EL APAGÓN y CESE DE ALERTA – Connie Willis

Connie WillisAquellos que me conocen ya saben de mi fijación por las novelas de Connie Willis. Sí, la autora de El Libro del Día del Juicio Final (1992) Por no mencionar la perro (1997), Oveja mansa (1996), Los sueños de Lincoln (1987), Tránsito (2001)… Hay que destacar los dos primeros títulos pues forman parte de una particular serie de la autora en los que el viaje en el tiempo, la universidad de Oxford y los historiadores juegan roles esenciales… y conectan con el díptico que reseñamos, El apagón (2010) y Cese de alerta (2010) En cierto modo, recogen, modulan y cierran ideas que ya se presentaron en aquellas dos novelas, en las que se viajaba desde mediados del siglo XXI a la Inglaterra azotada por la Peste Negra (El Libro…) y a la época victoriana y la destrucción de la catedral de Coventry en la Segunda Guerra Mundial (Por no mencionar…). Pero la mayor parte de la obra de Connie Willis plantea inquietudes relacionadas con las Historia, con mayúsculas. Así, en Oveja mansa ya se trataban las modas como elemento que aparecía y desaparecía en el devenir de los tiempos; en Los sueños de Lincoln no había viajes en el tiempo, al menos no físicos, pero la protagonista indagaba en la biografía de Robert E. Lee y en los avatares de la Guerra de Secesión al mismo tiempo que su búsqueda también era personal, vital; Tránsito es una novela sobre las experiencias cercanas a la muerte (ECM), pero también el lector se acercaba al hundimiento del Titanic como metáfora de una mente que se apaga o a los recuerdos entre verídicos e impostados de un veterano de guerra en Pearl Harbor. Y no olvidemos que en el relato Servicio de vigilancia (1982), la primera aproximación de Willis a los viajes en el tiempo, el protagonista era un historiador que viajaba al Blitz de Londres y al bombardeo de la catedral de San Pablo durante la Segunda Guerra Mundial… una trama que se recupera en parte en sus dos últimas novelas.

El apagón y Cese de alerta supone un tremendo tour de force novelesco por parte de Willis, un rizar el rizo con resultados más que complejos. Lo que empezó siendo una novela, la primera de la autora en casi diez años, acabaron siendo dos. El lector hispano, además, se quedaría (como lo hizo servidor) boquiabierto cuando al terminar la primera novela… se dio cuenta que la cosa no se quedaba ahí, que había una segunda novela, que tendría que esperar a la traducción castellana… y así ha sido, casi veinte meses de espera para saber cómo terminaba la trama, cómo se cerraba el ciclo. Como en anteriores libros, Willis regresa a caminos ya transitados: el equipo de historiadores/viajeros en el tiempo de la universidad de Oxford, dirigidos/liderados/cuidados por el señor Dunworthy. La acción comienza en 2060, con tres historiadores –Michael Davies, Polly Churchill y Merope Ward– que viajarán a diversos momentos de la Segunda Guerra Mundial: respectivamente, la evacuación británica de Dunquerque (mayo-junio de 1940), el Blitz londinense (septiembre de 1940-mayo de 1941) y el envío de niños a lugares alejados de Londres para protegerlos (desde septiembre de 1939). Sin embargo, y como el lector puede imaginar, las cosas no salen como tienen que salir. El continuo espacio-tiempo es delicado, muy delicado, y los portales mediante los cuales viajan nuestros particulares héroes son susceptibles de abrirse o cerrarse según una serie de parámetros; el fundamental es que no se abren si el lugar de destino es un punto de divergencia, es decir, que afecta a un suceso especialmente crucial en el desarrollo de la guerra y que, por acción u omisión de los viajeros en el tiempo, podría cambiar su curso y, por tanto, el futuro. De ahí los desfases temporales: el continuo espacio-tiempo no debe verse afectado y los portales se abrirán con un desfase temporal, que puede ser de horas, días o semanas, de modo que no se pueda interferir en el rumbo de los acontecimientos. Pero, reconozcámoslo, todo viaje en el tiempo implica que algo se cambia… y eso es lo que padecerán los tres protagonistas en sus nuevas misiones.

