EL ALQUIMISTA HOLANDÉS – Isabel Abenia

El Alquimista Holandés. Isabel Abenia«El arte es sobre todo un estado del alma». Marc Chagall.

La pintura de Hieronymus van Aken, «El Bosco» (´s Hertogenbosch, ca. 1450-1516) está plagada de seres oníricos y grotescos y de referencias apocalípticas: un hombre-árbol de miembros retorcidos y resecos que se gira hacia el espectador, un monstruoso ser con cabeza de pájaro devorando seres humanos, rostros desfigurados ante la tortura y el tormento del infierno, bucólicos paisajes plagados de animales mitológicos, extraños monstruos deformes, personajes en posturas antinaturales y obscenas…

Ese universo propio, total y radicalmente diferente al resto de las pinturas de su tiempo, fascinó a sus contemporáneos y sigue sorprendiendo hoy en día. Un autor y una época que puede constituir un auténtico filón para los escritores de novela histórica, porque contiene todos los ingredientes del género: religión, herejía, brujería, esoterismo, alquimia, peste, arte, amor, ambición…pero que se le escurre de entre los dedos a Isabel Abenia -pintora y autora de El alquimista holandés– sin saber cómo sacarle el máximo partido.

La acción transcurre durante la segunda mitad del siglo XV, cuando el Gótico agoniza en Europa y el Renacimiento -ya deslumbrante en Italia- comienza su andadura en los territorios bajo el dominio de los Habsburgo. No deja de ser curioso que aún se nos presente aquella época, en palabras del narrador omnisciente, como aquel siglo oscuro que todavía no había alcanzado el renacer de los tiempos.

Este cliché acerca de la supuesta «oscuridad» medieval no es un hecho aislado, ya que la novela está plagada de ellos: el artista atormentado -personaje estereotipado donde los haya-, el fraile dominico espía de la Inquisición o la curandera quemada en la hoguera acusada de brujería. Todo ello enmarcado por unos hechos históricos que parecen introducidos artificialmente en la novela, barnizados ligeramente por los personajes para dar mayor credibilidad, pero que revelan una más que evidente carencia de naturalidad. Entre ellos se destaca la omnipresente creencia de que la Inquisición española -Torquemada a la cabeza- era el más terrible y feroz martillo de herejes. Un error que se hace más evidente dentro del contexto que nos ocupa, habida cuenta que la Inquisición torturaba y quemaba seres humanos en Flandes desde principios del siglo XIII.

Para enredar más la madeja, Isabel Abenia toma prestadas todas las teorías más heterodoxas para explicar la pintura de El Bosco: las corrientes heréticas, la locura, la secta de los adamitas, la alquimia o la influencia de las drogas alucinógenas, mezcladas en un totum revolutum que emborrona el supuesto viaje de búsqueda personal del artista y que conduce a un callejón sin salida en la novela.

Tópicos que desenfocan un relato lleno de secundarios mal dibujados y sin la suficiente entidad para edificar un escenario coral, distrayendo la atención con una serie de historias menores, deslavazadas y peor cohesionadas, que originan un descenso notable de la tensión y el ritmo argumental. El registro, eminentemente coloquial debido a la excesiva presencia de diálogos -muchos de los cuales no aportan nada a la historia-, transforma la lectura en un proceso veloz pero de escasa profundidad.

Por último, destacar un detalle: la autora nombra a los perros de raza Golden Retriever como fieles acompañantes de Carlos V en sus partidas de caza. Un dato curioso, teniendo en cuenta que dicha raza se originó en el siglo XIX.

Características técnicas: Editorial La Esfera de los libros, 1ª edición, 2008. Cartoné, 648 páginas. PVP: 24,00€.

Para saber más:

«El Bosco. La obra completa – Pintura». Walter Bosing. Ed. Taschen. 1ª edición, 2000.

«La llave del Prado». Consuelo Luca de Tena y Manuela Mena. Ed. Silex, 1ª edición, 1982.

En Internet:
Biografía en Artehistoria.
Biografía en Wikipedia.
Pintura flamenca en el Museo del Prado. Siglos XV y XVI.
El jardín de las delicias.
El carro de heno.
La Mesa de los pecados capitales.

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92 comentarios en “EL ALQUIMISTA HOLANDÉS – Isabel Abenia

  1. Koenig dice:

    Interesante, reseña ¿Me pregunto cómo la resumiría Ascanio?

    Saludos.

  2. Javi_LR dice:

    A mí también me parece interesante, muy interesante, y tenía yo muchas ganas de aprovechar a Ascanio, Anthos, Arauxo y demás para que me alumbren a este respecto:

    Sé que numerosos historiadores están negando el carácter «oscuro» de lo medieval o lo minimizan. Yo, por las fuentes que he bebido, por los hechos que he leído y por la literatura de la época que he disfrutado, aún no tengo claro que no se trate de un período con más sombras que luces, sin negar en ningún momento estas últimas. En fin, que quiero conocer y me interesa mucho este debate. No sé si habrá lugar.

    En cuanto a la reseña, Ascanio, lo tengo claro. Me queda la impresión de que se ha quedado la autora en la anécdota, y ese «círculo mágico» del que Haefs habla para ti no existe en esta obra. De todas formas, opino que muy bien tiene que hilar un autor que se adentre en esta época para que resulte verosímil ante los ojos críticos de los apasionados medievalistas hislibreños. Por otra parte, esa ha de ser una de las funciones de un buen novelista.

  3. Ascanio dice:

    Koenig, así la resumiría: una decepción. Y que conste que se me ocurren más descripciones, pero mejor me las callo.
    Javi, con tu permiso le paso el relevo a los especialistas medievales (o sea, Anthos y Arauxo), que seguro lo hacen mejor que yo.
    Simplemente añadiría que simplemente el nombre de «Renacimiento» es engañoso en mi opinión (no es ese el adjetivo que busco, pero no me sale otro). Se renace cuando se está muerto. ¿De verdad los siglos previos al Renacimiento estaban «muertos»? ¿Se puede negar -y hablo aquí sólo de Arte- la belleza del arte visigodo, el islámico, el románico o el gótico? ¿Alquien piensa realmente que en la búsqueda de las proporciones clásicas -entendiendo las de Grecia y Roma- estaba la única belleza?
    Pero como no quiero meterme en camisa de once varas, aquí dejo el testigo.

  4. Incitatus dice:

    A mi me la regalaron y la tengo por ahí marginada en una librería y creo que se va a quedar allí…

    Por lo de la oscuridad de la edad media: considero que solo se puede hablar de oscuridad de conocimiento, es decir la gente sabe muy poco sobre este periodo apasionante y que dió grandes obras de todo tipo. Se ha quedado el «cliché» renacentista y neoclásico que todo lo medieval era malo y oscuro en contraposición a lo griego y lo romano.
    Mucho más «oscura» me parece la edad moderna. El santo oficio en el medievo era bastante ligerito, la gente era bastante más libre que en pleno absolutismo, el desarrollo de las ciudades que hoy conocemos empezó entonces. Así que me posiciono claramente a favor del medievo o más bien a hablar de un medievo oscuro. Nada es oscuro o luminoso, la historia es lo que es.

  5. Ascanio dice:

    Y quiero decir que se me ha colado un «simplemente» de más. Perdón.

  6. Arauxo dice:

    Por mí, habría debate, desde luego que sí. Habría, claro está, si tuviera tiempo. ¿Cabría decir habrá en lugar de habría? ¡Ah, quién fuera profeta, oráculo, pitoniso, augur, mago o vidente!

  7. cavilius dice:

    Otra muesca en el cálamo de Ascanio.
    Pues nada, un libro más, un libro menos.

    Se me ocurre ahora una tontería: ¿os imagináis que hubiera un dibujante de cómics como El Bosco?

    Saludos.

    PS: Y digo yo: qué sabrás tú de perros, Ascanio; ni que fueras veterinarióloga.

  8. Valeria dice:

    Es mucho más difícil escribir (y argumentar) una reseña sobre un libro que no nos ha gustado, que relatar una gratificante experiencia lectora. Lamento que haya fallado la magia en este caso, como dijo Javi; pero tengo que reconocer que expones tus razones de una manera poderosa.
    Por cierto, gracias por ese apartado de «saber más».
    Sobre el cliché de la oscuridad de la edad media, pues tengo que reconocer que es un período sobre el que , lo poco que he leído, está referido casi exclusivamente a Galicia, y eso me limita mucho a la hora de debatir. Pero por estas tierras fue una época fascinante.

  9. Aretes dice:

    Ascanio, gracias por la reseña que no ha sido fácil, seguro.

    Totalmente de acuerdo con Incitatus y Ascanio. Creo que la Edad Media es la eterna desconocida y maltratada. No es justo calificar esos siglos poco menos que de analfabetismo, además de lo mencionado, se preservó toda la cultura conocida copiándola y guardándola como un tesoro.

    ¡Ay, si el Bosco levantara la cabeza!

