Registrado: 28 Nov 2007 Mensajes: 8545 Ubicación: Santiago de Chile
Publicado: Mie Ene 25, 2017 5:09 pmTítulo del mensaje:
Supongo que por deformación profesional, o quizá por el eterno y universal afán de hacernos comprensibles las cosas, suelen motivarme los ejercicios de categorización. En su ensayo La gran novela latinoamericana, Carlos Fuentes formula uno, no del todo original pero sí muy pertinente. Distingue el mexicano dos grandes tradiciones novelísticas, a las que aplica los nombres de La Mancha y Waterloo. Dice así:
Cita:
Históricamente, la tradición de La Mancha la inaugura Cervantes como un contratiempo a la modernidad triunfadora, una novela excéntrica de la España contrarreformista, obligada a fundar otra realidad mediante la imaginación y el lenguaje, la burla y la mezcla de géneros. La continúan Sterne con el Tristram Shandy, donde el acento es puesto sobre el juego temporal y la poética de la digresión, y por Jacques el Fatalista de Diderot, donde la aventura lúdica y poética consiste en ofrecer, casi en cada línea, un repertorio de posibilidades, un menú de alternativas para la narración.
La tradición de La Mancha es interrumpida por la tradición de Waterloo, es decir, por la respuesta realista a la saga de la revolución francesa y el imperio de Bonaparte. El movimiento social y la afirmación individual inspiran a Stendhal, cuyo Sorel lee en secreto la biografía de Napoleón; por Balzac, cuyo Rastignac es un Bonaparte de los salones parisinos; y por Dostoievski, cuyo Raskolnikov tiene un retrato del gran corso como único decorado de su buhardilla peterburguesa. Novelas críticas, ciertamente, de lo mismo que las inspira. Iniciadas con el crimen de Sorel, las carreras en ascenso de la sociedad post-bonapartista culminan con la falsa gloria del arribista Rastignac y terminan en el crimen y la miseria de Raskolnikov. […]
La tradición de Waterloo se afirma como realidad. La tradición de La Mancha se sabe ficción y, aún más, se celebra como tal.
Interesante, ¿no?
Estas y otras observaciones afines proporcionan al autor el telón de fondo para su caracterización y elogio de la obra cumbre de Joaquim Machado de Assis, Las memorias póstumas de Blas Cubas, una novela verdaderamente genial -dicho de modo estricto, no con la ligereza con que suele prodigarse el calificativo-. Fuentes la inserta en la tradición cervantina-sterniana, la de La Mancha, y brinda en su beneficio frases como éstas:
Cita:
El humor de Machado va más allá del humor de Cervantes y el de Sterne: el brasileño narra pequeños hechos en breves capítulos con la mezcla de risa y melancolía que se resuelve, en más de una ocasión, en ironía.
Libro epicúreo, lo ha llamado alguna crítica norteamericana. Libro aterrador, añade otra reseña neoyorquina, porque su denuncia de la pretensión y la hipocresía que se esconden en los seres comunes y corrientes es implacable. No, corrige Susan Sontag: éste es solamente un libro de un escepticismo radical que se impone al lector con la fuerza de un descubrimiento personal.
Es cierto: los elementos carnavalescos, la risa jocular que Bajtin atribuye a las grandes prosas cómicas de Rabelais, Cervantes y Sterne, están presentes en Machado. Baste recordar los encuentros picarescos con el filósofo-estafador Quincas Borba, el vodevil de los encuentros con la amante secreta, Virgilia, y la descripción de la manera como ésta usa la religión: «como una ropa interior larga y colorada, protectora y clandestina». Basta evocar los retratos satíricos de la sociedad carioca y de la burocracia brasileña, resueltos en un espléndido pasaje cómico que reduce la política al problema de convertirse en secretario de un gobernador para poder acompañar al interior a su amante, la mujer del gobernador. Así se resuelve administrativamente el problema del adulterio.
Puede que estos apuntes llamen la atención sobre una novela que es toda una gozada (me encantaría que así ocurriera). Su modernidad es sorprendente: fue publicada en 1881, pero no cuesta nada imaginársela como un producto del siglo XX.
