superintendente dependía del favor real pero podía facilitarle la vida a un monarca suministrándole fondos, y eso es lo que hizo Fouquet durante el gobierno de Mazarino. Su riqueza, su soberbia y el círculo de amistades que había creado, rodeándose de nobles, financiando a artistas y escritores (Poussin, Molière, Perrault, La Fontaine, Corneille…) y construyéndose fastuosos châteaux como Vaux-le-Vicomte o adquirir islas como Belle-Île-en-Mer, cerca de la Bretaña (y que Vauban fortificaría); además, como procurador general en el Parlamento de París, Fouquet se garantizaba competencias judiciales (y un “aforamiento”); el cargo se compraba, como tantos cargos en las instituciones del Antiguo Régimen, y la compra/venta (o la venalidad de las funciones públicas) siempre fue un fenómeno común en la Francia de los siglos modernos. Es fácil comprender que, para cualquier rey que se preciara de serlo, una figura como la de Fouquet, que podía abrir o cerrar el grifo del dinero, y que era judicialmente intocable, resultaba bastante molesta. Ya comentamos que Luis XIV se impuso “poner orden” (a su manera “absolutista”, claro está), y que decidiera empezar con Fouquet, apenas mes y medio después de la muerte de Mazarino era una clarísima declaración de intenciones.

Alexandre Dumas relata, desde la ficción y con prolijidad, el camino que condujo a la caída de Fouquet en los dos tomos de El vizconde de Bragelonne, la tercera novela protagonizada por un D’Artagnan cincuentón y unos sesentones Athos, Porthos y Aramis, y ambientada en 1660-1661. Las intrigas de palacio se mezclan con la aventura de D’Artagnan –que dimite de su cargo de capitán de los mosqueteros porque considera a Luis XIV un rey débil e indigno–, en Inglaterra para restaurar a Carlos II, toma ya…; y, recuperado el puesto, cuando se da cuenta de que Luis XIV no es un pelele sino todo lo contrario (demasiado intransigente, incluso), con el juego del gato y el ratón que se trae con Aramis, ahora asesor de Fouquet (y, en el intermedio, elegido general de la Compañía de Jesús, supera eso…). Jean-Baptiste Colbert trata de derribar a Fouquet y pone en varios bretes a Fouquet, que se salvará gracias a Aramis. Un Aramis que burla en diversas ocasiones a D’Artagnan, el agente real, pero finalmente va más allá de su fervor por Fouquet al descubrir a Philippe, el hermano gemelo de Luis XIV, encerrado en la Bastilla para evitar una crisis de Estados (dos reyes iguales sería inconcebible), y realizar un canje: el odiado Luis XIV a la Bastilla, Philippe al palacio real, confiando en que así salvará a Fouquet de su inminente caída. Pero Fouquet, sacando honor de donde quizá ya no lo tenía, desbarata el plan de Aramis, a quien fuerza a la huida, y rescata al rey. Luis XIV le agradece tácitamente a su salvador el haberlo sacado de prisión, pero no puede permitir que nadie se entere de lo sucedido, y menos por boca de Fouquet; a su proyectado arresto, pues, añade la obligación del silencio perpetuo, recluyendo al ya derribado Superintendente en prisión.

La realidad fue más compleja. Un D’Artagnan histórico, y muy diferente del dumasiano, arrestó a Fouquet, pero el juicio al ex ministro se alargaría durante más de un año (recordemos que Fouquet era procurador general del parlamento parisino), no pudiendo imponer el rey la pena de muerte, contentándose entonces con una reclusión perpetua en la prisión de Pignerol. Unos días después del arresto Luis XIV suprimía la Superintendencia, creando en su lugar un Consejo Real de Finanzas, a cuya cabeza puso a Colbert, quien muy probablemente estuvo detrás de la caída de Fouquet. Como intendente de finanzas, Colbert iniciaría su carrera hasta alcanzar el cargo de contrôleur général des finances, que se asemeja más al cargo actual de ministro de Economía, y que depende (ahora sí) del monarca. Colbert se encargó de las finanzas de Francia hasta su muerte en 1683, impuso o puso las bases del mercantilismo (versión francesa, es decir, colbertismo), y asumió competencias sobre las diversas esferas económicas del país: agricultura, industria (o manufacturas, para la época), comercio, moneda, impuestos, y tributos, marina (fue el gran impulsor de la marina real francesa para hacer frente a la inglesa)… aunque todo eso no le eximía de negociar con las asambleas de los pays d’États. Con la caída de Fouquet, pues, se iniciaba el cambio para fortalecer el Estado y la monarquía, eliminar privilegios e instituciones y hacer del rey alguien que no estaba limitado por ninguna ley (“ab-solutus”), a excepción de la divina, por supuesto.
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Olethros



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MensajePublicado: Mar Sep 05, 2017 6:23 pm    Tí­tulo del mensaje: Responder citando

Si no me equivoco, un 5 de septiembre de...