Siempre me ha llamado la atención el rol que Connie Willis asigna a los protagonistas de varias de sus novelas. Son jóvenes historiadores que viajan en el tiempo para observar cómo era la vida en un momento determinado: cómo actuaban los habitantes espacio-temporales de aquella sociedad determinada. Michael Davies (haciéndose pasar por el reportero estadounidense Mike Davis), en este caso, tiene un plan de viaje a diversos lugares con el objetivo de observar a esos héroes anónimos, esos hombres y mujeres que con sus diversos roles, colaboraron en el triunfo aliado en la guerra; por su parte, Polly Churchill (Polly Sebastian) viajará al Blitz londinense para ser testigo de cómo los habitantes de la capital británica soportaron, se adaptaron, se traumatizaron y sobrevivieron al bombardeo sostenido alemán durante nueve meses, con casi 200.000 bajas entre muertos, heridos y desaparecidos; en última instancia, Merope Ward (Eileen O’Reilly) trabajará en una residencia veraniega de una dama aristocrática convertida en refugio de niños en la campiña inglesa, aunque su sueño es poder trasladarse al Día de la Victoria (7-8 de mayo de 1945) para contemplar los fastos del triunfo aliado en la guerra. Los tres historiadores/viajeros en el tiempo tienen la misión de observar e interactuar con la población del momento/lugar, siempre con la obligación de no hacer nada que suponga cambiar la historia. Y a ello se aferran, decididos a ser testigos, no protagonistas… aunque la realidad será otra. El lector seguirá las andanzas de los Mike, Polly y Eileen, ya en sus nuevos roles, al tiempo que conocerá las preocupaciones del incombustible señor Dunworthy, siempre vigilando por el bienestar de sus pupilos y porque el continuo espacio-tiempo se vea afectado; y también asistirá al rol de Colin Templer, que ya aparecía de adolescente en El Libro del Día del Juicio Final, y ahora, a punto de acabar la educación secundaria, quiere participar como sea en los viajes temporales.

Pero el lector no seguirá la lectura lineal, alternando capítulos y escenarios protagonizados por uno u otro personaje, sino que irán apareciendo otros escenarios y nuevos personajes: así, las labores de inteligencia que darían lugar al programa Fortitude Sur en vísperas de la invasión de Normandía, en la primavera de 1944, y con un agente llamado Ernest Worthing que al mismo tiempo escribe mensajes para anuncios personales en la prensa; la labor de Mary Kent como enfermera de las FANY (First Aid Nursing Yeomanry) y trabajando en el Women’s Transport Service, o colectivo de mujeres conductoras al servicio de unidades militares o sanitarias, durante la campaña alemana de bombardeos V1 y V2 entre junio de 1944 y junio de 1945; y por último las celebraciones del Día de la Victoria en mayo de 1945 en Londres, testimoniadas por Mary Douglas. Personajes y nuevas situaciones que, intercalados en El apagón, comenzarán a tener sentido en Cese de alerta… y hasta ahí puedo leer.

Hay que decir que las tramas de los personajes no tendrían tanto sentido si no fuera porque su testimonio de la época a la que viajan es lo que dota de un enorme interés a ambas novelas. El retrato del Blitz londinense, con su corolario de refugios y estaciones de metro atestadas por la noche, de la evacuación de Dunquerque, del miedo ante las bombas V1, de los servicios de inteligencia relacionados con Bletchley Park, Ultra y Fortitude… es apasionante, fidedigno y con un especial hincapié en las actitudes de la gente, de la muchísima gente, que vivió aquellos momentos. La novela, aun escrita por una autora estadounidense, recoge el punto de vista británico, la fortaleza de un pueblo en momentos de adversidad, ya sea con el bombardeo sostenido de la capital, que afectaba a viviendas, tiendas, puestos de trabajo o al habitual fluir del metro londinense (el Tube), ya sea con el prolijo detallismo de cómo la gente se sacrificaba en tiempos de guerra. Todo el mundo era susceptible de ser reclutado y de colaborar en el esfuerzo de guerra, ya en los frentes de batalla, ya en retaguardia, conduciendo ambulancias, trabajando como enfermeros, colaborando como actores para entretener a los soldados y la población civil (y mantener la moral alta), etc. Con su estilo habitual (y en ocasiones algo… como diría, ¿tramposo?), Willis nos traslada a la Segunda Guerra Mundial que vivieron los civiles, ya sea en Londres, en Dover o en la campiña inglesa. Los héroes son personas normales, que con su esfuerzo en las tareas que sean necesarias colaboran para que Hitler sea derrotado. Quizá desde la ficción no se haya escrito un relato tan vívido del Blitz y de cómo lo vivieron los londinenses, y todo ello es mérito de una autora que construye un intrincado tapiz en el que las tramas se superpone, entremezclan y se complican una y otra vez.

