EL DANUBIO – Claudio Magris

EL DANUBIO - Claudio Magris«La auténtica literatura no es la que halaga al lector, confirmándole en sus prejuicios y en sus seguridades, sino la que le acosa y lo pone en dificultades, la que lo obliga a ajustar cuenta con su mundo y con sus certidumbres».

En un mundo administrado y organizado a escala planetaria, dice Magris, la aventura y el misterio parecen acabados. Sin embargo, el impulso de viajar no sabe de desazones y siempre hay más de un motivo para trasponer las fronteras del terruño doméstico. Moverse es mejor que nada, admite el escritor, quien pronto se desembaraza del desencanto que parecía anunciar en la página inicial de El Danubio y nos transmite la emoción del movimiento, invitándonos a seguir sus pasos a lo largo del río Danubio, en viaje realizado a mediados de los años 80 y que cubrió prácticamente toda su extensión, desde las proximidades de su nacimiento –en la Selva Negra alemana- hasta su desembocadura en el Mar Negro –en el litoral ucraniano, por entonces integrado en la URSS-.

Viaje en que Claudio Magris, reputado germanista y escritor italiano (Trieste, n. 1939), estuvo virtualmente acompañado por su inmenso bagaje intelectual, en el que destaca su profundo conocimiento de las letras alemanas y de la cultura danubiana. Así pues, en las páginas de El Danubio fluye el caudal de impresiones ocasionadas en el autor por lugares y gentes con los que, no inadvertidamente, topara durante su viaje, pero sobre todo consta una suerte de bitácora de su personal travesía por las aguas culturales e históricas del universo danubiano.

En efecto, de la mano de Magris efectuamos un recorrido por los vestigios y persistencias de Mitteleuropa (una idea de Europa central preñada de connotaciones que desbordan el ámbito de la sola geopolítica), en cuya gestación y desarrollo los factores germano y judaico fueran esenciales: «La cultura alemana, y con ella la judía, ha sido un coeficiente de unidad y de civilización en la Europa centro-oriental». El recorrido transita por variados registros y elementos de distinta monta: desde sencillas anécdotas hasta episodios de gran alcance. El río Danubio aparece como mucho más que un simple accidente geográfico. Su papel es el de culminación y símbolo de una aspiración pluralista de convivencia entre los pueblos (la civilización danubiana o habsburguesa, «un mundo detrás de las naciones»), en contraposición con el particularismo y exclusivismo del nacionalismo alemán (simbólicamente representado por el Rin).

Magris perfila la disputa entre dos paradigmas que han tenido al elemento germánico como vector fundamental, que en otras palabras es la disputa entre Austria y Prusia o entre los pretendidos destinos que signaron a los dos más importantes estados alemanes de la era moderna: hacer de crisol de pueblos y de culturas en un imperio supranacional –la Austria de los Habsburgo- o de motor en la unificación alemana y, eventualmente, en la conformación de una Pangermania -la Prusia de los Hohenzollern-. Con todo lo de artificial que pudiese tener la disputa, Magris hace hincapié en la circunstancia de que la Mitteleuropa, en tanto ecumene danubiana, fue una realidad en la última etapa del Imperio de los Habsburgo. «Una tolerante convivencia comprensiblemente llorada después de su final»; realidad más valiosa aun si se la compara con la barbarie totalitaria que le sucedió.

El libro trasluce la admiración del autor por la cultura germánica, de la que enaltece su impulso universal, esto es, su capacidad de hacer de síntesis civilizadora. Para Magris, «los alemanes han sido los romanos de Mitteleuropa», imprimiendo «una civilización unitaria a un batiburrillo de estirpes diversas». Pero también transmite, el libro, el profundo recelo de su autor ante particularismos devenidos doctrina o bandera de lucha; factor éste que en manos del nazismo causó estragos de proporciones apocalípticas y que, luego de la Segunda Guerra Mundial, suscitó el éxodo o la expulsión del componente alemán de la Europa sudoriental. De ambos casos hay constancia en un texto de ribetes ensayísticos que, por demás, rezuma simpatía por el hombre común, tantas veces sacrificado a causas grandilocuentes.

Hay múltiples referencias culturales con las que –presumo- los lectores en castellano no siempre podemos estar familiarizados (piénsese en el caso de tradiciones literarias como la búlgara y la rumana); detalle que en ningún me ha parecido que reste interés al libro, sino todo lo contrario. Magris es un humanista ávido de conocimiento y de universalidad. De entre las muchas reflexiones que pueblan las páginas de El Danubio, rescato la crítica de la estandarizada altanería con que algunos posan de despreciadores de la estupidez de las masas:

«Quien habla de la estupidez general tiene que saber que no es inmune a ella, porque hasta Homero desciende del Olimpo de vez en cuando. […] Los grandes humoristas y los grandes cómicos, de Cervantes a Sterne o a Buster Keaton, nos hacen reír con la miseria humana porque también la descubren y en primer lugar en ellos mismos, y esta risa implacable implica una amorosa comprensión del destino común.»

-Claudio Magris, El Danubio. Anagrama, Barcelona, 2004. 377 pp.