...1634. En el seno de la Guerra de los Treinta Años, comienzo de la Batalla de Nördlingen entre fuerzas protestantes de Suecia y Sajonia, que querían terminar la guerra imponiendo sus condiciones, y tropas de una alianza católica entre el Imperio de España y el Sacro Imperio Romano Germánico, con enfrentamientos preliminares entre fuerzas de vanguardia al llegar el atardecer.

...1877. Asesinato a bayonetazos del jefe indio Caballo Loco durante su reclusión en Fort Robinson.

...1905. Fin de la Guerra Ruso-Japonesa tras la Conferencia de Portsmouth, con auspicio y apoyo de USA, entre una debilitada Rusia que aunque tiene deseos de lucha todavía está hipotecada por la Revolución de 1905 y un Japón que, aunque ha conseguido importantísimas victorias militares, está al borde de la bancarrota y del límite de suministros bélicos, con cesión a Japón de varios territorios y bases además de la devolución a China de Manchuria.

...1914. En el seno de la Primera Guerra Mundial, comienzo de la Batalla del Marne, por la que los aliados tratan de detener al ejército alemán que intenta tomar tanto esa zona como la propia París, y para ello se detenien y atrincheran allí donde estén. El comandante en jefe francés, Joffre, es consciente de la importancia de la batalla y en la orden del día habla de “dejarse matar sobre el terreno antes de retroceder”. Al otro extremo, en el frente oriental, comienza la Batalla de los Lagos Masurianos, tratando de repetir el éxito (y la táctica) de Tannenberg y que, si bien no tuvo su mismo gran éxito, sirvió para terminar de desordenar y debilitar enormemente a los rusos en Prusia Oriental.

...1916. En el seno de la Primera Guerra Mundial, en el Somme y siguiendo la inercia de la ofensiva aliada, tropas irlandesas toman la aldea de Ginchy, a cinco kilómetros de la línea inicial de la ofensiva. Mientras, tropas alemanas atacan a las rumanas en Hungría, haciendo más de veinticinco mil prisioneros en Tutracaia.

...1917. En el seno de la Primera Guerra Mundial, el submarino alemán U-88 se hunde tras chocar contra una mina. El submarino y su capitán habían hundido cuarenta y nueve barcos enemigos durante la guerra, incluyendo al Lusitania.

...1939. En el seno de la Segunda Guerra Mundial, comienzan los ataques contra flotas mercantes, hundiendo los alemanes cinco mercantes desarmados y los británicos, dos alemanes. Sudáfrica le declara la guerra a Alemania mientras USA sigue proclamando su neutralidad.

...1940. En el seno de la Segunda Guerra Mundial, órdenes desde Alemania por las que el Luxemburgo ocupado debe convertir a los judíos residentes en “ciudadanos de segunda clase”.

...1942. En el seno de la Segunda Guerra Mundial, los contraataques rusos tratando de aliviar la presión en Stalingrado resultan infructuosos.

...1944. En el seno de la Segunda Guerra Mundial, los aliados cruzan el Mosa entre Nancy y Metz con Patton a la cabeza y Hitler nombra a von Rundstedt como comandante en jefe del Frente Occidental, pero no le da los recursos que necesita para hacer su trabajo.

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MensajePublicado: Jue Sep 07, 2017 11:44 am    Tí­tulo del mensaje: Responder citando

7 de septiembre de 1741: muere Blas de Lezo.
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¡Por España! Y el que quiera defenderla, honrado muera;
y el que, traidor, la abandone, no tenga quien le perdone,
ni en tierra santa cobijo, ni una Cruz en sus despojos, ni las manos de un buen hijo para cerrarle los ojos.
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farsalia



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MensajePublicado: Jue Sep 07, 2017 12:07 pm    Tí­tulo del mensaje: Responder citando

Un 7 de septiembre de 1940 comenzó el Blitz, el bombardeo estratégico y masivo sobre Londres por parte de la Luftwaffe alemana, durante la Segunda Guerra Mundial. El bombardeo sobre la capital británica formó parte de la Batalla de Inglaterra, el conjunto de operaciones aéreas que debían prefigurar algo que no llegó: la invasión alemana de Gran Bretaña. La campaña aérea alemana contra Londres era el castigo por un raid contra Berlín de la RAF, que a su vez fue una respuesta británica por un ataque alemán sobre Londres en agosto.