En estas dos novelas no sólo importa el escenario y el tiempo, el detalle con el que ambos son reconstruidos, sino que la contingencia es fundamental. A lo largo de más de 1.200 páginas, los historiadores/viajeros en el tiempo tienen que recordar una y otra vez el viejo adagio popular «por un clavo se perdió una herradura; por una herradura, se perdió un caballo; por un caballo, se perdió una batalla; por una batalla, se perdió el reino», que evoca la tragedia de Ricardo III en la batalla de Bosworth (1485) –«A horse, a horse, my kingdom for a horse!», que dirá Shakespeare en boca del rey jorobado –. Una acción lleva a otra y el conjunto de acciones u omisiones (por haber hecho esto o aquello, se produjo o evitó esto otro) cambia el curso de los acontecimientos, de modo que las consecuencias son impredecibles. Una y otra vez el señor Dunworthy está alerta a los desfases de la red y a los fallos en los portales, de modo que llega a la conclusión de que las acciones u omisiones pueden haber provocado que los británicos pierdan la guerra. ¿Pero será así? ¿Puede la pérdida de un clavo significar que se pierda una guerra? Mike, Polly y Eileen deberán lidiar con esta amenaza constantemente, y el lector asistirá a la resolución (o la complicación) de un inmenso puzle, un rompecabezas que parece no tener fin… En última instancia, no es sólo que la Historia pueda verse modificada o alterada, sino que el propio modo de acercarnos a la materia es material sensible. Ser testigos de unos hechos afecta a los personajes, les lleva a considerar su propio papel como testigos discretos, cuando en realidad se erigen en agentes de la propia Historia… como lo fueron los millones de británicos que se vieron implicados en una guerra que marcó sus vidas. Todos y cada uno de ellos colaboraron en el esfuerzo de guerra, tuvieron que adaptarse a un racionamiento alimentario, a que la ropa tenía que durar años y años, a que todo el entramado productivo se destinara a la fabricación con objetivos militares. Y los tres historiadores/viajeros en el tiempo tendrán que adaptarse a ese esfuerzo, incapaces de evitar que, con cualquier clavo perdido, se cambiara el rumbo de la Historia.

Heroísmo, perseverancia, sacrificio en tiempos convulsos, en los años en el que Gran Bretaña dio lo mejor de sí misma… estos son los auténticos protagonistas de un díptico novelesco en el que, como no podía ser menos en la obra de Connie Willis, lo realmente importante no es el viaje en el tiempo o la propia etiqueta de novelas de ciencia-ficción. En realidad, sus libros son novelas históricas, fieles retratos que van más allá de la verosimilitud, con personajes que no por más ficticios son menos reales. Con esta doble apuesta novelesca, Connie Willis lleva al límite su manera de concebir una ciencia-ficción que resulta muy real. Y sale triunfante, incluso cuando parece que, como el continuo espacio-tiempo, todo el entramado literario puede derrumbarse. Y hay momentos en que puede parecerlo.

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47 comentarios en “EL APAGÓN y CESE DE ALERTA – Connie Willis

  1. CalpurniaT dice:

    ¡¡¡¡sí, señor!!! Ahora tengo 2 microsegundos y no puedo entrar en profundidad ni aquí ni al foro, pero no me he podido resistir!!!

    Luego, en un rato me paso («muy luego», me temo), cuando acabe la limpieza catársica de mi despacho-cuarto-mazmorra tesinera!! Genial Far!! ;-))

    Los tengo pendientes de relectura y lectura!!

    Saludillo
    CalpurniaT ;-))

  2. CalpurniaT dice:

    ¡¡aahh!! se me olvidaba decirte que han reeditado «Tres hombres en una barca» de J.K.Jerome en Blackie Books, en una edición muy chula!!

    Saludillo
    CalpurniaT;-))

  3. Farsalia dice:

    Jejeje, sí, la vi… :-P

  4. Rosalía dice:

    Debo confesar que desconocía la obra de esta autora, pero, Farsalia, has hecho tan buena reseña que, la verdad, no sé si no le hincaré el diente a una de estas obras.

    (Desde luego, los editores deberían besar por donde pisan los comentaristas de Hislibrs :)

  5. Farsalia dice:

    Cualquier novela de Connie Willis es más que recomendable. Así que ya sabes… ;-)

  6. CalpurniaT dice:

    ¡Hola Farsalia! Acabo de leer la reseña, y te ha quedado niquelada! Porque no es fácil exponer en qué consisten los libros de esta escritora.

    Rosalia, no te lo pienses, empieza por este díptico, yo la conocí por casualidad con «E l Apagón» , se lo regalé a mi hermano que estaba ingresado en aquel momento para que se distrajera y al final me lo acabé leyendo yo! Y la sensación que tenía de estar en el propio Blitz era tan grande que me abstraía de mi alrededor sin problema. Recuerdo, así a bote pronto, los almacenes, la forma de trabajar, los problemas con las medias, el metro, los andenes, los refugios, la obra de teatro (esa parte te encoge el alma ), la casa con los niños, la parte de las ambulancias y las enfermeras también es muy viva….

