CRÓNICA DE TRAVNIK – Ivo Andrić

Crónica de TravnikYa que se ha mencionado “El Puente sobre el Drina” en un post anterior, aprovecho para colar una reseña del primer libro de la trilogía de Los Balcanes de la que El Puente forma parte. Se trata de un relato menos conocido y también menos ambicioso, puesto no pretende abarcar cinco siglos como aquel, sino que congela un punto de la dominación turca de apenas seis años. Gracias a este enfoque más cerrado, aquí Andrić puede pormenorizar el día a día del laberíntico revoltijo balcánico que, en esta ocasión, cuenta con el contrapunto que ofrecen dos testigos de excepción: los cónsules francés y austriaco que llegan a perturbar el silencio bosnio de principios del XIX con la sana intención de abrirlo a “Europa” (léase Occidente, léase Civilización) , de acuerdo con sus propios intereses. Evidentemente, no serán bien recibidos.

La trama es la que sigue: Napoleón, ante el bloqueo naval inglés y el peligro de la intervención rusa, decide establecer un consulado en Travnik, por aquel entonces capital de Bosnia, para asegurar la ruta con el Imperio Otomano. La llegada del cónsul francés en 1806 – y de su rival austriaco poco después- marca el inicio de la novela, que culmina con su retirada seis años después, pero como era de imaginar, más que esta breve “época de los cónsules”, en realidad lo que se retrata son las inestables relaciones de quienes habitan del valle de Travnik a la luz de la partida que Francia y el Imperio Austro – Húngaro juegan en su terreno.

¿Y quién vive en Travnik? Pues en primer lugar la población islámica, mayoritaria y firme apoyo de las autoridades otomanas (Andrić los llama «turcos», aunque fuese población nativa). Una comunidad comprensiblemente celosa de su aislamiento y orgullosa defensora del Islam en Europa, que recibirá a regañadientes al cónsul Daville, quién apenas podrá contar con el frío apoyo oficial turco y el más cálido pero exiguo de los infelices sefardíes. Entre estos y aquellos, los cristianos, divididos entre los católicos que apoyarán al Von Mitterer y los ortodoxos, con un ojo puesto en la Tercera Roma a la espera de la llegada de “su” cónsul, el ruso, y permanentemente bajo sospecha de connivencia con la insurrección Serbia. Como guinda del pastel rondarán los gitanos, en lo más bajo de la escala social, pero muy útiles cuando llega la hora de rematar una escabechina.

Aparentemente, este planteamiento sería el una novela de arquetipos o acartonados protagonistas colectivos, pero en realidad lo que vemos es un desfile de personajes singulares minuciosamente retratados que forman, en mi opinión, algo más próximo a la novela psicológica o de personajes que a una novela histórica al uso. De hecho entendería que a alguien le pareciese prolijo dedicar capítulos enteros a, por ejemplo, los médicos o los traductores del consulado, pero en mi opinión estos perfiles son precisamente los que dan su mayor valor al libro. Los hay de visires y burócratas turcos, comerciantes, músicos callejeros, comandantes fronterizos, prestamistas judíos y de una larga serie de seres atormentados que a menudo participan de un ritual del horror, destacando sobre todos ellos el cónsul Daville: un hombre del Antiguo Régimen todavía confuso por la Revolución y el Terror, padre de familia amargado por arruinar su vida y la de su familia en lo que considera un bárbaro poblacho oriental, y enfrentado a todo y a todos, y torturado por la incómoda presencia del vicecónsul des Fossés, abierto y decidido joven criado en la Ilustración e hijo de la nueva Francia (y sospecho que alter ego de Andric) a la que Daville se supone que representa.

Oriente y Occidente, identidades, religión, desconfianza, incomprensión, odio…todo esto tiene este libro, lleno de personajes, ambientes e imágenes memorables, como una fracasada fiesta de cumpleaños de “Bunaparte” celebrada por el hastiado cónsul y apenas una docena de solícitos judíos cantando a coro… en español.

En fin, oportunistamente, la cubierta del libro dice que ofrece “las claves históricas del actual conflicto de los Balcanes”. Creo que esto es mucho decir, y lo dejaría en “algunas”, pero aún sin tantas pretensiones, en mi opinión la novela es muy recomendable para quién esté interesado en los Balcanes, el Imperio Otomano o simplemente en leer una buena novela, y el autor es uno de esos a los que merece seguir la pista.

Por cierto, la trilogía de los Balcanes de Andrić se completa con “La Señorita”.

