Foro de Hislibris

[LAPTOPODO]

[Fernan]

¿Qué decir de este clásico de Jean-Leon Gerome?
Se me cae la baba xD

[Urogallo]

¡ POLLICE VERSO !.
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—Tienes la palabra de un oficial romano —dijo—. Vale más que un juramento.-

[Croco]

[momper]

El origen del mundo, de Gustav Courbet

«Según Laurence des Cars (Gustave Courbet, catálogo, Grand Palais, 2007/2008, p.378) el Museo de Orsay muestra el cuadro hoy en día de una manera que se ha “normalizado”, personalmente no puedo llamar normalizar al hecho de anular la carga erótica y emotiva de una imagen que no tiene equivalente en la historia de la pintura occidental. En la actualidad las dos salas de Orsay dedicadas a Courbet presentan varias obras del artista, el Origen del mundo es claramente protagonista, pero está colgado como un cuadro más, nada lo destaca de La trucha o del autorretrato del autor, ni cortinas ni velos ni espacio privado para contemplarlo. En mi opinión, su presentación en el Museo de Orsay ha literalmente achevé le tableau, le ha dado muerte. Porque sin mecanismo de ocultación y sin ceremonia de revelación ni espacio de intimidad el cuadro pierde su magia y su fundamental función como cueva secreta y sagrada, lugar de iniciación, exvoto que conjura los peligros del maligno, icono de la verdad que traspasa lo real.

La historia de este cuadro está íntimamente ligada a la historia de su ocultación y revelación. Como si de un ritual mágico se tratara, al ser desvelada, la imagen pasa de la mera y llana realidad a convertirse en un icono portador de un mensaje trascendente».

Pilar Baselga (El origen del mundo, de Courbet: la rocambolesca historia de un icono secreto)

[momper]

Retrato de Giovanni Arnolfini y su esposa, de Jan van Eyck (Maaseik, Bélgica, h. 1390 – Brujas, antes del 9 de julio de 1441)

«En el cuadro todo permanece inmóvil, detenido, suspendido. Lo que perece realizar este milagro es la luz. En lugar de limitarse a iluminar los objetos, llena todo el espacio como si fuera un líquido transparente; una "cristalización de la luz", como dice Panofsky, siguiendo a Tolnay, que por su parte hablaba de una "cristalización del espacio". [...] Cada centímetro cuadrado de piel, de tejido y de pared está representado con una fidelidad superlativa, pero paradójicamente el efecto de conjunto es de irrealidad. Hay algo indefinible en sus imágenes que las aparta de la realidad —representada, no obstante, con tanta meticulosidad—, las transforma totalmente, sea cual sea el objeto representado, en naturalezas muertas, Stilleben, como el alemán expresa con mayor exactitud: vida tranquila, inmóvil, silenciosa. Panofsky alude a esa impresión cuando observa que aquí toda acción se encuentra "sublimada a existencia pura". Ya no queda el menor rastro de relato».
Tzvetan Todorov, Elogio del individuo.

[Sawyer]

A ver qué os parece este enlace

http://chiccoscorner.blogspot.com/

[momper]

Los bateleros del Volga (1873), de Iliá Repin (Chugúyev, Imperio ruso, 1844-1930)

«Iliá Répin trabajó en la composición de este cuadro durante tres años, yendo al Volga, donde observaba y estudiaba la vida de los bateleros.
Repin se maravilló sobre todo con la figura del antiguo pope Kánin, jefe de una cuadrilla de bateleros. El personaje sorprendió al maestro por su filosófica mentalidad y la riqueza de su alma. A su derecha se sitúa un antiguo púgil y a su izquierda, vestido en amplios pantalones aún no gastados, está el marinero Ilka. En medio de la cuadrilla destaca Larka, un joven vestido en una camisa rosada, hijo de campesinos, que se ha parado para arreglarse la sirga. Los últimos son un campesino que parece completamente extenuado y un hombre de rasgos orientales». (1)

«Esta pintura, inspiró una de las canciones más conocidas y populares de Rusia, Los remeros del Volga, usando como letra la música de verdaderos sirgadores de barcos rusos, pero únicamente la primera estrofa.
Mily Alexeyevich Balakirev, en su recopilación de canciones tradicionales rusas, fue quien la descubrió por casualidad, bajo el nombre de La cancion de los Burlak del Volga, Burlak (Бурлак) refiere a gente que arreaba barcos entre el siglo XVII e inicios del XX. Deriva de la palabra tártara bujdak que significa desposeído.

