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El pequeño Pataxú, Tristan Derème

Caballeros de la Vera Cruz
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Autor Mensaje
Koldo



Registrado: 07 Abr 2007
Mensajes: 316
Ubicación: Enrolado en los Tercios de nuevo

MensajePublicado: Jue Sep 20, 2007 10:21 pm    Tí­tulo del mensaje: Caballeros de la Vera Cruz Responder citando

No es un libro más de las cruzadas. He de reconocer que lo compré atraído por su portada, igualito que por una sirena, la portada de la edición de bolsillo. Postiormente devoré el libro, visto y no visto.

El autor es David Camus, nieto del Nobel, y es su primer trabajo. Comienza la novela en el año de gracia de 1187, en el desastre acontecido a los francos en los cuernos de Hattin, Morgennes es un caballero del Hospital (ya está bien de templarios por aquí y templarios por allá, como si no hubieran existido otras órdenes en Tierra Santa) que ha sobrevivido al desastre. Es testigo de la pérdida de la Vera Cruz y acaba por unirse a la Umma, parece que con la esperanza de recuperar la reliquia y redimirse.

La novela transcurre de forma trepidante, tiene un toque de fantasía en algunas zonas que lo hacen encajar muy bien en la mentalidad de la época aunque a nosotros nos choquen. Hay que recordar que es una novela de ficción, a nadie le extraña imaginar a Ulises en la caverna de Polifemo.
El final casi de película. No os lo perdáis
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Lovecraft



Registrado: 12 Mar 2007
Mensajes: 185

MensajePublicado: Jue Sep 20, 2007 11:42 pm    Tí­tulo del mensaje: Responder citando

Pues mira que me voy a animar a comprarlo,al igual que tú ya lo vi en edición de bolsillo y la portada es de las que llama la atención. La verdad es que el género de las Cruzadas está más que cubierto en la novela histórica, si tú dices que es diferente pues habrá que creerte compi.Mañana mismo lo cojo
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Gadatas



Registrado: 08 Ago 2007
Mensajes: 777
Ubicación: Entre Persépolis y Bactria

MensajePublicado: Vie Sep 21, 2007 8:29 am    Tí­tulo del mensaje: Responder citando

.:.Saludos.:.

Puf... yo estoy saturadísima de las Cruzadas y si veo un título de estos nuevos por las liberías suelo pasar de largo... mea culpa; me estaré perdiendo tesoros incalculables del momento editorial. El caso es que... a lo que iba...

Con todo esto de las Cruzadas... ¿alguien sabe si existe alguna novelilla que gire en torno a aquella supuesta "Cruzada de los Niños"?
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cavilius
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Registrado: 15 Oct 2006
Mensajes: 14865
Ubicación: Kallipolis

MensajePublicado: Vie Sep 21, 2007 8:57 am    Tí­tulo del mensaje: Responder citando

Recuerdo que en la revista Historia National Geographic trataron el tema hace ya unos meses. Normalmente, al final de cada artículo suelen poner bibliografía: ensayo y novela (también alguna página web), así que si puedo lo miraré.

¿Sabías que de esa cruzada deriva el cuento del flautista de Hamelín? Si te sirve como novela... Cool
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Otros pueblos tienen santos, los griegos tienen sabios.
Friedrich Nietzsche
La vida solo puede ser comprendida mirando atrás, pero solo puede ser vivida mirando adelante.
Søren Kierkegaard
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Arauxo



Registrado: 10 Nov 2006
Mensajes: 2051

MensajePublicado: Vie Sep 21, 2007 9:15 am    Tí­tulo del mensaje: Responder citando

Oye, Koldo ¿En qué editorial se ha publicado?

Y muchas gracias por la información.
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Valeria



Registrado: 16 Oct 2006
Mensajes: 5485
Ubicación: Al otro lado del Limes

MensajePublicado: Vie Sep 21, 2007 1:18 pm    Tí­tulo del mensaje: Responder citando

¿Y qué sale en la portada, que cual sirena atrae a los caballeros? ¿Debo seguir el rastro en las librerías de un montón de ojos pendientes de un libro de bolsillo?
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Ascanio



Registrado: 16 Oct 2006
Mensajes: 5737
Ubicación: De misión secreta en la Tierra.

