Foro de Hislibris

[sciurus]

Y si puedes conseguir sus años de reclusión en Spandau son también muy interesantes...pues desnuda, según su interés a los jerarcas que estuvieron con él. Algunos a la espera de la pena de muerte. Y, mientras él, se convierte en el buen preso que sabe que debe cumplir, no por haber sido engranaje perfecto de la esclavitud de hombres, sino por no haber actuado antes. Y explica como las fue escribiendo a escondidas. Yo lo encontré en un banco... Asíque un buen regalo
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Pensad como hombres de acción, actuad como hombres pensantes.

Thomas Mann

[Derfel]

Interesante debate, interesante persona(je).

Yo soy de los que leí gustosamente las "Memorias" de Speer, impecablemente editadas por Acantilado. El que dijo lo de que serían las únicas memorias que merecería la pena leerse (o algo así) fue Hugh Trevor-Roper.

Y digo gustosamente, porque están muy bien escritas -obviamente, debía de tener una cabeza bien amueblada- y lo que cuenta es interesante, si bien no dejan de ser escenas cotidianas o más bien (por qué no decirlo) cotilleos de toda índole sobre los jerarcas nazis y, en especial, sobre su amigo Hitler (que si era un palizas, un ignorante, un inútil, que si los tenía viendo películas hasta las tres de la mañana, etc. En efecto, con amigos como Speer, para qué quiere uno enemigos...) El retrato que hace del ambiente de Bertschgaden es muy lúcido. Las luchas de poder en torno al dictador, también están bien contadas.

Otra parte -no menos interesante- es su papel en todo ésto. El tipo es hábil y es capaz de transmitir a ratos la impresión de ser una persona que, caída de un guindo, no se enteraba de nada, y que tamaño desliz le hace sufrir grandemente. Sin embargo, ahí es donde el artificio se cae por su propio peso: no es creíble, no resulta creíble en absoluto. ¿Muy listo para lo bueno y muy tonto para lo malo?

Pero donde yo creo que reside la trampa capital es en el propio estilo de la obra: las memorias se leen con tanta soltura porque están concebidas como una novela, esto es, como un relato, una ficción (diálogos, escenas, buenos, malos, etc.) Lo que apunta al origen del problema: el Sr. Speer nos está contando el cuento de "El Nazi Bueno".

Sus intentos de asesinar al Fuhrer resultan cuanto menos inverosímiles e infantiloides. Su preocupación a posteriori y dolor por el destino de tantas familias judías, otro tanto.

Desde el punto de vista de su interés personal y de su derecho a intentar salvar el pellejo, nada que objetar. Pero si de ponerse honestos iba la cosa, a Herr Speer se le pasó el tren. Mucho más honrado hubiese sido reconocer que estaba encantado con su papel protagónico de delfín de Hitler y que al final se fue todo al garete.

En fin. Leedlas. Yo haré lo mismo con esta biografía.

[Rodrigo]

OK, compañeros.

Ustedes sí que saben de provocar la curiosidad...

[neander]

[Olethros]

Speer: un pájaro de cuidado.
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Ceterum censeo Carthaginem esse delendam... ;oP

[farsalia]

También leí las memorias de Speer, hace unos quince años (la edición de Acantilado). "Enjundiosas" en cuanto a la imagen que quiere dar el personaje. Me interesó la primera parte, focalizada en su faceta de arquitecto, la construcción de la nueva Cancillería y los planes megalómanos para un Reich victorioso. En cuanto a su papel "público", y sustituyendo a Fritz Todt como ministro de Armamento, siendo cada vez más mendaz en cuanto a lo que sabía, o hacía saber que no sabía, de los crímenes nazis en el Este. La parte final directamente la podemos considerar "ciencia-ficción".

Son muy interesantes para ver, más allá de la justificación del personaje, aspectos diversos de la Alemania en guerra.
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Web personal

¡¡El Mesías!! ¡¡El Mesías!! ¡¡Muéstranos al Mesías!!

[David L]

Si por algo destacaba Speer era por su inteligencia, era ambicioso, sabía muy bien posicionarse y desde luego llegó alto en el organigrama del Tercer Reich. Sus memorias, las dos mecionadas anteriormente, son muy interesantes, aunque una vez más vuelve a mostrar esa viveza o agudeza que siempre le caracterizó. A pesar de que en muchas ocasiones intenta justificar lo injustificable yo las recomendaría.

En cuanto a esta biografía voy a leerla seguro.
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En España la mejor manera de guardar un secreto es escribir un libro.”
―Manuel Azaña

[Arturus]

Insisto que, como testimonio de primera mano, constituyen un documento muy valioso, luego, evidentemente, está el análisis crítico, pero creo que tratándose de alguien tan cercano a los resortes de poder del Tercer Reich y en concreto a Hitler, debería quedar en segundo plano.
En cuanto a la catadura moral de Herr Speer, nada que objetar a lo dicho salvo, y ejerciendo de abogado del diablo, recordar que gracias a las contraórdenes que dio respecto al deseo de Hitler de arrasar todas las infraestructuras alemanas, pudo salvarse bastante de las mismas. Y también que hubo otros tecnócratas que quedaron impunes, como Von Braun, y fueron reclutados por los aliados. Quizá merecía la pena de muerte pero, a diferencia de aquellos, cumplió íntegra su condena de veinte años.
Rodrigo, mi recomendación es, obviamente, que las leas.