  10. Ascanio dice:

    Y al hilo de lo que comenta Aretes sobre la labor de los monasterios y conventos para preservar la cultura: ¡Ay quién pudiera visitar la maravillosa y deslumbrante biblioteca del Monasterio de Santa Catalina en el Sinaí! Y pensar que servidora se quedó a las puertas porque no se podía entrar…snif…
    Su biblioteca es considerada como una de las más importantes y más grandes del mundo. Posee más de 4500 manuscritos, la mayor parte en griego, aunque también los hay en árabe, sirio, egipcio, eslavo…
    Una anécdota: el Código Sinaítico, uno de los manuscritos más valiosos del mundo, que data del siglo IV y contiene el texto griego de la Sagrada Escritura, fue prestado en 1859 por este convento a un alemán llamado Thyssendorf, pero nunca fue devuelto. Hoy se encuentra en el Museo Británico, que lo adquirió en 1933.
    Y eso sin hablar de los maravillosos iconos paleocristianos, bizantinos y postbizantinos que se conservan en este convento. Posee más de 2000, de valor artístico incalculable, cuya antiguedad se remonta al siglo VI.

    Esto…¿de que iba el debate? Ah, sí…de la famosa oscuridad medieval

  11. Arauxo dice:

    Y como no tengo tiempo para desarrollar, apunto a continuación (en absoluto desoreden) lo que se me viene a la cabeza. Todo es medieval o de origen medieval:

    – Universidades
    – Monasterios
    – Cancillerías
    – Consulados mercantiles
    – San Isidoro de Sevilla
    – Dante
    – Lenguas vernáculas
    – Letra de cambio
    – Arte prerrománico
    – Arte visigodo
    – Arte mozárabe
    – Arte románico
    – Arte gótico
    – Arco de herradura
    – Contabilidad
    – Banca moderna
    – Canto gregoriano
    – Alberto Magno
    – Polifonía
    – Iconos bizantinos
    – Mosaicos de Rávena
    – Duns Scoto
    – Cantares de gesta
    – Escolástica
    – Ordenes monásticas
    – Ordenes mendicantes
    – Francisco de Asís
    – Guillermo de Okham
    – Gonzalo de Berceo
    – los gremios
    – la burguesía
    – Alfonso X el Sabio
    – Las Partidas
    – Las Cantigas
    – Miniaturas e iluminaciones.
    – Beatos de Liébana
    – Don Juan Manuel
    – El arcipreste de Hita
    – Alcuino de York
    – Roger Bacon
    – Beda el venerable
    – Arte Normando
    – Arte mudéjar
    – Catedral de león, de Burgos, de Sevilla…
    – Santiago de Compostela
    – Pórtico de la Gloria
    – Ibn Jaldún
    – Maimónides
    – Agustín de Hipona
    – Tomás de Aquino
    – Calendario gregoriano
    – Anselmo de Canterbury
    – Gregorio de Tours
    – San Leandro
    – Avicena
    – Averroes
    – La Alhambra
    – Mezquita de Córdoba
    – Alcázar de Sevilla
    – Saint Chapelle
    – Notre Dame
    – honor caballeresco
    – leyendas artúricas
    – Poema del Mio Cid
    – Mester de juglaría

    … Y muchas otras cosas que se me irán ocurriendo. Yo creo que como muestra, a vuelapluma, no está mal, ¿no? Habrá sombras (que haylas), pero también hay unas cuantas luces…

  12. Aretes dice:

    Mira, lo del préstamo consuela.
    Mal de muchos…

  13. cavilius dice:

    ¡ CAMPAAAAANA Y SE HA ACABAO !

  14. Rodrigo dice:

    Pues que me gustan mucho las reseñas críticas de Ascanio. Y ésta más, ya que abre el debate sobre un tema tan atractivo como el de las oscuridades, presuntas o reales, de la Edad Media.
    Apenas puedo opinar sobre este asunto, pero mis libros sobre arte medieval -de los de difusión, pero muy interesantes- me sugieren a gritos que lo de la ‘oscura Edad Media’ no es más que un mito, o un malentendido.
    Ojalá que Arauxo, Anthos y otros entendidos en la materia se animen a intervenir, que ya las opiniones vertidas aquí me parecen iluminadoras. Voy tomando palco.
    Parece que de la novela de Isabel Abenia no hay mucho más que comentar.
    Saludos expectantes.

  15. pepe dice:

    Tiempos oscuros son los que atraviesa Hislibris entre cada una de tus reseñas, reina. Espero tener tiempo para escribir más la semana próxima.

  16. Rodrigo dice:

    Mientras escribía mi mensajito, Arauxo calentaba motores… ;-)

  17. Ascanio dice:

    – Carlomagno
    – El amor cortés
    – Geoffrey Chaucer
    – Bocaccio
    -…

  18. Ascanio dice:

    Y mientras escribía yo el mío se colaban unos cuantos más.
    Pepe, me recuerdas al rey Theoden en «El señor de los anillos»: Tiempos aciagos nos ha tocado vivir…
    Muchas gracias a todos. Palabrita del Niño Jesús que yo no disfruto ni una mijita haciendo reseñas como esta. Pero es lo que hay, qué se le va a hacer.

  19. Aretes dice:

    ¿Es que Arauxo no sabe ni resumir sin sábanas?

  20. cavilius dice:

    Jo, vaya piropo te ha tirado pepe, Ascanio. Y no lo digo por lo de «reina».

  21. Ascanio dice:

    Ya, ya. Pero es que Pepe me quiere mucho.

  22. Incitatus dice:

    También es el momento en el que Cristianos y musulmanes se combatían pero llegaban a tratados de honor y con honor. En que se desarrolló un comercio (mercantil, de ideas, de personas..) entre naciones, religiones e incluso continentes. Fue el momento en que en cualquier monasterio, catedral, universidad… podías entenderte en latín fueras de donde fueras… Obviamente hubo cosas malas como la servidumbre pero antes existía el esclavismo y así un largo etc. (¿hay alguién que vaya a defender la parte mala de la Edad media o me pongo yo a ello? por eso de llevar la contraria )

  23. Ariodante dice:

    Ascanio, querida: ¡¡¡¡OOOOOLÉ!!!! BRAVA, BRAVA, BRAVISIMA.
    Muy buena la cita de Chagall, para empezar y abrir boca. Fenomenal que se vayan haciendo reseñas críticas y no todas laudatorias, por varias razones:

    Primero: es imposible que haya taaantos libros «perfectos», segundo, si la reseña es negativa, nos quitamos un peso de encima, que ya está bien de comprar libros, jolín. Tercero: a los autores hay que alabarlos sólo lo justito, que si no, se duermen en los laureles.

    Asi que, una vez dicho esto, entro en el tema que se nos propone: la oscuridad del Medievo. Yo no soy historiadora del arte, (Clío, a ver que nos dices tú), ni historiadora de nada, pero he leído mucho sobre la Edad Media, sobre el arte medieval, etc. (Un aparte, Ascanio: te has dejado al Rey Arturo y la Tabla Redonda…y a los Nibelungos).
    La oscuridad es un concepto que se ha creado a partir de la Ilustración, creo, por contraposición con El Siglo de las Luces. ¿Por qué es oscuro? Porque tenemos pocas noticias de ello, por una parte, y porque entre ellos tampoco tenían demasiadas noticias, porque no existía la imprenta, porque los viajes eran verdaderas odiseas, el comercio y el intercambio también, etc etc. No estoy diciendo nada que no sepáis. El que la Religión ocupase un lugar central y absolutamente dominante,es un factor causante de que se frenasen determinados conocimientos, noticias, información; pero los conocimientos y la información existía, sólo que en manos eclesiásticas. Cierto que la Inquisición existía en muchos países, no sólo España, por supuesto.
    En fin, que sí, desde nuestros días super informatizados y globalizados vemos al Medievo oscuro, lento, cruel y asilvestrado: pero de aquellos polvos vinieron estos lodos. Si entonces no se hubieran conservado los textos de Aristóteles en las Universidades, ahora estaríamos excavando como locos…Y de crueldades no sé quien se llevaría la palma, hay por ahi un tal Adolfo…y un tal Stalin, que ya, ya…

  24. Javi_LR dice:

    Pues nada, ¡vaya debate! Así que todos convenís en que lo de la oscuridad es un mito. Ejerceré de abogado del diablo pues.

    Es cierto todo lo que comentáis, los nombres que dais y la belleza del arte que exponéis. Pero yo me refiero más bien a cosas más concretas y, al mismo tiempo, más generales. Por ejemplo, señaláis la biblioteca del Monasterio de Santa Catalina en el Sinaí, y yo os pregunto ¿con qué la comparáis, qué tipo de manuscritos son los que conservó? Al hilo de todas estas cosas, y pasando de puntillas por la labor de los amanuenses, con sus fallos y sus aciertos, y por la tradición y transmisión de textos, ¿qué legado cultural conservó el medioevo y cuál no? Y que conste que no hablo de censura, ni religiosa ni política, que siempre la ha habido y la habrá en mayor o menor medida, sino de gustos intelectuales y de la pérdida irreparable de textos debido al arbitrio de la época. ¿Se creó más cultura en ese tiempo que se destruyó? En la actualidad, tenemos casi más obras griegas gracias a las arenas del desierto que debido a la actuación de los monasterios.