Todo empezó en mayo y junio de ese año, con la invasión, derrota y ocupación de Holanda, Bélgica, Luxemburgo y Francia, que con rapidez llevó a la Wehrmacht al Canal de la Mancha y que sería la sistematización y consolidación de la Blitzkrieg como concepto y puesta en práctica, llevó a Adolf Hitler y el alto mando alemán a su siguiente fase: la invasión de Inglaterra. Pues aunque Hitler hubiera preferido un acuerdo de paz con los británicos, que significaría para estos reconocer el dominio alemán sobre el continente y mantenerse fuera del mismo, los británicos no estaban dispuestos a llegar a ningún compromiso con los alemanes. Y eso quebraba los planes de Hitler, que no conseguía acabar con la guerra en el frente occidental y temía, planeada ya la campaña contra la Unión Soviética en el este, una guerra en dos frentes como en 1914. La Batalla de Inglaterra debía destruir a la RAF en los aires y abrir el camino para el desembarco alemán en las costas británicas (la finalmente no desarrollada Operación León Marino). Desde julio de 1940 los aviones alemanes y británicos entablaron un férreo combate sobre los cielos del Canal de la Mancha, al mismo tiempo que sobre barcos ingleses, para después pasar a destruir fábricas y las defensas aéreas en suelo británico. E resultado no fue el esperado por Hitler, ni el prometido por el comandante supremo de la Luftwaffe, Hermann Göring, que garantizó barrer los cielos de aviones británicos y dejar expedito el camino para la invasión anfibia. La resistencia de los británicos, con menos aviones que los alemanes pero que contaban con el radar, desquició los planes de Hitler y Göring.



Ante la situación, el hecho de que Londres recibiera un primer ataque por parte de la Luftwaffe, el 24 de agosto de 1940, fue un punto de inflexión. Aunque Hitler había dado órdenes de no atacar objetivos con población civil (pues aún se guardaba la carta de un acuerdo con los británicos), el primer ministro Winston Churchill decidió contraatacar y ordenó un raid sobre la capital alemana, que por primera vez fue bombardeada durante la guerra, la noche del 25 de agosto. Hitler entró en cólera y unos días después ordenó desviar los combates sobre el Canal de la Mancha a las principales ciudades británicas del sur de la isla, incluyendo Londres. La capital recibió el ataque de 300 bombarderos y 600 cazas el 7 de septiembre, y que atacaron sobre todo el East End, matando a más de 400 personas: sería el inicio de una campaña de bombardeos sobre Londres, de día o de noche, que duraría hasta finales de mayo de 1941. Los londinenses, nueve millones de personas, encontraron refugios improvisados en las estaciones del metro (el Tube), en sótanos y refugios construidos, y mantuvieron alta la moral durante los ocho meses de ataques aéreos; representaciones teatrales, números musicales, lecturas públicas, hubo diversos actos en los refugios y en las atestadas estaciones del metro durante ese tiempo. Diversas líneas quedaron cortadas por los numerosos bombardeos y el trabajo para reanudar el servicio, aunque parcial, fue constante. Pero quizá la mejor imagen de la resistencia londinense sea que, todas las mañanas, y a pesar de transitar por ruinas y cascotes, los habitantes de la capital fueron a sus trabajos como si no hubiera sucedido nada. La gente colaboró en unidades de protección civil, en el desescombro de edificios destruidos, como camilleros y enfermeros, conduciendo ambulancias, ayudando a los bomberos.



El Blitz causó 43.000 muertos y unos 140.000 heridos en la capital británica. Alrededor de 18.000 toneladas de bombas fueron lanzadas sobre Londres, y un total de 40.000 junto con otras ciudades; recordemos que la catedral de Coventry fue destruida en uno de esos raids. Provocó un enorme daño a las infraestructuras de la ciudad: diez años después del ‘Blitz’, Londres aún acusaba las consecuencias de los ataques, con grandes solares en diversos lugares de la ciudad. Junto a la destrucción de edificios, el racionamiento de alimentos continuaría hasta 1952. Pero la ciudad resistió. Los ataques continuaron durante meses pero frustraron la invasión alemana de Gran Bretaña; León Marino nunca se realizó. Desde noviembre de 1940 Hitler comenzó a preparar la campaña rusa, que esperaba iniciar pronto, pero tuvo que lidiar en Grecia y Yugoslavia, echando una mano a los desastrosos alemanes en la primera e iniciando una guerra en el país balcánico que le complicaría la estrategia en los años siguientes al hacer frente a los partisanos. Aviones alemanes volaron de nuevo sobre Londres, en junio de 1944 y marzo de 1945, con las “milagrosas” bombas V1, pero no lograrían el objetivo de detener la marea aliada contra Alemania.
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MensajePublicado: Vie Sep 08, 2017 8:56 am    Tí­tulo del mensaje: Responder citando

8 de septiembre de 1546: en Méjico, Juan de Tolosa, Cristóbal de Oñate, Baltazar Temiño de Bañuelos y Diego de Ibarra fundan la localidad de Zacatecas.
8 de septiembre de 1565: Pedro Menéndez de Avilés funda San Agustín.
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farsalia



