Foro Primigenio de Hislibris

[momper]

La historia de Bonnie y Clyde desde el punto de vista de los policías que acabaron con ellos, hasta el punto de que apenas los vemos: de la elegante Bonnie se muestra poco más que su cojera. Una película que, obviamente, desmitifica a esta pareja idealizada en aquellos tiempos difíciles, aunque equilibra muy bien su auténtica catadura moral con la simpatía que suscitaron, y no sólo por robar a los detestados bancos, ya que muchas chicas imitaron frívolamente la elegancia de Bonnie. Hay que resaltar que entre las pocas licencias que se han tomado está la de presentar a ésta como una sádica que remata a los policías heridos, cuando —según su biógrafo Jeff Guinn— no manejaba armas y se limitaba a agacharse para protegerse cuando había disparos… En otros detalles, en cambio, han llevado la exactitud histórica al punto de rodar el tiroteo final en el mismo lugar en que sucedió, para lo cual tuvieron que cubrir la calzada de tierra.

Creo que la película no echaría en falta diez o quince minutos menos, aunque los defectos que tenga se compensan con unas conmovedoras escenas finales: la entrada del coche remolcado en Arcadia (Luisiana) es realmente sobrecogedora, y le sigue un gran momento con los dos policías viéndolo tras un escaparate. Por otra parte, se agradece que, a diferencia de otras cintas sobre delincuentes legendarios (ese Dillinger del insoportable Johnny Depp, por ejemplo), no se hagan panegíricos de gente que, sean cuales sean sus circunstancias, ha traspasado todas las líneas; en este sentido, la escena de la gasolinera es magnífica.

How Accurate Is 'The Highwaymen'? The Historical Netflix Film Doesn't Glamorize Bonnie & Clyde
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¿Quién es Müller?

[sciurus]

En el libro Teenage de Savage se explica ese éxtasis americano en los funerales de estos gangsters. Que llega, como se ve, a la histeria colectiva. El gusto por mitificar incluso a matones como el misml Jesse James. A mí me gusto la película mucho. Soy mucho de Harrelson.
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Pensad como hombres de acción, actuad como hombres pensantes.

Thomas Mann