    También me gustaría hablar de ciencias; del sentido crítico de la razón y su avance en este período, y de la filosofía occidental, ¿hacia qué derroteros fue?; de demografía, del posible acceso a la cultura y de la educación de los villanos, primero, y de los burgueses después; de tecnología; de legislaciones; del sistema feudal en sí, ¿era avanzado, un retroceso frente a algunas cosas que se conocían (o desconocían en algunos casos)?, ¿era, acaso, lo único posible en ese contexto histórico?

    Y de arte, ¿por qué no? A mí me gusta el arte hierático egipcio, aquel lleno de fórmulas; también el del periodo de Akenatón, una pequeña isla de sensualidad en todo aquello. ¿Es más avanzado uno que otro? No, posiblemente sean tan sólo distintos. Distintas sensibilidades a la hora de planificar esos trabajos llamados Arte. Pero esas preocupaciones, ese intelecto que mueve ese arte, que crea esas reglas para llevarlo a cabo, ¿puede ser juzgado en términos mejores o peores? Pienso que sí. Tanto en el aspecto cultural tecnológico como en el intelectual. Lo contrario -tengo la impresión- sería dar pábulo a posiciones relativas.

    Desde luego, hablo sin unos conocimientos sólidos en muchos aspectos. Ni siquiera llego a opinar más que a preguntar.

  25. Koenig dice:

    Buenas tardes.

    Me acuerdo de aquel comentario de Fossier que decía que la Edad Media era demasiado larga como para que un sólo adjetivo pudiera contemplarla. Concretándolo desde mi punto de vista, si consideramos «oscuro» a Chaucer, que no decir de las invasiones sajonas que afectaron a parte de las islas británicas allá por el siglo V (betún del bueno, oiga).

    Con respecto a otros puntos que menciona Javi_LR, la verdad es que se poco. Prefiero leer, por ahora.

    Saludos.

  26. Ariodante dice:

    Javi, yo no he dicho que no sea oscuro el Medievo. Lo que he tratado es de ver por qué lo consideramos oscuro, qué queremos decir cuando decimos que es oscuro. Tenemos mucha más información, probablemente del mundo romano, por ejemplo, y por eso es luminoso. De acuerdo que fueron años muy largos, de un desarrollo muy muy lento, y de mucha destrucción. Por supuesto.El Renacimiento supuso un avance agigantado en poco tiempo, debido a los nuevos inventos, entre ellos, la imprenta: tan impresionante como luego lo fue el motor de vapor ,teléfono o la TV. En cuanto al arte, yo pienso que ahi no podemos regirnos en términos de progreso. El arte no progresa: el arte se mueve, desarrolla unas opciones u otras, unas nos pueden gustar más o menos, pero no son mejores ni peores. La ciencia es otra cosa: aqui sí que podemos hablar de progreso, al menos en cuanto a la resolución de problemas. Y no sólo progreso, sino que el avance científico hace tambalearse y cambiar todo el mundo circundante, la sociedad y el arte. De ahi que, al avanzar tan lentamente en la Edad Media, el progreso social apenas se entreviera, porque era como un caracol desplazándose. En fin, que yo admito la oscuridad de esos siglos, pero con acotaciones. El arte y la literatura quedan fuera, por ejemplo. ¿Qué me decís de las catedrales? De la escultura, del arte románico…De todo lo que anota Ascanio…Por cierto, Ascanio, no me acordaba que es el nombre del hijo de Eneas, y el otro día caí en ello. ¿como has elegido un nombre de hombre, para despistar? Porque el mío también es masculino, pero es un personaje operístico que suelen cantarlo mujeres. Mezzosopranos, para más detalle.

  27. Turriano dice:

    El Renacimiento es producto de la Edad Media, sin ella no hubiera ocurrido, por lo que supongo que aunque la explosión fué en el llamado Renacimiento, se darían las condiciones previas, la evolución necesarias para que eso ocurriera. Creo que es muy simplista decir quefue una época oscura y de repente sale la luz de la nada. Todo es producto de la evolución y hay que verlo como un todo y no como partes separadas.
    Bueno voy a dejar de decir las cosas como si supiera de esto, que no cuela!. Voy a hacer como cavilius, me voy a especializar en un tema y os vais a cagar, perdon por lo de especializar.
    Por cierto Ascanio, cuando te leo me acuerdo de Risto, o cuando veo a Risto me acuerdo de ti, no sé. Cuando veo una reseña , a veces me cuesta eso de empezar a leerla, pero cuando veo que es tuya, uffff, se me abren los pulmones, respiro mejor y todo.. en fin …aire fresco …

  28. Ascanio dice:

    Querida Ariodante, gracias por el Olé tan saleroso que has lanzado. Y olé también para ti porque expresarte tan claramente. Totalmente de acuerdo contigo sobre el Arte. Los movimientos artísticos siempre aparecen en contraposición con el que les precede. Así, frente a la austeridad románica aparece la «elevación espiritual» del Gótico, y frente a éste, el clasicismo y proporción de líneas del Renacimiento, seguido a su vez por la intensidad del Barroco.
    Ah, el nick de «Ascanio» viene porque está entre mis apellidos, y como además es el hijo de Eneas, pues venía que ni pintado para Hislibris.
    Ay, Turriano, creo que has dado en unos puntos claves de la cuestión. Evolución, evolución y evolución. Porque está claro que todas las épocas tienen sombras (si no, no hay más que ver el siglo XX, en mi opinión uno de los más terribles de toda la historia de la humanidad), y más aún comparándolas con tiempos precedentes. Pero yo digo como Koenig, prefiero leer y estoy aquí esperando que Arauxo deje ya de ver el partido y se ponga a escribir. Por cierto, ¿queda alguien por aquí a estas horas? Ah, hola Aretes, no te había visto.
    Para acabar, Turriano de mis incógnitas…no sé cómo tomarme tu último párrafo, porque…en fin…no sé quién es Risto, aunque me suena de algún famoso de la tele. Así que, o bien es un cumplido…o bien es una somanta de palos (que me pega más).

  29. Aretes dice:

    Mejor que no lo sepas, que es más feliz el ignorante.

    Totalmente de acuerdo con Turriano. En la vida de las mariposas, es igual de importante la fase de capullo, aunque sea menos vistosa.

  30. Turriano dice:

    Ya, ya , ya estoy aquí , ya ha terminado el furbol. Arriba España!. Uy , que esto es hislibris, bueno …Pues a mi Risto me cae bien. Pero Ascanio , si no ves fútbol y tampoco reality shows , qué haces ?. Leer?.

  31. Turriano dice:

    Si Aretes, lo del capullo la verdad es que es poco vistoso. Yo trabajo con varios y no son dignos de ver

  32. jerufa dice:

    Querida hermana: ¡Tú si que vales!
    Independientemente de que te haya gustado o no la novela siempre es una delicia leer comentarios tan atinados como los tuyos. Además, tienes una virtud que explotas bien. Transmites con extraordinaria claridad tus impresiones y los plasmas con contundencia pero con respeto. La experiencia te sirve y en la redacción de esta reseña se nota. Eres elegante hasta en la crítica y eso, a mí particularmente, me gusta.
    A mí la Edad Media me apasiona, la veo mágica y misteriosa. Lo que no sé es el porqué de este concepto. Quizás mi propia ignorancia, quizás los estereotipos prefijados. En cualquier caso, ocupa un amplísimo espacio temporal en el que me gustría adentrarme.
    Discúlpame si no intervengo en el debate, porque yo sí me considero un oscuro de la época. Eso sí, pienso seguirlo con interés.
    Muchísimas felicidades, mmmanita y olé tu arte.

    Arauxo, eres mago medieval. Para lo bueno y para lo malo.
    Me ha encantado esa sábana tan ocurrente de luces pero…me encantaría que, a vuelapluma también, nos pusieras algo de las sombras.
    Yo, al menos, te estaría muy agradecido.
    Y ahora, felicidades a la pareja.

  33. Akawi dice:

    Mis felicitaciones Ascanio.
    Es verdad que cuesta mucho más trabajo hacer una reseña sobre un libro mediocre, que sobre uno que nos haya gustado, eso lo sé. Y a tí te ha salido perfecta.

    Como dice Jerufa yo también soy de una obscuridad absoluta de esa época, pero siempre he considerado la Edad Media como unos siglos muy negros y lo cierto es que no tengo base para afirmarlo. Los veo tétricos, intrigantes, de gente con miedo.

    Arauxo nos podría ampliar información, sobre todo para los ignorantes como yo.
    Gracias.