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20 comentarios en “EL DANUBIO – Claudio Magris

  1. juanrio dice:

    Leí este libro cuando se publicó, no recuerdo el año, y me gustó, aunque he de reconocer que no me dejó poso, algo que la sucesión de lecturas produce en mi y que tu reseña, Rodrigo, corrije. De hecho creo que es un buen punto de partida tu reseña para coger el libro bajo el brazo y emprender ese viaje de la mano de Magris hacia el corazón de centroeuropa, aunque sea comodamente sentados en nuestros sillones favoritos.
    En mi grupo de amigos hemos hablado alguna vez de hacer una terturlia alrededor de un libro de viajes, aunque no hemos encontrado todavía tal libro; este puede ser un buen candidato para engarzar disfrute literario y conversación.

  2. Derfel dice:

    Qué casualidad, pues no hace más de una semana he tenido este libro en mi mano y he estado a punto de comprarlo.

    Si Rodericus lo recomienda, habrá que ir a echarle otro vistazo.

    Gracias por la reseña y un abrazo ultramarino.

  3. sangón dice:

    Estupenda reseña, Rodrigo; creo que refleja muy bien el contenido de un libro con el que a mí me costó arrancar (esas disquisiciones sobre el verdadero lugar de nacimiento del río…) pero una vez que te haces a él, luego no lo puedes soltar. Un libro magnífico.

  4. Rodrigo dice:

    Vaya, Juanrio, una lectura de vieja data. La primera edición en castellano es de 1988. ¿Crees que serviría este libro para la tertulia? Es que no es un libro de viajes en estrictísimo sentido, ya sabes. Pero para una tertulia literaria de tema abierto supongo que iría muy bien.

    Mmm, tal vez La Patagonia, de Bruce Chatwin. O bien, Fin de novela en Patagonia, del argentino Mempo Giardinelli. O El peor viaje del mundo, que tú mismo recomendabas hace tiempo. Paul Theroux, no… No vale la pena, en mi opinión.

    (Acabo de recordar que tengo uno pendiente: El Valle de los Asesinos, de Freya Stark. Tiene muy buena crítica pero todavía debo conseguirlo.)

    No hay por qué, Derfel. Y sí, creo de verdad que deberías probar con este libro. Si te haces con él, pues, espero que no te defraude.

    Sangón, es cierto que el comienzo al que te refieres puede descolocar un poco, pero aparte de ser breve diría que tiene mucho sentido en el contexto temático del libro: es una muestra verdaderamente simbólica de lo baladí, artificial y ridículo de ciertas polémicas, las que, sin embargo, pueden encender pasiones y provocar conflictos de proporciones. Al nivel de las discusiones históricas e ideológicas a las que el autor se refiere más adelante acerca de los orígenes de los pueblos, demasiado inficionadas de nacionalismo (ese mal de tantos).

    Nota adicional: Magris es de verdad un experto en el tema que sirve de trasfondo a El Danubio; de esto da prueba el título de su tesis doctoral -que por cierto no he leído-: El mito habsbúrgico en la literatura austriaca moderna (publicado en castellano por UNAM, México, 1998). Su erudición es notoria en el libro reseñado pero no es en éste lo mismo que en una tesis doctoral. No es lectura ligera, El Danubio, a pesar de su carácter fragmentario y de la brevedad de sus pasajes; por momentos se lee con cierta parsimonia pero vaya que compensa, en mi opinión. Todo un placer.

    Muchas gracias, y un abrazo ultramarino, compañeros.

  5. ARIODANTE dice:

    ¡Magnífica, magnífica reseña, Rodri! Me ha encantado; en ella te has esmerado, si cabe, más de lo habitual. Se nota que el libro te ha gustado mucho. Yo lo leí hace algunos años y me pareció francamente bueno; Magris realmente hace un despliegue de erudición pero lo hace muy amablemente, y realmente llega a todos. Derfel, no dejes de hacerte con él. No te arrepentirás.

    Y respecto a lo que comentas, Patagonia, de Bruce Chatwin tambien es interesante, pero yo no lo recomendaría para una tertulia. En todo caso, sugiero Mansiones verdes, de W.H. Hudson.

  6. Rodrigo dice:

    Bueno, creo que la reseña es muy corriente pero gracias de todos modos, Ario.

    Tomo nota de tu sugerencia, un libro que desconocía por completo.

    Saludotes.

  7. juanrio dice:

    No recordaba el año de la lectura, pero debe de andar cerca de esa fecha, es un libro que saqué de la biblioteca, al igual que En la Patagonia. He propuesto este y otro que reseñaste, Viajes con Herodoto, pero ya sería para el mes de enero y aún añadiremos algún otro. De Hudson, como sugiere Ariodante, también hemos comentado alguna vez que estaría bien leer algo.