    La leí hace dos años, y me pondré a releerla para leer la segunda parte y tenerla más fresca. Me encantó, desde ese momento soy la vice- presi del Club Willisniano, ya que el presi es Farsalia, cualquier cosa que quieras saber de sus libros, él la sabe!!

    Yo los tengo casi todos, creo, me falta uno de relatos cortos pero las novelas las he ido consiguiendo en estos años. Son de la editorial Ediciones B – colección Nova, y qué mal tratadas están estas novelas y esta colección, con lo buena que es y los grandes autores que tiene. Aunque no la consideraría yo como de ciencia ficción, la percibo totalmente histórica, consigue que vivas la Historia, el hecho de que viajan en el tiempo se te olvida en al segundo porque te describe de una manera tan precisa el momento histórico sin grandes párrafos ni lecciones de historia, sólo con el día a día de la gente que parece que la autora haya estado allí.

    Quizá lo que me resulto muy interesante de El Apagón, fue que se podía vivir más la intra- historia, no sólo las batallas o los ataques sino el día a día de la gente, eso que nos podría pasar a cualquiera en cualquier ciudad de cualquier país, y te pone los pelos de punta!!

    De el resto de libros, me he leído » Por no mencionar al perro » que si te gusta la época victoriana lo vas a disfrutar muchísimo, y que consigue transmitir todos los tics propios de la época sin que los personajes modernos pierdan su personalidad del futuro, pero ves como se adaptan y es muy cómico. Este no lo he conseguido aún!! Pero en la biblio los tienen.

    «Oveja mansa» me gustó muchísimo también porque aparté del tema central de las modas expone la investigación científica de una forma tan exacta que pensé que esta mujer es realmente una viajera en el tiempo y en los diferentes ámbitos laborales, porque describe los tics propios de los investigadores y de sus laboratorios de una forma tan genial que, por fuerza, debe conocerlos desde dentro!!

    » tránsito» es más lento y duro emocionalmente hablando, pero muy buena la metáfora que construye alrededor del barco, memoria, y demás. Es una novela para tomársela con calma porque no tiene el ritmo ágil de las anteriores, pero es normal si tenemos en cuenta el tema del que trata.

    Y el resto las tengo por leer, tengo muchas ganas de comenzar la de la Edad Media! Me pondré después de las de la Segunda Guerr Mundial.

    Pues lo dicho, altamente recomendables porque sin darte cuenta entras directamente en episodios de la Historia, casi como sí hicieras en viaje en el tiempo con los propios doctorandos, porque están haciendo la Tesis Doctoral, y su trabajo de campo lo hacen in situ!! Qué maravilla!!

    Muchas gracias por la reseña Far!!
    Disfrutarlas que merecen la pena!!
    Saludillo
    Calp

  7. Farsalia dice:

    Jejejeje, hola Vice… :-P

    A los neófitos en Connie Willis y sus novelas sobre viajes en el tiempo, les recomendaría que empezaran por El Libro del Día del Juicio Final, pues es la carta de presentación de personajes de otras novelas (especialmente en este díptico), y nos acercamos a ellos desde el principio. Som novelas, estas y Por no mencionar al perro, que se pueden leer independientemente, pues no (necesariamente) conforman una saga; pero en cuanto a personajes secundarios (Badri, Colin, el señor Dunworthy), hay una cierta evolución (cronológicamente en cuanto a las tramas, El Libro… es la primera).

    Te metes en el Blitz con estas dos novelas, ya lo remarcas bien, Calpurnia; especialmente con El apagón; en Cese de alerta se vuelve al tema con el bombardeo sobre la catedral de San Pablo. Literalmente es como si estuvieras allí con los personajes, con sus miedos, con esa sensación de pavor iniciar, de creciente incomodidad y hastío («otra vez al refugio…»), y al final de una cierta costumbre. Norman Moss narra el Blitz en su ensayo 19 semanas (Península, 2004) y me acordé de esas páginas al leer El apagón por primera vez: el sacrificio de los londinenses, su sufrimiento diario, el modo en que todos arrimaron el hombro durante esos largos meses. Pero no sólo el Blitz: las tiendas que abrían cada mañana, a pesar de los desperfectos; coger el metro sabiendo que las líneas podían estar cortadas y tenías que ahcer innumerables transbordos; las vivencias en pueblos pequeños en Dover durante la evacuación de Dunquerque… La reconstrucción de esos episodios es portentosa. El pueblo británico se erige en el auténtico protagonista, el héroe de estas dos novelas.