  34. Aquiles dice:

    La cuestión de la supuesta «oscuridad» de la Edad Media ya ha aparecido en alguna ocasión anterior que no puedo señalar exactamente porque no la recuerdo bien. Me alineo con los que pensáis que esa consideración peyorativa no es sino un «cliché» inexacto que se acuñó mucho tiempo después y que ha sobrevivido hasta nuestros días; afortunadamente, parece que poco a poco esa idea está siendo desmontada por nuevas generaciones de historiadores que saben ver cuánta riqueza cultural – y cuán variada – se puede constatar a lo largo de un período tan largo. Cuando ejerces de abogado del diablo, Javi_LR, te ciñes básicamente al Occidente cristiano, pero sucede que no es posible entender el Medievo sin las aportaciones del Islam y del Judaísmo. Una puntualización, Ascanio: disiento cuando hablas de la austeridad románica, porque ésta se produce a partir de la reacción del Císter a lo anterior, que no era precisamente austero. De hecho, San Bernardo critica duramente la profusión de imágenes en capiteles y otros elementos arquitectónicos porque, según él, distraen a los monjes de la concentración necesaria para comunicarse con Dios.

    En lo que respecta al protagonista de la novela, no puedo entender cómo es posible que todavía se mantengan tesis tan trasnochadas como la de los efectos de sustancias alucinógenas, propias de unos años 60 influidos – en este caso sí – por el descubrimiento del LSD y otras drogas capaces de alterar la percepción de la realidad; lo mismo sirve para las teorías que quieren ver en el Bosco a un hereje encubierto. Aunque se conocen pocos datos fiables de su biografía, se sabe que gozaba de un status acomodado dentro de la sociedad en la que vivió, status que se acrecentó gracias a un matrimonio ventajoso; hijo de pintor, entró pronto dentro del exclusivo gremio de artesanos y se le encargó una obra para el altar mayor de la iglesia de Hertogenbosch que, desgraciadamente, quedó destruida por un incendio. Incluso se especula con la posibilidad de que tuviera contacto directo con el arte que se estaba produciendo en Italia o en Alemania a partir de viajes y estancias en dichos países. Vamos, que alguien así no parece un candidato propicio a la herejía; de hecho, hay un factor que avala la tesis contraria, es decir, que en realidad su obra es una crítica contundente al pecado en todas sus formas. Que alguien como Felipe II fuera una acérrimo admirador de sus cuadros – gracias a él España cuenta con la mayor concentración de obras suyas del mundo – habría sido imposible si no hubiera apreciado en este pintor flamenco ese espíritu reformador que guió su reinado.

  35. Ascanio dice:

    Acerca de las drogas alucinógenas que comenta Aquiles, mencionaré -aunque ya apunto algo en la reseña-, que la autora baraja todas las teorías que se han planteado para explicar su pintura. Esto no tendría tampoco más importancia si no se hubiera hecho mezclando todas estas hipótesis. Pongo un ejemplo: se supone que las drogas alucinógenas que tomaba el pintor estaban proporcionadas por una curandera perteneciente a la secta de los adamitas. Mi sensación es que Abenia ha tomado todas estas ideas y ha intentado meterlas con calzador para crear un rompecabezas que mantenga el interés del lector, pero en el que al final las piezas no encajan.

    Sobre las tendencias heréticas del pintor, estoy totalmente de acuerdo contigo, Aquiles. Van Aken pertenecía a la Hermandad de Nuestra Señora, uno de tantos grupos que estaban dedicados al culto a la Virgen María, y su esposa pertenecía a una respetable familia fuera de toda sospecha. Esta Hermandad le encargó también algunas obras. Lo que es más, en s´Hertogenbosch una de cada 19 personas pertenecía a una orden religiosa, una proporción más elevada que en otras ciudades de esa misma época. Todo ello nos indica que pensar que las teorías heréticas influyeron -por atractiva que sea esta hipótesis- sobre la pintura de El Bosco, no dejan de ser teorías muy discutibles.

    Evidentemente y como «puntilla» está la fascinación de Felipe II por su obra. ¿Había alguien más católico en aquella época que el rey español?

  36. Ascanio dice:

    Otro ejemplo que ilustra esta mescolanza de teorías son las reticencias -siempre según la autora- del pintor a ingresar en la Hermandad de Nuestra Señora, debido a su afición a la alquimia, a su sentido de la culpabilidad y que, rizando el rizo, se desvela al final como una mezcla entre locura, alucinaciones y visiones demoníacas.
    En fin, yo lo definiría (mira Koenig, otra definición) como un mejunje de argumento.

  37. Arauxo dice:

    No sé lo que me dará tiempo a escribir; intentaré hacerlo aunque sea a golpes, a ver si así contribuyo al milagro que supondría… no sé… ¿interesar a Cavilius por el medievo? Ya, ya sé que eso es una quimera, pero… ¿Y si se lo pedimos a San Pascual bailón?

    Lo primero que requiere este debate es una acotación terminológica. Hoy, querido Javi_LR, ningún historiador llamaría «edad oscura» a la Edad Media en su conjunto. Llamar así, por ejemplo, al siglo XIII o a los siglos bajomedievales constituye casi una declaración de guerra contra las mejores escuelas historiográficas y un envite suicida contra los mejores medievalistas, los más rigurosos estudios y las más serias investigaciones. Creo que eso debiera quedar meridianamente claro y sobre ello ya he escrito en alguna parte de Hislibris. Así que si alguien honestamente discrepa o tiene dudas sobre la cuestión, estoy dispuesto a profundizar cuanto queráis, pero os aviso de que, en ese caso, habré elegido, sin la menor duda, el bando ganador…

    Porque la «edad oscura» del medievo -y esto también lo he explicado antes- se corresponde aproximadamente con el periodo de anarquía que siguió a las oleadas migratorias protagonizadas por los pueblos asentados allende el limes noroccidental del Imperio Romano (aunque también en parte del nororiental) que conocemos como «primeras invasiones». La consecuencia directa de la caída de la parte occidental del Imperio (porque nadie debe olvidar que el Imperio Romano subsistió hasta 1453 en la parte oriental con el nombre de Imperio Bizantino) fue la destrucción de los cuadros administrativos y de la estructura gubernativa del Imperio y la profunda depresión económica subsiguiente. Y ello condujo indefectiblemente a la anarquía más absoluta durante (bastantes) décadas, una anarquía cuyos efectos se prolongaron mucho más allá en el tiempo y que generó una terrible inseguridad en la población y una profunda inestabilidad político-económica hasta bien entrado el siglo VII.

    Evidentemente, cuando la supervivencia peligra, la cultura y otras fruslerías semejantes se van al garete. Y es que, cuando tu campito es arrasado una y otra vez por tribus diferentes y tu vida corre pleigro en todo momento, a nadie le importa Aristóteles ni sus libros. Y eso es lo que ocurrió en ese periodo comprendido entre los siglos IV-V y VII-VIII (pero nunca más allá) que algunos historiadores denominan «edad oscura» y en la que se han inspirado demasiadas películas de fantasía y demasiadas novelas pseudohistóricas. Esa es la «edad oscura», que ni siquiera coincide con los límites cronológicos de la Alta Edad Media, mucho más amplia. Y a ese periodo se parece el siglo XIII como un huevo a una castaña.

    El término «oscuridad» también hace referencia a la escasez de fuentes documentales que caracteriza a ese periodo. Y parece lógico por lo que acabo de decir: ¿Quién puñetas se va a molestar en escribir una crónica si te queman el palacio, el monasterio o la cosecha? Incluso ¿Quién va a firmar un contrato de compraventa de un terruño que mañana te van a arrebatar por la fuerza?

    Pero incluso en circunstancias tan adversas como las que vivió Occidente entre los siglos V y VII, hay luces en medio de las sombras. Es la época de San Isidoro de Sevilla, de San Gregorio de Tours, de Justiniano, de San Agustín, de Beda el Venerable, de Gregorio Magno…

    Primer Conclusión, por tanto: hubo «edad oscura», pero no fue tan larga como creemos ni tan oscura como nos parece.

    Y un último y curioso dato antes de acabar con esta (¿primera?) sábana. Hoy, la época que se conoce como «Edad Oscura» tiende a considerarse como parte integrante de la Antigüedad -eso que se llama Antigüedad Tardía- antes que como etapa integrante de la Edad Media (de la que, en todo caso, sería su prólogo). No es que yo esté de acuerdo con esa consideración, pero por ahí van los tiros. ¿Recordáis, por ejemplo, la excelente reseña que Koenig hizo sobre aquel libro deLos godos y la Cruz? Pues el autor, Santiago Castellanos, es un especialista en Historia Antigua (en Antigüedad Tardía), no un medievalista. Así que, si hilamos fino y como doctores tiene la Iglesia, corresponde defender la «edad oscura»… a Urogallo, a Germánico, a Farsalia, a Incitatus e incluso a Cavilius y a no sé cuántos otros amantes de la Antigüedad que por aquí deambulan. Porque según esa tendencia -con la que confieso no coincidir demasiado-, la «Edad Oscura»… no pertenece a la Edad Media, que es, como todo el mundo, sabe, mucho más luminosa que la Antigüedad. Hay que viajar más, hombre, y hay que leer más…

    Je je je…

    Un saludo muy medieval y extraordinariamente luminoso.