Registrado: 01 Feb 2012 Mensajes: 1229 Ubicación: batalyaws
Publicado: Mie Ene 25, 2017 7:33 pmTítulo del mensaje:
cavilius escribió:
A mí HHhH me sorprendió pero gratamente, me esperaba otra cosa.
Claro, esa es la cosa, que te gastas el dinero y luego resulta que no es lo que uno quería.
Luego si te gusta o no, pues allá cada cual, pero al que no le gusta acaba pensando que con lo duramente que uno gana el dinero... ya está bien.
Terminaré haciendo como con el cine y el teatro, primero leer aquellas a las que la crítica desprecia. _________________ What they dreamed, we live, and what they lived, we dream. - T.K. Whipple
Registrado: 02 Mar 2009 Mensajes: 3045 Ubicación: Valencia
Publicado: Mie Ene 25, 2017 8:07 pmTítulo del mensaje:
Comenzado Brooklyn Follies; Paul Auster. Es mi primera lectura de este autor y de momento la impresión es muy buena. Lo compagino con Los muchachos del zinc. Como es habitual en la autora testimonios que dan una visión humana de la guerra en Afganistán 1979-1989.
En canto a HHhH es un libro muy comentado en Hislibris y también soy de los que lo destacamos como lectura recomendada. _________________ Así se las ponían a Fernando VII
Ultima edición por toni el Mie Ene 25, 2017 8:08 pm; editado 1 vez
Registrado: 24 Oct 2007 Mensajes: 10775 Ubicación: Vicus Albus
Publicado: Mie Ene 25, 2017 8:08 pmTítulo del mensaje:
Milius, en 2011, cuando se publicó la novela, hubo reseña del libro en Hislibris por parte de Farsalia y me parece que dejaba claro de qué iba. Si te hubieras molestado en leerla, seguramente no estarías tan disgustado por gastar tu tiempo y tu dinero. También te digo que actualmente es muy difícil no saber nada de un libro. _________________ "Soy el hombre delgado que no flaqueará jamás"
Pedro Casariego
«Quien se arrodilla ante el hecho consumado, es incapaz de afrontar el porvenir» (León Trotsky).
Publicado: Mie Ene 25, 2017 8:11 pmTítulo del mensaje:
Yo creo que HHhH, simplemente con un hojeado en la librería, no engaña a nadie: no es una novela al uso (y más como novela de no ficción). Otra cosa es lo que se quiere que sea... pero eso no es culpa del autor.
Aprovecho, por si no lo comenté antes, para recomendaros, y MUCHO, la segunda novela de Binet, La séptima función del lenguaje. _________________ Web personal
Registrado: 25 Dic 2009 Mensajes: 4982 Ubicación: Esperando en el Desfiladero del Borgo
Publicado: Mie Ene 25, 2017 8:27 pmTítulo del mensaje:
Oculto:
Rodrigo escribió:
Supongo que por deformación profesional, o quizá por el eterno y universal afán de hacernos comprensibles las cosas, suelen motivarme los ejercicios de categorización. En su ensayo La gran novela latinoamericana, Carlos Fuentes formula uno, no del todo original pero sí muy pertinente. Distingue el mexicano dos grandes tradiciones novelísticas, a las que aplica los nombres de La Mancha y Waterloo. Dice así:
Cita:
Históricamente, la tradición de La Mancha la inaugura Cervantes como un contratiempo a la modernidad triunfadora, una novela excéntrica de la España contrarreformista, obligada a fundar otra realidad mediante la imaginación y el lenguaje, la burla y la mezcla de géneros. La continúan Sterne con el Tristram Shandy, donde el acento es puesto sobre el juego temporal y la poética de la digresión, y por Jacques el Fatalista de Diderot, donde la aventura lúdica y poética consiste en ofrecer, casi en cada línea, un repertorio de posibilidades, un menú de alternativas para la narración.
La tradición de La Mancha es interrumpida por la tradición de Waterloo, es decir, por la respuesta realista a la saga de la revolución francesa y el imperio de Bonaparte. El movimiento social y la afirmación individual inspiran a Stendhal, cuyo Sorel lee en secreto la biografía de Napoleón; por Balzac, cuyo Rastignac es un Bonaparte de los salones parisinos; y por Dostoievski, cuyo Raskolnikov tiene un retrato del gran corso como único decorado de su buhardilla peterburguesa. Novelas críticas, ciertamente, de lo mismo que las inspira. Iniciadas con el crimen de Sorel, las carreras en ascenso de la sociedad post-bonapartista culminan con la falsa gloria del arribista Rastignac y terminan en el crimen y la miseria de Raskolnikov. […]
La tradición de Waterloo se afirma como realidad. La tradición de La Mancha se sabe ficción y, aún más, se celebra como tal.