    Cuando leas Cese de alertsa ya contarás impresiones, Calpurnia…

  8. Farsalia dice:

    Y sí, también soy de la opinión de que las novelas de Connie Willis son históricas, además del género de ciencia-ficción…

  9. Farsalia dice:

    Tránsito fue mi primera Connie Willis. Descubrir a esa autora hace exactamente ocho años fue todo un descubrimiento…

  10. CalpurniaT dice:

    ¡Hola Presi! Veo que yo comencé la casa por el tejado con los libros de C. Willis y es cierto, porque, aunque podía seguir el libro sin problema me surgían muchas dudas y preguntas sobre los personajes, Dunworthy, Colin, los diferentes doctorandos….
    Es como si se dieran muchas cosas por sabidas, lógico si ya se explicaban en el del «Libro del día del Juicio Final».

    Pues igual me meto de lleno con el de la Edad Media y luego ya me voy a la Segunda Guerra Mundial.

    Es curioso comprobar los lugares en los que colocan las novelas de esta escritora. Yo las he visto en fantasía, ciencia-ficción y en » novela negra» con todas las novelas de asesinos nórdicos!!! Sólo me falta verlas en el estante de Romántica, o en viajes aunque aquí no estaría del todo equivocado el criterio!

    Lo importante es encontrarlas porque no suelen estar muy a la vista, es una pena con lo buenas que son!!

    Ok, cuando me lea la de «Cese de alerta» te digo el qué.

    Tiene también otro libro de relatos de Navidad, pero éste es mucho más difícil de conseguir, pero vamos, nada que la paciencia no pueda lograr así que esperaré a que algún día lo encuentre por casualidad.

    Un saludillo desvelado
    CalpurniaT ;-))

  11. lantakio dice:

    Yo puedo ser el tesorero…
    Desde el Uro con Canción de Hielo y Fuego, nadie me había puesto los dientes tan largos con una saga como vosotros; Calp y Fars.

    No sólo la leeré; sino que seguro que me entusiasmará.

  12. Farsalia dice:

    Entre lo mejor de Connie Willis: sus novelas no conforman una saga.

  13. Farsalia dice:

    Tesorero… anda que no es listo el gachó… :-P

  14. CalpurniaT dice:

    Ole, ole! Ya tenemos a otro hislibreño en el organigrama! Si es que nos organizamos en un plis!!

    Pues yo te los recomiendo Lanta, pero Farsalia tiene razón que no es una saga. Y el orden que él propone es el mejor. Para encontrarlos los tendrás fácil en la biblio con los primeros títulos. El ambientado en la Edad Media lo puedes encontrar en las librerías si lo encargas. Y los más actuales que son los que ha reseñado el gato, en teoría, deberías poder encontrarlos en la librería.

    A mi lo que me fascina de sus libros es que te describe un ambiente y época histórica concreta de una forma tan convincente que te trasladas con los personajes a las mismas.

    Ya nos dirás qué te parecen!
    Un saludillo
    CalpurniaT ;-))

  15. CalpurniaT dice:

    Ohoh!! Me han moderao….

  16. CalpurniaT dice:

    Oye que sigo moderada !! Pues sí no he escrito ningún poema ni nada raro!!
    Pues resumiendo: Lanta que te los leas que los vas a disfrutar!

    Saludillo a Moderator!

    CalpurniaT. ;-)))

    1. Javi_LR dice:

      Si es que…, ¡¿a quién se le ocurre decir «organigrama»?!

  17. Farsalia dice:

    Jejejejejejeje…

    El Libro del Día del Juicio Final se reeditó en bolsillo no hace mucho por Ediciones B.

  18. lantakio dice:

    Perdón por el lapsus.

    No será una saga; pero ustedes tampoco han pagado su cuota…

  19. CalpurniaT dice:

    A ver, a ver: organigrama!!!!!!

    Hola Far! Pues mira que he buscado en bolsillo también libros de ella, para ver si conseguía el de «Por no mencionar al perro», pero ni por esas. Claro que seguro que buscaba en el estante equivocado!!!

    Igual si hubiera buscado en «postres escandinavos» o en «horticultura en la grecia antigua» (homenaje a cavi!!, ya sabes que en cuanto se habla de la Willis tendrás un puesto de honor!!…….jejejej)

    Hola Lanta!! ¿¿que es eso de que nosotros «tampoco» hemos pagado la cuota? ¿Quien no ha pagao? reclama, reclama!!!

    Pero he de decirte que en el organigrama (saludos a Moderator, de nuevo, y a Javi_LR también!! ;-))) toda la cúpula no paga!! Faltaría más!!

    Que te van a gustar, ya verás……….

    saludillo contemporáneo
    CalpurniaT ;-))

    (Hoy tampoco tengo sueño)

  20. Farsalia dice:

    Desde que he sido presidente de una asociacion de amigos de algo (no diré de qué) y resulta que prácticamente fui el único en pagarla (ni el secretario lo hice), esto de las cuotas me lo tomo de aquella manera… Y luego redujeron la cuota a otro precio y la diferencia ni me la devolvieron… XD

    Por no mencionar al perro salió en una edición de bolsillo del ya desaparecido sello Byblos de Ediciones B. A ver si la editorial se plantea reeditarlo en su nueva edición de bolsillo… como hizo con El Libro del Día del Juicio Final. Y que saqun más títulos suyos en ese formato.