  38. Arauxo dice:

    Oh, Dios mío. Las cursivas se me han descontrolado. No me extraña que me moderen. Qué anarquía. Qué oscuridad…

  39. Ascanio dice:

    Bah, seguro que Javi_LR lo arregla en un plis-plas.

  40. Javi_LR dice:

    Hoy va a tener que esperar un poquito…

    Arauxo, básicamente estoy de acuerdo contigo. Gracias por la información. Pero tengo muuuchas más dudas, pues te has centrado en el «por qué» de esa situación, en las causas.

    Un abrazo a todos.

  41. cavilius dice:

    Yo, la única «edad oscura» que conocía era el periodo comprendido entre los siglos VIII y XII. Antes de Cristo, claro; y lo de «oscura», con muchísimas matizaciones también.

    Arauxo, eso de coger puñados de hislibreños y meterlos en el mismo paquete no está bien. Con menuda panda de… romanos me has metido. Que aún hay clases.

    Saludos.

  42. Arauxo dice:

    Yo confieso, Javi, que… no entiendo algunas de tus preguntas.

    ¿A qué te refieres con lo de comparar bibliotecas cuando Ascanio habla de la del monasterio de Santa Catalina? Ese monasterio, fundado en el siglo VI, tiene la segunda biblioteca de manuscritos del mundo, después de la Biblioteca Apostólica del Vaticano. ¿Con qué hemos de compararla? ¿Con la de Alejandría? ¿Con la del Congreso de Estados Unidos? Es que, francamente, no entiendo lo de la comparación ni sé para que serviría… Lo cierto, es que ese monasterio es una auténtica joya, tanto por sus manuscritos como por el conjunto de iconos y otras obras de arte que atesora. Quien no se asuste por el inglés puede deleitarse visitando su página oficial:

    http://www.sinaimonastery.com

    Y después nos preguntas si en el Medievo se creó más cultura que la que se destruyó… pero yo no tengo un medidor de cultura para responderte. Entre otras cosas, porque todo depende del concepto de cultura que cada uno de nosotros tenga. Tú mismo hablas, Javi, de gustos intelectuales y de la pérdida irreparable de textos debido al arbitrio de la época… Pues, seguramente, los gustos intelectuales del medievo sean muy diferentes de los tuyos, enormemente influidos por la cultura racionalista, cientifista y relativista en la que estás (y yo contigo) imerso. Pero… ¿eso deslegitima los gustos intelectuales de otras épocas? ¿Los hace «menos» cultos? ¿Menos interesantes? ¿Es más inteligente Platón que Guillermo de Okham? ¿Más culto, quizá, Virgilio que Dante? ¿Más bello, quizás el Panteón de Agripa que la Colegiata de San Isidoro de León? Incluso… ¿más interesante la Odisea (y estoy apuntando alto, como verás) que las Etimologías? Pues si es así, no acabo de entender porqué…

    Y respecto a lo del arbitrio de la época y a las pérdidas por él ocasionadas… hombre, eso es, cuando menos, discutible. Podríamos hablar de otros arbitrios y otras épocas y no sé yo si la Modernidad, la Contemporaneidad o la Antigüedad saldrían ganando, la verdad… Si quieres, hablamos de ello cuando encuentre algún rato.

    También dices que te gustaría hablar de ciencia… Hombre, podríamos hablar del progreso científico en la España musulmana o de la «revolución» científica del siglo XIII, pero sería aceptar la trampa dialéctica que nos tiendes (dicho sea con el mayor de los aprecios, faltaría más). Porque… la ciencia es NUESTRO terreno, el de NUESTRA mentalidad y casi NUESTRA religión. Evidentemente y en esos términos, la Edad Media saldría… ¿condenada? Pero yo podría darle la vuelta a la pregunta. Y podríamos hablar de espiritualidad, de honor y de valor, de caballería, de amor cortés, de fe, incluso de estética, de belleza en el arte… ¿»Vencería» entonces, por ejemplo, la España de hoy a la del siglo XII, por poner un ejemplo? Lo dudo mucho, francamente…

    Y seguiré en otro momento.

    Un saludo.

  43. Aretes dice:

    Mira que las sábanas se me han hecho tan cortas como fundas de almohadas…

  44. Ariodante dice:

    Otro «¡¡Oooooolé!!» para Arauxo. ¡ Qué sapiencia, que verbo, qué magnificiencia…! Yo creo que lo que no sería correcto hacer es entablar una polémica desde el ángulo de «a ver qué época fue mejor», porque perderíamos todos; Yo concuerdo con la posición de Arauxo, desde luego. Pero, insisto, eliminemos la noción de «progreso», que veces inconscientemente usamos en las ciencias sociales. El progreso se limita al avance científico, a la mejora de las condiciones sociales, la sanidad, la higiene, las comunicaciones, ….pero ¿la cultura? La cultura, entendido en su aspecto más restringido, no en el general, es decir,la filosofía, la literatura, el arte, la música,…no es mejor ni peor, y el que haya más o menos tampoco cambia mucho las cosas. Como bien dices, Arauxo, si a uno le arrasan el campito y no tiene para comer, a ver quién se preocupa por Aristóteles o por componer madrigales. En fin, como dice Koenig, opino.

  45. Turriano dice:

    Ciertamente, Ariodante, hay una gran evolución tecnológica, pero la evolución en cuanto a el alma del ser humano, poco hemos evolucionado, porque realmente alguien piensa que el motor del mundo ha cambiado mucho desde el origen de la humanidad?.
    Los seres humanos siempre hemos buscado lo mismo desde el principio, y las ambiciones, envidias, poder, riqueza etc es lo que ha movido y mueve el mundo, lo demás, lo demás, la Edad Media, El Renacimiento, El Barroco poco han cambiado la esencia misma de nosotros. Asi que eso de oscuridad o luz, en fin, me parecen estereotipos pasados de moda, propios de la educación que recibí en EGB, pero que no lleva a ningún sitio, es estéril en sí misma, aunque es una opinión y claro puedo estar equivocado, vamos, que seguro que lo estoy porque la ignorancia es muy atrevida, es lo que tiene.
    Perdonad, de qué hablábamos ?.

  46. Turriano dice:

    Arauxo, sí, respecto a comparar , yo no soy partidario de comparar personas de épocas diferentes, como no lo soy , como ya he dicho comparar momentos distintos de la historia entre sí.
    Dicen que las comparaciones son odiosas, pero creo que lo son más aun , si cabe, cuando no son coetaneas, y eso me lleva a que cuánto de genio debe Leonardo a su época, a su entorno, a su ciudad, padres, amigos etc ?. Cuanto Mozart?. Cuánto Einstein?. Cuanto debe un homosexual a su educación y cuánto a los genes ?. Cuando sepamos , si se sabe algún día, que el cerebro de una persona no depende en absoluto de su entorno desde que nace, podremos comparar personas de diferentes épocas, y ni tan siquiera de la misma.
    Además todos estamos limitados porque vivimos el presente y no podemos luchar de tú a tú con los que vivirán después de nosotros, no nos podremos defender.
    Joder, me voy a dormir porque estoy fatal.

  47. Ariodante dice:

    Bueno, Turriano – por cierto, bienvenido- creo que quizás no me he explicado bien, o me has entendido mal. Por supuesto que no hay progreso moral. La humanidad es igual de brutal/cultivada en el siglo X que en el XX, Es decir, el Humano sigue tendiendo a matarse entre sí, pero también a amarse entre sí; en unas épocas el concepto del Honor es mas fuerte que en otras, pero el concepto no desaparece, está ahi siempre; o el Amor, o el Odio, o el sentido del Deber, o la ausencia del mismo. Los hombres siguen robando, engañando, envidiando…y también siguen comportándose amablemente, sacrificándose por sus hijos, esforzándose por superarse, etc etc.
    Otra cosa sería el progreso legal, jurídico, político…siempre en función de mejoras sociales de hecho.
    Lo de las comparaciones no me parece adecuado. ¿Cuanto tiene el Hombre de aprendido y de genético? La polémica dura y durará siglos. Pero para mi está claro que las condiciones ambientales generalmente favorecen la aparición de factores que ya están en los genes, es decir, hay una interrelación de factores. No de modo necesario, programado, etc.
    Pero creo que estamos mezclando campos, lo cual facilita los malentendidos y las confusiones. ¿Oscuridad en el Medievo? Pues, como dice Arauxo, sí…hasta cierto punto. El Medievo es muy largo y es en su primera parte cuando podríamos hablar más de oscuridad, la etapa digamos «destructiva» del Imperio. Pero recordemos que el Imperio que permanece es el de Oriente, y el Medievo también son ellos, asi que…y luego también con Carlomagno hay un renacimiento cultural en centroeuropa, y la época alfonsina en España, etc…en fin, yo dejo la palabra a los especialistas, que yo hablo por mí y soy ignorante.

  48. Javi_LR dice:

    Bien, a ver si ahora tengo algo de tiempo para comentar dos o tres cosillas.