MensajePublicado: Vie Sep 21, 2007 1:53 pm    Tí­tulo del mensaje: Responder citando

Ofú, Valeria de mis pesadillas, que miedo me ha entrado con ese comentario, jamía. Es que me he imaginado lo de los ojos esos...
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Las magdalenas me salen chuflas. Pero el pastel de limón me sale pa morirse de güeno.
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titebeli



Registrado: 27 Jun 2007
Mensajes: 72

MensajePublicado: Vie Sep 21, 2007 2:57 pm    Tí­tulo del mensaje: Responder citando

parece interesante, tomo nota y lo incluye en mi lista de leibles, je, ultimamente me llama mucho la atencion y leo todo lo que encuentro sobre este tema
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Lovecraft



Registrado: 12 Mar 2007
Mensajes: 185

MensajePublicado: Vie Sep 21, 2007 4:17 pm    Tí­tulo del mensaje: Responder citando

Gadatas escribió:
.:.Saludos.:.

Puf... yo estoy saturadísima de las Cruzadas y si veo un título de estos nuevos por las liberías suelo pasar de largo... mea culpa; me estaré perdiendo tesoros incalculables del momento editorial. El caso es que... a lo que iba...

Con todo esto de las Cruzadas... ¿alguien sabe si existe alguna novelilla que gire en torno a aquella supuesta "Cruzada de los Niños"?


Novela no me doy cuenta pero en "Breve Historia de las Cruzadas" recuerdo haber leido algo (muchos de esos niños terminaron de esclavos o en harenes).

Por cierto en la FNAC he visto un mega-tocho sobre las cruzadas, similar al de Edhasa, en novedades por si hay un interesado. Y es que la verdad Las Cruzadas es de los hechos históricos que más libros y novelas históricas se han escrito
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Valeria



Registrado: 16 Oct 2006
Mensajes: 5485
Ubicación: Al otro lado del Limes

MensajePublicado: Vie Sep 21, 2007 4:29 pm    Tí­tulo del mensaje: Responder citando

Ascanio escribió:
Ofú, Valeria de mis pesadillas, que miedo me ha entrado con ese comentario, jamía. Es que me he imaginado lo de los ojos esos...


Hija, no pensaba en los ojos "sueltos", sino en muchos caballeros mirando con sus respectivos ojos la susodicha portada. Tendré que repasar mis cursos de oratoria .
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cavilius
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Registrado: 15 Oct 2006
Mensajes: 14865
Ubicación: Kallipolis

MensajePublicado: Vie Sep 21, 2007 6:28 pm    Tí­tulo del mensaje: Responder citando

¿Oratoria? ¿Ahora rezas?
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Koldo



Registrado: 07 Abr 2007
Mensajes: 316
Ubicación: Enrolado en los Tercios de nuevo

MensajePublicado: Sab Sep 22, 2007 12:01 pm    Tí­tulo del mensaje: Responder citando

Así comienza...