  21. CalpurniaT dice:

    Caray ni la diferencia te devolvieron!! Si tendrían que haberte hecho un carnet VIP! En éste no te va a pasar porque directamente sería un Club, que queda más cool !! O más » fisno», a gusto del consumidor!

    Pues ya te digo, sería una idea genial que los editaran aunque fuese en bolsillo, a ver si se me ocurre algo!

    En el próximo comentario, ya si eso, te pongo algo del libro……….ejem, ejem…..es que me he ido directamente al de «El libro del día del juicio final». Que por cierto, ¿tenías reseña también? Porqué ya puestos te comento también en la otra!!
    Voy a buscarla en el link de la reseña.

    Un saludillo
    Calp. ;-))

  22. Farsalia dice:

    Exacto, habemus reseña.

  23. lantakio dice:

    Perdón por el lapsus.

    No será una saga; pero ustedes tampoco han pagado la cuota de Agosto…

  24. cavilius dice:

    Pues va a ser cuestión de leer alguna novela de esta Wilkie Collins. ¿De griegos no tendrá nada, por casualidad?

  25. Farsalia dice:

    Aún no, dale tiempo…

  26. CalpurniaT dice:

    Jajaja jajaja… Que me parto!! Cavi estoy segura de que Colin diría que tus respuestas son muy Apocalípticas (lo que en el 2013 vendría a ser un «mooooooola»).

    Ella aún no ha bajado de la Edad Media pero si te sirve, la McCullough escribió «La canción de Troya» ;-)))))

    Cuando acabe la de la Edad Media me voy a dar un garbeo por la Segunda Guerra Mundial fijo.

    Un saludillo
    CalpurniaT

  27. Valeria dice:

    Pues me he saltado la reseña. Osada que es una, pero no quiero saber nada de nada (perdóname, gatito) porque tengo El apagón y no he querido empezarlo hasta hacerme con la segunda parte. Entre Farsalia y Calpurnia me convencieron hace tiempo, allá por las lejanas tierras del este, y me sumergí en el mundo de Connie Willis con»El libro del Día del Juicio Final». Me gustó mucho, y el siguiente fue «Por no mencionar al perro»… y qué bien me lo pasé. Pero qué bien.

    Para este verano había reservado «Tránsito», una vez que me enteré que en El Apagón te quedabas compuesto y sin final (eso es para matar a un autor). Reconozco que este último libro me costó un poco más que otros, porque a mi juicio la primera parte es reiterativa en exceso. Eso sí, cuando estaba a puntito de dejarlo -algo que me pasó este verano, para mi desgracia, con dos libros- me enganchó de nuevo.

    Así que en breve me hago con «Cese de Alerta» y entonces sí, me leeré los dos seguidos. Y la reseña de Farsalia.

    Cavi, yo en tu lugar empezaría con «Por no mencionar al perro». Creo que ese sentido del humor que destila lo apreciarías en su justa medida.

  28. cavilius dice:

    Ya he lanzado mis hordas a recorrer el mundo en pos del libro del perro inmencionable.

    Vamos, que lo he buscado un poco por internet…

  29. CalpurniaT dice:

    ¡Hola Valeria! Puedes leer la reseña tranquila, Farsalia consigue explicarte un libro de forma exhaustiva sin revelarte nada de la historia. En las reseñas de Connie Willis lo hace, pero en la de «El mapa del tiempo» lo borda.

    ¡Ostras! No me acordaba de la conversación, debía yo tener muy reciente la lectura de El Apagón, me gustó mucho y justo después dieron en la 2 una serie documental coloreada sobre la Segunda Guerra Mundial y mostraban imágenes del Blitz, y era como «ver» el libro.

    Yo estoy en «El libro del día del Juicio Final» y me está gustando muchísimo, de hecho es el que me gusta más porque conoces aquí a los personajes más en profundidad. Y el de «Por no mencionar al perro» es casi un homenaje al periodo victoriano, conseguía introducir todos los clichés de la época y se veía el contraste con la época contemporánea en el siglo XXI.

    Cavi, si lo encuentras avísame please porque mira que lo he buscado veces y no hay manera! Aunque sea en bolsillo, me da igual, como si fuera en un papiro!!

    Y, Valeria, a mi me pasó lo mismo que a ti con Tránsito, el ritmo es diferente y sí que es cierto que es un pelín repetitivo.
    Y la publicación de Cese de Alerta mucho más tarde ha sido aquí porque en USA salieron simultáneamente.