    Vale, me queda claro que el término lumínico hace referencia a dos cosas bien distintas. La primera: a lo que conocemos o no de esa época, a “la oscuridad” o no de sus archivos y al material historiográfico que se nos conserva. La segunda: la cantidad de logos que “mueva” esa época; acepción promovida desde el Renacimiento y, sobre todo, desde la Ilustración. Pero también la visión que tuvieron en el S. XIX. Esa me seduce, y entronca muy bien con algo que ha señalado Arauxo: la de una época muy parecida a la de los héroes en Grecia, con el aporte que esto conlleva: en vez de verse gris (como el mismo S. Agustín o más tarde Otón de Freising lo veían, no nos olvidemos del tópico que tanto juego dio: “mundus senescens”), en vez de verse gris, decía, se veía dorado. En este punto incidiré más adelante, pues me apasiona.

    Respecto a la primera de ellas, me atrae mucho lo que has mencionado, Arauxo, del fin del mundo antiguo y la acotación temporal que das (la espacial, la delimitamos en occidente, ¿os parece?). Con seguridad tienes toda la razón del mundo, si se habla de oscuridad, ha de ser en esa época. Lo has expuesto de una manera tan brillante que hasta yo me he enterado. No se me ocurre ninguna pregunta acerca de todo ello, salvo el posible debate de si todo ese período pertenece a la Antigüedad, como defendía Henri Pirenne, o al principio de la Edad Media.

    Respecto a la segunda, pues es un juicio basado en lo que bien dices, en nuestra percepción científica de las cosas que nos rodean. Fíjate qué diferencia de interpretación la del ilustrado con la del romántico. Convengo en que de tan distintas, ninguna de las dos parece válida.

    Creo que el principal problema de todo esto viene dado por la enorme extensión temporal de lo que hablamos. El europeo del S VI no es el mismo que el del S. X, pero es aún más distinto que el del S. XIII. Deberíamos en este debate acotar todo lo posible los espacios de tiempo. Concretar, pues cuando uno parece referirse a un todo lo hace de una pequeña parte, y al revés; así no hay manera. Por ejemplo, ¿el S. V supuso un colapso, fue una crisis de la que tanto costó levantarse, fue un lento perecer y, después, un nuevo amanecer, o, al contrario, fue una continuidad de Roma, del Mare nostrum, rota por los árabes dos siglos después? También me interesa mucho, repito, el sistema feudal en sí. Cuando ante hablaba de él lo hacía en términos no muy halagüeños, pero en realidad le tengo un gran respeto. Quizá no tanto como para afirmar, como hacen algunos, que es lo más parecido a la ‘República’ platónica, pero le reconozco muchas ventajas (mientras que todo funcionase bien, el pueblo era incluso feliz; el problema o la solución, como en casi todo sistema, eran los individuos que lo conformasen) y alguna que otra desventaja (la falta de conocimiento de sí mismo que tenía el villano, la ausencia de un verdadero libre albedrío, asunto que parece arreglarse poco a poco a partir del S. XI).

    Ariodante, si dejamos atrás los avances tecnológicos y nos centramos en los culturales, y éstos no se pueden comparar, ¿qué debatimos? ¿Acaso la pintura es inclasificable, es la literatura invaluable? Tú sabes mucho más que yo acerca de esas cosas y me interesa mucho tu opinión. Turriano, ¿por qué no se pueden comparar épocas distintas? Yo creo que no es cuestión de cotejar personas, pues tienes mucha razón en lo que dices, sino de valorar las circunstancias (usando el lugar común Ortegiano) que rodean a esas personas y, de alguna manera, las moldean.

    Aparte de las dos acepciones arriba indicadas: la peyorativa, renacentista y enciclopédica, que no me interesa en absoluto, y la debida a la posible escasez de documentos, a mí me interesa mucho otra: la propia concepción que el hombre medieval tenía de sí mismo y del mundo que le rodeaba. Ya he mencionado a San Agustín, esa sensación de que los tiempos que recorrían eran de deterioro. La Edad Media está llena de esa melancolía, de ese abandono del mundo, ese desprecio de lo material, ese interés único en el espíritu. De ahí, corregidme si me equivoco, que la Iglesia Católica actual deje atrás las teorías de las nuevas teologías. Con coherencia y cierta razón basada en sus preceptos -añado como opinión personal-, independientemente de estar o no de acuerdo con ellos. Pero bueno, no me gustaría hablar de estas cosas, que siempre se van por derroteros peligrosos por desgracia. Es como si de ese erial sensual, de ese desapego mundano del principio, comenzara poco a poco a brotar de nuevo el ansia de vivir la vida, y eso se ve muy bien tanto en la literatura como en el arte. Estas cosas, efectivamente, surgen en la Edad Media. Puedo estar equivocado en mis apreciaciones, pero esto es lo que creo.

  49. Ariodante dice:

    Javi, hijo, ¡qué labia! la verdad es que te explicas bastante bien, cuando tienes tiempo de hacerlo, claro…y tiene mucho mérito que a estas horas, hecho polvo que estarás, te dediques a escribir tus magníficas aportaciones.
    A ver, te contesto: he repasado mis intervenciones, y creo que en ningún momento he dicho que no se puedan comparar el arte, la literatura, etc de distintas épocas.¡Sería absurdo! Por supuesto que se pueden comparar, analizar,clasificar, ver diferencias, etc., pero no en el sentido del progreso (podríamos hablar del progreso de las técnicas artísticas, en el sentido de la mejora o creación de nuevas técnicas), ni de la valoración («ésta es mejor que la otra») ni de la moralidad.
    Estoy de acuerdo cuando dices:
    «Creo que el principal problema de todo esto viene dado por la enorme extensión temporal de lo que hablamos. El europeo del S VI no es el mismo que el del S. X, pero es aún más distinto que el del S. XIII. Deberíamos en este debate acotar todo lo posible los espacios de tiempo. »
    Ciertamente, la extensión del Medievo es inmensa. Y las circunstancias cambian absolutamente. Digamos que la Alta Edad Media, -por usar una terminología que se usaba cuando yo estudié Historia- tiene unas circunstancias que difieren mucho de la Baja. El Imperio Romano está más cercano, el recuerdo de lo que se ha perdido…la nostalgia, que dices tú. Es en esa parte , que a su vez es enooorme, en la que la «oscuridad», objeto de este debate, es mayor. Es la parte que está más ligada a la destrucción. Sin embargo, y sin que esto suponga, lógicamente un corte radical sino un deslizamiento progresivo, en la Baja EM se ha olvidado el imperio y se camina hacia algo distinto, se entreve, se atisba una esperanza, se busca algo, que no sea sólo la supervivencia…no sé si me explico. Yo hablo un poco por encima de los datos concretos, de los que los historiadores disponéis, me subo un poco al nivel filosófico, si pudiera llamarse así, o a la «metahistoria»…

  50. Urogallo dice:

    Gabriel Garcia Voltá. «El mundo perdido de los visigodos».

    Resumiendo: En el siglo IV, el Imperio Romano de Occidente ya era una zona en crisis total debido a la competencia industrial y agraria del desarrollado imperio Oriental. La llegada de los bárbaros no supuso un cambio cultural radical, en la medida que estos se fusionaron con las elites romanas en todos los lugares donde se instalaron.

    En otras palabras: Toda la Edad Media, y en general todo el proceso que va desde la crisis del siglo III hasta la revolución industrial en el XVIII, es la reconstrucción imperfecta del nivel de riqueza cultural, demográfica y económica que se había vivido antes de la gran crisis sufrida por el imperio romano bajo la dinastia de los Antoninos ( Ulpio-Aelia).

  51. juanrio dice:

    Enhorabuena, Ascanio. De un libro que no te ha gustado has hecho una gran reseña de la que ha nacido un debate muy interesante. Leo con los ojos como platos las aportaciones de Arauxo, Javi, Ariodante, Turriano, etc…gracias.

  52. Ascanio dice:

    Gracias, juanrio. Por lo menos hemos conseguido lo que dice el refrán: «No hay mal que por bien no venga».
    Y ahora sólo queda esperar que aparezca Arauxo (o Anthos…¿andeandará?) y recoja el guante lanzado por Javi sobre la espiritualidad, San Agustín, las corrientes teológicas…En fin, todo aquello sobre lo que a Arauxo le encanta tejer sábanas, mantas, edredones, colchas y sacos de dormir tipo momia.

  53. Koenig dice:

    Yo tambien soy berlinés.

  54. Ascanio dice:

    Me acabo de quedar con las patas colgando.

  55. juanrio dice:

    …y no eres la única….

  56. Incitatus dice:

    Javi grandes aportaciones haces a horas intempestivas.

    Con respecto a la concepción que el hombre medieval tendría de si mismo, me parece un tema espinoso. ¿qué es el hombre medieval al que te refieres? las diferencias entre: un campesino de sajonia, un calatravo de castilla, un monje de irlanda, un duque francés, un cura de borgoñon, una condesa provenzal, una campesina del sur de Italia, un comerciante veneciano… son tan grandes, que las concepciones de si mismo y del mundo que les rodea son totalmente diferentes. Ya no te cuento si además ponemos el filtro temporal. ¿Cómo podemos entonces definirlo correctamente? Posiblemente existiera una concepción mucho más comunal, es decir primaría un cierto concepto de comunidad, de círculo «social», más que un concepto de individuo. Pero fuera de esto todo tendría mil cambios mil matices.