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MensajePublicado: Vie Sep 08, 2017 1:33 pm    Tí­tulo del mensaje: Responder citando

Un 8 de septiembre de 1935 el senador, ex gobernador de Louisiana y político estadounidense Huey Long sufría un atentado en el Louisiana Capitol State de Baton Rouge (el Senado estatal). Herido mortalmente, su agonía duraría dos días. Con él desaparecía una de las figuras más fulgurantes de la década de los años veinte y treinta en Estados Unidos, galvanizador de un movimiento populista que se llegó a comparar, por sus métodos y autoritarismo (no por su ideología), con el fascismo europeo. Un médico, Carl Weiss, yerno de un juez a quien Long había atacado hasta lograr su destitución, fue su asesino: recibió 62 tiros de los guardaespaldas de Long.



Long, conocido como el Kingfish, reinventó su propia biografía: aunque procedía de una familia de granjeros de clase media, no nació en el arroyo, como solía decir años más tarde para ganarse el apoyo de los pobres de Louisiana en su carrera política. Su increíble memoria y su capacidad para aprender pudieron abrirle muchas puertas, pero su carácter agresivo, que nunca abandonó, también le cerró otras tantas (no estudiaría en la universidad hasta que era casi un treintañero). Se ganó la vida durante un tiempo como comercial viajante (al estilo del Willy Loman de 'Muerte de un viajante' de Artthur Miller) y la política no tardó en llamar a sus puertas. Su partido siempre fue el demócrata, que era el que tenía mayor presencia y tradición en el Sur de los Estados Unidos (a diferencia de la actualidad), pero su actividad política entró de lleno en la defensa de los intereses de los más desfavorecidos de Louisiana, opuesto a la segregación racial y a los intereses de las grandes empresas petroleras de la región. Contra la Standard Oil Company y los terratenientes agrarios de Lousiana inició una cruzada Long que le llevaría a ser elegido gobernador del estado en 1928. Durante su mandato, Long construyó infraestructuras en un estado que era de los más pobres del país: puentes, carreteras, hospitales, escuelas, y presionó con una reforma fiscal para que las familias más adineradas pagaran más impuestos, y la Standard Oil Company no abusara de la concesión para extraer petróleo de Louisiana, de modo que los beneficios pudieran revertir al estado, al tiempo que acusaba a los banqueros de Wall Street de desangrar el país. “Every Man A King” (cada hombre es un rey), logrando el apoyo de miles de desfavorecidos: pobres, jornaleros, pequeños granjeros. Pero junto a una retórica populista que poco a poco fue desarrollando, y unos métodos violentos, la legislación de Long provocó que en 1929 ya tuviera que pasar por un proceso de destitución (impeachment) que fracasó.

En 1930, siendo aún gobernador, se presentó al Senado de la nación y venció al candidato demócrata, lo cual le alejó del partido (si es que sus métodos, retórica y programa de reforma social no lo habían hecho ya). No se presentó a la reelección en Lousiana (ostentar ambos cargos resultaba imposible) y hasta su muerte en 1935 su campo de batalla fue Washington. Allí confiaba en influir en el flamante presidente electo Franklin Delano Roosevelt, cuando éste venció al republicano (y presidente) Herbert Hoover en las elecciones presidenciales de noviembre de 1932, pero su estilo y propuestas eran demasiado “populistas” y “radicales” para Roosevelt: redistribución de la riqueza, amplia reforma agraria, impuestos especiales para las grandes fortunas. Desde entonces, Long se convirtió en el azote de Roosevelt desde el ala más populista del partido demócrata… hasta el punto de que su oposición a algunas de las leyes del New Deal lo acercaba a los republicanos. Long y el padre Coughlin desde las ondas radiofónicas (un Russ Limbaugh de hace ochenta años) atosigaban a Rosoevelt, que llegó a afirmar que Long le recordaba a Mussolini y Hitler. Pero el presidente se mantuvo firme y Long se vio cada vez más aislado en el Senado, donde sus propuestas de ley eran rechazadas sistemáticamente. Acusado de su comunista (algo que rechazó con su habitual “templanza”…), Long postulaba, bajo el programa “Share Our Wealth”, una reforma económica que suponía, en esencia, refundar el capitalismo y permitiendo una redistribución de la riqueza y las rentas entre los más desfavorecidos; lo curioso es que Long era contrario a los sindicatos…