    Farsalia, creo que podemos decir que Valeria es del Club, verdad? ;-))))
    Ala Cavi, a por la Willis!!
    Saludillo
    Calp

  30. CalpurniaT dice:

    ¡Moderator me ha moderao y se ha zampado mi comentario!

    No me había pasado nunca!!
    Saludillo
    Calp

  31. CalpurniaT dice:

    Pues por sí Moderator me devuelve mi comentario, usted a su ritmo eh!!, voy a decir otra cosa. Y para que no parezca una loa a esta escritora, que lo merecería porque es muy buena, decir que el libro que no me gustó fue «Remake». Trata sobre el mundo del cine y los musicales, y debería haberme gustado, pero no, no me gustó.

    Creo que cuando escribe sobre viajes en el tiempo y diferentes etapas de la historia es cuando le salen sus mejores novelas.

    Los relatos cortos los tengo pendientes aún, empecé alguno pero tengo que leer el libro con calma.

    Devuélvame mi comentario! Con lo que tardo en escribir!
    Saludillo
    Calp

  32. Farsalia dice:

    Leed a la Willis, las reseñas no son importantes, sus novelas sí…

    Pecando de repetitivo (como a veces es la Willis), Tránsito fue la primera novela a la que me acerqué de esta autora. Y es cierto, a veces es reiterativo… pero también adictivo. Muy adictivo.

  33. Valeria dice:

    Hoy recojo en la librería «Cese de Alerta». Pero ahora Willis va a esperar turno, que volvemos otra vez a la rutina de correr de un lado a otro con los papeles, los hijos, las bolsas de la compra y todo eso, y además tengo que terminar otras lecturas romanas. Pero bueno, estando en la pila ya le llegará su hora.
    (Por cierto, Calpurnia, enhorabuena por lo de la tesis. Tarde, ya lo sé. Pero es que cuando estoy de vacaciones huyo de los ordenadores como de la peste, y me desconecto de todo-todito-todo).

  34. CalpurniaT dice:

    Hombre Valeria!! Qué bien!! Cuando le llegue el turno seguro que lo disfrutas! Ánimo con la rutina diaria, seguro que las lecturas romanas te ayudan a desconectar de todo.

    ¡Muchas gracias Valeria! Aún no soy muy consciente, pero estoy muy muy contenta. No he podido celebrarlo en condiciones este agosto por problemas de salud familiares así que espero que este septiembre sea mejor. Tu tranqui, que me ha hecho mucha ilusión tu felicitación, nunca es tarde cuando la gente se acuerda!! Y las vacaciones son para eso, para olvidarte de todo!

    ¡Ay la peste!! Bubónica, neumónica y septicémica……….leer, es lo que tiene!
    Saludillo ;-))
    CalpurniaT

  35. Marysol dice:

    ¿A quien se parece Colin según Polly? Me refiero al final de Cese de Alerta. Esa referencia velada no la entendí. ¿Me pueden ayudar? La duda me carcome :)

  36. Hahael dice:

    ¡Ay, ay! Terminé el libro ayer y mientras leía me parecía que estaba cogiendo una gripe. Y hoy efectivamente tengo gripe, y en los oídos me zumban aún las campanas…

  37. Hahael dice:

    Me refería al libro del juicio final.
    Ah! y me he recuperado de la gripe, y el libro está requetebién. Gracias por la recomendación, Fars.

  38. Valeria dice:

    Magníficos ambos. De lo mejor de la Willis.
    Es que no me pude resistir y al final les adelanté varios turnos en la pila, aprovechando un viaje (no en el tiempo, pero que se me hizo eterno en cualquier caso).

    Y como siempre me han gustado esos callejones de la intrahistoria , me ha encantado la inmersión entre la sufrida población británica que padece una guerra con humor, con coraje, con resignación. A todos aquellos a los que nunca impondrán una medalla, pero sin cuya actitud y sacrificio no se puede ganar la guerra. Un magnífico retrato del Blitz que no deja aspecto sin repasar. Si nos tomásemos lo de la crisis con el mismo espíritu…. Lo del «peligro amarillo» es genial.

    Y sobre Colin, pues tengo la impresión que ha sido una bromita de la autora para que todos nos rompamos la cabeza, como en las novelas de Agatha Christie, y al final cada uno encuentre la solución que más le guste.

  39. Farsalia dice:

    La Willis (casi) nunca decepciona… Lo mejor es eso, meterse en el Blitz, a pie de calle (o de estación de metro). En pocos ensayos he visto ese detallismo, esa manera de acercarse a lo que realmente debieron vivir los londinenses. Esa entereza, esa fortaleza…

    El «peligro amarillo», jejejeje…

  40. CalpurniaT dice:

    ¡Cagüen la mar! Me estáis poniendo los dientes largos con el díptico!! Yo que los dejaba para más adelante tras leer «El libro del día del juicio final», que me gustó muchísimo, ahora cada vez me llamarán más los libros de la Willis desde la estantería.