La canción traducida, basada en la versión poética inglesa:

Oye, exhala, ¡jo!
Oye, exhala, ¡jo!
Una vez más, una vez más, todavía una vez más.
Oye, exhala, ¡jo!
Oye, exhalar, ¡jo!
Una vez más, una vez más, todavía una vez más.

Ahora cae el sólido abedul,
Ahora tiren duro.
¡Ay-da, da, da-ay!
¡Ay-da, da, da-ay!
Ahora cae el sólido abedul.

Como flotan las barcazas a lo largo del río,
Al sol cantamos nuestra canción.
¡Ay-da, da, da-ay!
¡Ay-da, da, da-ay!
Al sol cantamos nuestra canción.

¡Hey, hey!, vamos a empujar un largo camino
Al sol cantamos nuestra canción.
Oye, exhala, ¡jo!
Oye, exhala, ¡jo!
Una vez más, una vez más, todavía una vez más.

Volga, Volga, nuestro orgullo,
¡Hey, tú!, Volga, la madre del río, amplio y profundo.
¡Ay-da, da, da-ay!
¡Ay-da, da, da-ay!
Volga, Volga, la madre del río». (2)

1. Museo Ruso. Vidas y obras maestras de la pintura rusa.
2. La cancion de los remeros del Volga. CGnauta blog.

La canción
La versión de Glenn Miller

[momper]

Coracero, de Roger de la Fresnaye


Coracero herido, de Théodore Géricault

«[El Cubismo] es, así, una corriente que se muestra capaz de reinventarse a sí misma en una Francia cada vez más conservadora. No en vano, lo que propone es una visión analítica, especulativa, que estudia las formas de la naturaleza para adaptarlas a una nueva imagen pictórica, y que en su deseo de destilar proporciones y simetrías se convertirá en la mejor representación del clasicismo en el contexto de la modernidad. En realidad, la asociación de clasicismo con cubismo tenía una importante connotación nacionalista, pues el clasicismo venía a ser algo así como la quintaesencia de la tradición francesa en los planteamientos del retorno al orden, la oleada cultural de conservadurismo que recorrió Francia —pero no sólo Francia— en los años de la Primera Guerra Mundial y en los inmediatamente posteriores.

Como explica Françoise Lucbert, De la Fresnaye llegó a ser visto como Roger de Francia, un aristócrata estilo vieja Francia que se interesaba por el arte para proponer una versión de la modernidad siempre elegante y, sobre todo, atenta a la tradición».
María Dolores Jiménez-Blanco, Fresnaye, entre clásico y moderno (La Vanguardia, 12-4-06)

[asiriaazul]

me quedo con la obra de Gericault( "El naufragio de El Medusa" es una de las pinturas que más me gustan), el cubismo y las otras vanguardias de principios del s.XX son más interesantes desde el punto de vista de la teoría de la pintura y el arte en general que desde un punto de vista plástico para mi gusto.

[momper]

Airstream, de Ralph Goings

«En 1963 quería empezar a pintar de nuevo, pero decidí que no iba a hacer pintura abstracta. Pensé que debía hacer justo todo lo contrario. Se me ocurrió que proyectar y trazar fotografías en vez de copiarlas a mano sería aún más impactante. Reproducir una foto exactamente se consideraba algo malo. Era ir en contra de todas las enseñanzas de las escuelas de arte. A algunas personas les molestó lo que estaba haciendo y dijeron: “Eso no es arte, no puede ser arte”. Eso me animó de manera perversa, porque estaba encantado de estar haciendo algo que para la gente era realmente inquietante. Me estaba divirtiendo de lo lindo.