Interesante, ¿no?
Estas y otras observaciones afines proporcionan al autor el telón de fondo para su caracterización y elogio de la obra cumbre de Joaquim Machado de Assis, Las memorias póstumas de Blas Cubas, una novela verdaderamente genial -dicho de modo estricto, no con la ligereza con que suele prodigarse el calificativo-. Fuentes la inserta en la tradición cervantina-sterniana, la de La Mancha, y brinda en su beneficio frases como éstas:
Cita:
El humor de Machado va más allá del humor de Cervantes y el de Sterne: el brasileño narra pequeños hechos en breves capítulos con la mezcla de risa y melancolía que se resuelve, en más de una ocasión, en ironía.
Libro epicúreo, lo ha llamado alguna crítica norteamericana. Libro aterrador, añade otra reseña neoyorquina, porque su denuncia de la pretensión y la hipocresía que se esconden en los seres comunes y corrientes es implacable. No, corrige Susan Sontag: éste es solamente un libro de un escepticismo radical que se impone al lector con la fuerza de un descubrimiento personal.
Es cierto: los elementos carnavalescos, la risa jocular que Bajtin atribuye a las grandes prosas cómicas de Rabelais, Cervantes y Sterne, están presentes en Machado. Baste recordar los encuentros picarescos con el filósofo-estafador Quincas Borba, el vodevil de los encuentros con la amante secreta, Virgilia, y la descripción de la manera como ésta usa la religión: «como una ropa interior larga y colorada, protectora y clandestina». Basta evocar los retratos satíricos de la sociedad carioca y de la burocracia brasileña, resueltos en un espléndido pasaje cómico que reduce la política al problema de convertirse en secretario de un gobernador para poder acompañar al interior a su amante, la mujer del gobernador. Así se resuelve administrativamente el problema del adulterio.
Puede que estos apuntes llamen la atención sobre una novela que es toda una gozada (me encantaría que así ocurriera). Su modernidad es sorprendente: fue publicada en 1881, pero no cuesta nada imaginársela como un producto del siglo XX.
Registrado: 28 Nov 2007 Mensajes: 8545 Ubicación: Santiago de Chile
Publicado: Mie Ene 25, 2017 9:24 pmTítulo del mensaje:
juanrio escribió:
Milius, en 2011, cuando se publicó la novela, hubo reseña del libro en Hislibris por parte de Farsalia y me parece que dejaba claro de qué iba. Si te hubieras molestado en leerla, seguramente no estarías tan disgustado por gastar tu tiempo y tu dinero. También te digo que actualmente es muy difícil no saber nada de un libro.
farsalia escribió:
Yo creo que HHhH, simplemente con un hojeado en la librería, no engaña a nadie: no es una novela al uso (y más como novela de no ficción). Otra cosa es lo que se quiere que sea... pero eso no es culpa del autor.
Aunque no la hubiese reseñado Farsalia ni nadie más en Hislibris, o en cualquier otro medio (prensa, blogs, revistas digitales, etc.): los libros, todos ellos sin excepción, deben ser leídos con mentalidad abierta; pero quizá ningún otro género requiera de la más amplia receptividad como el de la novela, pues ninguno como éste es tan susceptible a la indeterminación ni es tan proclive a romper moldes, ninguno es más reticente a los convencionalismos y los caminos trillados, ninguno está tan expuesto a la libertad creativa y la experimentación. Por lo mismo es que a las novelas debemos enfrentarlas con la disposición a llevarnos -de cuando en cuando- una grata sorpresa. Bien pensado, ¿qué mejor ocasión de agradecer al genio y el talento de un autor que la de encontrarnos una buena sorpresa cuando menos la esperamos?
Otra cosa, claro, es que ello requiera la capacidad de reconocer la calidad de una obra y el talento de su autor. No es cualquier ejercicio, el de la apreciación literaria.