Desde que supe de la publicación fuera de nuestras fronteras de este cómic no he parado de esperar con ansia su publicación en nuestro país; las buenas críticas, las páginas que podía ver por internet y la temática se unían para llamarme como el canto de las sirenas. Ha sido una espera larga, pero sin duda ha merecido la pena.

Y de nuevo es gracias a la estupenda política editorial de Yermo ediciones y sus apuestas por el cómic europeo de calidad: La editorial española nos presenta dos primeros tomos dobles al precio habitual (25 euros), lo que ayudará a nuestro bolsillo y a controlar el tamaño de las estanterías de casa. La editorial ha comunicado que terminará la colección con un volumen triple, el cual recogerá los tomos 5, 6 y 7 de la edición europea. 

Pues bien, en las páginas de esta obra seguiremos los pasos del emperador Juliano quién, a mediados del siglo IV e.c., trató de relegar al cristianismo a un segundo plano y volver a instaurar el paganismo como religión oficial del Imperio romano, un paganismo el de Juliano salpicado por diversas corrientes de filosofía helenística e influido por los cultos mistéricos a Mitra y al Sol, no siendo el antiguo paganismo romano al uso a modo de simple “religión estatal”. Juliano era el último destello de un paganismo agonizante en lucha con la cada vez más influyente y ambiciosa Iglesia cristiana, poco dispuesta a soltar la teta del poder una vez había mamado de ella. Con su familia asesinada en una de las purgas de miembros sospechosos de querer disputar el poder al emperador reinante, poco aprecio podía haber en el corazón de Juliano para Constancio y sus consejeros.

La historia del cómic es una mezcla de historia real, con el liderazgo de Juliano en su lucha contra los germanos en las fronteras del norte y su ascenso a la púrpura imperial, con diversas tramas accesorias enganchadas a la principal a través de personajes secundarios inventados. Tenemos así una cierta carga “mística” en la obra a través de dos videntes cuya existencia marcará el primer tomo, junto a páginas llenas de historias de intriga y amor -salpicadas ocasionalmente por las escenas de erotismo ligero tan comunes en este tipo de publicación- y batallas épicas a todo o nada.

Y todo ha salido de la pluma y la imaginación del autor belga Ken Broeders; bueno, no todo, de Juliano hay muchas fuentes históricas que han llegado hoy día, además de multitud de estudios modernos sobre su persona y su gobierno, así como varias novelas históricas, siendo quizás la más famosa sea la estupenda Juliano, el apóstata de Gore Vidal. Al menos, el autor ha hecho buen uso de las fuentes: Las viñetas están llenas de detalle, de colorido, de fuerza, y el estilo del dibujante me parece uno de los mejores que he visto en el cómic histórico actual; las representaciones de armas y armaduras de las legiones de Roma están muy bien presentadas, lo que tiene el mérito añadido de ambientarse en una época menos popular que el final de la República o los primeros dos siglos del Imperio romano.

Así, una publicación que todo fan del cómic histórico no debería perderse. Por mi parte ya solo me queda esperar a la publicación del último número en español (aunque claro, aun queda por aparecer el séptimo volumen en Europa). Las espadas están en todo lo alto.

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Esta entrada fue enviada el miércoles, 25 d+02:00 mayo d+02:00 2016 a las 09:02 y está archivada bajo Cómics. Puedes seguir las respuestas a esta entrada a través de la fuente RSS 2.0. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu propia página.