Morgennes se despertó en medio de los muertos y miró alrededor. Se preguntó si estaba en la tierra o en el paraíso, aunque el infierno parecía corresponderse mejor con lo que tenía ante la vista: cuerpos mutilados, amputados por el filo de un sable o hundidos por un mazazo; cráneos abiertos, con el cerebro ennegrecido caído sobre la arena; sangre coagulada en las comisuras de una boca con las encías hendidas; un yelmo que encerraba para siempre el rostro sorprendido de un caballero que se había creído al abrigo de la muerte; corazas convertidas en ataúd que ejércitos de insectos revestían con un segundo caparazón; zumbidos de alas y élitros; maxilares y mandíbulas en acción; chasquidos de ganchos y pinzas; sobresaltos; vacilaciones; danzas de aguijones, labros y palpos; antenas, lenguas y trompas horadando, lamiendo, aspirando, entrando y saliendo de las heridas, de las cavidades de los muertos. Excitados por el festín, los cuervos saltaban de un cuerpo a otro, sin saber por qué manjar comenzar; luego uno de ellos se acercó a un arquero medio muerto para deleitarse con los humores de su ojo.
Morgennes se sintió mareado y cerró los ojos un instante. Permaneció tendido, tratando de rememorar los acontecimientos que lo habían llevado hasta allí. Pero no recordaba nada.Tenía los sentidos embotados. Solo sentía el peso de su cota de malla. Era increíblemente pesada, tan pesada que le molestaba para respirar. Sin embargo, tenía la impresión de flotar. Jadeando, tanteó con la palma de la mano para saber dónde se encontraba. La posición horizontal no era la de un hombre en medio de un combate. A menos que estuviera muerto. Lo que no era su caso, ahora estaba seguro de ello. Sentía en su mano enguantada de cuero la arena del campo de batalla, caliente por la sangre, negra y densa. De hecho, yacía tendido en un baño de sangre de tales proporciones que se preguntó si no era la propia tierra la que sangraba.
Extrañamente, aquello le dio nuevas fuerzas.Tenía que levantarse, levantarse de nuevo porque… sí, ahora lo recordaba: su caballo se había desplomado, mortalmente herido, y lo había arrastrado en su caída.
Morgennes sacó fuerzas de flaqueza, se apoyó con las dos manos en la arena húmeda y se incorporó. La cabeza le seguía dando vueltas, los sonidos le llegaban como ahogados. Se soltó el bacinete, lo lanzó un poco más lejos y, con los ojos cerrados, aspiró una bocanada profunda del aire ardiente y el acre olor de la batalla. Luego reflexionó. Debía de estar herido. Pasó la mano por la cota de malla y notó un profundo desgarrón en su flanco izquierdo. Algunas anillas de acero habían saltado, y su capa y su manto estaban rasgados. Solo tenía ligeras magulladuras en las costillas, pero la lanzada había rozado el corazón.
Al ver al arquero picoteado por el cuervo, Morgennes gritó, golpeó el suelo con el pie e hizo gestos amplios con los brazos. El pájaro salió volando pesadamente para ir a posarse a unos metros de allí, graznando de indignación.
Parecía que, con su ojo intacto, el arquero le diera las gracias. Pero el hombre estaba muerto, y aunque su boca esbozara una sonrisa, no iba dirigida a Morgennes.
El caballero recogió el escudo, luego a Crucífera, su espada, y partió en busca de los suyos. Emmanuel, su escudero, ¿seguiría con vida? Por desgracia, no sería su caballo quien lo ayudara a encontrarlo. Morgennes divisó los despojos del animal, que yacía cerca, destripado. Sobre su vientre zumbaban tantas moscas como estrellas tenía la noche.
Iría a pie, pues. Pero ¿hacia dónde? ¿Y en busca de quién?
Mirara donde mirara, no veía más que cadáveres, de sarracenos, de caballos, de caballeros, de arqueros, ballesteros y piqueros, de marinos, con sus ropas de lino basto, que habían ido a morir a tierra firme para ganar cuatro cuartos. Un gran número de turcópolos —auxiliares, cristianos en su mayoría, que los cruzados contrataban a precio de oro para aumentar sus efectivos— yacían tendidos en un mosaico informe. Sus túnicas disparejas, sucias, manchadas de polvo y sangre, se confundían con la tierra, que cubrían con un siniestro sudario. Morgennes era incapaz de decir dónde acababa el cadáver que tenía ante los ojos y dónde empezaba aquel otro del que distinguía, un poco más lejos, un trozo de pierna. Se diría que había un único muerto, un inmenso cúmulo de carnes putrefactas, tendido en un espacio de más de media legua. ¿Era posible que, de aquel ejército que había partido a ejecutar la voluntad de Dios, solo él hubiera sobrevivido? «Poco importa —se dijo—. Debo resistir. Resistir cueste lo que cueste.» Pero primero tenía que orientarse. ¿Reconocía aquellos parajes? ¿Qué colina era esa en la que crecían algunos tallos de hierba dispersos, secos y recios, donde se escalonaban unos raquíticos matorrales quemados por el sol?
Sí, era la colina de Hattin. La víspera, al atardecer, los francos se habían detenido allí después de una jornada cabalgando por el desierto. Habían pasado a lo largo de las cumbres nevadas de Tûr’ân y de al-Shajara y, tras dejar atrás los montes Lûbiya y Khân Madîn, habían franqueado las alturas de Meskana y avanzado luego apresuradamente hacia Tiberíades. La ciudad había sido ocupada ya, y el castillo asaltado por Saladino. Les quedaba media jornada de camino, pero la sed y la falta de avituallamiento habían alargado las distancias.
Con la garganta seca, Morgennes caminó hacia la colina, cuyas cimas —dos picos rocosos al pie de los cuales el rey de Jerusalén había plantado su tienda— se levantaban en el cielo del amanecer como los cuernos del diablo.Allí pensaba encontrar, si no a las tropas del rey Guido de Lusignan, al menos las del Temple y del Hospital.Y, quién sabe, tal vez a Emmanuel. De hecho, oía voces y un tintineo de armaduras.
El viento se puso a soplar. Venía del este y arrastraba una oleada de calor y de arena, henchida de vapores tórridos. Morgennes tosió ruidosamente. Le picaban los ojos. Cogió la keffieh de un sarraceno muerto y se la enrolló en torno al rostro.
Existe, en Sarmada, a medio camino entre Alepo y Antioquía, un viento terrible y temido por todos llamado el khamsin. Es un viento seco y cálido, cargado de gravilla. Cuando ruge, las ropas más delicadas se desgarran y el khamsin ataca la piel. No es raro que viajeros mal informados, o mal equipados, mueran con el cuerpo en carne viva, y a veces incluso con el hueso al descubierto, perfectamente limpio. Así, el khamsin se parece a las mujeres que, cuando no tienen lo que desean, muerden y arañan para haceros ceder. El viento que se abatía sobre Morgennes tenía la fuerza de un harén.
Morgennes utilizó su gran escudo en forma de almendra, que llevaba en la cara delantera la cruz blanca de ocho puntas de los hospitalarios, para ayudarse a avanzar. Plantó la base en la arena, se protegió detrás y esperó una encalmada. Pero los negros torbellinos del viento se encarnizaban con él, silbando, y trataban de morderlo, como un ejército de serpientes. Por más que Morgennes descargara violentos golpes con su espada para disiparlos, sus esfuerzos eran inútiles. Las serpientes se dividían al entrar en contacto con la hoja, se formaban de nuevo un poco más lejos y volvían al asalto. Morgennes trató de no hacer caso de ellas, se dijo que era víctima de un sortilegio y que nada de aquello era cierto. Permaneció inmóvil en medio de las ráfagas fuliginosas, impasible, como una roca, más fuerte que la borrasca, que sus zarpazos, que su locura. Luego, cuando el viento se calmó, se colocó de nuevo la correa del escudo en torno al cuello y volvió a ponerse en marcha.
En el campo de batalla, la acumulación de cadáveres era tan grande que, una y otra vez, Morgennes tropezaba con un cuerpo o patinaba sobre un escudo o una mancha de sangre. Si reconocía a un cristiano, murmuraba una corta oración y proseguía su camino. Ahora estaba seguro: la batalla había terminado. Los francos habían sido vencidos. Lo que ignoraba todavía era la magnitud de la derrota, no sabía aún cuántos hombres habían conseguido huir para volver a Jerusalén, a Tiberíades o a las llanuras más suaves de Séforis, desde donde habrían podido lanzar una contraofensiva.
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Lovecraft