[sciurus]

De hecho Karl Kaufman, el gauleiter de Hamburgo y Speer desoyeron y engañaron a Hitler sobre la destrucción de todas las infraestructuras y la industria que quedaba en pie. Una cosa no quita la otra. Nazis??? Sí, pero quizá no tan locos como otros.
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Pensad como hombres de acción, actuad como hombres pensantes.

Thomas Mann

[Arturus]

Tratándose del nazismo es ciertamente difícil captar los tonos grises (los blancos, obviamente, quedan descartados), pero haberlos, los hubo.
En cuanto a la biografía que nos ocupa, me la apunto para más adelante.

[Rorrete]

Pues según Irving, Speer se quejó ante él de lo retocadas que había dejado Joachim Fest sus memorias. Y Apunta Norman Goda en "El Oscuro mundo de Spandau, Editorial Crítica, 2008. Págs. 280-281: "Durante los juicios de Nuremberg y en Spandau, Speer se convirtió en "el arrepentido nacional", no tanto por lo que supo o hizo como por lo que había decidido no saber. Era una vieja historia. Si Speer había sido cautivado por Hitler mientras millones de judíos y otras personas desaparecían misteriosamente, ¿acaso aquello no constituía una coartada para todos los alemanes que luchaban por recuperar las riendas de su pasado? Tal y como Fest escribió en su última biografía de Speer, y la más apologética de todas, “Speer ejemplificaba un modelo en el que muchos se reconocían”, es decir, un hombre que fue capaz de apoyar al régimen nazi por su vigor nacional y por la decisión mostrada a la hora de luchar contra el comunismo, el azote de los años de entreguerras y de la posguerra, que supo descontextualizar las terribles acciones de otros mientras trazaba una línea entre las pesadillas que poblaban la esfera pública y el confort de la privada, una característica, según Fest, “profundamente arraigada en el carácter nacional germano”

Speer dio un nuevo empujón a la historia en los años setenta con la publicación de las memorias anteriormente citadas y de los Diarios de Spandau, el dietario en el que presuntamente, y amparándose en la ceguera de tiempos pasados, acataba humildemente el purgatorio de Spandau sin quejarse, a pesar de todas las voces que reclamaban, conforme pasaban los años (como también recogen los Diarios), su liberación. De hecho, incluso los Diarios son una creación posterior a Spandau. Speer combinó en ellos largas entradas con fragmentos extraídos de las detalladas cartas que había enviado a sus hijos, donde les relataba los pormenores de la vida en prisión. Mientras que los Diarios son de una exactitud total en cuanto a la narración de todo lo que sucedía en la cárcel cada día (se puede cotejar su autenticidad con los contenidos del cuaderno de bitácora del vigilante jefe), los fragmentos en los que Speer se enfrenta introspectivamente a su pasado son fruto de su imaginación, y nada dice ahí de sus muchos y desesperados intentos por ser excarcelado. Speer pergeñó los Diarios de tal modo que de sus páginas se desprendiera la sensación de que sufría por los pecados de Alemania. Como afirmo su amigo de toda la vida Rudolf Wolters después de distanciarse de Speer en 1975, este “habría sido capaz de robarle el protagonismo incluso a Jesús de Nazaret”

Más adelante se comenta igualmente la "crónica" de Wolters http://www.forosegundaguerra.com/viewtopic.php?f=87&t=2838&p=22924&hilit=wolters#p22924

Hay una peli documental muy cuca sobre este asunto http://www.filmaffinity.com/es/film407242.html
En castellano https://www.youtube.com/watch?v=9gOX5kazgeY

Saludos
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Nunca discutas con un estúpido; te hará descender a su nivel, y allí te vencerá por experiencia - Mark Twain
http://rorrete.blogspot.com.es/

[sciurus]

Buena esta conclusión Rorrete. La idea de no querer saber, la de la resignación al castigo (si bien lucha con su abogado al principio por conseguir salir antes) y la de pagar por los pecados del nazismo van transpirando a lo largo de sus escritos. Miré el reparto del documental y de Speer sólo podía hacerlo Sebastian Koch. Alguna vez ya había visto su parecido.
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Pensad como hombres de acción, actuad como hombres pensantes.

Thomas Mann

[Rodrigo]

Interesante apunte, Rorrete.


Entre paréntesis. Joachim Fest podía escribir unos libros la mar de buenos (su biografía de Hitler, aparte el estupendo contenido, es un monumento del estilo, y su escrito testimonial titulado Yo no es comparable en calidad), pero sus amistades y otras filias eran de cuidado. (Mira que hacer de valedor de Ernst Nolte...)