Al final de su mandato como senador, Long regresó a Lousiana en enero de 1935 y comenzó a preparar su carrera para presentarse como candidato a las elecciones presidenciales de 1936. Pero una bala detuvo su carrera aquel 8 de septiembre en Baton Rouge. ¿Podría haber derrotado a Roosevelt en un hipotético enfrentamiento en las primarias del partido? ¿O se habría presentado con un partido independiente, restando votos a Roosevelt e incluso aspirando a vencerle? Nunca lo sabremos, pero el presidente sufría los acosos de izquierda y derecha desde 1934, algunas de las leyes que conformaban el New Deal fueron invalidadas por el Tribunal Supremo en 1935, y el propio Roosevelt tuvo que virar parte de su política para poder mantener la esencia de los primeros “Cien Días”. Enfrentándose a Long, quizá Roosevelt no habría tenido todo el apoyo de su partido para enfrentarse al republicano Alf Landon en noviembre de 1936; pero las elecciones demostraron la enorme popularidad del New Deal: sin amenazas a su alrededor, Roosevelt aplastó con comodidad a Landon (523 votos electorales frente a sólo 8 de Landon). Con la muerte de Long se alejaban estos temores para Roosevelt, que, de cualquier modo, moduló su segundo mandato hacia un “segundo New Deal”, menos intervencionista en la economía, y pensando quizá en el escenario internacional que se estaba desarrollando en Europa y en el papel que jugaría Estados Unidos.

"Mención" en un episodio de Los Simpson:

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Olethros



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MensajePublicado: Lun Sep 11, 2017 4:49 pm    Tí­tulo del mensaje: Responder citando

Si no me equivoco, un 11 de septiembre de...

...1297. Batalla de Stirling, en el seno de las Guerras de Independencia de Escocia, en la que una fuerza inglesa que trataba de sofocar las rebeliones escocesas, e intenta cruzar el río Forth por el estrecho puente de Stirling, se ve sorprendida a medio cruce por la emboscada escocesa, con William Wallace a la cabeza, en un momento que impide su reorganización táctica, con sangrienta y casi total victoria escocesa, pero que a medio plazo provocará que los ingleses firmen la paz con Francia para llevar al escenario escocés todas las fuerzas posibles.

...1509. Una pequeña flota portuguesa llega a Malaca, en el extremo oeste del Índico, un nuevo punto para comerciar. Pero como la fama de los portugueses había llegado oídos de los locales, los que habían desembarcado son atacados por sorpresa, sobreviviendo sólo uno de ellos, pero la flota se salva y al año siguiente volverán más equipados para tomar Malaca.

...1683. Inicio de la Batalla de Kahlenberg (también conocida como Segundo Sitio de Viena) entre tropas del Imperio Otomano, que llevaban casi dos meses sitiando la ciudad, y una coalición de reinos cristianos de Europa (que o bien aportaron tropas o bien aportaron dinero, con la excepción de Francia, que coqueteaba con el Imperio Otomano en algunas zonas por intereses geopolíticos mútuos).

...1697. Batalla de Zenta entre fuerzas del Sacro Imperio Romano Germánico y fuerzas mucho mayores del Imperio Otomano que son derrotadas, forzando la búsqueda de soluciones diplomáticas que incluirán variaciones en el control y autonomía de territorios otomanos en la Europa continental.

...1709. Batalla de Malplaquet, en el seno de la Guerra de Sucesión Española, entre tropas francesas y de sus aliados de Baviera que se enfrentan a una coalición de tropas de Inglaterra, Prusia, el Sacro Imperio Romano y algunas provincias holandesas que vencieron con muchas pérdidas en una sangrienta batalla de la que ambos bandos necesitaron un tiempo para recuperarse.

...1714. Durante el Asedio de Barcelona, en el seno de la Guerra de Sucesión Española y un día antes del fin del asedio, el capitán de navío Blas de Lezo, al que ya le faltan una pierna y un ojo, pierde el uso del brazo derecho por un disparo de los defensores. Las tropas borbónicas abren brechas en las murallas por las que penetran en la ciudad. Hoy en día esta fecha se conmemora como Día de Cataluña.

...1777. Batalla de Brandywine, en el seno de la Guerra de la Independencia de los Estados Unidos, entre fuerzas inglesas y fuerzas locales rebeldes, con derrota clara de estas últimas que no se convierte en total por la falta de caballería inglesa que persiga a los huidos.

...1914. En el seno de la Primera Guerra Mundial, la presión rusa sigue empujando a las tropas del Imperio Austro-Húngaro, obligando a que pasen a la orilla occidental del río San y permitiendo que los rusos piensen en atacar la ciudad de Przemysl.

...1940. En el seno de la Segunda Guerra Mundial, Hitler ordena el envío de tropas a Rumanía para la protección de los pozos de Ploiesti y coordinar futuras operaciones.