    Con respecto al arte, creo que también existe la funcionalidad del arte, tanto en técnicas como en contenidos. El arte, hasta tiempos muy recientes es decir hasta mediados del XIX prácticamente, estaba completamente en manos del poder y de los poderosos, estos lo encargaban y lo financiaban, y los artistas les proporcionaban en el fondo lo que ellos querían. Posiblemente la escritura pueda ser más subversiva o independiente: pero la arquitectura, la pintura, la escultura… dependían, nos guste o no, del gusto de estos poderosos… y por muy revolucionarios que fueran algunos artistas estos no dejaban de depender de estos «mecenas» y con ello su obra solo podía perdurar si gustaba a esas élites.
    Pero en todo caso: ¿no te parece sublime el gótico? ¿el románico? por mucho que sean fundamentalmente religioso, no son las catedrales un ejemplo magnífico de la grandiosidad del arte. Así que si bien la pintura no era tan «espectacular» como la del renacimiento, la arquitectura sí podía ser mucho más «sublime»

    digo yo

  57. Koenig dice:

    Buenaaas.

    «Ich bin eine berliner»

    Creo recordar que fue lo que dijo Kennedy en 1963, en Berlín, nada mas erigirse el muro, solidarizándose así con la población de Berlín Oeste.

    En resumen, pretendía sumarme al comentario de Juanrío, hacer notar que yo también seguía el debate con sumo interés y animar a los «sabios» a que continuaran con sus interesantes comantarios.

    Ala, ya podeis recoger las patas.

    Saludos.

  58. cavilius dice:

    Hombre, si hubieras dicho «Yo también soy Espartaco» se te habría entendido a la primera.

  59. Ariodante dice:

    Me too, Koenig. Si, cierto, Kennedy se solidarizó con los berlineses así.

  60. Javi_LR dice:

    Palabrita que buscaré tiempo para más, Inci, pero quiero comentar un par de cosillas para no dejarlas pasar de largo.

    El caso es que a mí el Románico me parece sublime, claro que sí, y el Gótico, pero no por su grandiosidad, que no me parece un atributo necesario del arte, sino, precisamente, por su sublimación. A lo largo de mi corta vida -aunque amenazo con hacerla larga- he intentado visitar casi todos los puntos nacionales ricos en ese tipo de arte. Los que me conocen (o intuyen) saben que soy tan próximo a un tipo de saber racional como irracional y valoro sobre manera la intuición -al respecto, me siento profundamente identificado con Unamuno, con Hesse, etc…-. Pero es esa sublimación lo que me interesa, es decir lo que subyace en el hombre medieval, las pasiones que levantan esas catedrales. El caso es que no estoy subjetivando todo esto, lo estoy intentando objetivar, por eso me alejo de mis gustos.

    Al igual que Arauxo ve al hombre moderno como un ser pensante eminentemente científico, valga de la misma manera partir de otro lugar común respecto al hombre medieval. Entiendo que la corriente del pensamiento dominante, una cierta ortodoxia, necesariamente habría de conformar las mentes individuales de la población. ¿Hacia dónde iba dirigida su voluntad? Aparte de ir a la supervivencia, claro, aunque, en puridad, incluso este elemento forje el carácter.

    En cuanto al arte y a las manos que le daban de comer, no creo que hoy en día estemos en mejores condiciones que en la antigüedad, la verdad. Comparto la misma posición al respecto que la de Ariodante: era más libre cuando se subvencionaba a cargo de los poderosos (muchos de ellos, grandísimos amantes del arte) que ahora, en este momento, que es un ministerio quien se encarga de dichos menesteres (la política entiende más de propaganda que de arte). Figúrate, Inci, de las pocas subversiones que hay hoy en día una es el antiarte, de un carácter incoherente y destructivo insoportable.

  61. Koenig dice:

    Buenas.

    Por enredar.

    He leído a menudo sobre la religiosidad del hombre medieval. El hombre medieval veía la «voluntad» divina en una inmensa cantidad de cosas. Se llegaba al punto, como dice Fossier, de considerar la fealdad como una manifestación física del pecado. Es decir, los feos eran así por sus pecados, idem los leprosos, o los tullidos, no por una «desgracia» natural.
    No solo en este aspecto era importante. Si alguien ha leído «El Domingo de Bouvines», de G. Duby, vera la descripción de la batalla como un inmenso juicio de Dios. Una masificación de la ordalía. Es una idea que hoy puede parecernos absurda, pero entonces no lo era. Hasta el punto que nociones como la táctica o la estrategia podían llegar a estar fuera de lugar, ya que se interponían en ese juicio divino que se manifestaba mediante la batalla.

    Creo que esa religiosidad impregna también la evolución del arte. Tanto el románico, en su aspecto recoleto, íntimo, como el gótico mas adelante, mas grandioso, mas etéreo, buscan reflejar la espiritualidad del hombre de la época. En este sentido la creatividad en el arte es libre, siempre y cuando busque el camino de Dios. El caso contrario, tal vez no sea falta de libertad. Tal vez, simplemente, no existe. No entra dentro de los parámetros.

    Esa religiosidad, otra vez Fossier, se reduce incluso a la supervivencia, al día a día. La sociedad está constituída según la voluntad de Dios, cada uno tiene su lugar, y le toca sufrir lo que Dios decida. Rebelarse contra ello es rebelarse contra Dios. Y no quiero decir con esto que el hombre medieval sufriera de falta de libertad. Simplemente, no podemos desear aquello que desconocemos por completo. Supongo que esta es una de las cosas difíciles de entender desde nuestro punto de vista actual. Y probablemente esto sea lo que haga que el hombre renacentista empiece a hablar de libertad, precisamente porque se le plantean cosas que no puede obtener, decisiones que no puede tomar.

    Opino, claro.

    Saludos.

  62. Ariodante dice:

    Muy interesante, Koenig, muy interesante…Creo que tembién le llamaban «el juicio de Dios» a los combates entre caballeros, para dirimir quien tenía razón: el que gana es porque Dios lo quiere. Al fin y al cabo, Dios regía absolutamente cada minuto de la vida del mundo. Nada escapaba a su ojo. El tema de la falta o no de libertad del hombre medieval…depende qué hombre, claro; los siervos de la gleba estaban adscritos a los señores y a ver qué podían hacer. Obedecer o morir. Pero ciertamente en sus parámetros no entraba otra opción. Y los señores ¿tenían libertad? Dentro de su rango tenían unas obligaciones y un honor que mantener, y también estaban bajo el manto religioso.
    Y realmente en esa época tomaban muy en serio el tema de la excomunión y el infierno, y si un obispo les amenazaba con ello, se agobiaban y se achantaban. Claro que luego habría quien se saltara a la torera todo, pero yo creo que esos serían las excepciones.
    Lo que es cierto es que desde nuestra época no podemos comprender completamente cómo funcionaban entonces. Podemos tratar de hacerlo, incluso aproximarnos, haciendo un esfuerzo mental, pero…creo que es más fácil comprender a un romano o un griego -incluso un galo- que a los medievales. Es una razón teñida de misticismo y religiosidad, luego…poco razonable. Más intuitiva y pasional, como decía Javi.
    Por cierto, Javi: a qué te estabas refiriendo exactamente cuando hablas del anti-arte?

  63. Javi_LR dice:

    Pues no tanto al artcore como al dadaísmo. Tal vez porque mi visión del arte está muy fijada, y es muy simple, amplia, radical y férrea. El concepto de antiarte para mí no existe, pues es «nada» y nada puede producir. Es como si tuviese un automóvil y se me ocurriese hacer un anti-automóvil; ¿qué sería esto?, ¿un autoinmóvil?, ¿un exomóvil? Pues no, pues sería otra cosa y no exactamente su antítesis, formando parte de conceptos similares. La antítesis del arte es el caos, es un trabajo sin reglas, sin técnica, efectivamente, o incluso los productos de la naturaleza si no la concedemos logos. Pero no se puede pretender realizar un antiarte dándole ínfulas de novedad, pues el antiarte siempre ha existido y existirá, y simplemente al proponerte hacer un «antiarte» estás siendo atrapado por el concepto mismo de «arte».

    En fin, perdón por la digresión.

    Koenig, interesante tu aportación. A ver si saco tiempo, demonios.

  64. Aretes dice:

    ¡Caray, chicos! Me uno a los berlineses o a los que tengan las palomitas.

  65. Incitatus dice:

    Desde luego que se decía que dios así lo quería, pero esos mismos caballeros llevaban a cabo un entrenamiento en el arte de la guerra que ya les gustaría a muchos, por lo tanto creo que no creían solo en el juicio de dios, ellos sabían que dependía de ellos mismos y no de una tercera parte. Otra cosa sería lo que querían que la masa pensase y lo que esta masa pensase.