    Ya se que este Danubio no es sólo un libro de viajes, pero eso es lo interesante, la disgresión. Al igual que en Hislibris en la tertulia el libro es una simple excusa para hablar de lo que rodea al mismo y lo que nos afecta a nosotros mismos. En la última fue un libro del que he enviado reseña (Medallones de Zofia Nalkoska) y os aseguro que surgio una gran reflexión sobre hacia donde avanzaba la vida en torno a la emigración, el racismo, la posibilidad de que la influencia de los medios absorba la poca inteligencia que se atesora; sobre el desinterés hacia la cultura…en fin, la preocupación de gente a la que le gusta mirar a su alrededor y no le gusta demasiado lo que ve.

  8. Aretes dice:

    Gracias por la recomendación, Rodrigo.
    Creo que me haré con él aunque retrase su lectura, pues tengo pendiente un crucero por el Danubio, que luego no habrá quién lo encuentre por las librerías.

  9. juanrio dice:

    Lo tienes en bolsillo y en la colección normal de Anagrama, así que no deberías tener problema para encontrarlo. Es un libro de fondo y de largo recorrido.

  10. Rodrigo dice:

    ¡Qué torpeza la mía! Olvidar a un maestro como Kapuscinski…

    Juanrio, deduzco que las tertulias son muy pero que muy interesantes. Así planteado creo que lo de Magris iría muy bien, tanto como Viajes con Herodoto. Libro que, por cierto, fue brillantemente reseñado por Ariodante en LR:
    http://www.la2revelacion.com/?p=519

    Un crucero por el Danubio… Aretes, esto sí que es un proyecto fenomenal. Espero que puedas realizarlo más pronto que tarde. Y como dice Juanrio, éste es un libro de fondo con varias reediciones por Anagrama. Claro que la última, si no me equivoco, es de 2004.

    Saludos.

  11. ARIODANTE dice:

    Aretes, ¡vaya suerte! Un crucero por el Danubio, ¡qué gozada! Yo sólo pude verlo a su paso por Viena, pero es impresionante, alli es anchísimo. Otro río de leyenda es el Rhin, al que vi en Basilea, rugiente y poderosísimo.

  12. Aretes dice:

    Bueno, bueno… que lo del crucero va para largo, pero es una cuenta pendiente desde que se me ocurrió casarme en pleno invierno.

  13. pepe (haciendo de conserje) dice:

    Hace dos veranos estuvimos por la selva negra alemana y tuvimos ocasión de visitar las cataratas del Rhin en Schaffaussen, cerca del lago Constanza. También visitamos Donaueschingen -el nacimiento turístico del Danubio- que no cae demasiado lejos de allí; pinchando en el enlace de abajo se puede ver una foto. Nos encontramos con cuatro españoles, que viajaban con una furgoneta y unas bicis y pensaban recorrer el Danubio durante un mes. Me dieron mucha envidia, porque yo iba en un viaje organizado y de pronto me pareció que ése no es modo de viajar. Pensé en cuánto me gustaría viajar a cualquier sitio en bici y tuve la triste impresión de que, sin embargo, nunca lo haría.

    http://www.danube-river.org/image_repository/0048.jpg

  14. pepe dice:

    Eso de que el sistema recuerde la última bobada que uno escribe en el nombre (requerido) es de una utilidad que cabe calificarse de traicionera.

  15. Aretes dice:

    No creas, lo del conserje tiene su encanto.
    Suelen ser gente de lo más atenta.

  16. pepe dice:

    Con ocasión de una remodelación ministerial, hace años, la revista El Jueves fue haciendo unos pequeños comentarios biográficos de cada nuevo ministro, acompañándolo por una caricatura. De uno de ellos, no recuerdo de cual, decía que parecía el más honrado. En el dibujo se veía al tipo en cuestión andando con la cartera de ministro y pensando «Como me salga el puesto ése de conserje, les mando a todos a tomar por culo».

  17. ARIODANTE dice:

    Oye, Conserje (jejeje): ¿esas dos figuras que parecen de piedra que contemplan esa maravilla acuática circular que dices que es el Danubio, sois tu y tu mujer? Mira qué foto más bonita has puesto, Pepe. Tienes cada detalle…
    Lo mejor si uno se lo puede permitir, es viajar siempre a su aire. Yo odio cordialmente los viajes organizados hasta que me toque viajar con el IMSERSO porque ya no esté para ir a mi aire. Pero que me quiten lo bailado. Nunca fui en viaje organizado. Y mira que he ido a sitios.

  18. marty dice:

    Mas que un libro de viajes es un viaje a lo profundo de la idiosincracia de esta pequena porcion de mundo solo alguien que ame viajar conocer y sea un enanamorado de la vida y el camino puede entender un poco a magris en danubio aunque a mi gusto prefiero viajar a que me describan un viaje.

  19. colo dice:

    che ¿alguien leyo el “El río sin orillas”, de Juan José Saer (arg)?
    tengo pendiente el de Magris.
    abrazos.colo

  20. latigo negro dice:

    El danubio, es un libro que parece vislumbrar en sus páginas el espíiritu de los tiempos. Ha ganado importantísimos premios, entre ellos el «Antico Fattore»-considerado el premio de premios-, otorgado entre los ganadores de los mejores premios internacionales del año. Se ha traducido a todas las lenguas cultas y en castellano.

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