...1941. En el seno de la Segunda Guerra Mundial, el comandante en jefe del frente suroccidental soviético vuelve a pedir a Stalin permiso para la retirada de Kiev, pero la petición también venía firmada por un funcionario del partido, Nikita Khrushchev. El comandante es relevado de su puesto y la orden de Stalin vuelve a ser resistir. Mientras, Zhukov llega a Leningrado y se encarga de su defensa, destituyendo y/o ejecutando a todos los que no colaboraban con sus draconianas (pero efectivas a nivel operativo) medidas.

...1944. En el seno de la Segunda Guerra Mundial y cerca de Dijon, las fuerzas aliadas que avanzaban por el sur y el norte de Francia enlazan tras casi un mes de la Operación Anvil (Dragoon) y poco más de tres desde Overlord.

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farsalia



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MensajePublicado: Lun Sep 11, 2017 6:03 pm    Tí­tulo del mensaje: Responder citando

Un 11 de septiembre de 909 (o 910) el duque Guillermo I de Aquitania fundó la abadía de Cluny, en el actual departamento de Sâone-et-Loire, en la Borgoña. Lo que sería inicialmente un acto de patronazgo nobiliario se convertiría en uno de los hitos de la cultura monástica de la Edad Media, del arte románico y, con mayor énfasis, en una de las primeras piedras de la reforma religiosa del siglo XI.



Todo empezó con la creación de la abadía y la cesión de la villa de Cluny al Papado romano. Fundando una abadía, Guillermo I de Aquitania no hacía nada que no hubieran hecho otros nobles: asegurarse la salvación y crear una red clientelar en el que los monasterios y abadías se convertían en pieza de intercambio de influencias entre los nobles de la época, especialmente en un período de disolución de la autoridad carolingia y de auge del feudalismo de tipo franco, que es que se diseminó por el territorio del antiguo imperio de Carlomagno, dividido entre sus sucesores, y que alcanzaría Francia, los Países Bajos, partes de Alemania y Austria, el norte de Italia y los territorios de la Marca Hispánica; sería largo y azaroso discutir sobre las diferencias entre el feudalismo de influencia franca y el feudalismo que se desarrolló en Inglaterra o la Castilla de guerra fronteriza. La fundación de Cluny se inserta, además, en una época de decadencia de la Iglesia católica (occidental), con una fuerza de la nobleza y los emperadores/reyes del Imperio Romano Germánico que nombraban obispos y abades laicos según su conveniencia, usurpaban tierras eclesiásticas e imponían una justicia al margen de la autoridad establecida, especialmente la nobleza. Donaciones forzosas, venta de sacramentos y cargos eclesiásticos (la simonía), dejadez de la regla benedictina en los monasterios y abadías. Los emperadores Otónidas trataron de frenar un camino que conducía a la decadencia de la Iglesia como entidad temporal, y figuras como Gerberto de Aurillac, papa Silvestre II en el cambio de milenio, trató de reconducir la espiritualidad hacia una pureza que se había perdido. En un siglo X convulso política y territorialmente, el acto de Guillermo de Aquitania podría parecer aislado, pero al poner en manos del Papado una abadía y poner las bases para una orden, la cluniacense, que recuperó la esencia de la regla de Benito de Nursia, se iniciaba la senda de la reforma gregoriana (de Gregorio VII, papa entre 1073 y 1085).

Cluny siguió otros ejemplos de reforma de establecimientos religiosos a cargo de hombres (laicos) especialmente dotados y que entendieron que la reforma debía surgir de la congregación religiosa, enfocada a un retorno a la espiritualidad silenciosa y un retorno a la regla benedictina, y una autonomía de los centros religiosos respecto el poder temporal, es decir, la nobleza temporal y, andando el camino, las monarquías. En Cluny la independencia de la orden religiosa respecto nobles y obispos significaba poner la abadía, y las numerosísimas que surgieron en la Europa occidental en el siglo y medio siguiente, directamente bajo la protección y obediencia del Papa, del obispo y patriarca de Roma; San Pedro y San Pablo, en resumen, serían los patronos del nuevo modelo de congregación monástica. Y ello significaba también autonomía de los centros en la designación del abad, figura que se mantendría al margen de las presiones foráneas allende los muros de monasterios y abadías. Con una decisión de tal calibre, la orden de Cluny, que pronto se extendió por Borgoña, la Provenza y Aquitania –es decir, en zonas donde se forjó el feudalismo que ocupaba el trono vacío de la autoridad imperial y/o real ausente–, y progresivamente llegó a la península Ibérica (mediante el incipiente Camino de Santiago), Inglaterra y el norte de Francia.

