Amaneció un día nublado sobre Murcia amenazando fuertes lluvias.

Sobre las doce de la mañana, mientras los autores se congregaban alrededor de sus libros y se acomodaban en las mesas preparadas en un stand por unos grandes almacenes de la capital, la intensa lluvia hizo acto de presencia. Este hecho no hizo más que acompañar mejor a los protagonistas pues el público se resguardó en la tienda y con su curiosidad innata se fue acercando para echar un vistazo a aquellos escritores y sus novelas. Se firmaron muchos libros y se dieron bastantes explicaciones sobre cada uno de ellos.

De ahí, ya con el ánimo más relajado y desaparecida la lluvia, nos dirigimos hacia nuestro restaurante a través de las  calles Trapería y Platería, éstas  de origen musulmán que desde el siglo XI  venían desarrollándose oficio artesanales, de ahí sus nombres que han llegado hasta nuestros días.

Llegados al Casino situado en el corazón de la ciudad, el grupo se quedó atónito ante la belleza de este edificio construido en 1852 y que entre otros cuenta con un patio árabe de decoración neonazarita de doble altura y coronado por una cúpula de cristal, como veis muy en concordancia con el tema Musulmán y Edad Media de las jornadas.

Tras degustar las diferentes y elaboradas tapas copiosas al final, pasamos a tomar los clásicos cafés para ir poniéndonos en marcha hacia nuestro objetivo principal, que eran las charlas de los autores sobre, como ya hemos citado, la Edad Media y de este modo poder hacernos eco de sus conocimientos.

Ya en el salón de actos del Museo Arqueológico, tomó la palabra nuestro querido hislibreño Utahraptor para hacer la presentación y dar paso a los escritores.

Juan Ramón Barat tomó la palabra y comenzó su charla sobre Jaime I, el rey templario, que así se llama su novela. La bruma y leyendas legendarias que rodean al personaje hacen esta historia muy atractiva, nos comentó que el Reino de Aragón era el más importante de Europa en ese tiempo y citó una leyenda curiosa sobre su nacimiento y el por qué de su nombre, cuando no había antecedentes familiares de ningún Jaime.  Según la leyenda,  colocaron al niño en el suelo de una iglesia de Montpellier y lo rodearon de cirios que cada uno llevaba el nombre de un Santo y se le bautizaba con el nombre de la vela que se apagara la última. En este caso, la vela de Santiago= Sanyago=Jacobo=Jaime.

Fue una charla muy amena que la gente, unas cuarenta y tantas personas,  agradecieron.

Miguel Badal Salvador nos habló de Vikingos, pero no de esos que se nos vienen a la mente por culpa de la cinematografía americana, si no de los vikingos de verdad, los históricos, los conquistadores de nuevos territorios, los llamados normandos derivado el nombre a nordemanos, de aquí el título de su libro El señor de Lordemanos.

Estos normandos, nos dijo, navegaron por nuestras costas desde el siglo IX al XI, en particular sobre las costas gallegas a las que hicieron un sinfín de incursiones, llegando a remontar el río Miño hasta Tuy, la cual arrasaron, al igual que Mondoñedo. Los obispos cristianos tuvieron que trasladar la diócesis al Santuario de Santiago por miedo a la audacia y agresividad de estos. A lo largo de tres años camparon a sus anchas por toda Galicia. Las explicaciones del autor, claras y concisas apoyadas con mapas desde el ordenador, nos supieron a poco.

Blas Malo Poyatos empezó diciendo que en el colegio la historia de Al Andalus y los musulmanes se la enseñaron en un cuarto de hora, resumiendo así ocho siglos de historia. Creo que más de uno es lo poco que sabemos de la ocupación árabe en España, por éste y otros motivos escribió El esclavo de la Al-Hambra.

El visir de Muhammad V, Ibn Zamrak lucha de sol a sol por mantener el frágil equilibrio de alianzas del reino nazarí con los reinos cristianos del norte y el reino de los meriníes al sur. Zamrak es político, visir, conspirador y poeta, es el hombre cuya poesía, como su ambición, no conoció límites. Esto reza en la contraportada del libro. Sus conocimientos sobre el tema pusieron de manifiesto la gran pasión que siente por esta época y por la ciudad de Granada.

Eduardo García Ontiveros. Si todos los temas mencionados eran sumamente interesantes no digamos menos del libro de este autor La milicia de Dios.

Da comienzo la novela cuando las cruzadas van muriendo en Tierra Santa y tras comentar un poco por encima las ocho cruzadas que tuvieron lugar, el escritor nos lleva de la mano ante un joven cruzado llamado Ricardo de Olmedo, el cual lucha por mantener el ideal cristiano en una sociedad hostil. Nos habla asimismo sobre las órdenes militares: Los caballeros del Santo Sepulcro, Los Hospitalarios de San Juan y Los Templarios, cuyo ocultismo, misticismo y desaparición por orden del rey francés Felipe IV, hace que la leyenda de estos últimos caballeros sea la más atractiva, la más indagada y por la que el público presente sintió más curiosidad. La simpatía de Eduardo hizo que nos encontráramos muy cómodos escuchándole.

Pasadas ya las nueve de la noche nos dirigimos a cenar y tras ello nos premiamos con un típico café llamado Belmonte. Al igual que el sábado anterior, la noche era magnífica, ni rastro de lluvia.

Deseo remarcar la amabilidad y simpatía de todo el grupo, no sólo de los autores, si no también de sus esposas y familiares, y el cariño que todos compartían por la lectura, por la novela histórica y lo que es aún mejor, por la historia.

De estas jornadas históricas he aprendido mucho, y debo agradecérselo a nuestra organizadora Ariodante que lo hace genial y al apoyo incondicional de Utahraptor. Por mi parte, sin falsa modestia, hice lo que pude, pues a la vista queda que salió un día redondo.

H.E.A. Hislibris no estuvo allí, Hislibris fue la organizadora y su presencia se respiraba.

Akawi. Octubre 2011

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Esta entrada fue enviada el martes, 1 d+02:00 noviembre d+02:00 2011 a las 12:00 y está archivada bajo Varios. Puedes seguir las respuestas a esta entrada a través de la fuente RSS 2.0. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu propia página.