UN ZOOLÓGICO PARA EL REY SOL – Frédéric Richaud

“Dos cosas me admiran: la inteligencia de las bestias y la bestialidad de los hombres”. Flora Tristan.

Una de las grandes preguntas de la Humanidad ha sido, es y será esta: ¿Qué fue antes, el huevo o la gallina? Esta cuestión se podría adaptar a la obra que nos ocupa, reconstruyéndola de esta manera: ¿Qué fue antes, el cómic o la novela?

No cabe duda de que en el interior de Frédéric Richaud –Aubignan, Francia, 1966-, se esconde el alma de un guionista de tebeos, como así atestiguan otras novelas suyas llevadas al mundo de los comics. En Un zoológico para el Rey Sol el ritmo narrativo se construye a salto de viñeta, trasladando al lector al placer adolescente de una historieta de Astérix, al clásico juego de ordenador Monkey Island o incluso a a la última hornada de películas de animalitos de la factoría Pixar.

El libro de Richaud se presenta como un divertimento visual disfrazado de novela, plagado de caricaturas, peripecias, escenarios exóticos e incluso alguna canción de posada que recuerda aquella famosísima “Yo-jo-jo, y una botella de ron”, de La isla del tesoro, de R. L. Stevenson. Los secundarios -apenas esbozados- son auténticos estereotipos que parecen sacados de los clásicos relatos de piratas y corsarios: el capitán del barco, el cura, el gobernador desfigurado por una cicatriz, el criado fiel, el pobre huérfano compañero de vicisitudes del protagonista y este último, el perfecto ejemplo de marqués arruinado, ambicioso, adulador y mujeriego, cuyo único objetivo en la vida es ganar el favor de Luis XIV. Para conseguirlo se embarcará –nunca mejor dicho- en una serie de aventuras que le llevarán hasta África para encontrar unos animales maravillosos, míticos y legendarios que harán las delicias del Rey Sol.

Esta aparente ligereza – estamos ante una obra de escasas 140 páginas, y de tamaño de letra bastante considerable-, no impide que estemos ante un relato bien estructurado dotado de todos sus elementos: una introducción no exenta de frases ingeniosas, un nudo que dosifica con eficiencia los acontecimientos y un desenlace –previsible- con moraleja. Richaud añade, además, pequeñas dosis de ironía –humor negro en ocasiones- provocando alguna sonrisa en el lector.

¿Estamos entonces ante un relato juvenil? No me atrevería a afirmar tal cosa. Tras la primera impresión superficial, tras la impronta de la banalidad, asoman entresijos ocultos que se camuflan bajo la forma de diálogos más o menos ingeniosos que revelan algo más que un simple entretenimiento. Richaud nos muestra –o nos presenta- la ironía trágica de la existencia. Y aunque las comparaciones siempre son odiosas, a la mente del lector acude una y otra vez otro título: En busca del unicornio, similar en su tragicómico planteamiento y desarrollo. Sin embargo, en el protagonista de Un zoológico para el Rey Sol no encontramos al alter ego de Juan de Olid, sino simplemente un reflejo, un borrador, ya que el marqués de Dunan carece de la contundente complejidad del antihéroe de la novela de Eslava Galán.

Características técnicas: Editorial Edhasa, 1ª edición, 2008. Cartoné, 144 páginas. PVP: 19,00€.

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43 comentarios en “UN ZOOLÓGICO PARA EL REY SOL – Frédéric Richaud

  1. cavilius dice:

    Pero qué libros más raros lees, Ascanio…

    Esteeeee… Buena reseña, Ascanio. Y desde luego es curioso el librito. No puedo negar que me has picado la curiosidad para, como mínimo, ojearlo cuando lo vea por esos mundos.

    Saludos.

  2. Derfel dice:

    Pero qué libros más cortos lees, AScanio…

    ¿Para cuándo una reseña de un libro que tenga más de 200 páginas?

    Habrá que pasarse por la librería a echarle un vistazo, en fin…

  3. Koenig dice:

    Buenas tardes.

    Efectivamente parece un libro curioso. Si he entendido bien, es un guionista de comics el que se ha pasado a la novela. Cuando lo normal es que se pase al cine, mucho mas rentable.

    Por lo que comentas no solo recuerda a «En Busca del Unicornio», de Eslava Galán, sino que parece tener algo de la «Música Acuática» de T.C. Boyle y de «El Rinoceronte del Papa», de Lawrence Norfolk, novelas con las que comparte la narración de viajes, el interés por los «bichos raros» y cierto sentido de la ironía.