Mis pinturas son sobre la luz, sobre la apariencia de las cosas en su entorno y, especialmente, sobre cómo las cosas se ven pintadas. Forma, color y espacio son a capricho de la realidad, su descubrimiento y organización es la tarea del pintor realista».
Ralph Goings

[momper]

Marty, de Damian Loeb (New Haven, Connecticut, 1970)

«¿Qué quedará en el memorándum visual de una generación que jamás haya visto una pintura, a la que ningún clásico le haya resultado relevante? Fotogramas, clímax, fragmentos de películas que consiguieran provocar su emoción, activando su memoria, capturando un pedacito de relevancia dentro de la global indiferencia. Es el arte de Damian Loeb.
Loeb plantea escenas inquietantes que recuerdan a un Edward Hooper actualizado, posmodernizado con el filtro del séptimo arte contemporáneo. Sólo nos deja ver una parte, sólo nos muestra el comienzo, un breve fragmento de la acción que está en ciernes, creando desasosiego, insatisfacción ante la expectativa de lo que está por venir. Pero quizá es que la realidad se agota aquí, quizá es que la realidad sólo sea un “está por suceder lo que nunca sucede”... ¿No es ese el auténtico mensaje de la posmodernidad? No hay un final feliz, no hay un paraíso prometido al que llegaremos, tan sólo un presente efímero y escurridizo, tan sólo una promesa incumplida».
Santiago Sánchez-Migallón Jiménez, Damian Loeb (en La máquina de Von Neumann)

[momper]

Milk girl, de Diego Gravinese

«Ya desde el nombre de su nueva muestra "Cometa Raketa", Diego Gravinese nos introduce en un mundo paralelo, un lugar que bien podría ser este mundo, sólo que ligeramente fuera de registro o tal vez sea éste, nuestro mundo palpable, el que esté desfasado, mientras ese otro, cósmico y flotante (y aún tan extrañamente familiar) pareciera estar regido por leyes más acordes a nuestras fantasías diurnas. Esas que nos asaltan en los momentos de mayor lucidez y relajación.
Todo está ahí: los brillos de los cabellos, el resplandor de un oceano bajo el sol, labios, plumas, hojas, leche, todo burbujea con el brillo de nuestros recuerdos más vívidos de vacaciones pasadas e interiores domésticos... Y aun así, algo nos dice que eso no es la "realidad". ¿Pero qué es lo real?

Diego Gravinese se inscribe con estas nuevas pinturas en la linea de los pintores hiperrealistas. ¿O no?
No: el hiperrealismo trata de hacer lo real "más real", DG vuelve lo real ligeramente extraño. En ese sentido es un pintor romántico, con el poder de la más brillante estética pop. Es que es ahí donde flotan sus chicas, en ese espacio "sideral" que hay entre una imagen y las fantasías que dispara en nuestra mente.
Algo nos dice que la vida pasa por otro lado. Sus obras nacen de fotografías, pero tras ser filtradas por el proyector y luego la mano del pintor se convierten en grandes totems celebratorios».
Ramonaweb, revista de artes visuales: Diego Gravinese en Espacio de Arte de AMIA.

[momper]

`57 Mercury, de Stephen Shub

«Cada una de mis pinturas representa algo que me hizo detenerme para apreciar la belleza del momento. Las hago a partir de fotografías que he tomado, y luego voy más allá para captar lo que veo en mi mente. Como el tiempo parece moverse más rápido cada día, me siento obligado a crear algo para ayudar a hacerlo más lento. Espero que mi trabajo, de alguna manera, si te recuerda un lugar en el que has estado o hace que te detengas a admirar algo que piensas que es hermoso, te traiga un momento de tranquilidad y paz».
Stephen Shub

[momper]

Tackle, de Malcolm Morley

«Bajo la neutralidad aparentemente objetiva con que el hiperrealismo representa la realidad, se cobija una reformulación subjetiva de ésta a través de una temática que reproduce los clichés de la vida americana, utilizando las imágenes y los códigos de los medios de comunicación. En suma, son imágenes que se identifican con lo real más por los hábitos visuales adquiridos mediante el cine, la televisión, la publicidad exhibida en los espacios públicos, que por la experiencia inmediata. Lo que representan es la ilusión de hiperrealidad que generan los medios mecánicos de captación y reproducción de imágenes, lo que satisfacen es la creencia de que existe una mirada ingenua con la que captar la realidad aparente, y que esa mirada puede ser encarnada mediante la confluencia del arte y la ciencia».
Amalia Martínez Muñoz, Arte y arquitectura del siglo XX (vol. II).