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19 comentarios en “CRÓNICA DE TRAVNIK – Ivo Andrić

  1. pepe dice:

    Excelente reseña, Javier. No he leido nada de Andric pero tengo intención de hacerlo pronto, animado por los comentarios tan elogiosos que le estáis dedicando últimamente. Siento un poco de curiosidad por saber cómo escribe, me refiero a estilo, aspectos formales y cosas así, dado que, aparte de la mención a los retratos psicológicos, en la reseña incides sobre todo en el contexto, en el argumento y en los contenidos.

    Saludos.

  2. javier dice:

    Hola Pepe, la verdad es que incidía en el contexto porque su nombre salió a raiz del post de El Turco, pero si el libro engancha es más por cómo escribe Andric. A mí me parece un estilo muy claro y fluido a pesar de tanto detalle, sin caer en el folclorismo porque los personajes están muy matizados. A veces recuerda a los novelistas rusos por cómo va de lo lírico a lo épico, de lo íntimo a lo general, y sobre todo por cómo muestra las tragedias de personajillos que se mueven al compás de los caprichos de la Historia.

    He leído críticas donde le acusan de hacer un realismo «paternalista» y demasiado colorista, siendo la realidad de los Balcanes bastante más gris de lo que la pinta. No puedo juzgar eso, y no digamos las críticas más políticas en función de su postura pro-yugoslava, menos localista, de si trata o no a los musulmanes de una manera estereotipada, etc. Las esncuentro muy retorcidas. Al margen de todo eso, la verdad es que es una lectura muy absorbente. En fin, prueba y verás.

    Saludos

  3. taras bulba dice:

    Excelente exposición y estoy de acuerdo contigo en todos tus argumentos, amigo Javier. Un saludo.

  4. pepe dice:

    La acción narrada en Guerra y paz comienza en 1805, un año antes del comienzo de la historia narrada en la novela de Andric. Si ambas novelas tienen más cosas en común, como pareces sugerir en tu respuesta, entonces no hay duda de que hay que leerla aunque algunos piensen que, en cuestión de novela, lo que no estuviera ya hecho en el siglo XIX es que no merecía la pena hacerse. Y puede que en cuestión de música eso sea verdad.

    I took a speed reading course and read ‘War and Peace’ in twenty minutes. It involves Russia.

    Saludos.

  5. javier dice:

    Buena cita Pepe, parece sacada de La última noche de Boris Grushenko. Hombre, me parece una exageración lo de la novela del XIX, pero ya con lo de la música te has pasado tres pueblos ¿no?

    Por cierto Taras, ya que tienes ese nick te podrías marcar una reseña de Gogol, es algo que por aquí no se ha visto nunca.

    Saludos

  6. cavilius dice:

    Pues la cita creo que es de Woody Allen, o sea que te has quedado cerca.

    Saludos

  7. pepe dice:

    Querido Javier, en lo de la música me mantengo firme. Hace unos dias tuve ocasión de asistir con mi hijo a un concierto de música contemporánea, en el Auditorio Nacional. El SAX ENSEMBLE, dirigido por José Luis Temes, interpretaba obras de S. Blardony, García Román, S Reich y M. Zavala. Aunque se hicieron diversas reverencias, arrumacos y otras muestras de respeto (antes y durante la actuación), saqué la impresión de que los músicos estaban todos peleados entre sí y que cado uno hacía la guerra por su cuenta. No había melodía, ni armonía, ni ritmo alguno que yo pudiera reconocer. Aquello parecía un conjunto inconexo de experimentos sonoros -ahora le quito la boquilla al saxo a ver cómo suena, ahora agito un poco unos cascabeles- de modo que, cuando llegó el intermedio, nos fuimos de allí horrorizados.

    Saludos.

  8. javier dice:

    Eso te pasa por escuchar al SAX ENSEMBLE y no a, por ejemplo, Led Zeppelin. De hecho ¿seguro que no los llevaba tu hijo en el Ipod durante el concierto?.

    ¿Has dicho cascabeles? Cielo santo.

    Saludos

  9. nando dice:

    Muy buena reseña, habrá que tenerlo en cuenta.
    Yo también he tenido la impresión por lo que comentas de que al autor se le pegaron las buenas manías de los escritores rusos. Novela de ambientes, que no de «ambiente», y personajes.
    ¿Cuantas páginas tiene?. Porque la mención que habeís hecho a Guerra y Paz
    me ha dejado un poco convulso. Yo ya empiezo a seleccionar libros por el número de páginas.
    A mí Tolstoi me gusta mucho pero el de Guerra y Paz como que me lo dejo para cuando me llegue la jubilación.
    Me gustan mucho sus relatos y Resurrección se me hizo demasiado largo para la historia que contaba. La muerte de Ivan Illlich me encantó.