La consecuencia de la fundación de Cluny, junto a instituciones como la “paz de Dios”, lemas y actitudes como el ‘ora et labora’ y a una reformulación del monaquismo benedictino, fue el avance hacia la reforma del siglo XI, paralela también a la lucha entre el poder temporal (Imperio) y el poder espiritual (Papado) que estallaría con la «querella de las investiduras» durante el papado de Gregorio VII. Fue también el inicio del fin del poder de los obispos altomedievales en la vida religiosa, figuras eclesiásticas pero al mismo tiempo laicizadas por la influencia de los señores feudales. Como concluye Georges Duby, Cluny «se hizo resueltamente antiepiscopal. Dislocó las diócesis en el momento en que la independencia de los castellanos [entiéndase: la figura vasallática subordinada a y/o delegada de los señores feudales] dislocaba los condados. El triunfo de Cluny significaba en la historia de las instituciones un retroceso del episcopado, la destrucción del sistema carolingia que basaba el Estado en la autoridad conjunta del obispo y el conde, ambos controlados por el soberano». Significaba una respuesta desde el interior de los monasterios a la violencia y las usurpaciones del feudalismo: la liturgia, la oración y la eucaristía, para la cual los monjes se ordenan a sí mismos sacerdotes.
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lohengrin



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MensajePublicado: Lun Sep 11, 2017 7:45 pm    Tí­tulo del mensaje: Responder citando

11 de septiembre de 1565: finaliza el Gran Sitio de Malta.
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MensajePublicado: Mar Sep 12, 2017 4:42 pm    Tí­tulo del mensaje: Responder citando

Un 12 de septiembre de 1213 tuvo lugar la batalla de Muret, cerca de Toulouse, en la que las tropas francesas y “cruzadas” al mando de Simon de Montfort derrotaron a las del rey aragonés Pedro II el Católico, que murió en combate, y a las de los condes occitanos Raimundo (o Ramon) VI de Tolosa, Bernardo IV de Cominges y Raimundo (o Ramon) Roger de Foix. El resultado fue la paulatina destrucción de la autonomía occitana, al mismo tiempo que la muerte del rey aragonés y conde barcelonés quebraba los lazos que había entre Cataluña y Occitania desde dos siglos atrás.



Todo empezó con los cátaros, herejía para la Iglesia católica, como los bogomilos en los Balcanes o los valdenses en Lyon, movimientos religiosos surgidos del catolicismo a lo largo del siglo XII y que lograron un cierto éxito. El catarismo, cuyo análisis doctrina, liturgias y divergencias respecto el catolicismo ortodoxo sería largo de desarrollar, logró asentarse en el Languedoc y la Occitania, consiguiendo el apoyo de varias familias nobiliarias y condales, como la casa de Tolosa. La extensión de los cátaros fue vista como un enorme problema para la Iglesia católica, que ya a mediados del siglo XII comenzó una campaña de represión, seguida de concilios (Tours, 1163, y Letrán, 1179) que no consiguieron reducir su presencia: el apoyo de los condes y vizcondes occitanos, que defendían también la integridad de sus territorios, suponía un enorme lastre. Las alianzas de las casas condales locales lograron una mayor fuerza con el apoyo de los reyes de Aragón y condes de Barcelona: Alfonso II el Casto y, sobre todo, Pedro II el Católico. Inocencio III, papa desde 1198, se propuso acabar como fuera con el catarismo, y para ello apeló a legaciones más contundentes, como la de Pedro de Castelnau, cuyo asesinato en 1208 en extrañas circunstancias, indujo al papa a convocar la Cruzada contra el conde de Tolosa, cuyas tierras podrían ser conquistadas, apelando al rey francés, Felipe II Augusto, que por entonces se hizo el remolón. Que Pedro II de Aragón fuera a Roma para ser coronado solemnemente (y recibir el apelativo de “el Católico”) no significó que éste se pasara al bando de la Iglesia y en contra de sus vasallos y aliados occitanos: el papa no se fiaba del rey aragonés. La Cruzada albigense (por la ciudad de Albi, considerada una de las cunas del catarismo) logró que nobles y soldados de la Borgoña, Inglaterra y el norte de Francia acudieran para someter las ciudades y los condados occitanos. Simon de Montfort, noble francés que ya había participado en la Cuarta Cruzada (la de la toma de Constantinopla) se puso al frente como vasallo y representante del rey francés.