Registrado: 12 Mar 2007
Mensajes: 185

MensajePublicado: Sab Sep 22, 2007 12:31 pm    Tí­tulo del mensaje: Responder citando

Lovecraft escribió:


Por cierto en la FNAC he visto un mega-tocho sobre las cruzadas, similar al de Edhasa, en novedades por si hay un interesado. Y es que la verdad Las Cruzadas es de los hechos históricos que más libros y novelas históricas se han escrito



Me auto quoteo porque ya sé que libro es al que me refiero.Se llama
Guerras de Dios de Christopher Tyerman



Cita:
Christopher Tyerman, profesor de historia medieval en la Universidad de Oxford, nos ofrece una amplia visión de los movimientos de Cruzada, que estudia no sólo los del Próximo Oriente, sino también, los de España, los Balcanes y el Báltico, además de la dirigida contra los albigenses. Basado en una sólida erudición, incorpora los resultados de las investigaciones de los últimas décadas, lo que explica que los críticos coincidan en afirmar que supera por completo la obra clásica de Steven Runciman,no sólo por los nuevos conocimientos que aporta, sino por su capacidad de mostrarnos las Cruzadas a la vez como una suma de episodios sangrientos en una época de violencia y cómo una manifestación de una creciente conciencia de identidad común.
Las guerra de Dios es también un relato fascinante, lleno de vida, que no sólo evoca las figuras legendarias de Saladino, Ricardo Corazón de León o Felipe Augusto, sino que nos muestra también los miles de participantes en estas luchas, desde los caballeros templarios o los mercenarios, hasta los campesinos europeos que abandonaron sus hogares para ir a la conquista de tierras lejanas, o los muchos miles que, desde el otro bando, defendieron sus tierras y consiguieron expulsar a estos invasores.


Mil páginas de libro Surprised cazi na´!

Por cierto graciaspor la intro Koldo
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cavilius
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Registrado: 15 Oct 2006
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Ubicación: Kallipolis

MensajePublicado: Sab Sep 22, 2007 11:37 pm    Tí­tulo del mensaje: Responder citando

Gadatas escribió:
Con todo esto de las Cruzadas... ¿alguien sabe si existe alguna novelilla que gire en torno a aquella supuesta "Cruzada de los Niños"?

En la revista Historia National Geographic núm. 31 (junio de 2006) trataron el tema de "La trágica cruzada de los inocentes", la Cruzada de los niños. Pero no citan bibliografía ni novelas que aborden el tema.
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Casio



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MensajePublicado: Dom Sep 23, 2007 12:26 am    Tí­tulo del mensaje: Responder citando

Comentaron algo así de uno de Peter Berling, creo.
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