    He visto recientemente » Óblomov» de Gonchárov en una edición de bolsillo… nosecuantas páginas. Mucho personaje y ambiente ¿no?.

    Y como nos hemos desviado por el camino de los rusos, amigo Taras Bulba, yo también te encomiendo a que reseñes algo de Gógol.

    ¿No caería mal «Un héroe de nuestro tiempo» de Lérmontov?

    Woody Allen dejó bien claro su interés por los escritores rusos en la irregular Noche de Boris Gruchenko; eso sí tiene secuencias paródicas antológicas, como la de la batalla entre rusos y napoleónicos en medio de la cual aparece un tío vendiendo perritos calientes. O la de la botella.
    También parodia algo de Bergman y su Séptimo Sello ¿ no es así?.

    Saludos.

  10. pepe dice:

    Mientras que sea en el Ipod y yo no lo tenga que escuchar (sobre todo ahora que le han dejado un cedé de Iron Maden), la cosa no va mal. El problema aparece cuando hay que decidir la música que se oyen en el coche. Teóricamente, elegimos por orden: primero mi hija, luego mi hijo, después mi mujer y finalmente me toca a mí. En la práctica, suelo incurrir en diversas faltas (reales o ficticias) que son sancionadas saltandome un turno y así me harto de oir a La oreja de Van gogh, Amaral, Estopa y Melendi, cuando eligen los niños, y Alaska, Gabinete Caligari o Mecano cuando elige mi mujer y le da por recordar viejos tiempos.

    Saludos.

  11. javier dice:

    El libro no llega a las 500 páginas, así que no te lo lees en una tarde pero nada que ver con las 1000 y pico de Guerra y paz (motivo por cual no he tenido el valor de meterme con él). Por no hablar de las traducciones, que ya no sé cual es la buena, si la anterior ¿de Laín Entralgo? al parecer sesgada para no ser sospechosa de pro-rusa, o la nueva de no sé quién. Resurrección me gustó, pero ahora no me acuerdo ni de qué iba.

    Oblomov es una apuesta segura. El amigo Oblomov pasa las primeras 300 páginas sin levantarse de la cama, eso hay que verlo (digo leerlo) aunque solo sea para contarlo. Lermontov vale, y Andreiev y Bulgakov, y el Hadji Murat también. Esto es un filón amigo Taras, tienes que entrar ya con una reseña de tu alter ego, que yo me quedé en la versión de sobremesa con Yul Brinner.

    La parodia de Bergman no la pillé. Yo me quedo con el alegato entreguista-pacifista del soldado Boris «Nos invade Napoleón ¿ y qué? a mi me gustan los cruasans…»

    Saludos

  12. javier dice:

    Cielos Pepe, espero que no hagas viajes largos.

    Iron Maiden, no lo dudes.

    Saludos

  13. Germánico, de la XIII dice:

    Nando, Oblomov creo que lleva bastante tiempo en bolsillo. Al menos, a mí me la regaló un tío mío hace ya unos diez años (en plan indirecta, el j*dido… hombre, vaguete soy, pero no tanto…).

    Saludos.

  14. ivo travnik dice:

    Quisiera saber mas sobre este escritor ,tengo 16 años y quisiera saber si tiene alg,un parentesco conmigo.porfi diganme como que pasos debo seguir para averiguarlo .Gracias.

  15. javier dice:

    Amigo Ivo, hay mucha información acerca de Andric en Internet y Travnik es un ciudad bosnia de donde entindo . aunque sosopecho que todo esto ya lo sabes.

  16. javier dice:

    ops. Decía que tu apellido vendrá de la ciudad de Travnik. Otra cosa sería que te apellidaras Andric, pero no es eel caso ¿verdad?. Saludos

  17. pablo dice:

    yo lo akabo de terminar de leer hoy, me lo presto un amigo serbio despues de ke hablaramos sobre esa parte del mundo praktikamente deskonocida para mi ya ke es lejos de donde yo naci (uruguay) para ke entendiera mejor la situacion ke se vive en la zona balcanica, lo rekomiendo un muy buen libro..
    saludos!!

  18. Jako dice:

    Qué buena síntesis. Has sabido capturar el interés por leer esta renombrada obra y eso es lo que me propongo. Gracias por tu tiempo. También me propongo releer un puente sobre el Drina, y tengo razones adicionales a la de una buena lectura como la que propone el libro y que es la de conocer aún un poquito más de esa región tan rica en acontecimientos historicos y variopinta cultura. Un abrazo

  19. Estefanía dice:

    Hola, recomiendas leer la trilogía de los Balcanes de Andrić en el orden: Un puente sobre el Drina, Crónica de Travnik y al último La señorita, o daría igual? Gracias.

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