La Cruzada albigense fue feroz: ciudades asediadas, tomadas y destruidas, matanzas indiscriminadas (“Matadlos a todos, Dios reconocerá a los suyos”, se dice que pronunció el legado papal Arnaud Amalric durante la toma de Béziers, en julio de 1209, aunque probablemente ello forme parte de la leyenda negra contra los cruzados), saqueos y robos en las ciudades de los nobles occitanos que defendían a los cátaros. La situación pasó de cruzada religiosa a conquista territorial de los condados occitanos, ante lo cual el rey aragonés Pedro II, que veía peligrar la situación de estabilidad de la zona con la construcción de un contrapoder al servicio del rey francés, decidió intervenir en apoyo de los condes de Tolosa (vasallo suyo), Foix y Carcasonne, entre otros, tras los intentos de llegar a un acuerdo con los cruzados. Tolosa cayó en manos de los cruzados; Pedro II, que había participado en la victoria cristiana en las Navas de Tolosa un año antes, cruza los Pirineos en agosto de 1213 y se une a los condes de Tolosa, Foix y Cominges en Muret, bajo control cruzado, y que comenzaron a asediar. El mismo papa que lo llamara “el Católico” ahora lo excomulgaba. Por su parte, Montfort acudió con sus huestes a Muret. Aunque con menos tropas, el líder cruzado decidió utilizar la caballería y atacar por sorpresa a los sitiadores, que no pudieron replegarse. En el combate, Pedro de Aragón combatió en primera línea (¿obnubilado por la idea de que estaba en un torneo?) y fue abatido y muerto; se dijo que Montfort persiguió la muerte del rey aragonés, confiando así en descabezar al ejército enemigo. La noticia de su muerte corrió entre las tropas aragonesas, que lucharon por recuperar el cadáver del rey, mientras las tropas occitanas no pudieron defenderse de los jinetes franceses. Aunque las crónicas relatan diversas versiones de la batalla, lo esencial es que la muerte del rey aragonés desarmó a sus hombres y los occitanos se vieron desbordados y fueron diezmados por los cruzados.

La consecuencia inmediata de la derrota en Muret fue que Simon de Montfort se hizo con el control de la Occitania, siendo nombrado conde de Tolosa (con un Raimundo VI desposeído y en fuga) y vizconde de Béziers y Carcasonne. Los derrotados condes de Foix y Cominges regresaron a sus tierras, confiando en que una rendición y una negociación con Montfort y el rey francés les permitieran quedarse con sus tierras y títulos: Bernado de Cominges acudiría a Roma a pedir perdón, pero el conde de Foix vio confiscadas sus tierras. Durante unos pocos años Simon de Montfort fue el hombre fuerte de la zona, pero desde 1216 se produjo la contraofensiva del conde tolosano en el exilio, de la mano de su hijo y sucesor Raimundo VII, que recuperó sus territorios e incluso logró la muerte de Montfort en el asedio de Tolosa en 1218. Las guerras en Occitania durarían hasta el acuerdo entre el conde de Tolosa y los representantes del rey francés Luis IX, durante la regencia de Blanca de Castilla, en 1229. Con el matrimonio de Juana de Tolosa, hija de Raimundo VII, con Alfonso de Poitiers, hermano del rey francés, Tolosa y, en general, Occitania pasó a manos de la casa real francesa, aunque este matrimonio no tuviera descendencia. La lucha contra el catarismo continuaría durante el siglo XIII, con una campaña inquisitorial constante: el asedio de Monsegur, en 1244, acabaría con la quema de más de doscientos cátaros en un acto de fe. Poco a poco, el catarismo perdió presencia y se ocultó hasta desaparecer de la memoria de la región occitana en las décadas siguientes.

Para la Corona de Aragón, la consecuencia de la muerte de Pedro II en Muret supuso el inicio de un período convulso durante la minoría de su sucesor, el pequeño Jaime I, futuro Conquistador, convertido en una pieza de intercambio entre nobles, que trataban de asentar su poder. Simon de Montfort se hizo cargo de su tutela hasta que lo “devolvió” en 1214. La consecuencia a media plazo para los reyes aragoneses fue que se abandonó la política de acuerdos y expansión de su influencia en Occitania, Languedoc y Provenza. La tradicional política matrimonial con Provenza terminó; este condado pasaría a estar bajo influencia de la casa real francesa, con el matrimonio de la heredera provenzana con otro hermano de Luis IX, Carlos de Anjou, que más tarde iniciaría su aventura siciliana y napolitana, contra Manfredo, hijo ilegítimo del emperador Federico II Hohestaufen, y con el tiempo a las Vísperas Sicilianas… pero esta es otra historia. El Tratado de Corbeil de 1259 pondría paz entre Francia y la Corona de Aragón (en varios frentes y querellas). Para entonces, Muret, tras las campañas de Jaime I en Mallorca y Valencia, sería un recuerdo ominoso demasiado lejano.
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lohengrin



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MensajePublicado: Mie Sep 13, 2017 6:58 am    Tí­tulo del mensaje: Responder citando

12 de septiembre de 1229: Mallorca es conquistada por Jaime I de Aragón.
12 de septiembre de1581: Felipe II es proclamado rey de Portugal.
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MensajePublicado: Jue Sep 14, 2017 7:48 am    Tí­tulo del mensaje: Responder citando

13 de septiembre de 1594: finalizan las obras del Monasterio del Escorial.
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Ultima edición por lohengrin el Vie Sep 15, 2017 8:55 am; editado 1 vez
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