    Sin embargo parece mas corta, y donde, al menos las dos últimas, son novelas muy complejas, esta es mas simple.

    Veremos.

    Un saludo.

  4. Arauxo dice:

    Pero qué libros más caros lees, Ascanio…

    144 páginas y 19 euros…

  5. pepe dice:

    La posesión de animales salvajes ha sido desde tiempos remotos un signo constante de poder. Faraones, emperadores, reyes y gobernantes de muy diversa condición se intercambiaron siempre animales exoticos como regalos, y es una costumbre que pervive en nuestros días. A mí me gusta más regalar libros, pero mis hijos se enfadan porque, cuando son invitados a un cumpleaños, ellos también tienen que regalar un libro y eso, como podéis imaginar, no contribuye a su popularidad (la de los niños, me refiero). En todo caso excelente reseña, Ascanio.

  6. Vindex dice:

    La gallina, Ascanio, la gallina.
    La primera gallina fue una mutación genética al igual que el primer gallo.
    Se encontraron casualmente y se produjo el milagro de la naturaleza y zas….el huevo!
    Ves que fácil

  7. Koenig dice:

    Pepe, tienes que explicar a tus niños que regalar un rinoceronte si que los puede hacer impopulares. Además son carísimos, solo el cuerno ya vale un dineral.

    Saludos.

  8. Aretes dice:

    Mejor no se lo expliques, que lo rebajan a un hamster y te ves en un aprieto.
    Si es que los niños hoy en día son como un comité de empresa…

  9. Josep el chinche dice:

    La pregunta hay que replantearla. Si es «¿Qué fue antes, el huevo de gallina o la gallina?», la respuesta sería, como dice Vindex, «la gallina», dado que la primera gallina nació de lo que podríamos llamar «huevo de progallina». Si, por el contrario, es «el huevo» (sin especificar), entonces la respuesta es «el huevo», porque otras especies ponían huevos antes de que existiese la gallina.
    Y no sé qué tiene esto que ver con el Rey Sol, pero vuelvo a estar de guardia…

  10. Aretes dice:

    Se nota, se nota…

  11. Vindex dice:

    Brillante matización, Josep!

  12. Valeria dice:

    ¿Qué diferencia hay entre ¡Óle! y ¡Olé!?

  13. Marbenes dice:

    Quizá ¡Óle! sea francés?

  14. Koenig dice:

    El lugar en que está la tilde, por ejemplo.

  15. Valeria dice:

    ¡Aaaahh! ¡Qué bueno es saber idiomas!
    Y por cierto, Ascanio, ahora que ya sabes lo del huevo y la gallina, ¿has averiguado qué fue antes, si el cómic o la novela?

  16. Josep el chinche menor dice:

    No, si al final voy a ser el menos chinche de todos…

  17. jerufa dice:

    ¡Pero mmmana!, ¿como quieres que te ponga algo interesante después de leer el cachondeíto que tiene el personal contigo a cuenta de los bichos del Luisito?
    Más bien deberías contar a los tertulianos… ¿tertulianos he dicho? los comederos de coco que has tenido para poder concentrarte y reseñar el libro, ¿no?.
    A mí me ha encantado la reseña, porque te expresas muy bien, pero como no sabes disimular, se nota que no has podido volcarte en ella como hubiera sido tu gusto, ¿a que si?.
    Y es que reseñar cuando a uno no le ha llenado del todo el libro cuesta.
    ¿Porque…no ha te ha llenado el libro, verdad?

    ¡Ea!, ya te he puesto unas letrillassss y ahora me vuelvo a currar el PISTA.
    Adiodió.

  18. Uy, qué ganas me han dado de leerlo!!! Sobre todo por la mención que haces al Monkey Island! Cupanta nostalgia, me gustaría volver a jugarlo como la primera vez.

  19. Rodrigo dice:

    La reseña es excelente, como siempre. Qué gracia que un libro tan curioso -me fío de tu apreciación, Ascanio- inspire una presentación tan gustosa de leer.

    Saludos.