    Deberíamos poder leer dos libros simultáneamente, uno con cada ojo!!

    Me alegro mucho que os hayan gustado los libros, Hahael y Valeria. Totalmente de acuerdo con vosotros, yo también tenía visita de virus mientras lo leía Hahael, ¡ qué cosas! Me alegro de que estés recuperado.

    ¡Quë curiosidad con el destino de Colin! Con lo que me gusta el personaje, menos mal que la Willis no es R.R. Martín porque sino su final sería funesto.

    Cuando me los lea me paso por aquí.

    Saludillo
    Calp

  41. Hahael dice:

    Un saludiño CalpurniaT. Estoy recuperado, disfrutando como un cosaco con los relatos del VI concurso.

  42. Marco dice:

    Acabo de terminar «Cese de alerta». Antes ya había leído «El apagón» y «El libro del día del juicio final». Tremendos.
    Pero por favor ayúdenme. ¿A quién se parece Colin?, ¿por qué Polly queda estupefacta cuando Colin empieza a recitar poesía mientras están entrando al portal?
    ¿Acaso Colin era nieto o bisnieto de Eillen (Merope) y por eso ella quedó helada cuando lo vio en el teatro? Y Binnie, ya mayor, habla de dos hermanos sin dar más detalles.
    ¿Quién era finalmente Sir Godfrey?

  43. Farsalia dice:

    ¿Por qué hay que contestar todas las preguntas? Dejad paso a los finales abiertos…

    No, no voy a responder a ninguna de esas preguntas. :-P

  44. Marco dice:

    Pues aquí va entonces una aproximación muy personal:
    1) Una de las hijas de Eillein con el pastor Good es abuela o bisabuela de Colin, por eso que ella queda helada cuando lo ve en el teatro, por el parecido con el pastor que la cuidó en la mansión (y con quien se estaba escribiendo cartas)
    2) ¿¨Por qué eran tan importantes Alf y Binnie en la historia? Alf, quien ya sabemos se convirtió en juez, tuvo un papel fundamental desde la judicatura en autorizar los viajes en el tiempo en Oxford a través de un fallo judicial esencial. Quizás ninguno de los viajeros en el tiempo asociaba su nombre, Hodbin, porque adquirió el de su posterior padre, el pastor Goode.
    3) Sir Godfrey es realmente Colin, quien pierde a Polly apenas llegan de regreso a Oxford. Y tan enamorado está, que se atreve a viajar nuevamente, a pesar de los desfases, y queda atrapado en la Inglaterra de entre guerras, convirtiéndose en un actor. Y así es como recibe a Polly en el refugio.

  45. Amstelbook dice:

    La novela «El Apagón», de ciencia ficción no tiene nada, tal vez se podría clasificar dentro de la fantasía histórica. Quiero decir que es un libro bastante malo. No recomendable. Los diálogos no llevan a nada y no generan tensión sino hasta después de la pagina 450. El final es grotesco y, como argumenta Raymond Carver, es un robo para el lector porque oculta información no como estrategia sino como manifestación de la incapacidad narrativa. Lo que hace la escritora es plantear lagunas esperando que los más incautos cometan el doble error de comparar la segunda parte. El segundo error sería más grande que el primero, de ninguna manera recomiendo la lectura de cualquier parte de esta novela. La trama no lleva a nada, los personajes se cuestionan sobre tantas cosas que al final no concluyen nada y, en algunos contextos sería bueno, pero en esta novela esa ambigüedad sólo contribuye a la nebulosidad de la historia.

    La historia como tal desmerece mucho. Puede que tenga un valor histórico, pero no existe un cuestionamiento serio e inteligente sobre lo que significa viajar en el tiempo, como sí lo hace, y de manera magistral, Dan Simmons en su novela Hyperion.

    Pienso que Connie Willis quiso imitar a Hemingway al crear diálogos aparentemente insignificantes pero cargados de información en el trasfondo. Hemingway lo hizo muy bien. Willis lleno 600 páginas de anécdotas escatológicas sobres situaciones irrelevantes para el relato. Esta novela, bien trabajado quedaría mejor como un cuento de 30 páginas. No es necesario nada m´ss para contar lo que está escrito en esas 620 páginas. Después de tantas páginas, dentro de las cuales la mayoría es basura, debería quedar el deseo de continuar con la trama. En mi caso, no es así. Me parece que de ninguna manera el relato debió extenderse tanto para tan poco.

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