    En cuanto a la gente común creo que era claramente manipulada política y culturalmente debido a la incultura generalizada (parecida a la de hoy en el fondo): rebelarse contra lo establecido era pecado, ¿pero quien lo había establecido? Los que poco a poco construían el sistema eran plenamente conscientes de ser ellos los que lo hacían y no Dios, pero Dios era el mejor método de coerción, fuera la Iglesia o fuera la Corona.

  66. Urogallo dice:

    ¿De verdad se tomaban tan en serio a Dios?. Yo estoy con Incitatus, y hay otro ejemplo interesante: Las ballestas y los duelos, o más aún, las guerras entre cristianos.

    Todos sucesos que conllevaban excomunión, y que no por eso desaparecieron.

  67. cavilius dice:

    Pues a mí tanta aportación por parte de unos y tanta aportación por parte de otros, me hace recordar un símil que usaba el mejor profesor de filosofía que yo he tenido, y que haya habido, hay y habrá en las universidades todas: Felipe Martínez Marzoa. Cuando quería decir que dos cosas eran idénticas, decía que había tanta diferencia entre ellas como la hay entre un aporte y una aportación.

    (Hombre, yo era por decir algo en el debate…)

  68. Incitatus dice:

    Fectivamente Urogallo unas cosas son las formas y otra es la realidad del día a día.

  69. Ascanio dice:

    Pues si Javi tiene una visión del arte simple y férrea, la mía más. Y sobre todo porque no es tan amplia como la suya -aunque no sé exactamente en qué sentido utilizas lo de «amplia»- ya que a mí, si me sacas del arte figurativo y alguna cosita más, ya me parece un camelo. Por ejemplo, Tapies y toda lo que se expone como «arte» y consiste en plantar un váter en medio de una sala de exposiciones para que la gente lo mire con cara de asombro y exclame que es una maravilla cuando por dentro piensan que en realidad es una basura. O llenar de churretes, cuerdas, alambres y moscas un lienzo, como si fuera una naturaleza muerta. Me parece la mayor tomadura de pelo de la historia. Pero en fin, eso es ya otro tema.

    Sobre los aspectos religiosos del Medievo, y desde mi ignorancia, me atrevo a opinar que no era todo oro lo que relucía. Que frente al miedo de la excomunión y el pecado, existía el simple instinto de supervivencia y el día a día. En una época en la que, como decía Arauxo, igual mañana arrasan tu campito, mejor vivamos el presente, que son dos días. Así que si me gusta la vecinita de al lado y puedo lanzarle los tejos aunque esté casada y sea pecado mortal, a mí plin. O si puedo delatar al vecino como hereje y quedarme con su casa aunque eso implique un falso juramento, pues más plin todavía. Que me quiten lo bailao.

  70. juanrio dice:

    Eso que comentáis es lo terrible de la religión, o del uso que se le ha dado. Para atemorizar, para mantener en la ignorancia, para arrasar pueblos. Soy ateo, pero respeto las creencias de cada uno. Creo que la base de la mayoría de las religiones es el amor por nuestros semejantes, pero las jerarquías de las distintas iglesias se han encargado de que hiciéramos lo contrario. Es una pena, de algo que siempre debería ser bueno hemos pasado a algo que puede ser terrible.

  71. Javi_LR dice:

    Sí, Ascanio, efectivamente. Eso es, justo como lo has dicho. ¿Qué mentalidad surge desde el ubi sunt (que es un carpe diem pero trascendental), desde esa religiosidad, desde esa mezcla de presente inmediato y misticismo, de lo mundano y lo espiritual, de lo pagano y lo cristiano, del conocimiento sólo destinado a la salvación? ¿Estuvieron más vivos los tópicos horacianos en el medievo que en la misma Roma, en el Renacimiento o en la actualidad?

    Y para mí el concepto de arte es amplio, tanto que sólo se delimita con adjetivos que nazcan de un gusto personal. Es decir, puede haber un arte «talentoso», «bello», «feo», «ingenioso» (aunque el in-genio es casi sinónimo de arte)… Creo que a la palabra «arte» le hemos añadido varios de estos adjetivos, haciéndola subjetiva, ambigua y, a veces, incomprensible, cuando, a fin de cuentas, ¿qué es arte sino un buen trabajo efectuado bajo unas reglas y normas? La calificación de «bueno» se ha de atener, ante todo, a la relación entre el resultado y las reglas propuestas, sin olvidar que el trabajo, en cuanto a resultado, siempre tiene un objetivo. Por eso creo que sin reglas, sin técnica o sin objetivo no puede haber arte, y en cuanto las propones, ya estás inmerso en lo artístico.

  72. Ascanio dice:

    Sobre la fusión de lo religioso y lo mundano en la Baja Edad Media, esto es lo que afirma Emilio Mitre en su libro Historia de la Edad Media en Occidente:

    Pocas veces en la historia han coexistido de forma tan estrecha como en los siglos XIV y XV la piedad y el pecado. Las figuras de un Luis de Orleans, disoluto y sensual, pero extremadamente devoto, o de un Luis XI de Francia, cruel y de una extraordinaria doblez política y, a la vez, de una piedad gazmoña, representan bien -aunque sólo sea entre las altas esferas- lo que fueron los sentimientos religiosos de los laicos.
    La figura del libertino despreocupado es rara en el otoño de la Edad Media. Más frecuente es la figura del caballero transgresor de varios mandamientos y, al mismo tiempo, sincero penitente llegada la hora

    Yo me inclino a pensar que esto pasaba en las esferas más «cultas» o en los estratos sociales más altos. En las capas más inferiores, pienso que lo mundano se daba la mano, no con la espiritualidad, sino con la superchería y la idolatría, ya que -como queda de manifiesto en la pintura de El Bosco- la muerte y el demonio eran obsesiones del hombre medieval. Ello lo conduciría a buscar otro tipo de espiritualidad, menos ortodoxa, y más cercana a la superstición.

  73. Arauxo dice:

    Estoy en desacuerdo con todo el mundo, menos con Cavilius.

    (Es que sólo me daba tiempo a escribir una frase y creo que esa resume mi pensamiento…)

    Ea. Un saludo.

  74. Ascanio dice:

    No, si ya sabía yo que a ti Tàpies te gustaba…

  75. Turriano dice:

    Yo estoy de acuerdo con todo el mundo menos con Turriano y Cavilius

  76. Ascanio dice:

    Es que el Turriano ése es un tío ruaro, ruaro. Del tal Cavilius no puedo hablar, no me suena. ¿Entra en Hislibris?

  77. cavilius dice:

    A mí todo lo que dice ese cavilius me redunda mucho.

  78. Aretes dice:

    (Y tú ¿por qué siempre pones el nombre con minúscula?)

  79. cavilius dice:

    Es que aún no me he ganado las alas…

  80. Aretes dice:

    Yo creía que era para pasar inadvertido…

  81. Koenig dice:

    Pues visto que todo el mundo está ocupado, no me queda mas remedio que estar en desacuerdo conmigo mismo.

    Sigh.

  82. Incitatus dice:

    ¿de qué habláis que me opongo?

  83. Arauxix dice:

    Estoy de acuerdo.

    (Esto empieza a parecerse a los diálogos de un tebeo de Astérix…)

  84. Turriano dice:

    Ascanio , ¿Más raro que Corcontas ?

  85. Arauxix dice:

    Corcontas es único.
    Je, je.

  86. Koenig dice:

    Ese pescado no huele bien…

  87. Aquiles dice:

    Con todos los respetos, me parece cometemos un error si identificamos plenamente la época en la que vive y trabaja El Bosco con la Edad Media; tanto por una cuestión de fechas como por el ambiente económico y social de la segunda mitad del siglo XV y principios del XVI, parecería más apropiado hablar de una incipiente Edad Moderna. Por influencia del pensamiento y arte que se desarrollan en Italia – no olvidemos que estamos hablando del Quattrocento – el resto de Europa asiste paulatinamente a un cambio de sociedad y a un nuevo tipo de hombre, lo que lógicamente también se refleja en las expresiones artísticas. El Bosco no es una excepción; aunque en sus obras haya reminiscencias de épocas anteriores lo cierto es que, tanto por el tipo de composición de sus cuadros como por la intencionalidad que en ellos se aprecia, representa un nuevo tipo de lenguaje que lo distancia del Medievo.

  88. Arauxix dice:

    Cierto, Aquiles (oye, ¿tú cuándo duermes?), estamos mezclando cosas, porque hemos empezado por un sitio, seguido con otro, luego hemos vuelto al anterior…Evidentemente, hablar de «siglo oscuro» -como dice la autora- en el siglo XVI todavía tiene más delito.

  89. Ascanio dice:

    Oh, cielos…los dos últimos mensajes de Arauxix en realidad son de Ascanix.

  90. Turriano dice:

    El Bosco ese no fué entrenador del madrid?. Se llamaba Bujadin, no ?

  91. cavilius dice:

    Pues a mí me sonaba que se llamaba Vicente.

  92. Incitatus dice:

    Fectivamente Vicente del Bosco entrenador, futuro seleccionador y pintor onírico en sus ratos libres

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