  20. Max Staub dice:

    Estupenda reseña y curioso libro, habrá que apuntarlo para la próxima visita a la librería…

  21. Ascanio dice:

    Hola, holita, hola.
    Anonadada estoy con las elucubraciones mentales a cuento del huevo y la gallina. Nunca pensé que ese comienzo diera para tanto.
    Valeria querida, en este caso, fue antes la novela que el cómic. De hecho, no es sólo uno, sino que la novela se ha divido en varios volúmenes que, supongo, sólo se encontrarán en Francia o países francófonos (bonito palabro). Este autor también tiene novelas como «Monsieur le Jardinier», «La passe au Diable», y algunas biografías, así como guiones de cómics -«Le maître de peinture»-. Ninguno de ellos está traducido al español (o por lo menos yo he sido incapaz de hallarlos).
    Tampoco he podido encontrar imágenes del cómic del Zoológico, sólo una portada del que os he comentado más arriba:
    Le mâitre de peinture

  22. Ascanio dice:

    Bueno, mientras el jefe me desmodera, sigo con lo mío:
    Hola, pepe, bienvenido a este tu país. Oye, lo que comentas de regalar libros me recuerda un poco a mí misma. Resulta que también me encanta regalar libros (supongo que como a casi todos los hislibreños), incluido a aquellas personas a las que no les gusta leer. No sé, tengo la esperanza de que así se animarán…Ni que decir que mis regalos, en ese caso, tampoco son los más populares.

    Koenig, como galo que eres, ¿tenías noticias de este autor? ¿Has visto por la France algún tebeo suyo? ¿Sabes si se han llevado a la pantalla, como comentas?

    Mmmano Jerufa: pues sí, la verdad es que es la reseña que más me ha costado escribir. El libro lo tenía leído desde hace varios meses, pero no sabía cómo meterle mano. De hecho, lo tuve que leer otra vez para exprimirlo un poco más. ¿Que si me ha gustado? Mmmmm…pues pisí-pisá. Digamos que si uno sabe lo que va a leer, no se lleva sorpresas. Es decir, si vas buscando una novela histórica con una cierta «entidad», no la vas a encontrar aquí. Si vas buscando un entretenimiento, algo para pasar el rato en la piscina, o en un viajecito de tren (no demasiado largo, porque si no, se te acaba antes), no está mal. Con esto no quiero decir que sea una mala novela, en absoluto. En su «género», es totalmente recomendable. Me ha gustado mucho más que otros libros que van disfrazados de novelas históricas y que sólo son un plomo de cuidado. Con este no te vas a aburrir, eso te lo aseguro.

  23. Koenig dice:

    Mi estimada Ascanio, dado que estamos en la página principal, te contestaré totalmente en serio que «no», «no» y «no». A tus tres preguntas. Debo reconocer por lo demás que mi época comic terminó hace mucho tiempo y no estoy demasiado al corriente de lo que se publica en los últimos años.

    Un saludo.

  24. Ascanio dice:

    Hola, Vindex, cuánto tiempo sin verte…Tengo una preguntita: la gallina, ¿de qué tipo de bicho es una mutación genética? ¿De Adán?

    Cavilius: bueeeeno…si quieres échale un vistazo, pero te advierto que no aparecen griegos. Ni uno.

    Josep el-que-siempre-está-de-guardia: ¿de dónde salió el huevo de progallina? ¿De la progallina? ¿Y la progallina de dónde? ¿Del propollo?

    Mariana: ay, qué tiempos esos del Monkey Island…Te aseguro que cuando lo lees hay veces en que te estás imaginando la musiquilla del juego.

    Rodrigo, gracias por el cumplido, corasón.

    Max, no me imaginaba que este tipo de novelas te atraían…me imaginaba más que tus preferencias iban por el siglo XX y sus conflictos, fíjate tú.

    Ah, se me olvidaba. A los demás: que os pique un pollo (o una gallina). Hala.

  25. Ascanio dice:

    Cielos, las cursivas…

  26. pepe dice:

    Si bien es cierto que Luis XIV recibe el sobrenombre de rey sol (desconozco cuando se le empezó a aplicar, pero algunos edificios oficiales de la epoca en Francia tienen un sol tallado en piedra, al lado del escudo con la flor de lis que es desde la edad media el símbolo de la monarquía francesa) la fórmula con la que normalmente se le hace mención en documentos y cartas es la de Rey Cristianísimo. En realidad todos los reyes franceses reciben ése tratamiento, que fue otorgado por el papa Alejandro VI por primera vez no sé si a Carlos VIII o a Luis XII ( a ver si aparece Anthos y lo aclara). En contrapartida por este tratamiento, el mismo papa hubo de conceder a Fernando II de Aragón el título de Rey Católico, que también pasó a designar a cualquier monarca hispano posterior, aunque la historia recuerde como Reyes Católicos especialmente a Fernando y a Isabel. Abajo reproduzco un fragmento de la carta que el veneciano Mateo Zane remite al senado de Venecia en el año 1584. En este caso, el rey católico al que se hace alusión es Felipe II:

    Entre el rey Cristianísimo (de Francia) y el rey Católico se encuentran tantas semillas de discordia, que es maravilla que todavía no hayan entrado en guerra abierta, ni hay duda de que cada parte está en disposición de hacerla. Solo está indeterminado el tiempo de su comienzo, esperando cada uno encontrarse en una situación de ventaja. (…) Y su Majestad Católica tiene buena certificación de que en todas las expediciones que se han hecho en Francia contra las Terceras (islas Azores), el rey Cristianísimo ha puesto la mano, porque las patentes de Strozzi y otros capitanes, que quedaron en poder de los españoles tras la batalla marítima de 1582, estaban firmadas de mano del rey Cristianísimo, no como aquellas de monseñor de Sciatre y de otros capitanes que se perdieron en el 83 en Terceira; y todas estas expediciones se encuentran al presente en manos de Su Majestad Católica. (…)

  27. Derfel dice:

    ¡Cáspita! Mucho me temo que que soy de «los demás»…

  28. Koenig dice:

    Y yo, y mira que he contestado pronto y con amabilidad :-(

  29. Koenig dice:

    ¡Y encima me moderan!

  30. Toronaga dice:

    Buena pinta. Me lo quedo.

  31. Vindex dice:

    Querida Ascanio, te contesto con sumo gusto :
    Hasta donde conozco tengo entendido que el Pterodáctilo Plumíferus Enano recibió durante el Cretácico, altas dosis de rayos ultravioletas, debido al primer resquebrajamiento de la capa de ozono provocado por las emisiones de clorofluorocarbono (CFC) propias de esa Era lo que provocó su mutación genética mediante un proceso evolutivo.
    En cualquier caso, reconozco que esta teoria es discutible y si quieres profundizar en el tema te recomiendo vivamente una de las obras cumbres de la Teoría cognitiva sobre el modelo del Universo : “Which came first, the chicken or the egg” ? del profesor Christopher Michael Langan donde se analiza con mucho rigor este tema.
    Saluditos

  32. Ascanio dice:

    Qué interesante aportación, Pepe. No tenía ni idea del sobrenombre de «Rey Cristianísimo».
    Koenig, tranquilo, tú no estás incluido en «los demás». (¿No ves que te he mencionado expresamente, hombre de Dios?)
    Derfel: tú sí. Ah, se siente.
    Toronaga, me alegro que te guste. Si lo lees, cuéntanoslo.
    Oye, Aquiles, ¿tú sabes si el libro ese que dice Vindex está traducido al español? ¿Trae fotitos de la época? De la época del Pterodáctilo plumífero enano, quiero decir…

  33. Uno de los demás dice:

    El pollo que ha de picarnos ¿es pollo stricto sensu o, sensu contrario, propollo lato sensu?

  34. Koenig dice:

    ¿Mencionado? ¿Donde? ¿Soy el Monkey de la Island? ¿O el pollo que… brrrrrrrr?

  35. Ascanio dice:

    Koenig, eres «le diable», hombre. (Ya sabes: noooooooo)
    Oye, «uno de los demás», que se te ve el gorrito blanco…

  36. jerufa dice:

    Veo que esto de engorronar reseñas está relacionado con la familia…hummmmm

  37. Josep, el que vuelve a estar de guardia, dice:

    Lo único importante, amigo Ascanio, es no confundir el «propollo» con el «propóleo». estoy de acuerdo en que podemos repetir la paradoja ad eternum (no tegno ni idea de cómo se ponen las cursivas), hasta llegar a las primeras micelas de Oparin. Y entonces viene la antepenúltima pregunta: ¿las micelas son huevos?
    Y no es que me guste estar de guardia, precisamente…

  38. jerufa dice:

    Amiga, Josep, amiga.

  39. Josep, el que sigue de guardia, dice:

    ¡Perdón por el lapsus!
    Por cierto, tendré que inventarme un «nick». Esto de firmar con mi nombre queda un poco raro…
    Quizá, dados mis «latiguillos», adopte el de «porcierto».

  40. juanrio dice:

    No lo hagas Josep, ya te conocemos así y a mi personalmente me gusta que vayas cambiando el apellido. Espero que ya hayas teminado la guardia…

  41. Josep, el que vuelve a estar de guardia, distinta a la del 28, dice:

    A) La Guardia muere pero no se rinde (Cambronne)
    B) La Guardia se muere pero no rinde (Josep Asensi)

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